Monday, January 30, 2017
Detour
Síntomas: El estudiante universitario Harper (Tye Sheridan) sospecha que su padrastro fue responsable por el accidente que dejó a su madre en estado de coma; entonces, en un momento impulsivo, el joven contrata a un criminal para asesinar al padrastro durante un viaje de negocios a Las Vegas. O tal vez Harper se quedará en casa y tomará la justicia en sus propias manos.
Diagnóstico: Entre las películas del género "What If..." (donde nos muestran variables de una misma historia, como Sliding Doors, Run, Lola, Run, y Melinda and Melinda)(uf, me costó trabajo encontrar tres ejemplos), Detour me pareció una de las mejores, gracias a su notable astucia para manejar narrativas paralelas sin confundir al espectador. O, mejor dicho, confundiéndolo sólo cuando le conviene al director Christopher Smith (responsable por las fantásticas Triangle y Severance), para mantenernos a la expectativa y sorprendernos con revelaciones que alteran nuestra percepción de los personajes.
Todo empieza con el joven Harper, deseoso de venganza, pero sin el valor suficiente para concretarla... hasta que se emborracha una noche y contrata al peligroso Johnny (Emory Cohen) para "darle una lección" al padrastro (de hecho, Harper ni siquiera está seguro si eso implica matarlo, o solo propinarle una golpiza). Pero a la mañana siguiente, sobrio y más sensato, el joven empieza a dudar. Entonces vemos cómo se desarrollan las dos opciones que tiene: en una historia, Harper acompaña a Johnny y su novia Cherry (Bel Powley) en un surrealista viaje a Las Vegas, donde esperan ejecutar el ambiguo plan. En la otra historia, Harper se queda en casa e intenta vengarse de su padrastro con métodos más sutiles. ¿Cuál fue la decisión correcta? O, para el caso, ¿cuál de las dos historias es real, y cuál es simple imaginación? La respuesta a ambas preguntas es irrelevante, pues no hace falta conocerla para disfrutar Detour como un inteligente thriller que nos pone a pensar al mismo tiempo que provoca delicioso suspenso con sus giros y tangentes (literales).
El libreto escrito por el mismo Smith necesita permanecer siempre un paso adelante del espectador, y generalmente lo consigue, aunque durante el tercer acto pierde un poco de fuerza al introducir nuevos elementos que se sienten como débiles trampas para complicar aún más la situación. Pero no importa mucho cuando llegamos al "final final" y descubrimos que todos esos trucos y malabares dramáticos conducen a un desenlace lógico y satisfactorio... aunque no necesariamente feliz.
Los talentosos actores semi-desconocidos ocupan sus papeles con absoluta seguridad, lo cual ayuda bastante cuando toman decisiones que parecen absurdas, o innecesariamente peligrosas... y al mismo tiempo completamente consistente con su carácter. En particular me gustó el trabajo de Bel Powley como Cherry, aparentemente víctima de su abusivo "novio", pero con una fuerza interna disfrazada de pasividad como mecanismo de defensa. O algo así. No quiero revelar demasiado.
Finalmente, el director Christopher Smith, su cinematógrafo Christopher Ross y la música de Toydrum crearon en Detour una estimulante atmósfera que integra realismo a la clásica estilización del "noir" (aunque sea un "noir" a plena luz del día). En algunos aspectos Detour me recordó la memorable cinta Brick, de Rian Johnson, combinada con el dinamismo de aquellos clones de Pulp Fiction que proliferaron en los noventas (como Go, Very Bad Things y The Way of the Gun), pero sin sentirse "retro" ni artificial gracias a su sensibilidad moderna.
Para no darle más vueltas al asunto, Detour me pareció una película menor, pero aún así recomendable por su ingenioso libreto, competentes actuaciones y, sobre todo, por concluir satisfactoriamente un audaz experimento que fácilmente podría haberse descarrilado en un caótico desastre narrativo. En resumen: buena muestra de cine "indie" con interesantes ideas y sólida ejecución. A veces es uno o lo otro; rara vez se encuentran juntos. Veremos si Christopher Smith repite el milagro cuando sea descubierto por Hollywood.
Calificación: 8.5
IMDb
Saturday, January 28, 2017
Resident Evil: Capítulo Final (Resident Evil: The Final Chapter)
Síntomas: A pesar de tantos esfuerzos de Alice (Milla Jovovich) y sus aliados, la Tierra quedó devastada por el Virus-T creado por la corporación Umbrella. Sin embargo, cuando todo parece perdido, surge un rayo de esperanza en el lugar menos esperado...
Diagnóstico: Pensé comenzar este escrito con un recuento de las cinco películas previas en la saga de Resident Evil... pero creo que a estas alturas cualquier noción de "historia" resulta irrelevante. El director/productor/escritor Paul W.S. Anderson ha mostrado excepcional dedicación para refinar la serie hasta llegar a la más pura destilación de acción sin contenido; de forma sobre fondo; de imágenes sin flujo narrativo. Suena como insulto, pero realmente admiro el compromiso de Anderson con el paradigma de los videojuegos: "levels" en vez de escenas, y "quests" en vez de drama. La sexta película de la serie, Resident Evil: Capítulo Final, conserva esa visión al mismo tiempo que cierra el círculo temático que comenzó hace quince años con la original Resident Evil (2002).
Este "regreso a los básicos" tiene consecuencias positivas y negativas. Dentro de lo positivo, el argumento de Resident Evil: Capítulo Final me pareció mucho mejor que sus predecesoras... al menos durante los últimos treinta minutos. La mayor parte de la película transcurre igual que las demás, con situaciones intercambiables donde Alice y sus aliados (algunos novatos, otros veteranos) enfrentan zombies, criaturas mutantes, y soldados de la Corporación Umbrella, mientras intentan llegar a un nuevo nivel, u obtener algún genérico "mcguffin" que necesitan para enfrentar al "Final Boss". Pero la última media hora guarda algunas genuinas sorpresas y explicaciones que me parecieron lógicas y satisfactorias, compensando (hasta cierto punto) las incongruencias que sufrió la serie desde sus inicios. Claro, algunas cosas nunca cambiarán: personajes que creíamos muertos regresan mágicamente a la vida, mientras que otros que parecían esenciales desaparecen sin explicación alguna. Ah, y los fans que esperaban la resolución del inmenso "cliffhanger" con el que terminó la quinta película (Resident Evil: Retribution)... mala suerte. Anderson nunca nos muestra cómo sobrevivió Alice el ataque de millones de monstruos, ni cómo se desarrolló la inestable alianza con el ultra-villano Albert Wesker (Shawn Roberts). Ni hablar... tal vez para la próxima. Perdón; creo que no habrá "próxima".
¿O quizás sí? A pesar de hacer honor a su título, la conclusión de Resident Evil: Capítulo Final deja la puerta abierta para futuras exploraciones de este universo, tal vez con un equipo creativo distinto y nuevos personajes que enfrentarán retos más modestos y "misiones" menos cataclísmicas (nunca me gustó como desperdiciaron a los personajes de Ada Wong y Leon Kennedy... ¿idea para el futuro?).
Y luego de tantos pseudo-elogios... debo pasar a las consecuencias negativas que mencioné hace un momento.
Después de desarrollar una estética visual clara y atractiva (copiada de The Matrix) en Resident Evil: Afterlife y Retribution, fue una decepción encontrar que Anderson decidió empañar las virtudes de Resident Evil: Capítulo Final con el caótico estilo de la primera película: escenas de acción incomprensibles, frenética edición que nos impide ver lo que está pasando, y locaciones oscuras para confundir aún más nuestros sentidos. El resultado es absolutamente frustrante... sé que Alice está haciendo cosas extraordinarias, ¡pero no se entienden! Eventualmente la frustración se convirtió en una especie de fatiga visual que me dejó exhausto; y finalmente dio paso a la indiferencia, "desconectándome" de las secuencias de acción que me era imposible seguir. Claro, estamos hablando de momentos relativamente cortos; pero en una franquicia fundamentada en escenas "cool", parece un error imperdonable ofuscarlas a tal grado. No quiero imaginar cómo verán esta película las personas que prefieran la versión 3D, con esos lentes polarizados que oscurecen aún más la pantalla.
Entonces, creo que Resident Evil: Capítulo Final fue la entrada mejor escrita en la serie (después de mi favorita, Resident Evil: Extinction, una de las pocas que no dirigió Anderson); pero pierde puntos por esas horribles decisiones de dirección y edición, que además reducen el impacto de los impresionantes efectos especiales y el espectacular mundo post-apocalíptico creado por el estudio canadiense Mr. X (y media docena de firmas adicionales).
Finalmente, un sincero agradecimiento a Milla Jovovich por elevar la saga completa con su infatigable convicción y resistencia física; no ganará Óscares por su trabajo como Alice, pero se ganó el corazón de los fans. Y muchas otras vísceras que arrancó con sus cuchillos curvos.
Calificación: 7
IMDb
Friday, January 27, 2017
Luz de Luna (Moonlight)
Síntomas: El pequeño Chiron (Alex Hibbert) crece en un peligroso barrio de Miami, luchando contra la adversidad y sus propias inseguridades para encontrar su identidad.
Diagnóstico: La vida de un joven de bajos recursos en un vecindario lleno de peligros y tentaciones... parece la típica receta de un drama "indie" listo para las nominaciones a los Óscares (sobre todo después de las críticas que recibió "la Academia" por su falta de diversidad étnica). Sin embargo Luz de Luna trasciende su nicho cultural gracias a la combinación de talentos al frente y detrás de la cámara, transformando un panfleto didáctico en una sutil obra de arte que resonará en nuestra mente después de salir del cine. Y el hecho de que podamos verla en el cine es consecuencia directa de esas nominaciones, así que podemos agradecer eso a "la Academia". Al menos resultó útil para algo.
