Monday, November 30, 2015
Man Up
Síntomas: A sus treinta y cuatro años, Nancy Patterson (Lake Bell) había abandonado la esperanza de encontrar pareja, hasta que conoce a Jack (Simon Pegg) en una cita ciega, y descubren que son muy compatibles. Sólo hay un pequeño problema: Jack cree que Nancy es Jessica (Ophelia Lovibond), la chica con la que realmente había concertado la cita. ¿Logrará Nancy mantener el engaño a lo largo de la noche?
Diagnóstico: No soy fan de las comedias románticas, pero tampoco niego que he disfrutado varias obras que (en mi humilde opinión) trascendieron esa clasificación para convertirse en buenas películas por derecho propio. Entre las que me han gustado: Love, Actually, Nick and Norah's Infinite Playlist, y About Time. No sé si Man Up alcanza en ese mismo nivel, pero al menos puedo asegurar que me divirtió mucho por su hábil combinación de humor y romance, además de contar con una perfecta pareja potencial en la forma de Simon Pegg y Lake Bell, quienes realmente nos inspiran a desear que Jack y Nancy terminen juntos, no porque así lo dicte la fórmula, sino porque la incipiente relación de los personajes se siente orgánica y auténtica. Y, por si fuera poco, Man Up logra lo que muchas "comedias románticas" ni siquiera intentan: ser auténticamente graciosa.
Supongo que la sinopsis arriba descrita no inspira mucha confianza; otra "pareja dispareja" unida por una mentira que eventualmente se revelará y los separará... a menos que triunfe el amor. Ugh. No suena como una película que me gustaría ver. Sin embargo el director Ben Palmer y la guionista Tess Morris conocen bien todos los clichés y saben cómo evitarlos, mejorarlos, o utilizarlos a su favor, de modo que la estructura de Man Up se siente cómoda y familiar, al mismo tiempo que añade finos trazos y decisiones creativas que la hacen parecer fresca, sin recurrir a trucos emocionales baratos ni forzadas subversiones de forma. En otras palabras, no es una comedia romántica que niega sus orígenes; simplemente hace mejor uso de las herramientas a su disposición. En un género tan menospreciado eso es más que suficiente innovación. Y más sorpresa que realmente haya funcionado.
Simon Pegg es más famoso por su trabajo en el género "geek", con obras tan memorables como Shaun of the Dead, Hot Fuzz y el sitcom Spaced; pero también ha probado suerte en el cine romántico, con resultados menos positivos (Run Fatboy Run, How to Lose Friends & Alienate People). Afortunadamente el director reconoce los talentos de este clásico "hombre ordinario atrapado en circunstancias extraordinarias" y construye al personaje con énfasis en aquellos atributos que revelan su humanidad (buenos o malos), en vez de presentarnos un perfecto galán prefabricado, como acostumbra Hollywood. Por su parte, Lake Bell interpeta la típica "adorable neurótica", sin las irritantes afectaciones o falsa simpatía de colegas como Katherine Heigl o Kate Hudson (mis disculpas para sus fans). Por cierto, Bell merece aplauso por el increíble acento británico que adoptó en Man Up; quizás no está al nivel de Reneé Zellweger en Bridget Jones' Diary (otra comedia romántica que me gustó mucho), pero disipó de inmediato mis temores sobre una actriz norteamericana abordando un papel obviamente escrito para una nativa inglesa. Y no es solo el "acento" en el sentido tradicional, sino las minúsculas inflexiones y modismos que adoptó. Aquí se aprecia su experiencia como actriz de "voice over", que ficcionalizó en In a World... su excelente debut como directora.
Si alguna queja tuviera contra Man Up es que el elenco secundario no estuvo a la altura de los protagonistas, no porque sean malos actores, sino porque el libreto no los manejó con igual honestidad. Los padres y hermana de Nancy (interpretados por Ken Stott, Harriet Walter y Sharon Horgan, respectivamente) se sienten un tanto exagerados, tal vez para disimular su obvia función como soportes de la estructura narrativa. Y aún más notorio es el caso del comediante Rory Kinnear en el papel de celoso "ex" de Nancy que trata de arruinar la "cita ciega" para su propio beneficio. Definitivamente tiene escenas graciosas, pero termina siendo una caricatura que contrasta negativamente con el realismo de los personajes principales.
Aún así podría recomendar Man Up a los fans de las comedias románticas para que vean cómo deberían hacerse; y también para detractores de ese género (como yo), pues demuestra la posibilidad de crear una sencilla historia dentro de los parámetros establecidos, pero con la destreza narrativa necesaria para rebasar las (bajas) expectativas que normalmente inspiran las películas de este tipo. Como dije, no es Love, Actually ni About Time, pero la ubicaría entre las cinco mejores comedias románticas que he visto este siglo. Claro que no he visto muchas... porque generalmente no son como Man Up. Si así fueran, este blog sería muy, muy distinto.
