Síntomas: Durante una misión en Tailandia, el asesino de la CIA "Sierra Six" (Ryan Gosling) descubre evidencia de corrupción dentro de su propia organización; y entonces el Director Carmichael (Regé-Jean Page) envía al mercenario Lloyd Hansen (Chris Evans) para neutralizar a Sierra Six y recuperar la evidencia.
Diagnóstico: The Gray Man es como una película de Michael Bay, pero con un libreto coherente, buenas actuaciones, y personajes que no son bufones ni recortes de cartón, sino individuos con genuinas personalidades y emociones razonablemente realistas... para los estándares de un "blockbuster" de acción. O tal vez deberíamos llamarle "streambuster", ya que se estrenó en Netflix (por favor like share and suscribe para popularizar ese término).
Los hermanos Anthony y Joe Russo dirigieron algunas de las mejores cintas de Marvel, y ahora regresan al cine "populista" (después del fallido drama Cherry) aplicando todo lo que aprendieron en su trabajo anterior para crear una experiencia tremendamente entretenida y muy superior (en mi humilde opinión) a los thrillers "de prestigio" producidos por Netflix en años recientes (como Red Notice, Extraction y 6 Underground). Y los Hermanos Russo ni siquiera tuvieron que re-inventar el género; simplemente usaron los mismos clichés de siempre (asesino traicionado por sus jefes, asesino protegiendo a una niña, asesino en busca de un "mcguffin"), pero cuidando que fueran congruentes con el carácter de los personajes, y que tuvieran consecuencias lógicas en el desarrollo de la trama. En otras palabras: dejar que la historia conduzca la acción, y no al revés. ¡Qué innovación!
Como contrapeso de los halagos, mencionaré que The Gray Man se siente apresurada e inconsecuente (igual que sus predecesoras en Netflix). Es como un relato serio de espionaje, pero acelerado hasta eliminar todo espacio disponible para drama, intriga y suspenso. Entonces, solo quedan las persecuciones, peleas, y fugaces momentos de conflicto personal que nunca son tan profundos o significativos como creen los directores.
Afortunadamente eso basta para recomendar The Gray Man en su nicho específico, gracias a las épicas secuencias de acción que justifican el enorme costo de la cinta, combinando efectos prácticos y digitales de manera casi invisible (con una o dos excepciones), y exagerando lo suficiente para satisfacer nuestro apetito de espectáculo visual, sin llegar a los febriles desvaríos del mencionado Michael Bay.
Sin embargo, el auténtico punto fuerte de The Gray Man son las actuaciones de Ryan Gosling y Chris Evans. Los Hermanos Russo no solo contrataron buenos actores, sino que se preocuparon por darles papeles apropiados para su estilo individual. Ryan Gosling es similar al lacónico anti-héroe de Drive, pero con más humor y empatía por las personas que lo rodean (incluyendo los villanos); y Chris Evans se divierte como el arrogante psicópata sin restricciones morales (ni racionales) para cumplir su misión. Tal vez Evans cruza la línea de la parodia en un par de ocasiones... pero no es perjudicial para una película que existe en el borde mismo de la hiper-realidad típica de los block streambusters tradicionales.
También me sorprendió la fuerza y detalle de los papeles secundarios, incluyendo a Ana de Armas en su mejor papel hasta el momento (necesita urgentemente su propia película para consagrarse como "mujer de acción"); Regé-Jean Page y Jessica Henwick como villanos burocráticos (uno de ellos con más de conciencia que el otro); y Billy Bob Thornton como el mentor de Sierra Six que corre peligro cuando empiezan los balazos. El único eslabón débil del reparto fue Julia Butters como la obligatoria "niña en peligro". Su desempeño no es malo, pero tampoco cumplió las elevadas expectativas creadas por sus escenas en Once Upon a Time... In Hollywood, donde prácticamente le dio clases de actuación a Leonardo DiCaprio.
Entonces, The Gray Man me pareció un recomendable híbrido de acción ochentera y sensibilidad contemporánea, forjada por los Hermanos Russo a lo largo de una carrera que va del más rígido cine corporativo (Marvel) hasta los caprichos artísticos de Community. En resumen: una divertida fusión de excesos prácticos y realismo emocional que satisface diversos sectores de nuestro cerebro, y nos muestra el potencial del cine escapista para evolucionar al mismo tiempo que el "zeitgeist" cultural. O, si somos más cínicos, The Gray Man es un eficiente replanteamiento de la misma receta que le permite a Hollywood seguir engordando mientras se devora a sí mismo. Francamente, a estas alturas ya no encuentro mucha diferencia entre ambas perspectivas.
Calificación: 9
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