El director Barry Jenkins nos muestra la historia de Chiron (la cual combina elementos auto-biográficos de Jenkins mismo y del escritor Tarell Alvin McCraney) por medio de tres pasajes determinantes en su formación... no necesariamente momentos trágicos o catastróficos, pero aún así significativos para su desarrollo como persona. Durante su infancia, Chiron (Alex Hibbert) descubre algunas duras realidades en su hogar, y recibe inesperada ayuda de Juan (Mahershala Ali), un inmigrante cubano con sus propios secretos. Unos años después, Chiron (ahora interpretado por Ashton Sanders) sufre los habituales problemas de la adolescencia, exacerbados por un entorno social tóxico e intolerante. Y, finalmente, vemos el resultado de todas esas experiencias en la forma del adulto Chiron (Trevante Rhodes), tratando de superar la represión y aislamiento que lo atormentaron durante su vida.
Parece una historia simple, y supongo que lo es. Jenkins emplea una narrativa concisa y lineal, con suficientes adornos visuales para darle personalidad a la película, pero sin dejar que el estilo opaque la emoción. Las actuaciones son excelentes de principio a fin, no solo del trío de actores desconocidos que interpretan a Chiron en sus distintas edades, sino de la totalidad del elenco secundario. Aunque "secundario" no me parece una descripción apropiada, pues las figuras que rodean a Chiron terminan controlando las escenas que comparten con este lacónico protagonista, bastante inexpresivo, pero no exento de turbulencia interna. Entre ellos: Paula (Naomie Harris), la madre de Chiron; Juan y su novia Teresa (Janelle Monáe) como "padres postizos" del tímido niño; y Kevin (Jaden Piner, Jharrel Jerome y André Holland), el amigo de la infancia con el que compartió tantas cosas. Todos ellos aportan rasgos positivos y negativos al desarrollo de Chiron, forjando sus valores. En resumen, un elegante y contundente retrato de una vida influenciada por otros, pero fundamentada en el criterio individual. El hecho de que el entorno sea un barrio negro de Miami termina siendo irrelevante, pues los retos de Chiron serán fácilmente comprendidos por cualquier persona, en cualquier situación social.
Por el lado negativo tendría que mencionar esa misma simplicidad. Luz de Luna es una cinta sobria y moderada, libre de drama innecesario y exageraciones histriónicas. Es lo que la hace accesible y elocuente; sin embargo podría parecer una experiencia demasiado pasiva para quien esperaba algo más estridente y desgarrador, como... no sé... una versión masculina de Precious.
Como dije, el director Barry Jenkins empleó sus propias experiencias para darle forma a la historia de Luz de Luna; pero el mensaje subyacente es universal. Lo primero funciona bien como película dramática; pero lo segundo consigue que se convierta en arte. Cada espectador se quedará en el nivel que le acomode mejor.
Calificación: 9
IMDb
Wednesday, January 25, 2017
The Rezort
Síntomas: Diez años después de ganar la guerra contra los zombies, el mundo volvió a la normalidad; pero una empresaria llamada Valerie Wilton (Claire Goose) descubrió una ingeniosa manera de monetizar la catástrofe, estableciendo un "resort" turístico en una isla tropical, donde los visitantes puede matar zombies como deporte. Sin embargo los zombies no son tan dóciles como los turistas creían...
Diagnóstico: Parece que ya se está enfriando la fiebre de zombies que amenazó con monopolizar el cine de terror durante más de una década (sobre todo en la variedad de bajo presupuesto); pero aún queda material suficiente para encontrar ocasionales rastros de creatividad en este cada vez más putrefacto subgénero (ja ja).
Como ejemplo puedo señalar The Rezort, una modesta co-producción inglesa-belga-española cuya interesante premisa aborda el tema de los zombies desde un punto de vista bastante original, al mismo tiempo que recupera el discurso social de las clásicas cintas de George A. Romero (guardando proporciones, desde luego); aunque a fin de cuentas no logra evitar los más frecuentes clichés y arcaicas mecánicas del cine zombie.
El concepto del "safari zombie" es perturbador porque sería perfectamente posible en el mundo actual (claro, si tuviéramos zombies de verdad). Es como la antigua fantasía de la cacería humana, pero justificada porque ya no son personas, sino muertos vivientes. Desafortunadamente el director Steve Barker (Outpost, Outpost: Black Sun) no gasta mucho tiempo explorando esas cuestiones (prefiere reservarlas para el sorpresivo final), y en vez de eso copia la estructura de Jurassic Park y algunas escenas de Resident Evil mientras sigue las aventuras de un grupo de visitantes que intentan escapar con vida de la isla. Bueno, hasta el "centro de control" computarizado parece una réplica del que vimos en Jurassic World. Solo faltó Jake Johnson haciendo su rutina cómica.
En el aspecto de terror The Rezort se siente un poco ligera, pero está competentemente realizada, ofreciendo frecuentes momentos de suspenso, bastante sangre (casi siempre digital), y personajes desechables cuya diversidad demográfica aporta variedad a la violencia. Así tenemos un par de "gamers" jóvenes e irreverentes que solo quieren matar zombies como en un videojuego viviente; el ex-soldado silencioso pero mortal; la pareja que intenta resolver algunos traumas psicológicos (sus padres murieron en la guerra); y la chica rubia que se ve muy bien corriendo entre los árboles... aunque podría tener un propósito distinto al simple "atractivo visual".
Los efectos especiales son generalmente buenos, pero claramente en la categoría de "B-Movie"; lo mejor fue el maquillaje, y lo peor algunas tomas que pretenden ser épicas, pero resultan demasiado artificiales... como una "cut scene" de Left 4 Dead o Dead Island (¿coincidencia?)
Sin embargo, tan solo por la idea de "Jurassic Park con zombies" (o "Westworld con zombies", para el público más moderno) creo que The Rezort merece una recomendación, aunque quizás la limitaría a los conocedores del cine zombie que tengan práctica disculpando algunas fallas narrativas a cambio del visceral terror de los muertos vivientes que intentan devorar a los vivos... y al mismo tiempo nos recuerdan que el hombre siempre será el peor monstruo de todos. Incluso cuando está de vacaciones.
Calificación: 7
IMDb
Monday, January 23, 2017
Vivir de Noche (Live By Night)
Síntomas: Durante la Época de la Prohibición, un gángster irlandés llamado Joseph Coughlin (Ben Affleck) forja una inestable alianza con un "capo" italiano, y se muda a Tampa, Florida, para manejar el tráfico de ron.
Diagnóstico: Al principio de Vivir de Noche pensé que sería otra monótona historia sobre la mafia irlandesa de Boston (después de todo, está basada en una novela de Dennis Lahane). Pero cuando el protagonista se muda a Florida cambia por completo la dinámica de la historia, y el resultado es la más madura y ambiciosa película de Ben Affleck como director. Desafortunadamente también me pareció tan lenta y cansada que sería difícil recomendarla con fervor universal.
El problema principal es que el libreto (escrito por el mismo Affleck) sufre los peores síntomas de una novela adaptada a cine: demasiados personajes, escenas "importantes" que no encajan en la narrativa, y un parsimonioso ritmo que probablemente funcionaba mejor en el libro. Sin embargo, por el lado positivo, la historia me pareció fascinante y más rica que muchos otros dramas criminales, gracias a la inesperada combinación de culturas que destruye los clichés de "malos contra buenos" tan socorridos en este género.
Para no arruinar los mejores momentos de Vivir de Noche (no hay tanta “noche”, ahora que lo pienso), solo diré que la gradual asimilación de Coughlin en la sociedad cubano-americana nos enseña importantes realidades sobre las relaciones históricas entre ambos países; y la influencia de los elementos sureños (religión, racismo, migración) complica el ya de por sí difícil negocio del licor ilegal, que en aquel entonces representaba una mina de oro para "empresarios" suficientemente audaces para desafiar la ley (de paso, la cinta también me explicó por qué podrían legalizarse todas las drogas conforme el mundo se sume en otra depresión económica).
El trabajo de Affleck como director me pareció impecable. La recreación de los años veintes es perfecta, apoyada por el diseño de producción de Steve Christensen y los decorados de Nancy Haigh, quienes llenan cada escena con maravillosos detalles que no obstruyen el flujo del melodrama. Por su parte, la música de Harry Gregson-Wagener rinde tributo al período histórico y complementa las personalidades de los volubles caracteres.
Lo cual nos lleva al excepcional elenco que incluye, entre muchos otros, a Brendan Gleeson, Sienna Miller, Zoe Saldana, Chris Cooper, Elle Fanning, Max Casella y Chris Messina (excelente, como siempre; ojalá encuentre pronto un proyecto que lo lleve a “las grandes ligas”). Desafortunadamente algunos de estos actores se ven involucrados en escenas que podrían haberse excluido para agilizar la cinta... aunque eso no impide reconocer sus excelentes actuaciones. Como ejemplos puedo mencionar a Elle Fanning como la hija del Jefe de Policía; y Sienna Miller como el primer gran amor de Joe Coughlin. El trabajo de ambas es perfecto, pero la película tal vez hubiera mejorado omitiendo sus respectivas sub-tramas. Finalmente, Ben Affleck como actor quedó bastante bien, gracias a que el protagonista es más pasivo que los exaltados personajes que lo rodean. Quizás Affleck finalmente reconoció sus limitaciones histriónicas, y en el futuro seleccionará papeles que se ajusten mejor a su "estilo".