Calificación: 9
IMDb
Friday, November 27, 2015
Victor Frankenstein
Síntomas: El excéntrico estudiante de medicina Víctor Frankenstein (James McAvoy) rescata del circo a un payaso jorobado (Daniel Radcliffe) y, tras curar sus deformaciones físicas, le asigna el nombre de Igor y lo recluta como asistente en sus bizarros experimentos, cuyo fin es desafiar la muerte y crear vida eterna (o algo así). Pero el tenaz Inspector Turpin (Andrew Scott) hará hasta lo imposible para evitar esa violación de la ley natural.
Diagnóstico: Bueno, al menos le pusieron el título correcto a la película.
Como describe la torpe narración inicial, Victor Frankenstein no es la historia del monstruo, sino del hombre que lo creó, contada desde el punto de vista de su asistente Igor. Diría que se trata de otra "re-imaginación literaria" tenuemente inspirada en una famosa novela, pero las considerables licencias creativas que se tomó el director Paul McGuigan parecen más basadas en la película Frankenstein, dirigida por James Whale en 1931, así que al menos no se insultó demasiado el legado de Mary W. Shelley (aunque tampoco le hicieron muchos favores).
Por lo demás, Victor Frankenstein es otra de esas estridentes modernizaciones con hinchado melodrama, barroco diseño de producción, y actuaciones tan exageradas que frecuentemente caen en el ridículo y la caricatura. Es una pena, pues los actores no son malos y de vez en cuando obtienen un atisbo de honesta emoción o genuino carácter... que se arruina de inmediato porque el director exige más gritería, u otra blanda secuencia de "terror" que no asustaría ni al público de Gravity Falls.
James McAvoy (más conocido como la versión joven de Charles Xavier en X-Men: First Class) es el principal culpable, ignorando toda sutileza para "comerse la escenografía" con inmenso gusto y pasión. Hasta vemos volar la saliva con cada vehemente parlamento. Andrew Scott (más conocido como Moriarty en Sherlock) muestra comparativa mesura como el devoto Inspector Turpin, más preocupado por las consecuencias teológicas de los experimentos de Frankenstein, que por la seguridad pública o el cumplimiento de la ley. Jessica Brown Findlay (más conocida como Lady Sybil en Downton Abbey) tiene el incómodo papel de interés romántico de Igor... aunque su presencia también funciona para disipar el sub-texto homosexual del "bromance" entre Igor y Víctor (lo cual, francamente, hubiera sido mucho más interesante). Basta con ver la escena donde Víctor "cura" la joroba de Igor, succionando el fétido líquido... bueno, será más claro si la ven. Y, finalmente, Igor, interpretado por Daniel Radcliffe (más conocido como Ig Perrish en Horns), pertenece a la categoría de "héroes pasivos" que no hacen nada especial, y solo se preocupan sobre la virtud o malicia de quienes los rodean (¿suena familiar?)
El libreto de Max Landis ofrece algunas interesantes ideas sobre la naturaleza de los experimentos de Frankenstein, y pone mayor énfasis en el choque entre ciencia y religión, cosa que la película de 1931 apenas se atrevió a sugerir. Sin embargo la desmesurada dirección de McGuigan arruina todo con sus atonal estruendo y absoluta incertidumbre sobre el tipo de película que quiso realizar. ¿Es un relato de terror, de ciencia ficción, o un thriller de época con tintes románticos? Supongo que la respuesta es "todo y nada". McGuigan ha realizado varias competentes películas (entre mis favoritas señalaría Lucky Number Slevin y Push), pero creo que no tuvo afinidad alguna por la fantasía gótica que identifica el relato de Frankenstein. Simplemente pensó que "terror" equivale a "exceso", y procedió a saturarnos de rimbombante música y empalagosas imágenes, con la esperanza de que en algún momento se gestaría por arte de magia el "drama" que nos inspiraría algo por los personajes. Sobra decir que nunca llegó. Por el contrario, la experiencia fue como un simio golpeando con todas sus fuerzas las teclas de un piano para ocultar su ignorancia de las notas. Y, claro, no deja de haber cierto grado de diversión en ese aporreamiento del instrumento, pero no basta para mantener la atención durante dos horas de película.
Hablando de simios, Victor Frankenstein incluye algunos sólidos efectos especiales, incluyendo un primate reanimado que representa una de las mejores secuencias de la cinta... demasiado breve y confusa para mantener esa preciada clasificación PG-13. Y el gran final (¿spoiler? Lo dudo mucho) con la clásica tormenta, la criatura suspendida por cables, y suficiente maquinaria "steampunk" para llenar diez comics de Lady Mechanika, ofrece algunos momentos de energético homenaje a James Whale que funcionan razonablemente bien. Pero llegan demasiado tarde para rescatar la experiencia.
Lo mejor que puedo decir es que Victor Frankenstein resultó mejor que I, Frankenstein y Dracula Untold, dos recientes re-imaginaciones literarias tan genéricas que no recuerdo mucho sobre ellas. Al menos Victor Frankenstein intentó algo distinto y, aunque fracasó en muchos aspectos, me hizo apreciar su esfuerzo por "re-inventar" la trama, conservando el período histórico y elevando la "ciencia" para aprovechar los recursos técnicos contemporáneos. Desafortunadamente nadie le dijo al director que el ruido y las imágenes no reemplazan los fundamentos de una buena historia. Aunque supongo que bastarán para inspirar "slash-fic" más creativo que la película misma; esa escena con el drenaje de la joroba será largamente recordada...
