Sunday, April 5, 2020

The Divine Fury (Saja)



Síntomas: Un sacerdote del Vaticano y un campeón de artes marciales se unen para combatir una secta criminal satánica en Seúl.

Diagnóstico: Sí, The Divine Fury es tan descabellada como suena, pero también me pareció muy entretenida (aunque un poco larga), bien actuada, y curiosamente espiritual, sin volverse excesivamente religiosa.
The Divine Fury nunca alcanzó los orgiásticos excesos de horror y artes marciales que yo imaginaba. Por el contrario, el director Joo-hwan Kim trata de mantener la historia en un nivel "realista" (dentro de lo posible), poniendo más atención en el drama individual de los personajes, y en la transformación del protagonista, Yong-hu Park (Seo-joon Park), un famoso campeón de Artes Marciales Mixtas que renunció a la religión después de una tragedia en su infancia.
Sin embargo, cuando Yong-hu empieza a sufrir el fenómeno de "stigmata", el benevolente Padre Ahn (Sung-Ki Ahn) reconoce el conflicto interno del joven, y lo invita a re-evaluar su ideología... ayudándolo a exorcizar demonios controlados por una agrupación criminal que sacrifica almas inocentes para obtener poder supremo (o algo así).
Como dije: un poco absurdo, pero con una sólida base emocional que aporta adecuada motivación a los personajes, y suficiente lógica al argumento. En resumen: The Divine Fury no fue lo que yo esperaba, y aún así me gustó porque tomó una ruta distinta para llegar a las mismas conclusiones.
En el papel principal, Seo-joon Park muestra igual talento para el drama que para la acción. No hay muchas peleas en The Divine Fury, pero cuentan con sólida coreografía y buena edición. Lo mismo aplica a los efectos especiales, juiciosamente utilizados para incrementar los síntomas de posesión (me gustó el fuego blanco), añadir deformaciones faciales, y eventualmente revelar la macabra deidad que adora la secta satánica.
Aclaro: estoy usando el adjetivo "satánico" como genérica descripción de espíritus malignos y religión profana... sin embargo existen indicios de una entidad transdimensional/lovecraftiana que manipula al líder de la pandilla criminal. La cinta no profundiza mucho en esta mitología, pero desde luego prefiero pensar que todo fue un homenaje al horror cósmico de uno de mis autores favoritos.
Por el lado de "los buenos", The Divine Fury utiliza cien por ciento iconografía cristiana, con crucifijos, rosarios, y hasta ropa bendecida por el Papa como "armadura" contra ataques sobrenaturales. The Divine Fury es una producción surcoreana y, en mi ignorancia, yo creía que la población era principalmente budista... pero resulta que la mayoría es cristiana, lo cual aprovecha el director/escritor Joo-hwan Kim para establecer un marco cultural compatible con el mercado internacional de la película, y para transmitir un mensaje positivo de compasión y tolerancia que nunca se siente como panfleto religioso.
Hablando de mercado internacional, lamentablemente la versión de The Divine Fury exhibida en servicios de streaming está doblada; y aunque no es un mal doblaje, hubiera preferido una alternativa subtitulada, sobre todo para escuchar el audio original durante los exorcismos.
Entonces, The Divine Fury no fue "El Exorcista con patadas voladoras", como yo esperaba, sino un denso melodrama espiritual con un poco de acción, buenos efectos, y la promesa de una secuela ("The Green Exorcist") que sin duda me gustaría ver. El cine surcoreano sigue sorprendiendo; y si bien The Divine Fury no alcanza el nivel "clásico" de Train to Busan o Parasite, definitivamente ejemplifica las sorpresas que puede darnos el "filtro cultural" asiático cuando se aplica a géneros muy gastados en Hollywood. Y ahora, por favor, quiero ver una mezcla de thriller policíaco y "creature feature"... pero mejor que Sgt. Kabukiman N.Y.P.D.
Calificación: 8

IMDb

2 comments:

  1. Hola Pablo, poniéndome al día con el catálogo de Netflix aprovechando la cuarentena, pude visionar La perfección, el juego de erald, En la Hierba Alta, 1922....y me.encontré "Los exterminadores del más allá contra la rubia del Baño" no se hayas visto está grata sorpresa brasilera.

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  2. Blackyman: No la he visto, pero ese título parece específicamente diseñado para mi obsesión con las B-Movies y el cine "psicotrónico" ;-) Muchos saludos y suerte!

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