Entonces, Vivir de Noche representa una gran disyuntiva: por un lado, me pareció un notable thriller criminal, más inteligente y satisfactorio que muchas obras similares que recibieron mayor aclamación (por ejemplo The Departed, Mystic River y Gangs of New York, por mencionar tres que me parecieron sobrevaloradas). Sin embargo el lento ritmo de Vivir de Noche y su difusa narrativa me hicieron bostezar demasiado, y me impiden recomendarla con la confianza que merecería el desempeño del director. Se me ocurre que la novela hubiera funcionado mejor como serie de televisión, donde podría tomarse el tiempo necesario para desarrollar las múltiples sub-tramas e intrigas tangenciales que terminan estorbándose en el corto espacio de una sola película. Tal vez ahí yace el siguiente reto de Ben Affleck: en la pantalla chica que muchas "estrellas" desprecian. Deberían prender su tele más seguido.
Calificación: 8
IMDb
Sunday, January 22, 2017
La La Land: Una Historia de Amor (La La Land)
Síntomas: Sebastian (Ryan Gosling) es un talentoso músico al borde de la bancarrota; Mia (Emma Stone) es una aspirante a actriz que asiste a incontables audiciones donde nadie reconoce su talento. ¿Podrán encontrar romance y cantar su amor en los pintorescos paisajes de "La La Land"? La Cámara de Turismo de Los Ángeles dice "¡Sí, por favor!"
Diagnóstico: Después de disfrutar los clichés intencionales de La La Land, no me preocupa unirme a las multitudes que aclaman esta película como "una carta de amor a Hollywood". Solo añadiría que en realidad es una carta de amor a la IDEA de Hollywood... no el vecindario de Los Ángeles repleto de "homeless", "dealers" y "trannies", sino aquella utópica "fábrica de sueños" donde el amor es instantáneo, sincero y eterno, y donde el talento, con una pizca de suerte, conduce invariablemente al estrellato... o al menos a la felicidad absoluta. Es lo mismo, ¿no?
Y cuando añadimos el elemento musical, tenemos como resultado una delicada confección similar a un algodón de azúcar: deliciosa pero casi intangible. La diferencia es que La La Land se quedará en nuestro paladar durante mucho tiempo gracias a sus pegajosas canciones y espectacular estilo visual (terrible analogía; mis disculpas de antemano).
No sé si eso baste para llamarle "la mejor película del año" (como parecen prometer sus múltiples nominaciones a todo tipo de premios), pero ciertamente merece una recomendación para fans del cine y de los musicales en general. Ah, y de los dos actores principales, que confirman (aunque no hacía falta) el talento e inmenso carisma que los han hecho famosos.
A decir verdad, Ryan Gosling no me pareció particularmente grato como cantante, pero es uno de esos casos donde la emoción y entrega son más importantes que la voz. Emma Stone canta bien, pero su principal atributo en La La Land es esa mágica combinación de inocencia y entusiasmo que la hacen ideal para el papel de aspirante a actriz en el competitivo entorno de Hollywood, donde la humillación de las audiciones es capaz de erosionar la convicción del individuo más tenaz.
Todo eso es relevante para la narrativa de La La Land pero, aceptémoslo, lo que la gente quiere ver (incluyéndome) no es otro refrito de A Star is Born (referencia para viejos como yo) o Glitter (para las generaciones más jóvenes), sino los maravillosos números musicales concebidos por el director Damien Chazelle y su hábil equipo creativo, incluyendo el compositor Justin Hurwitz, y la coreógrafa Mandy Moore (no la Mandy Moore que están pensando).
Desde los primeros segundos de La La Land, Chazelle establece su brillante visión con un número ubicado en un "freeway" de Los Ángeles, durante la hora de mayor tráfico. Y, como si eso no fuera suficientemente ambicioso, el director de fotografía Linus Sandgren emplea una grácil cámara flotante que se desplaza entre las escenas como un bailarín más, con movimientos fluidos y espontáneos que ocultan su cuidadosa planeación. En mi humilde opinión, el trabajo de cámara de La La Land rivaliza el de Birdman, y no estoy exagerando.
Tampoco revelaré el resto de los números musicales, pero baste decir que todos funcionan igualmente bien para lucir la música, los actores y, desde luego, la ciudad de Los Ángeles.
La historia es simple pero funcional, con algunas complicaciones de último minuto para balancear la ligereza de su desarrollo. Y si bien Ryan Gosling y Emma Stone son los dueños absolutos de la película, también merecen mención J.K. Simmmons, Rosemarie DeWitt y John Legend (sí, el que están pensando) en papeles secundarios que parecerían superfluos si no contaran con la presencia de estos intérpretes. Mi única queja es que nunca dejaron cantar a Rosemarie DeWitt, una de mis actrices favoritas. Si las "roomies" de Mia tuvieron su número, ¿por qué no la hermana de Sebastian? Bueno, tal vez estoy pidiendo demasiado.
La La Land me pareció una excelente película musical cuya historia quizás funcionaría sin las canciones... pero no sería tan divertida. Y, sí, ya entendimos que a Damien Chazelle le encanta el jazz (su película previa fue la notable Whiplash); sospecho que su propósito secreto fue implantar ese estilo musical en nuestras cabezas, donde permanecerá muchos días después de salir del cine. Desafortunadamente soy malísimo para silbar...
Calificación: 9
IMDb
Saturday, January 21, 2017
Un Monstruo Viene a Verme (A Monster Calls)
Síntomas: Al principio, las visitas de un monstruo (voz de Liam Neeson) aterran al niño Connor O'Malley (Lewis MacDougall), pero también podrían ayudarlo a superar los problemas que atraviesa en la escuela y en el hogar.
Diagnóstico: En la categoría de películas sobre "monstruo que ayuda a un niño", Un Monstruo Viene a Verme me pareció mejor que The BFG y Pete's Dragon, pero sin alcanzar el elevado estándar de The Iron Giant. Y en la categoría de "monstruo como metáfora de horrores reales", sentí Un Monstruo Viene a Verme más honesta que El Laberinto del Fauno, más accesible que Tideland, pero menos impactante que The Babadook. Todo lo cual se traduce, a fin de cuentas, en una excelente película con devastador contenido emocional, fantásticas imágenes, y un poderoso mensaje que rara vez se atreve a insinuar el cine familiar norteamericano.
Afortunadamente Un Monstruo Viene a Verme es una co-producción española-inglesa, y por lo tanto no necesita someterse a los caprichos de Hollywood, ni encajar en los planes mercadológicos de alguna franquicia de comida rápida. Por el contrario, es una de esas raras películas que trata a los niños como personas reales, en vez de frágiles criaturas que no deben ser expuestas a las crueles verdades de la vida real.
El director J.A. Bayona ganó fama y aclamación con la cinta El Orfanato, y su sensibilidad por el género de terror persiste en Un Monstruo Viene a Verme, aunque apropiadamente trasladada al entorno infantil... no en la forma del monstruo, sino en la frustración e impotencia que sufren los niños, rebosantes de emociones, pero muchas veces incapaces de expresarlas, o de cambiar sus circunstancias personales.
Y ahí reside la magia narrativa de Un Monstruo Viene a Verme: fantasía como catalizador de duras lecciones de vida, que se vuelven más elocuentes y memorables gracias a la brillante visión de un director con igual talento para conjurar escenas de inmensa belleza (las acuarelas animadas fueron mis favoritas) y balancear magia y realidad sin diluir la intensidad dramática de la historia.
Habiendo dicho eso, necesito advertir que Un Monstruo Viene a Verme no es realmente una cinta "infantil", pues los temas que maneja podrían ser demasiado densos para niños pequeños (aunque, desafortunadamente, no significa que estén exentos de atravesar situaciones similares). Creo que la historia (basada en una novela de Patrick Ness) y sus valiosos mensajes serían más apropiados para "tweens" y pre-adolescentes en busca de algo más sustancioso que una cinta de superhéroes (no lo digo como insulto)(excepto si estamos hablando de Fantastic Four).
Sí quisiera encontrar cosas de qué quejarme, diría que el primer acto de Un Monstruo Viene a Verme recicla tantos clichés que me costó trabajo "engancharme" en la historia de Connor: un niño incomprendido, producto de una familia dividida, y con problemas de "bullying" en la escuela... qué novedoso. ¿A qué hora va a descubrir que tiene poderes mágicos, o que es mitad vampiro, o el heredero de un imperio extraterrestre?
No, afortunadamente Un Monstruo Viene a Verme no es víctima de esas simples fórmulas, pues aspira a algo más elevado y más difícil de expresar. Y el director J.A. Bayona lo consigue con sorprendente elegancia y sinceridad, apoyado por sólidos actores como Lewis MacDougall en el papel de Connor, Felicity Jones como su madre, y Sigourney Weaver como la abuela esctricta pero con buen corazón.
Mi lado cínico encontró un poco de manipulación en Un Monstruo Viene a Verme, pero aún así puedo recomendarla como una de las mejores películas familiares que he visto en los últimos años (no necesariamente "divertida"). Y porque "fueron felices por un tiempo" siempre será más realista que "fueron felices para siempre".
Calificación: 9
IMDb
Friday, January 20, 2017
xXx: Reactivado (xXx: The Return of Xander Cage)
Síntomas: Cuando un grupo terrorista roba un peligroso dispositivo que puede tomar control de cualquier satélite, la Agente Marke (Toni Collette) de la CIA se ve obligada a buscar ayuda de Xander Cage (Vin Diesel), quien previamente había colaborado con la división "xXx" de agentes con habilidades "extremas". Pero esta vez Cage no trabajará solo...
Diagnóstico: Por curiosidad decidí ver la original xXx (2002) hace unos días... y cómo han cambiado las cosas. En los quince años transcurridos desde entonces, los estándares del cine de acción se han incrementado exponencialmente, de modo que aquella cinta parece hoy casi realista.