Calificación: 6
IMDb
Wednesday, November 25, 2015
The Hive
Síntomas: Un joven despierta con amnesia en una destartalada cabaña, sin saber como llegó ahí o de dónde provienen las extrañas heridas que cubren su cuerpo. Afortunadamente encuentra notas escritas en las paredes que le ayudan a recobrar la memoria... aunque sus recuerdos parecen estar mezclados con los de alguien más. ¿Logrará el joven descifrar el misterio? ¿Y estará relacionado con la substancia negra que fluye de sus heridas?
Diagnóstico: No sabía exactamente qué esperar de The Hive, y después de haberla visto persiste mi ambivalencia, pues si bien incluye una fascinante premisa y un notable estilo visual, la historia tiende a desinflarse conforme adivinamos hacia dónde se dirige su gran "misterio", por no mencionar que el elenco semi-amateur arruina varias escenas que deberían ser impactantes pero resultan tan solo irritantes por culpa de sus antipáticas actitudes y mediocres actuaciones. Aún así el director primerizo David Yarovesky merece aplauso por enfrentar un proyecto tan ambicioso y creativo en su primera película, y por mantener la coherencia del argumento a pesar de su fracturada estructura e inusuales ideas.
Primero, lo bueno: el misterio que contiene The Hive es muy interesante, y está arteramente construido para mantenernos en suspenso sobre su origen y posible evolución. Yarovesky y su co-guionista Will Honley juegan con nuestras expectativas, ofreciendo vagas pistas de incierto significado... ¿estamos en mitad de una invasión zombie, una múltiple posesión satánica, o una simple epidemia de proporciones apocalípticas? Afortunadamente la respuesta es más complicada (aunque incluye de todo un poco), y resulta estimulante armar el rompecabezas al mismo tiempo que el abrumado protagonista, cuyos confusos recuerdos involucran científicos rusos, niños malcriados, y situaciones románticas con varias mujeres... una de las cuales yace inmóvil en el piso de la cabaña.
En el aspecto visual, el director de fotografía Michael Dellatorre hace maravillas con las modestas locaciones de la cinta, creando una limitada paleta de colores que aún así resulta atractiva y funcional para definir los "flashbacks" y mantener cierto orden sobre los contradictorios recuerdos de Adam. Los efectos visuales complementan la neurosis con excelentes imágenes de grotesca belleza; y en vez de sangre tenemos el enigmático líquido negro de inmunda apariencia, combinado con perturbadores lentes de contacto para alterar de manera sutil, pero muy eficiente, la apariencia de las víctimas. En resumen: excelente administración de recursos técnicos y narrativos para lograr mucho con muy poco.
Al menos eso sentí durante la primera hora de The Hive. Pero eventualmente se revelan suficientes pistas para resolver el misterio, y a partir de ahí se vuelve un poco cansado darle vueltas a los mismos eventos mientras Adam escribe más notas en las paredes, y experimenta más repetitivos "flashbacks" para llegar a la “gran revelación” que esperábamos desde hace media hora.
Sin embargo, como dije antes, el principal problema son los actores; específicamente Gabriel Basso como el protagonista Adam, y Jacob Zachar como su mejor amigo Clark. Ambos se sienten muy forzados con su continua gritería y estridentes insultos, ya sea que la situación lo amerite o no. Y lo peor es que esa tendencia a la sobre-actuación arruina el aspecto romántico de la historia, el cual debería funcionar como eje emocional y principal motivación de Adam para triunfar sobre la adversidad.
Afortunadamente el elenco secundario se siente más profesional, incluyendo a Kathryn Prescott y Gabrielle Walsh (como respectivas parejas de Adam y Clark), así como Elya Baskin y Sean Gunn en los papeles de científicos que saben más de lo que aparentan. O quizás saben menos. Como sea, me gustó su desempeño.
A fin de cuentas The Hive me mantuvo bastante entretenido y disfruté su fusión de horror y ciencia ficción, aderezada con amplias dosis de paranoia y "ciencia fuera de control". La segunda mitad decae un poco, pero nunca deja de arrojarnos nueva información para complementar el misterio que sentí algo previsible. O quizás me pareció previsible porque The Hive transita por territorio similar al de otras sobresalientes cintas de difícil descripción, como Upstream Color, The Scribbler, e incluso The Hive (2008), aquella cinta con idéntico título y similar propensión a cuestionar el valor de la conciencia, la memoria y las emociones transhumanas (?).
Con mejores actores y un libreto un poco más refinado, The Hive tal vez estaría entre mis favoritas del año; pero en su estado actual quedó muy corta de su inmenso potencial, y aunque merece una recomendación, dudo que sea universalmente apreciada. Pero para fans de científicos locos y fluidos negros, la Navidad llegó temprano.
