Thursday, May 11, 2023

The Tank


Síntomas: En 1978, Ben Adams (Matt Whelan) y su familia viajan a la costa de Oregon para visitar la propiedad que heredó de su madre; pero encuentran un misterio en un viejo tanque de agua que pondrá sus vidas en peligro.

Diagnóstico: A pesar de su duración relativamente breve (1 hora y 40 minutos), The Tank se siente larga por todo el tiempo que dedica a establecer una situación trillada y menos interesante de lo que supone el director, productor y escritor Scott Walker (The Frozen Ground). Incluso diría que The Tank es una buena lección sobre los peligros del "cine de autor"; definitivamente hay talento en todos los aspectos de la producción, pero faltó disciplina para optimizar la historia y eliminar el relleno (en mi humilde opinión).
La premisa no es exactamente novedosa: una familia en apuros económicos recibe una herencia que podría resolver su situación, y se mudan a su nueva propiedad para evaluar las posibilidades de venderla; pero encuentran fenómenos inexplicables relacionados con el legado familiar.
Hubiera sido útil mantener el suspenso sobre el origen de dichos fenómenos... ¿serán fantasmas, demonios, o algo más tangible? Desafortunadamente The Tank (ubicada en el año 1978 por alguna razón) comienza con un prólogo en el año 1946 que revela la amenaza oculta en el epónimo tanque de agua. Entonces ya sabemos de antemano que The Tank será una "creature feature", y se invalida la intriga sobre el pasado de la casa.
Por el lado positivo, The Tank mejora en el tercer acto, cuando por fin llegamos a "lo bueno": los ataques de la criatura que van subiendo en intensidad hasta la inevitable confrontación final, un poco predecible, pero divertida gracias al trabajo del diseñador Richard Taylor y el estudio de efectos prácticos Weta Workshop. La criatura es una combinación de Alien y el mutante de Forbidden World (1982), una de mis "creature features" favoritas de los ochentas, lo cual podría explicar mi excesiva indulgencia con los dudosos placeres de The Tank; pero, bueno, mejor no pensar en eso.
Y desde luego "lo bueno" viene acompañado con los típicos clichés del género, incluyendo "esposo incrédulo que no le cree a su esposa hasta que es demasiado tarde", "niña en peligro" y "en vez de escapar mientras podemos, vamos a explorar las cavernas donde se esconde el monstruo". La única innovación es que el perro sobrevive (creo).
Poniendo más esmero en el libreto, y con una juiciosa edición para acelerar la primera mitad, The Tank podría haber sido una decente "creature feature" con un excelente monstruo y adecuado nivel de violencia; pero en su forma actual es difícil recomendarla tan solo por veinte minutos de "horror acuático" (¿horror anfibio?) que nos esperan al final como recompensa a nuestra paciencia. Nunca he podido resistir el hechizo de un buen monstruo, pero todo tiene un límite.
Calificación: 6

IMDb

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