Lo cual significa que la nueva secuela xXx: Reactivado, no solo compite con el recuerdo de sus dos predecesoras (no podemos olvidar la ridícula/divertida xXx: State of the Union), sino con década y media de películas cada vez más espectaculares, exageradas y, sí... "extremas". No mencionaré la ironía de que la competencia incluye la saga de Fast and the Furious, también estelarizada por Vin Diesel. Hay algún chiste oculto en ese conflicto de intereses, pero tengo la mente demasiado revuelta para buscarlo. Después de todo, acabo de ver xXx: Reactivado.
Del libreto, mejor ni hablar; no sé cuántas películas han usado el "mcguffin" del aparato mágico que penetra cualquier red informática. Eso es lo de menos; la motivación es irrelevante. Lo importante es que malos y buenos quieren la misma cajita negra, y no se detendrán hasta obtenerla.
Ah, pero... ¿quiénes son los malos? Atletas y artistas marciales que no operan como los típicos grupos terroristas. ¿Tendrán razones personales para apoderarse del dispositivo llamado "Caja de Pandora? ¿Habrá una conspiración detrás de todo el embrollo? Cualquier persona que haya visto una o dos películas de acción en este siglo podrá adivinar las respuestas. De hecho, cualquier persona que haya visto una o dos películas de acción podría escribir el mismo libreto, reciclando escenas, diálogos y "twists" de Jason Bourne, Mission Impossible y, claro, The Fast and the Furious.
Sin embargo, nadie cometerá el error de ver una película como esta por su argumento. En vez de eso debemos preguntarnos: ¿Es xXx: Reactivado tan EXTREMA como promete la publicidad? Sí y no. La dirección de D.J. Caruso (redimiéndose parcialmente por la apática The Disappointments Room) es adecuadamente dinámica y rebuscada, orquestando complejas secuencias de acción que se mantienen en el borde de la incoherencia, sin caer en la confusión. Esta vez hay menos énfasis en "gadgets" y más en peleas cuerpo a cuerpo... lo cual nos lleva al mejor elemento de xXx: Reactivado: el equipo de Xander Cage.
A veces casi sentí innecesaria la presencia de Vin Diesel, pues sus colaboradores (y enemigos) tienen suficiente fuerza para sostener la película. Entre mis favoritos: Donnie Yen y Tony Jaa (leyendas de las artes marciales haciendo lo que mejor saben hacer), Ruby Rose como experta "sniper" y "badass" femenina; Rory McCann como perturbado fetichista de los accidentes automovilísticos; y Nina Dobrev como Becky Clearidge, experta en tecnología, quien empieza bastante irritante, para luego volverse tolerable y hasta graciosa (en mi humilde opinión). Habiendo dicho eso, nadie tiene el carisma de Vin Diesel, así que dudo mucho que los productores chinos/indios/canadienses estén planeando secuelas sin él. Aunque tampoco me extrañaría si así fuera.
Entonces, xXx: Reactivado es un desfile de escenas absurdas e irreales que no pueden tomarse en serio. Pero su vertiginoso ritmo, sentido del humor y exuberancia visual se conjugan en una experiencia bastante entretenida... y bastante hueca. Por el lado negativo, esta co-producción canadiense/india/china refleja un notable cambio en la maquinaria económica del cine moderno: dinero de Asia, tecnología de la India, y recursos de producción de Canadá. Auténtica globalización que muy pronto usurpará la corona de Hollywood. El problema es que la creatividad parece ausente en esta nueva ecuación, y podría verse reemplazada por refritos de obras antiguas disfrazadas de novedad. Eso fue lo único memorable de xXx: Reactivado... un augurio de ambiguo significado para un futuro cada vez más inestable. Pero también más ¡¡EXTREMO!!
Calificación: ¡¡SIETE PUNTO CINCOOOOO!!
IMDb
Wednesday, January 18, 2017
Death Race 2050
Síntomas: En el año 2050, el deporte más popular es la Carrera Mortal, donde cinco competidores conducen de Nueva York a Los Ángeles atropellando peatones, mientras sus copilotos transmiten video de las atrocidades al público hambriento de espectáculo. Sin embargo Frankenstein (Manu Bennett), el conductor favorito para ganar, encontrará más competencia este año, no solo de sus rivales, sino de un grupo terrorista empeñado en cambiar el orden social.
Diagnóstico: Desde el título mismo la película proclama orgullosamente: "ROGER CORMAN'S Death Race 2050". Sin embargo no encontré en ella los atributos característicos de ese legendario productor, a quien he admirado prácticamente toda mi vida, desde que veía su nombre una y otra vez en las películas de horror y ciencia ficción que consumía obsesivamente de niño. Cierto, Roger Corman siempre trabajó con recursos muy limitados, y sus películas rara vez eran obras maestras; pero al mismo tiempo se esforzaban por alcanzar un nivel artístico y dramático que no insultaba la inteligencia del espectador. O, en el peor de los casos, Corman trataba de evitar que las fallas se convirtieran en obstáculos para el entretenimiento del público.
Lamentablemente Death Race 2050 no se preocupó por mantener ese estándar, y prefirió explotar la mediocridad como parte fundamental de su "encanto"... el cual no me pareció suficiente para justificar noventa minutos de confusa acción y el más torpe "mensaje político" que he visto últimamente (con clara influencia de Idiocracy). Hasta el remake del 2008 me pareció mejor logrado.
Aclaro: el problema no es el bajo presupuesto de Death Race 2050, sino la absoluta incapacidad del director G.J. Echternkamp para seguir el "método Corman" de ajustar la ambición de la cinta y aplicar ingenio para disimular la falta de dinero. Por el contrario, Death Race 2050 siguió los principios del estudio The Asylum ("vamos a hacerlo intencionalmente mal"), y el resultado pisotea el legado de la original Death Race 2000 (1975), reciclando su argumento sin conservar el mismo humor negro, integridad narrativa ni subversión política. No hay nada que analizar en Death Race 2050; todo está a la vista, y para colmo no es muy interesante.
Entre los escasos puntos positivos mencionaría: el diseño de los vehículos "futuristas", con más estilo que funcionalidad; el asunto de la "realidad virtual" que a veces juega con la percepción del espectador; y los graciosos nombres que adoptaron los estados en este futuro distópico: "Pharmatopia", "Caucasia", "Onepercentia". Además, el final audaz e inesperado ofrece una pequeña muestra de lo que Death Race 2050 hubiera logrado con un director más creativo, que realmente tomara en serio las ideas de la cinta en vez de usarlas como excusa para mostrar pésimos efectos especiales e insípida violencia libre de impacto o emoción.
Los actores encajan en el tono de la película, lo cual no significa que sean "buenos"; pero aún así destacan Marci Miller como Annie Sullivan, la co-piloto de Frankenstein; y Folake Olowofoyeku como Minerva Jefferson, piloto rival que oculta inusual profundidad cuando no está compitiendo. Y aunque Malcolm McDowell es el único "famoso" de la película, su actuación es tan burda como los demás, así que no ayuda mucho. De cualquier modo aprecié la peluca que satiriza a cierto presidente/bufón.
Ya sé que Roger Corman está muy grande (cumplirá 91 años en el 2017), y probablemente no tuvo nada que ver con la producción real de Death Race 2050 (además de prestar su nombre); pero algunas de sus películas recientes (Sharktopus, Supergator) mostraron ese celo narrativo de antaño, rebasando expectativas y logrando mucho con muy poco. Yo esperaba algo similar con la sucesora de Death Race 2000, y lo único que encontré fue un genérico proyecto al estilo del canal SyFy. Por otro lado, si el canal SyFy y el estudio The Asylum hubieran existido hace cincuenta años, es posible que Corman hubiera hecho películas exactamente como Death Race 2050, así que todo es cuestión de perspectiva. Lo que es basura para unos, es arte para otros. Tal vez necesito esperar cincuenta años para pensar eso de Death Race 2050.
Calificación: 6
IMDb
Monday, January 16, 2017
El Intruso (I.T.)
Síntomas: Un hacker llamado Ed Porter (James Frecheville) se obsesiona con Kaitlyn (Stefanie Scott), la hija adolescente del magnate de la aviación Mike Regan (Pierce Brosnan). Entonces, cuando la niña lo rechaza, Ed decide utilizar toda su habilidad tecnológica para hacerles la vida imposible a Mike y su familia.
Diagnóstico: Para bien o para mal, El Intruso combina dos arcaicas recetas noventeras para cocinar un plato tan rancio como sus ingredientes. Sí, fue para mal.
El "ciber-thriller" y el "maniático obsesivo" fueron piedras puntales del cine de fines del siglo veinte, representadas por cintas como The Net, Disclosure, The Crush y Single White Female. Y ahora el director John Moore (Max Payne, A Good Day to Die Hard) y los productores de Voltage Pictures decidieron que era buen momento para resucitar ambos clichés en una sola película, con resultados bastante tediosos y previsibles.
El villano es uno de esos hackers omnipotentes que pueden controlar todo y penetrar instantáneamente cualquier sistema seguro en cuestión de segundos. Su guarida tiene una decena de monitores donde su mágico sistema operativo prácticamente anticipa sus deseos y muestra exactamente lo que está buscando, con todas las florituras visuales que Hollywood acostumbra usar para hacer más atractiva y dinámica la sedentaria actividad del "hackeo".
En cuanto al aspecto de thriller, Ed recurre a las clásicas estrategias de filmar a Kaitlyn en la regadera, llegar inesperadamente a eventos donde nadie lo invitó, e ignorar las advertencias de Mike, quien desde luego no sabe nada de tecnología, y por lo tanto es víctima fácil de las transparentes trampas que Ed diseña. Además, el libreto de Dan Kay (probablemente descubierto en un viejo archivero lleno de polvo cuando limpiaban la oficina abandonada de algún agente retirado) añade detalles estilo American Psycho para hacer más temible al genérico villano, y demostrar que las cosas van en serio. Por ejemplo: episodios psicóticos donde grita mientras ve la foto de su "enamorada"; y una predilección por blando euro-pop ochentero, que escucha a todo volumen en su automóvil.