Calificación: 8.5
IMDb
Monday, November 23, 2015
Bone Tomahawk
Síntomas: El pequeño pueblo de Bright Hope está casi vacío porque la mayoría de los vaqueros salieron al arreo anual de ganado. Entonces, cuando una misteriosa tribu nativa secuestra a varios habitantes de la comunidad, el Alguacil Franklin Hunt (Kurt Russell) se ve en la necesidad de formar un grupo de rescate integrado por un anciano, un hombre con una pierna lastimada, y el "dandy" local. ¿Lograrán rescatar a los rehenes? ¿O siquiera sobrevivirán el arduo viaje por la pradera?
Diagnóstico: No son muy comunes los híbridos cinematográficos de terror y western, pero existen algunas buenas muestras de esa fusión, como The Burrowers, Dead Birds y Ravenous; y ahora podríamos añadir Bone Tomahawk a ese distinguido nicho. A decir verdad, los elementos terroríficos de Bone Tomahawk ocupan una porción muy pequeña de sus 132 minutos, y me atrevería a decir que su sobrio carácter y parsimoniosa narrativa la ubican en una categoría más cercana a True Grit o The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford: un "western existencial" enfocado en la mística del viejo oeste y las dificultades de la vida cotidiana en aquella época, complementada por solemnes personajes que poseen un fuerte sentido del honor e inflexible entrega hacia su deber, sin importar las consecuencias o su seguridad personal. En otras palabras, Bone Tomahawk relega el horror y la violencia a un segundo plano para enfocarse en la experiencia emocional de una persecución por la llanura... la clásica "posse" en busca de justicia que podría encontrar algo mucho más peligroso que simples forajidos o ladrones de ganado.
No sería gran spoiler describir los antagonistas que el Alguacil y sus aliados persiguen (la publicidad de la cinta ya se encargó de eso), pero prefiero no revelarlos para preservar la deliciosa tensión de no saber exactamente qué enfrentarán. Sólo diré que los "malos" mantienen el más puro espíritu del género western, con el grado justo de exageración para hacerlos genuinamente tenebrosos y casi invencibles.
Enfrentando esta amenaza tenemos cuatro personajes muy bien construidos y perfectamente representados por el veterano elenco. Al igual que todos los aspectos de Bone Tomahawk, los "héroes" respetan los arquetipos del viejo oeste, pero añaden abundante personalidad para trascender sus genéricas descripciones. En el papel de circunspecto Alguacil, Kurt Russell destila gravedad y determinación que inspiran a sus subalternos. Patrick Wilson es un vaquero devoto con motivos muy particulares para unirse a la búsqueda, a pesar de su pierna lastimada. Matthew Fox (casi irreconocible para los fans de Lost) encarna con sardónico humor al arrogante dandy/tirador que desprecia inicialmente a sus acompañantes, aunque aprende a respetarlos conforme enfrentan los peligros de su misión. Y el genial Richard Jenkins se roba la película como "Chicory", el anciano viudo que no tiene nada que perder, y mucho de qué hablar mientras buscan a los ciudadanos secuestrados. El detalle y profundidad de estos personajes se manifiesta gradualmente gracias al tremendo trabajo de los actores, y al astuto libreto del director primerizo S. Craig Zahler, cuya absoluta confianza detrás de las cámaras nos envuelve de inmediato en la persecución y nos sumerge en un arcaico período que parece fresco bajo su elegante visión.
Y, bueno, ni siquiera he mencionado las escenas de brutal violencia, sorprendentes no solo por su crudo realismo, sino por el tono tan casual con el que se manejan. A diferencia de Django Unchained, no hay chorros de sangre ni tomas "cool" en cámara lenta (mucho menos "rap" anacrónico para acompañarlas). Por el contrario, los conflictos en Bone Tomahawk empiezan rápido y terminan casi antes de comprender lo que está pasando. Esto los hace mucho más impactantes y perturbadores que el "estilo Tarantino". Cuando entendemos la situación, ya es demasiado tarde. Supongo que así era en el aúténtico "viejo oeste".
Bone Tomahawk me gustó mucho, pero sería difícil otorgarle una amplia recomendación debido a su pausado ritmo y metódico desarrollo, que algunos podrían considerar "aburrido" (aunque yo jamás lo sentí así). Como dije, Bone Tomahawk dura más de dos horas y no hay realmente "acción". La mayor parte de la película transcurre entre conversaciones, caminatas y largos silencios que nos permiten reflexionar sobre la situación de los personajes. Quizás esto será más apetecible para aficionados al cine western que para los fans del horror; lo bueno es que Bone Tomahawk funciona como celebración de ambos géneros, con suficiente calidad técnica y artística para dar nueva vida a sus respectivos clichés y entregarnos algo distinto y valioso que permanecerá en la mente durante largo tiempo. En resumen: tremendo debut del director S. Craig Zahler, y clara confirmación de que el western no ha muerto... incluso si debe tomar prestados elementos de otros géneros para sobrevivir.
Calificación: 9
IMDb
Saturday, November 21, 2015
Pacto Criminal (Black Mass)
Síntomas: A mediados de los años setentas James "Whitey" Bulger (Johnny Depp) emplea excesiva violencia para extender su imperio criminal en el sur de Boston, invadiendo el territorio de la mafia italiana. Entonces el agente del FBI John Connolly (Joel Edgerton), amigo de la infancia de Bulger, desarrolla un audaz plan para manipular la situación a favor de la justicia. O quizás la justicia está siendo manipulada por Bulger. Como sea, al final todos pierden.