Por el lado de la familia, Pierce Brosnan es adecuadamente arrogante cuando está en la sala de juntas, preparando su más reciente proyecto (básicamente Uber para aviones particulares... ¡gran mercado!), y estricto pero cariñoso en la casa, de modo que podemos justificar su ira cuando un empleado entrometido intenta seducir a su "inocente" hija. En el papel de la joven, Stefanie Scott es anónima y olvidable: una cara bonita cuyas malas decisiones (aceptar "friend requests" de extraños, invitarlos cuando está aburrida en una cena familiar) crean ideas erróneas en su pretendiente. Y Anna Friel no tiene mucho que hacer (ni decir) como la madre que se mantiene al margen de la situación, hasta que sirve como rehén durante el "emocionante" (aburrido) desenlace.
En resumen: El Intruso no sirve como homenaje "retro", ni aporta algo nuevo a los géneros que destroza; y ni siquiera la recomendaría para individuos que JAMÁS hayan visto películas similares, ya que afortunadamente existen mejores obras que se encargaron de actualizar esos temas y encontrar giros frescos y creativos para el siglo veintiuno. Por ejemplo: Mr. Robot para los ciber-thrillers; y The Gift para los maniáticos obsesivos que atormentan una familia. Ambas me parecieron mejores alternativas que lograron con gran éxito lo que El Intruso apenas se esforzó por intentar. Entonces no pierdan su tiempo, a menos que pertenezcan al culto de individuos que disfrutan señalando las ridiculeces del hackeo representado en el cine y la televisión. Felicidades; encontraron su mina de oro.
Calificación: 5
IMDb
Sunday, January 15, 2017
Anestesia (Anesthesia)
Síntomas: Las vidas de varias personas en Nueva York se entrelazan hasta culminar en un acto de violencia.
Diagnóstico: Ya sé que esa sinopsis no dice mucho, pero una descripción de todo lo que ocurre en Anestesia tomaría mucho espacio. Y se supone que estas son "cápsulas", así que será más eficiente describir los personajes y algunas de sus conexiones. Pero no todas, para conservar el misterio y las débiles sorpresas que ofrece el libreto de Tim Blake Nelson, quien también dirigió la cinta.
Walter (Sam Waterston) es un reconocido profesor de filosofía que está a punto de retirarse, lo cual le dará más tiempo para pasar con su esposa Marcia (Glenn Close); Sophie (Kristen Stewart) es alumna de Walter, y está atravesando algunos problemas existenciales que no sabe cómo resolver; Sam (Corey Stoll) y Sarah (Gretchen Mol) quisieran separarse, pero mantienen una fachada de cordialidad para beneficio de sus avispadas hijas Allie (Jacqueline Baum) y Angie (Ekaterina Samsonov). También con problemas familiares encontramos a Adam (Tim Blake Nelson), cuyos hijos adolescentes Hal (Ben Konigsberg) y Ella (Hannah Marks) están tan envueltos en sus propias vidas que no parecen interesarse en la crisis médica de su madre Jill (Jessica Hecht). Finalmente, el abogado Jeffrey (Michael K. Williams) intenta usar su dinero y conexiones para rescatar a su amigo Joe (K. Todd Freeman) de las drogas que lo están matando. Y todavía faltan personajes secundarios con función de mcguffins o secretos por revelar.
Como podemos suponer, las actuaciones son excelentes. Tim Blake Nelson reunió un sobresaliente elenco con una variedad de personalidades y estilos, desde veteranos como Sam Waterson y Glenn Close, hasta los jóvenes Hannah Marks y Ben Konigsberg, con el resultado de que no hay un solo eslabón débil en este reparto. Bueno, hasta Kristen Stewart impresiona con una devastadora escena que revela una fuerza como intérprete que no veíamos desde The Runaways. Mi personaje favorito fue Walter, no solo por su combinación de inteligencia y humildad, sino porque le toca declamar el poderoso monólogo que engloba los múltiples temas de la película. Y también disfruté la interacción de Jeffrey y Joe, expresando sin palabras una larga amistad que ha sobrevivido múltiples obstáculos, empezando por la enorme diferencia en sus respectivas posiciones sociales.
Donde siento que Blake Nelson falló fue en la integración de todas estas sub-tramas para formar una historia consistente. Imagino que, como actor/director, su interés principal fue capturar momentos dramáticos honestos, aportando el material necesario para lucir a sus actores. Es una estrategia válida, pero al mismo tiempo sacrificó la cohesión narrativa de la película entera, de modo que las escenas individuales son mucho más interesantes que la experiencia total de Anestesia.
A pesar de sus ocasionales pretensiones artísticas y clichés de "los problemas de la gente bonita" (con una o dos excepciones), Blake Nelson creó una obra profunda y suficientemente entretenida para capturar la atención del espectador durante noventa minutos, sin gran consecuencia a largo plazo, pero con abundantes verdades humanas y momentos de intensa emoción. En la categoría de películas con "historias entrelazadas", Anestesia jamás alcanzará el nivel de Magnolia, Crash o Pulp Fiction; pero podría quedar al lado de producciones "indie" con similar estructura, como The Air I Breathe, Third Person, o Playing By Heart. Al igual que estas cintas, Anestesia se puede disfrutar un momento, para transformarse de inmediato en trivia que eventualmente olvidaremos. Aún así, buen experimento de Tim Blake Nelson; me gustaría ver qué puede lograr con una historia más "Hollywood".
Calificación: 8
IMDb
Saturday, January 14, 2017
Aliados (Allied)
Síntomas: Durante la Segunda Guerra Mundial, el oficial de inteligencia canadiense Max Vatan (Brad Pitt) y la agente de la resistencia francesa Marianne Beauséjour (Marion Cotillard) se conocen en Marruecos mientras participan en una peligrosa misión de espionaje. Entonces se enamoran y comienzan una vida juntos en Londres... pero después de un tiempo surgen sospechas de que uno de los dos está mintiendo.
Diagnóstico: Aliados sería un digno caso de estudio para estudiantes de cine, pues incluye todos los elementos necesarios para hacer una película sobresaliente... y sin embargo apenas alcanza el mínimo nivel de entretenimiento para evitar el calificativo de "bodrio".
Para empezar, el director es Robert Zemeckis, quien tuvo una mala racha a principios de siglo; pero desde que regresó al mundo de los vivos (actores vivos, en vez de toscas creaciones digitales), ha realizado obras con gran profundidad dramática (Flight) y excepcional destreza narrativa (The Walk). El elenco está integrado por excelentes actores, tanto en roles principales (Brad Pitt, Marion Cotillard) como secundarios (Jared Harris, Matthew Goode, Lizzy Caplan). Y, como podemos esperar en un drama moderno de alto perfil, Aliados cuenta con elevados valores de producción para realzar el atractivo visual de la cinta, incluyendo efectos especiales que nos trasladan al "Blitz" inglés, locaciones (auténticas y digitales) de gran realismo, y vestuarios que parecen salir de las fotografías publicadas en la revista Life de aquella época.
Desafortunadamente la experiencia global de Aliados me pareció insípida y tediosa: un drama romántico sin emoción, un thriller histórico sin suspenso alguno, y un relato bélico que cuidadosamente evita las partes más incómodas de la guerra para quedarse en la más segura periferia del conflicto.
Francamente, no sé qué pasó.
Supongo que podríamos asignar gran parte de la culpa a Zemeckis, pues en su papel de director debió supervisar y aprobar los pasos que condujeron a este semi-fiasco. Pero tampoco puedo eximir de culpa al guionista Steven Knight (más conocido por los brillantes libretos de Eastern Promises y Dirty Pretty Things), quien invariablemente encuentra la manera más aburrida de estructurar una escena, y no se preocupa por implementar tensión en su blanda historia, ni credibilidad en la conducta de los personajes (ejemplo: Brad Pitt llega al aeropuerto militar y le dice a un piloto "Tienes la noche libre"; el piloto dice "Gracias", y Pitt se lleva su avión). Y todo eso mientras intenta rendir tributo a la seminal película Casablanca, lo cual solo sirve para enfatizar los problemas de Aliados. Mala idea de Knight sugerir comparaciones entre su mediocre historia y una de las más celebradas películas de todos los tiempos (incluso el final ocurre en un aeropuerto).
Aún así admito que la premisa es bastante interesante: romance entre espías que no pueden escapar su oficio, ni siquiera cuando parecen haber encontrado la felicidad eterna. Y, como dije, la cinematografía y elementos visuales son tan buenos como esperaríamos en una película de Robert Zemeckis; sin embargo la dirección carece de energía, y les falta entusiasmo a las actuaciones que se apoyan demasiado en sentimentalismo barato en vez de cultivar genuina emoción.
No sé... quizás algunos espectadores quedarán satisfechos con el "star power" de Brad Pitt (parece que realmente está envejeciendo en reversa, como Benjamin Button) y el encanto de Marion Cotillard, cuya triste mirada parece especialmente diseñada para tragedias románticas de este tipo. O quizás al público general no le importa quién dirigió la película, y por lo tanto no crearán expectativas que alteren su percepción de la película. Pero yo no fui capaz de hacer esas cosas, y por lo tanto quedé profundamente decepcionado con Aliados. Se me ocurre que Zemeckis trató de seguir los pasos de su mentor Steven Spielberg (experto en hacer cine sobre la Segunda Guerra Mundial), pero descubrió que no tiene el mismo interés o afinidad por ese período histórico. Como sea, estoy seguro de que Aliados fue un tropiezo accidental, y que Robert Zemeckis regresará pronto con su habitual talento y dinamismo. A menos que siga intentando hacer lo que no puede, como cuando se obsesionó con los actores digitales y perdió una década de su carrera antes de reconocer la verdad. Otra lección para los estudiantes de cine: la tenacidad puede convertirse en defecto.
Calificación: 6
IMDb
Friday, January 13, 2017
Shin Godzilla (Shin Gojira)
Síntomas: Una perturbación acuática en la bahía de Tokio anuncia la llegada de una criatura que amenaza con destruir la ciudad... y quizás a Japón entero.
Diagnóstico: Shin Godzilla no se parece a ninguna película "kaiju" que haya visto... excepto la original Gojira, de 1954. Al igual que aquella icónica cinta, Shin Godzilla es una obra seria y madura, más drama que fantasía, donde el monstruo gigante sirve como excusa para analizar algunos vicios y virtudes de Japón, de sus aliados norteamericanos, y de la humanidad misma. Pero no por eso deja de ser una emocionante aventura con abundante acción, un ritmo frenético que nos obliga a poner atención para asimilar sus múltiples temas, y una conclusión ambigua pero satisfactoria, que prepara el terreno para un nuevo universo con inmenso potencial e inimaginables posibilidades narrativas.
Entre esas posibilidades: Minilla. O quizás no. Me estoy adelantando.
En mi humilde opinión, Shin Godzilla es la mejor película "kaiju" que he visto en mi vida; aunque probablemente no será tan bien recibida por los fans que prefieren el humor típico de este género, así como la traviesa estética visual del hombre en un disfraz de goma aplastando maquetas de Tokio.
Nada de eso está presente en Shin Godzilla (bueno, casi nada). Por el contrario, este fenomenal "reboot" de Toho Films nos presenta un escenario realista en el plano visual y dramático: ¿qué pasaría si una criatura gigante realmente invadiera un país moderno? Los directores Hideaki Anno (veterano de anime) y Shinji Higuchi (veterano de efectos especiales) proceden a responder esa pregunta con lujo de detalle, mostrando igual esmero en la masiva destrucción urbana, y en las tortuosas discusiones entre las distintas ramas gubernamentales: ¿es preferible matar, capturar, o alejar a la criatura? ¿Cuántas vidas individuales es razonable sacrificar para salvar millones de habitantes? ¿Hasta dónde llega la jurisdicción de Japón ante una amenaza que podría volverse global?
En otras palabras, la mayor parte de Shin Godzilla transcurre en oficinas y salas de juntas, donde todo tipo de burócratas, científicos y militares discuten apasionadamente sobre soluciones viables al problema del monstruo con inciertas intenciones que está causando caos y destrucción en la ciudad.
Parecería absurdo dedicar tanto tiempo a los conflictos humanos cuando Godzilla está allá afuera, aplastando edificios y desafiando las armas convencionales de la defensa japonesa; sin embargo esas discusiones me parecieron tan tensas como las escenas de acción, pues nos obligan a pensar y ponernos en el lugar de los personajes, tratando de resolver la situación sin empeorarla o cometer errores más grandes por simple presión política.
Y ahí radica el más valioso elemento de Shin Godzilla (primera cinta "Post-Millennium", según el canon de Toho): así como Gojira evocó en 1954 las dolorosas consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, ahora Shin Godzilla usa la ficción para explorar el horror del terremoto de Tohoku y el desastre nuclear de Fukushima, contrastando la crisis de la película con la torpe actitud del gobierno japonés en el año 2011, cuyos errores siguen afectando a millones de ciudadanos... y quizás al resto del mundo.
Entonces, Shin Godzilla es un fantástico espectáculo visual y un sólido ejercicio intelectual, integrados en una película que supera en todo (absolutamente TODO) las mediocres interpretaciones norteamericanas de este legendario monstruo. Sigo sintiendo gran afecto por el "kaiju clásico" (llevo más de cuarenta años disfrutándolo, después de todo), pero Shin Godzilla reconfiguró mis expectativas sobre el género, y ahora espero grandes cosas para el futuro... siempre y cuando nunca dejen de usar la gloriosa música de Akira Ifukube. Ya sea Godzilla moderno o antiguo, esas notas expresan con absoluta elocuencia el poder del dios encarnado... el fin del mundo viviente... el padre de Minilla.
Calificación: 10 (demasiado subjetiva para tomarse en serio)
IMDb
Wednesday, January 11, 2017
All Through the House
Síntomas: Rachel Kimmel (Ashley Mary Nunes) regresa a su pueblo para pasar la Navidad con su abuela; pero la celebración se vuelve sangrienta cuando un maniático disfrazado de Santa Claus empieza a matar a los vecinos... y Rachel podría ser la próxima víctima.
Diagnóstico: No habían pasado ni tres minutos de All Through the House cuando una atractiva mujer se mete a la regadera sin motivo aparente... y, desde luego, es brutalmente asesinada. Eso significa que estamos en territorio del slasher ochentero; y, aunque All Through the House sufre muchos problemas asociados a este sub-género (malas actuaciones, monótono libreto, final predecible), al menos el director Todd Nunes no teme bañar la pantalla de sangre y regodearse en la deliciosa incorrección política de aquella década.
Como puede esperarse, no hay mucha historia para sustentar noventa minutos de película, así que cada personaje tiene su melodrama particular para llenar los intervalos entre los jugosos asesinatos: Rachel quiere resolver el misterio de su madre desaparecida; el blando Cody (Jason Rayer) intenta revivir el romance que alguna vez compartió con Rachel; y la anciana Sra. Garret (Melynda Kiring) recrea en la casa vecina la trágica Navidad cuando un hombre disfrazado de Santa Claus abusó sexualmente de ella. ¿Estará relacionada esa horrible experiencia con los asesinatos actuales? Sólo Santa sabe.
Por cierto, el psicótico Santa Claus de All Through the House es uno de los mas grotescos que he visto en el cine de horror navideño, y su herramienta preferida son unas enormes tijeras de jardinero... aunque también puede usar luces de colores, una oportuna ventana abierta, o sus manos, cuando no tiene una mejor opción para matar.
En cuanto a los motivos del asesino, podemos esperar las obligatoria revelaciones que explican muchas cosas, incluyendo su identidad. No me parecieron sorpresas particularmente ingeniosas, pero mantienen una agradable consistencia con las pistas que el guionista nos dejó a lo largo de la película, así que no puedo quejarme por falta de planeación.
Desafortunadamente vi All Through the House ya que había pasado la temporada navideña, pero nunca es demasiado tarde para disfrutar un divertido refrito del cine ochentero, con suficiente sangre, sexo y violencia para justificar su existencia en tiempos modernos. Y con el beneficio adicional de que sus abundantes limitaciones pueden disfrazarse como parte del "homenaje".
Dentro del horror navideño me gustaron más A Christmas Horror Story y Silent Night (por mencionar ejemplos de este siglo), pero All Through the House puede recomendarse como efímero entretenimiento con sabor retro que no pretende re-inventar el género, sino aprovechar sus clichés para hacer más rojas las decoraciones navideñas... que ya es hora de retirar. Ahora hay que esperar las cintas de horror con tema de San Valentín.
Calificación: 7
IMDb
Monday, January 9, 2017
The Autopsy of Jane Doe
Síntomas: Tommy Tilden (Brian Cox) y su hijo Austin (Emile Hirsch) manejan una casa funeraria que también funciona como morgue y servicio forense para la policía local. Una noche el alguacil lleva el cadáver de una mujer desconocida, y mientras Tommy y Austin realizan la autopsia, descubren extraños detalles en el cuerpo que no pueden explicar.
Diagnóstico: Es demasiado temprano para afirmar que The Autopsy of Jane Doe será una de mis películas favoritas del 2017, pero ciertamente puedo intentarlo.
El director noruego André Øvredal tiene el excelente antecedente de Trollhunter (2010), uno de los más creativos pseudo-documentales recientes; y ahora su nueva película confirma que aquel triunfo no fue accidental, mostrándonos una faceta más dramática de su talento, pero conservando el mismo fino instinto visual y destreza narrativa.
Prefiero no hablar demasiado sobre el argumento ni los enigmáticos resultados que arroja la autopsia del cadáver desconocido; baste decir que The Autopsy of Jane Doe se basa en un misterio fascinante, cuyo lógico desarrollo nos lleva por inesperados caminos que resultan más perturbadores que cualquier cliché del horror contemporáneo.
Será más fácil mencionar las virtudes técnicas y artísticas de The Autopsy of Jane Doe. Por ejemplo, la excelente química entre Brian Cox y Emile Hirsch como padre e hijo, conocedores de su oficio, pero con distintos enfoques sobre su desempeño práctico. Si su relación no fuera creíble, la película entera se derrumbaría; afortunadamente ocurre lo contrario, y el resultado es una sólida base afectiva que subraya el terror al mismo tiempo que genera angustia sobre el destino de los personajes.
Además de Hirsch y Cox, el minimalista elenco se complementa con Michael McElhatton como el alguacil que les lleva el enigmático cadáver; y Ophelia Lovibond como la novia de Austin, expresando la curiosidad que todos sentimos sobre los inquietantes procesos de la morgue. Sin embargo el papel más difícil corresponde a Olwen Catherine Kelly como "Jane Doe"; parecería fácil quedarse quieta y desnuda mientras los "doctores" analizan cada detalle de su anatomía, pero debe haber sido física y emocionalmente agotador; y aunque obviamente el cadáver es una creación de látex y silicón la mayor parte del tiempo, hay muchas escenas donde su manipulación requiere la presencia de la actriz real. Sobra decir que Øvredal respeta ese compromiso filmando a Kelly de manera sobria, sin rastro alguno de morbo o sensualidad. Finalmente, como siempre, (SPOILER) debo mencionar al gato “Stanley” (interpretado por Sydney), quien no sobrevive hasta el final de la película (FIN DEL SPOILER).