Diagnóstico: Como ocurre cada año en estas fechas, empiezan a estrenarse películas "de prestigio" con miras a los Óscares. A veces son dramas de época; a veces son dramas biográficos; y a veces tenemos dramas que combinan ambas fórmulas (pero siempre tienen que ser dramas, de otro modo la Academia no los tomará en serio). Este es el caso de Pacto Criminal, otra cruda y realista "biopic" de un carismático criminal, filmada con gran esmero y adornada con un excepcional reparto... aunque nada de eso la rescata de ser una tediosa experiencia que se limita a regurgitar los supuestos hechos reales sin energía o conexión narrativa suficiente para cautivar al espectador. En mi humilde opinión.
Creo que la culpa reside en el director Scott Cooper y sus guionistas (inspirados en un popular libro de Dick Lehr y Gerard O'Neill). Obviamente realizaron un considerable esfuerzo para reproducir la ciudad de Boston en los años setentas, presentándonos imágenes de gran valor estético, con esa patina histórica que se siente al mismo tiempo muy real y cuidadosamente prefabricada. La música incidental de Junkie XL me pareció bastante mediocre, pero no importa porque tenemos abundantes canciones del período para añadir atmósfera y acompañar (a veces irónicamente, como les encanta hacer a estos directores) las escenas de violencia y paranoia que sazonan el insípido melodrama al centro de la cinta.
Las actuaciones son generalmente buenas, destacando desde luego Johnny Depp en otra impresionante interpretación bajo denso maquillaje que imita muy bien al auténtico James Bulger. Afortunadamente Depp no se confía en el disfraz (como ha hecho en otras películas), sino que imprime genuina psicosis en Bulger, contagiándonos de la angustia que deben haber sentido sus colegas al lidiar con este volátil asesino. Joel Edgerton enfrenta un reto similar como el Agente John Connolly, tratando de balancear sus deberes en el FBI y la seducción del mundo criminal que conoció desde niño; sin embargo no vemos gran desarrollo en su personaje, ni funciona realmente como héroe tradicional o anti-héroe; simplemente es otro rostro entre decenas que vemos pasar a lo largo de la película, sin engancharnos emocionalmente con cualquiera de ellos. El resto del elenco se ve penosamente desperdiciado en roles breves o intrascendentes, incluyendo talentos como Benedict Cumberbatch, Kevin Bacon y Adam Scott (creo que Scott tiene una sola línea en la película entera, y casi siempre está parado en una esquina, contemplando las discusiones de los demás policías... básicamente un extra con mejor sueldo). Y mejor ni hablar de las actrices estancadas en típicos roles de sufridas esposas/novias o víctimas desechables, como Juno Temple, quien sale tres minutos para morir de inmediato a manos del cruel Bulger (dudo que sea SPOILER, porque es completamente obvio y además pocos espectadores seguirán despiertos durante la segunda hora de la película).
Cooper dirige esta potencialmente interesante historia sin gran convicción o visión artística. Creo que podríamos editar escenas de Pacto Criminal en cualquier drama criminal de la década pasada (como The Town, Contraband o Brooklyn's Finest) y no notaríamos la diferencia... excepto por los malos peinados setenteros y pantalones acampanados. De hecho, mientras me aburría viendo Pacto Criminal (por cierto, nunca adiviné de dónde viene el título original en inglés, "Misa Negra", que parecería más apropiado para una cinta de terror) estuve recordando la reciente película A Most Violent Year, ubicada más o menos en el mismo período histórico y retratando también la corrupción y violencia de los bajos estratos criminales. Sin embargo esa cinta, mucho más modesta en todos los aspectos, me mantuvo hipnotizado con su excelente libreto y tensa dirección, totalmente opuestos de la desganada y serpenteante Pacto Criminal. Por esta y todas las razones antes mencionadas, solo podría recomendar Pacto Criminal para estudiosos del crimen bostoniano, y para los más leales fans de Johnny Depp que quieran ver una buena actuación atascada en una mediocre película. No sé si esto compensará el chasco de Mortdecai, pero al menos parece más asimilable que aquella bizarra anomalía; aunque, para ser justos, Mortdecai no me puso a dormir.
Calificación: 6.5
IMDb
Friday, November 20, 2015
Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El Final (The Hunger Games: Mockingjay - Part 2)
Síntomas: La revolución de los Distritos inspirada por Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) avanza implacablemente hacia el Capitolio, donde reside el tirano Presidente Snow (Donald Sutherland). Pero Alma Coin (Julianne Moore), líder de los rebeldes, está usando métodos cada vez más despiadados para vencer al enemigo, y Katniss empieza a cuestionar su lealtad a la causa.
Diagnóstico: Por fin llegamos al anémico final de esta tediosa farsa. Perdón. Quise decir: Por fin llegamos a la épica conclusión de esta gloriosa saga, que inspiró a incontables lectores alrededor del mundo y nos deleitó con las aventuras de una protagonista única y memorable porque... no sé... ¿usa arco y flecha, o algo así?