En cuanto a las escenas de la autopsia, sin duda son crudas y realistas, pero no se sienten como el "gore" casual de cualquier cinta de terror, sino como un melancólico atisbo a la maquinaria orgánica que nos mantiene vivos, y que normalmente preferimos ignorar. Por suerte Øvredal sabe que lo que NO vemos es más importante (y más impactante) que las ilusiones físicas creadas por medio de efectos especiales.
Si quisiera encontrar alguna falla en The Autopsy of Jane Doe, mencionaría una ligera pérdida de enfoque dramático durante el tercer acto, así como un par de efectos digitales poco convincentes (pero aceptables para el reducido presupuesto de la cinta); sin embargo Øvredal recupera rápidamente el control para golpearnos con un final ingenioso y desgarrador, que no requiere trucos ni manipulación para afectarnos en un nivel emocional.
A fin de cuentas, The Autopsy of Jane Doe me pareció una excelente cinta de terror donde todo funciona: el libreto, las actuaciones y, sobre todo, la dirección de André Øvredal, quien conjuga todos estos elementos en una experiencia inteligente y genuinamente tenebrosa, con un estilo visual que brinda una perversa belleza a los horrores que presenciamos. Tendremos suerte si se repite este milagro en el 2017.
Calificación: 9.5
IMDb
Sunday, January 8, 2017
Florence: La Mejor Peor de Todas (Florence Foster Jenkins)
Síntomas: En 1944, Florence Foster Jenkins (Meryl Streep) utiliza su considerable fortuna para apoyar las artes musicales en Nueva York. Pero cuando decide convertirse en cantante, queda claro que su entusiasmo supera su talento.
Diagnóstico: No sé si la historia real de Florence Foster Jenkins es una adorable fábula moderna sobre el valor de perseguir los sueños, o una grave advertencia sobre la peligrosa combinación de dinero y narcisismo. Sin embargo, puedo afirmar que el director británico Stephen Frears se inclina por lo primero; y después de ver la película Florence: La Mejor Peor de Todas (uf), me veo obligado a coincidir... con algunas reservas.
Como todas las obras de Frears, Florence: La Mejor Peor de Todas está bien escrita y elegantemente producida; las actuaciones son precisas y elocuentes, libres de adornos, pero con la cantidad justa de emoción para engancharnos en la narrativa sin trucos ni excesos melodramáticos. En resumen: una sólida obra que cumple su propósito didáctico y recreativo, con un toque de melancolía para balancear la experiencia.
El problema es que no me pareció una historia particularmente interesante.
Como comedia, Florence: La Mejor Peor de Todas, no es muy graciosa. El único chiste de la película radica en la inocente fantasía de Florence, quien cree poseer una magnífica voz para cantar, cuando la realidad es muy distinta. Pero, gracias a la continua intervención (y sobornos) de su tolerante esposo, toda la gente de sociedad aplaude el "talento" de Florence y la bañan con elogios, que ella recibe con humildad y gratitud. No es una "diva" insoportable... simplemente una mujer que vive para la música, y quedaría devastada si le dijeran la verdad sobre su voz. Y, claro, también ayuda mucho que invierta su fortuna en el patrocinio de óperas, obras musicales, y conciertos de genuinos talentos, como el legendario Arturo Toscanini (John Kavanagh) y Lily Pons (Aida Garifullina). Entonces, cuando todos "siguen la corriente" y aplauden los horribles gritos de Florence, no se siente como hipocresía o condescendencia, sino como una blanca mentira que endulza la vida de una buena persona. Y eso ocurre una y otra vez a lo largo de casi dos horas.
Afortunadamente Frears reconoció a tiempo la frivolidad de su personaje central, y por eso enfocó el drama en los dos hombres que conspiraron para mantener la ilusión de Florence: su esposo St. Clair Bayfield (Hugh Grant) y el pianista Cosmé McMoon (Simon Helberg), quien acompañó musical y emocionalmente a Florence durante sus más grandes "triunfos".
Hugh Grant es particularmente notable como el marido cariñoso y comprensivo que realmente ama a Florence, y quiere evitarle cualquier sufrimiento... aunque, al mismo tiempo, no vacila en usar el dinero de su esposa para financiar sus propios vicios secretos e infidelidades.
Por su parte, Simon Helberg encuentra el punto exacto entre dandy y artista trágico que traicionó sus sueños musicales a cambio de un buen sueldo; y también introduce sin mucho aspaviento la cuestión de su inclinación sexual, y el aislamiento que debe sufrir en los estrictos años cuarentas.
Supongo que mucha gente verá Florence: La Mejor Peor de Todas por la presencia de Meryl Streep, quien ciertamente realiza un trabajo excepcional como la despistada Florence (y finge bien la mala voz, después de demostrar lo contrario en Ricki and the Flash). Pero yo recomendaría la película por Hugh Grant y Simon Helberg, los más interesantes elementos de la historia, y los mejores actores de este reparto. Solo repito la advertencia de que Frears nos somete muchas veces a la voz de Florence, así que probablemente convendría esperar a que Florence: La Mejor Peor de Todas llegue a televisión, donde podremos bajar el volumen durante las escenas apropiadas. Casi hubiera deseado que Meryl Streep no se comprometiera tanto con su papel...
Calificación: 7.5
IMDb
Saturday, January 7, 2017
La Reencarnación (Incarnate)
Síntomas: Después de ser atacado por una mujer indigente, el pequeño Cameron Sparrow (David Mazouz) es poseído por un espíritu maligno (o algo así). Su única esperanza es el Dr. Ember (Aaron Eckhart), un "encarnado" con el poder de entrar a la mente de las víctimas para combatir la posesión desde adentro.
Diagnóstico: Sí, La Reencarnación es básicamente Inception con un ángulo de terror. Y sobra decir que el título que recibió en México es totalmente inapropiado, pues la cinta no trata de "reencarnación" en el sentido tradicional.
Sin embargo, sea cual sea su título, la premisa me pareció fascinante; el Dr. Ember no utiliza iconografía religiosa para realizar sus "exorcismos" (que él les llama "expulsiones"), ni cree que los espíritus invasores sean realmente demonios (aunque el Vaticano opina lo contrario, según el personaje interpretado por Catalina Sandino Moreno). Para Ember, las posesiones son simples infecciones de parásitos psíquicos, y su inusitada habilidad mental desafía los clichés de las cintas sobre exorcismos, ofreciendo una visión más científica (bueno, pseudo-científica) que abre nuevas puertas de especulación y misticismo. No digo que sean más "creíbles" que el viejo estándar de demonios cristianos, pero ciertamente me pareció un enfoque original y creativo.
Los actores hacen un buen trabajo sin olvidar que, a fin de cuentas, están en una B-Movie de terror con aspiraciones de llegar a "A", pero saboteada por la apatía del director Brad Peyton. Aaron Eckhart expresa eficientemente la personalidad disfuncional del Dr. Ember, así como su necesidad de redimirse por una tragedia del pasado. Catalina Sandino Moreno es adecuadamente ambigua como Camilla Márquez, emisaria del Vaticano que sí cree en demonios, y no le interesa qué métodos utilice Ember, siempre y cuando logre salvar al niño (más por relaciones públicas que por genuino interés en la familia Sparrow). Carice van Houten interpreta a Lindsey Sparrow, la confundida madre de Cameron que no sabe cómo reaccionar ante la extraña afección de su hijo; y, finalmente, Matt Nable y Emily Jackson añaden un poco de humor y personalidad como asistentes del Dr. Ember, cuidando los aspectos médicos y tecnológicos de las "expulsiones".
Todo esto señala una película de terror inteligente y bien escrita. Desafortunadamente el director Brad Peyton (San Andreas) no muestra gran entusiasmo por el material, y la película languidece en vez de explotar con horror y suspenso. Creo que hizo falta un director más perspicaz, con sólidos conocimientos del género para aprovechar los interesantes conceptos de La Reencarnación; se me ocurre que cualquier discípulo de James Wan (John R. Leonetti, Kevin Greutert, Scott Derrickson) hubiera incrementado el suspenso y enriquecido el aspecto visual, añadiendo ese barniz "cool" que elevó algunas cintas medianas, como Annabelle, Sinister 2 o Insidious: Chapter 3.
En fin... La Reencarnación pudo ser una joya oculta del horror moderno, pero se quedó en "entretenimiento aceptable que nos pone a pensar, pero no demasiado". La podría recomendar junto con Ava's Possessions como ingeniosas alternativas al sub-género de exorcismos, que por fin está encontrando nuevos ingredientes para sazonar su añeja receta. Ya era hora de superar el cliché de "sacerdote que perdió la fe".
Calificación: 7.5
IMDb
Friday, January 6, 2017
Assassin's Creed
Síntomas: En el siglo quince, la Orden de Asesinos juró evitar que una valiosa reliquia llamada "La Manzana del Edén" cayera en manos de los Caballeros Templarios. En el siglo veintiuno, un asesino condenado a muerte llamado Callum Lynch (Michael Fassbender) se verá inesperadamente involucrado en esa cruzada ancestral.
Diagnóstico: Como no soy afecto a los videojuegos de consola (mi plataforma preferida es la computadora), tengo poca experiencia con la popular franquicia de Assassin's Creed, así que entré a ver la película Assassin's Creed esperando que contara una buena historia por sí misma, en vez de ser un mero accesorio de los videojuegos. En otras palabras, no me interesaba una "cut scene" de dos horas dirigida exclusivamente a los fans que conocen de memoria cada detalle de esta compleja mitología.
El resultado fue mitad y mitad. Después de una larga introducción sumida en torpe filosofía ("queremos curar la violencia") y aburrida palabrería pseudo-psicológica (para variar, el héroe tiene "daddy issues"), Assassin's Creed por fin llega a lo bueno: las aventuras de Aguilar (también Michael Fassbender), el asesino del siglo quince que podría descubrir la ubicación de la Manzana del Edén. Esas escenas son simplemente espectaculares, reproduciendo con gran fidelidad el "parkour" del videojuego y su dinámico "gameplay", con fantástica coreografía y sorprendentes efectos visuales. En resumen: un videojuego viviente que capturó la atmósfera y espíritu de su predecesor digital.
Desafortunadamente la historia en el presente es un desastre de principio a fin, simple en la superficie (la conciencia de Callum viaja al pasado), pero innecesariamente enredada con torpes intrigas corporativas, tecnología poco convincente (¿por qué demonios necesita el Animus ese brazo mecánico?), y un ritmo irregular que rompe el flujo de la historia y nubla las motivaciones de los personajes. ¿Qué se ganó, qué se perdió, cuál es el siguiente paso? No me pregunten. Parece que el director solo apretaba botones a lo loco.
Por su parte Michael Fassbender, Jeremy Irons y Marion Cotillard tampoco destacan como uno esperaría con esa colección de talento; pero al menos encuentran suficiente energía para salir del paso y conectar sus escenas de manera adecuada... aunque el número musical de Fassbender me provocó pena ajena (¿habrá sido parte del libreto original, o el director Justin Kurzel salió a hablar por teléfono y Fassbender le hizo una broma que de algún modo se infiltró a la edición final?). Como sea, se nota que hubo múltiples obstáculos en el recorrido de la consola a la pantalla de cine.
Además, para colmo, las excelentes secuencias de acción que podrían rescatar la película son demasiado breves y esporádicas, separadas por largos períodos de relleno que no despiertan el menor interés, ni crean suspenso sobre las aventuras de Callum/Aguilar, ya sea en el presente o en el pasado.
Pero, bueno... entiendo el problema que enfrentó Kurzel: si la historia es demasiado simple, los fans se van a enojar; y si es demasiado complicada, los espectadores casuales (como yo) terminarán confundidos, bostezando cada rato y viendo el reloj con alarmante frecuencia (como yo). Comparándola con otras recientes cintas basadas en videojuegos, yo ubicaría Assassin's Creed por abajo de Warcraft y arriba de Hitman: Agent 47... lo cual no es decir mucho, en cualquiera de las dos direcciones. Por otro lado, esas increíbles escenas de acción me inspiraron leves deseos de jugar Assassin's Creed, desafiando mis prejuicios contra los juegos de consola. Quizás ese fue el propósito de Ubisoft... mala o buena, la película es sólida publicidad. Más dinero para las arcas de Rayman.
Calificación: 6 (perdió medio punto por la canción de Fassbender)
IMDb
Wednesday, January 4, 2017
The Unspoken
Síntomas: Ruby Harris (Chilton Crane) y su pequeño hijo autista se mudan a una vieja casona donde hace veinte años desapareció una familia en circunstancias misteriosas. Entonces la joven Angela (Jodelle Ferland) es contratada para cuidar al niño, y empieza a notar extrañas manifestaciones que podrían relacionarse con los eventos del pasado.
Diagnóstico: Desde un punto de vista objetivo, The Unspoken es un mediano relato de "casa embrujada" con un poco de sangre, algunos sobresaltos, y una manufactura decididamente ordinaria... nada especial o memorable.
Entonces no sé por qué me divirtió tanto.
Quizás fue el típico candor de las producciones canadienses, o el ridículo "twist" final, seguido por otro "twist" que conecta The Unspoken con una de las más famosas franquicias del cine de terror (la cual, supongo, ya entró al dominio público); o tal vez fue la adorable Jodelle Ferland (la niña siniestra en Silent Hill; la niña siniestra en Case 39; la niña siniestra en The Cabin in the Woods; y la niña muda en The Tall Man) en el papel de la niñera en peligro. Como sea, no puedo defender The Unspoken como una buena película, ni clasificarla como "joya oculta", y mucho menos adjudicarle el semi-halago de "tan buena que es mala" (no es TAN mala, y definitivamente no es MUY buena). Sin embargo me gustó.
El misterio de la vieja casona de campo sugiere una variedad de orígenes que el director Sheldon Wilson (veterano de B-Movies como Screamers: The Hunting; Red: Werewolf Hunter; y Snowmageddon) se rehúsa a definir; la trama incluye elementos satánicos, posibles fuentes de espíritus vengativos, e incluso causas mundanas, como el trío de patéticos criminales rurales que ocultaron su "stash" en el sótano de la casa, la cual permaneció abandonada durante muchos años, hasta la inesperada mudanza de la madre y su hijo silencioso. Y, claro, el niño está al centro de las manifestaciones, quizás como víctima o como conducto de los fantasmas (o lo que sean).
No es un misterio muy interesante, pero ofrece algunos momentos de suspenso, “gore” bien realizado (incluyendo mi escena favorita, que incluye un anciano alcohólico y el cadáver de un perro... no se preocupen, no es lo que imaginan)(de hecho, no es lo que cualquier persona normal imaginaría), por no mencionar aquel "twist" que realmente me sorprendió por su incongruente lógica (?) y desvergonzada arbitrariedad.
Las actuaciones son adecuadas para los fines de la película, sin resaltar ni hacer el ridículo. Además de la mencionada Jodelle Ferland (quien ahora puede abordar roles adultos sin dificultad alguna) tenemos al veterano actor de carácter Neal McDonough como el alguacil que reconoce (demasiado tarde) la veracidad de los fenómenos que Angela describe; Lochlyn Munro como el siempre preocupado padre de Angela; Chanelle Peloso como su mejor amiga, tristemente involucrada con los patanes locales; y Chilton Crane como la inocente madre de familia que desató los problemas con su inusual escepticismo... después de todo, no podemos creer los rumores que surgen en un pueblo pequeño, ¿cierto?
Por si no quedó claro, carezco de razones concretas para recomendar The Unspoken. En todos sentidos es una cinta de terror mediocre, profesionalmente producida, pero sin características excepcionales que ameriten invertir noventa minutos en ella. Sin embargo admiré la sinceridad de su tono, el astuto/absurdo libreto, y el descabellado final que explica todo sin explicar nada. O tal vez estaba de buen humor; como sea, no quiero sobreanalizar la situación: película neutral, experiencia positiva. Tuve suerte, y punto.
Calificación: 7
IMDb
Tuesday, January 3, 2017
Animales Nocturnos (Nocturnal Animals)
Síntomas: Susan Morrow (Amy Adams) tiene todo lo que deseaba en la vida, pero se siente insatisfecha; entonces su ex-esposo Edward (Jake Gyllenhaal), a quien no ha visto en casi veinte años, le envía el manuscrito de su primera novela, titulada "Animales Nocturnos". Y, conforme la lee, Susan empieza a sospechar Edward tuvo una razón especial para escribirla.
Diagnóstico: Animales Nocturnos cuenta dos historias muy distintas en apariencia, pero conectadas por detalles que las enriquecen mutuamente, revelando la esencia de una relación romántica del pasado cuyas consecuencias resuenan en el presente.
¿Qué demonios quiere decir eso? En el lado "real" de la ecuación tenemos a Susan, una exitosa corredora de arte (o algo así), cuyo esposo Hutton (Armie Hammer) está sufriendo problemas económicos, lo cual hace aún más tenso su matrimonio.
Por el lado "ficticio" está la novela de Edward, donde se narra el drama de una familia destrozada por un crimen, y el remordimiento de un hombre llamado Tony (también interpretado por Jack Gyllenhaal) que tal vez pudo hacer algo para evitarlo.
Curiosamente, encontré la novela más interesante que la "realidad"; la historia de Tony está repleta de suspenso, horrible tragedia, y la esperanza de redención. Además, aparece en ella el personaje que más me gustó en la película: Bobby Andes (Michael Shannon), un veterano policía sureño con amplias razones para encontrar a los culpables de la tragedia que marcó para siempre a Tony.
Y así, conforme avanza Animales Nocturnos (me refiero a la película), vemos cómo ciertos elementos de la vida real evocan partes de la novela, y viceversa; sin embargo encontré este paralelismo confuso y frustrante. Obviamente Edward escribió la novela como un acto de catarsis emocional, aludiendo oblicuamente su separación de Susan, los sentimientos de culpa resultantes, y quizás un esbozo de inocua venganza, purgando sentimientos negativos que venía arrastrando desde hace veinte años. Pero siento que no fue una catarsis muy satisfactoria... al menos para el espectador.
Animales Nocturnos está basada en la novela "Tony and Susan", de Austin Wright. Quizás ese libro mostró una sucesión de causas y consecuencias más clara y elocuente; quizás los vínculos entre ficción y realidad eran menos forzados. No sé. Pero el libreto escrito por el director Tom Ford (sí, el diseñador de modas) plantea más dudas que respuestas, y nos conduce hasta un final abrupto que, en mi humilde opinión, traiciona el excelente desarrollo que disfrutábamos hasta ese momento.
Sin embargo, a lo largo de ese laberinto narrativo, Animales Nocturnos tiene momentos realmente brillantes que bastan para justificar la película entera. Las actuaciones de Jack Gyllenhaal, el mencionado Michael Shannon, y Amy Adams revelan más de lo que muestran en la superficie, y complementan a la perfección la elegante dirección de Tom Ford, conjurando una atmósfera "noir" deliciosamente tensa que desafía expectativas sobre lo que significa ese género.
Ojalá el drama de Animales Nocturnos (la película) culminara en un potente golpe emocional, en vez de apática ambigüedad. Por suerte "Animales Nocturnos" (la novela) rescata la experiencia, convirtiéndose en uno de los mejores libros que he "leído" dentro de una película. Aún así, no me interesa leer la novela en nuestra realidad.
Calificación: 8
IMDb