Repetiré por tercera o cuarta vez (se sienten como diez) que nunca leí los libros de la serie The Hunger Games, y por lo tanto sufro la desventaja de ver estas películas como simples películas, evaluándolas por méritos propios y no como complementos de novelas que (espero) deben haber sido más entretenidas y memorables en papel.
Bajo esos términos, encontré Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El Final similar a las cintas anteriores, plagada de inútiles digresiones, con un exceso de personajes irrelevantes y melodrama tan indolente como el de las demás sagas juveniles que infestaron el cine fantástico desde el ascenso de Harry Potter. Sin embargo, por el lado positivo, Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El Final también ofrece interesantes (aunque muy breves) momentos de reflexión y ambivalencia moral respaldados por algunas buenas actuaciones, empezando por Jennifer Lawrence, quien básicamente mantuvo a flote las cuatro películas con su inquebrantable convicción y presencia escénica. Los demás actores realizan un trabajo decente, aunque entran y salen de la cinta sin particular emoción. Algunos son viejos conocidos cuya importancia ya olvidé, mientras que otros llegan para darnos víctimas frescas de último momento. En general, si algún personaje muestra el más leve humor o profundidad de carácter, probablemente va a morir para demostrar que "las cosas van en serio" (como si el caos y destrucción de las previas cintas no hubiera bastado).
Lo cual nos lleva al grave caso de "infladitis" que sufre Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El Final (no voy a abreviar el título de la película para honrar a mis personajes favoritos, Beemer McWeirdry y Flonker Dramamine), provocando largas y soporíferas secuencias donde no pasa nada, o nos repiten lo que ya sabíamos. Creo que hasta los más devotos seguidores de los libros aceptarían que el desenlace de la saga hubiera funcionado mejor si Los Juegos del Hambre: Sinsajo - Parte 1 y Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El Final se hubieran combinado en una sola película más ágil y con menos rodeos para llegar al mismo punto. Pero gracias a esta horrible práctica de exprimir más dinero de los fanáticos, tenemos que soportar el doble de palabrería, por no mencionar escasos momentos de acción separados por largos períodos de difusa exposición. Parece mentira que una película de tantos millones de dólares termine usando el viejo recurso de las peores B-Movies directas a video: cuando no hay historia, sigamos a los personajes en largas caminatas por variadas locaciones. En este caso no se trata del bosque (que es gratis), sino de vastas ciudades derruidas, pasadizos subterráneos, y similares escenarios post-apocalípticos, realizados con increíble detalle y costosos efectos especiales... pero insoportablemente monótonos para el espectador casual (o apático, como yo).
Hablando de monotonía, el director Francis Lawrence eligió un estilo visual aún más apagado y marchito que antes, con el "beneficio" adicional de filmar numerosas escenas en oscuridad casi total, haciendo aún más frustrante la experiencia. Una de las mejores escenas de Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El Final es una pelea contra las criaturas mutantes de la primera película (creo... o tal vez se colaron de Maze Runner: The Scorch Trials). La batalla es brutal y los efectos nos hacen sentir la amenaza de los monstruos... cuando alcanzamos a ver algo. Ahora que lo pienso, probablemente usaron la oscuridad para disfrazar las muertes y conservar la clasificación PG-13.
Para no extenderme más (un momento... ¡podría hacer la crítica en dos partes! No, sería un insulto, y además no ganaría nada con esa estrategia, a diferencia del estudio Lionsgate) diré que Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El Final fue más o menos lo que esperaba, y pudo ser peor. Pero también pudo ser mejor si hubieran condensado el arco dramático de Katniss y reducido el relleno que desborda en cada escena de la película. En cuanto al final-final... me pareció al mismo tiempo anticlimático y previsible. Sin duda aprecio las metáforas sobre la guerra civil y el comentario político sobre la responsabilidad personal en situaciones de conflicto, pero en el más simple nivel narrativo Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El Final de desploma bajo el peso de su excesiva indulgencia y pesado desarrollo. No me molesta su solemnidad ni deprimente tono, pero eso no debería ser excusa para volverse aburrida. Aún así la película representa el triunfo de la rebelión... contra el estudio Lionsgate y su opresión de los fans. ¡Regocíjense! ¡Por fin son libres!
Calificación: 6.5
IMDb
Wednesday, November 18, 2015
A Christmas Horror Story
Síntomas: En el pequeño pueblo de Bailey Downs la Navidad no trae paz y buena voluntad, sino sangre y terror, como podemos confirmar en cinco tétricas historias: primero, el locutor radial Dangerous Dan (William Shatner) trata de contagiar con su espíritu navideño al irritable meteorólogo de la estación, sin saber que el pobre hombre atraviesa una grave crisis existencial. Al mismo tiempo, varios audaces estudiantes realizan un reportaje sobre un doble asesinato cometido en su escuela hace un año, justamente en la noche de Navidad... y descubren que los espíritus de las víctimas aún rondan por la escena del crimen. Mientras tanto, la familia Bauer visita a una excéntrica tía millonaria que está obsesionada con el demonio navideño Krampus; pero nadie toma en serio sus supersticiosos cuentos hasta que es demasiado tarde. En las afueras del pueblo, un hombre desobedece las leyes locales y se interna en el bosque en compañía de su esposa e hijo para cortar personalmente su árbol de Navidad... y descubren que la prohibición estaba plenamente justificada. Finalmente, Santa Claus mismo debe lidiar con una rebelión de duendes que se rehúsan a trabajar en su fábrica de juguetes. Pero, ¿será un simple levantamiento del proletariado, o una epidemia de algo más grave? Y el único que conoce la respuesta es Shatner. Digo, "Dangerous Dan".
Diagnóstico: A diferencia de otras antologías de terror, A Christmas Horror Story entrelaza sus historias en vez de presentarlas individualmente. En cierto modo fue buena idea, pues se siente más como una película "real", en vez de una colección de cortometrajes. Por otro lado, los relatos son tan simples y lineales que a veces pierden cohesión al dividirse arbitrariamente, reduciendo su impacto y dejándonos una sensación de "¿eso fue todo?" cuando nos damos cuenta de que no llegará un "gran final" unificador. Sí, algunas historias están vagamente conectadas, pero no lo suficiente para justificar el formato.
Aún así A Christmas Horror Story me gustó más que la reciente Tales of Halloween. Las historias están mejor escritas y el trabajo de dirección (compartido entre tres cineastas) hace más consistente el estilo visual y narrativo. En vez de ofrecernos muchas visiones dispares, A Christmas Horror Story se siente como una experiencia fluida e integral... aunque no se descartan las abruptas interrupciones que mencioné antes. Además, el tema festivo crea una identidad especial que no muchas colecciones comparten. Claro, hay bastantes cintas de "horror navideño", pero pocas tan variadas en su exploración de los horrores latentes durante la temporada más dichosa del año.
La historia de Dangerous Dan es la más simple por su función "envolvente", pero nos permite ver al genial William Shatner en plena forma, tan carismático a los 84 años como cuando perseguía chicas verdes en Star Trek hace medio siglo. El segmento de los estudiantes en la escuela abandonada tiene excelente atmósfera y algunos sólidos sobresaltos, pero el final se desinfla hasta perder el escaso suspenso que había logrado generar. El relato de la familia visitando a la tía es bastante genérico hasta que llega el obligatorio monstruo, muy bien realizado con maquillaje tradicional; y además de amenazar a la familia con violencia física, la criatura posee la habilidad de revelar secretos, creando algunos interesantes momentos dramáticos cuando padres e hijos se enteran de cosas que nunca hubieran imaginado. Desafortunadamente no hay mucho tiempo para profundizar en esas escenas, pero al menos añadieron innovación al relato. La historia sobre la pareja en busca de un buen árbol navideño es la más perturbadora de la antología, pues eventualmente descubren que su pequeño hijo se comporta de manera errática y agresiva... como si algo lo hubiera poseído. En el básico sentido de "terror" creo que fue el segmento que más me gustó, gracias a su siniestra conclusión y excelentes actuaciones del reducido elenco. Pero mi relato favorito por su elevado nivel de entretenimiento fue el de Santa Claus contra sus duendes, no solo por el exuberante humor y excesivo derramamiento de sangre, sino por ese inesperado desenlace que pone la rebelión polar en un nuevo contexto, mucho más creíble y truculento.
Creo que los directores canadienses Grant Harvey (Ginger Snaps Back: The Beginning), Steven Hoban (Darknet) y Brett Sullivan (Ginger Snaps 2: Unleashed) realizaron un sólido trabajo con A Christmas Horror Story, desafiando la estructura tradicional de las antologías de terror, y agregando un poco de todo para satisfacer al más amplio espectro posible de espectadores, desde los fans del gore hasta los entusiastas del horror gótico, sin olvidar a los aficionados más "serios" que prefieren el thriller psicológico.
Entonces, no sé si recomendaría A Christmas Horror Story como película apropiada para ver con la familia en Nochebuena, pero ciertamente fue una interesante y variada experiencia con más aciertos que errores, en mi humilde opinión. Y lo más importante es el mensaje de paranoia que nos deja para las Pascuas: sobrevivir la Navidad es regalo suficiente, así que no conviene quejarse cuando no encontremos bajo el árbol el iPad que habíamos pedido. Dejen descansar un poco a Santa... se lo merece después de decapitar tantos duendes.
Calificación: 8.5
IMDb
Monday, November 16, 2015
Bus 657: El Escape del Siglo (Heist - Bus 657)
Síntomas: Para pagar la operación que su pequeña hija necesita urgentemente, Luke Vaughn (Jeffrey Dean Morgan) acepta participar en un audaz robo del casino donde trabaja. El plan, desde luego, no sale como los ladrones esperaban, y se ven obligados a escapar en un camión lleno de pasajeros mientras los persigue la policía. Sin embargo el mayor peligro no será la justicia, sino el despiadado Mr. Pope (Robert De Niro), el dueño del casino que no se detendrá hasta hacer pagar a los culpables.
Diagnóstico: Allá por el 2009 me impresionó mucho The Tournament, una modesta cinta independiente de acción realizada con poco dinero, pero más ingenio y energía que muchos "blockbusters" hollywoodenses. En aquel entonces pensé que el director Scott Mann tendría un gran futuro en la industria cinematográfica, pero por alguna razón tardó seis años para realizar un nuevo proyecto. Y aunque esta vez consiguió estrellas como Robert De Niro, Jeffrey Dean Morgan y Gina Carano, el libreto que seleccionó está plagado de agujeros y situaciones absolutamente inverosímiles que opacan las competentes actuaciones, la sólida dirección, y el suspenso requerido por una clásica "heist movie" (como bien describe el título original en inglés) que, a pesar de sus múltiples problemas, logra entretener al espectador a lo largo de hora y media... y nada más.
Como es frecuente, Robert De Niro aparece prominentemente en los créditos y publicidad de Bus 657: El Escape del Siglo (en lo sucesivo voy a abreviar el título a Bus 657), pero su participación es secundaria, ocupando poco tiempo en pantalla. Claro que este legendario actor no necesita mucho tiempo para dibujar eficientemente el personaje de Mr. Pope, un gángster "old school" que pone mayor énfasis en sus principios (criminales) que en el dinero recaudado por su casino flotante (no es un casino estilo Las Vegas, sino un barco-casino anclado en un río de Alabama). Ahora que lo pienso, la inflexible ideología de Mr. Pope podría explicar algunas ridículas decisiones que toma durante los momentos más críticos de la película... pero no basta para justificar los incongruentes cambios de carácter que le asigna el guionista Stephen Cyrus Sepher cuando no encuentra otra salida del laberinto narrativo en el que se metió.
Y lo mismo ocurre con la Agente Kris Bajos, interpretada por Gina Carano. Su habilidad física encaja a la perfección en el papel de ruda policía dispuesta a todo para atrapar a los ladrones (aquí debo señalar que su talento histriónico no ha mostrado gran mejoría desde Haywire), pero no hay nada que garantice la instantánea confianza que siente hacia Luke, ni explica sus arriesgadas acciones en oposición directa con las órdenes de sus superiores. Una cosa es "policía rebelde que no obedece las reglas" y otra es "negligencia criminal en el cumplimiento del deber".
Eso nos deja con los mejores integrantes del reparto: Jeffrey Dean Morgan como el ladrón con corazón de oro, y Dave Bautista como el arquitecto del plan y "cañón suelto" cuando las cosas no salen como esperaba. Con esta película y su excelente (aunque corto) desempeño en Spectre, creo que se perfila una brillante carrera dramática para este ex-luchador, que rápidamente trascendió el papel de Drax el Destructor que lo hizo famoso en Guardians of the Galaxy (al menos famoso entre geeks como yo que no sabemos nada de lucha libre o MMA).
Ayuda un poco que las actuaciones sean mejores que el libreto, pero la planeación y ejecución del "gran golpe" me pareció absolutamente absurda, libre de lógica o realismo. Por ejemplo: ¿un casino que cierra de noche? ¿Y que no tiene cámaras de seguridad? Ese es tan solo el principio de los problemas; eventualmente encontraremos los abruptos cambios de conducta y terribles decisiones que mencioné antes. Y, bueno, el final incluye un "deus ex-machina" de proporciones potterianas.
Sin embargo, no puedo negar que la ágil dirección de Scott Mann, la honesta entrega de los actores (hasta De Niro parece levemente interesado en su prefabricado personaje) y la adecuada tensión que sentimos durante la extensa persecución (siempre y cuando los abismos lógicos no nos "saquen" de la película) bastan para darle a Bus 657 una cauta recomendación, acompañada por la previa advertencia contra un libreto cuya ambición excedió el talento del escritor. Aún así seguiré interesado en la obra futura de Scott Mann, pues si logró tanto con un material tan deficiente, imaginen lo que hará cuando caiga en sus manos un buen guión con apoyo de algún gran estudio. O incluso si tiene que regresar a las B-Movies directas a video, no hay problema... ahí también necesitamos calidad. Urgentemente.
Calificación: 7
IMDb
Saturday, November 14, 2015
A la *&$%! con los Zombis (Scouts Guide to the Zombie Apocalypse)
Síntomas: Un accidente en un laboratorio biológico provoca una epidemia de zombies en un pequeño pueblo norteamericano, desatando el inevitable caos y destrucción. Pero lo peor es que el apocalipsis zombie podría interferir con los planes de tres "scouts" adolescentes, quienes por fin habían sido invitados a la fiesta súper-secreta de los chicos "cool".
Diagnóstico: Resulta obvio que A la *&$%! con los Zombis (otro triunfo del Maestro Traductor de Títulos) intentó aplicar sensibilidad "indie" a una cinta de terror "de estudio" (Paramount, en este caso), y el resultado fue bastante bueno a pesar de llegar muy tarde a la fiesta de parodias zombies, con un argumento repleto de conceptos "prestados" de mejores cintas, como Dance of the Dead, Dead Alive y Return of the Living Dead (también la vi descrita en Internet como "Superbad mezclada con Shaun of the Dead", lo cual es sin duda acertado). En otras palabras, A la *&$%! con los Zombis es como pizza fría al día siguiente: un poco añeja, pero sabe bien y cumple su función de llenarnos... aunque sus beneficios nutricionales sean bastante cuestionables.
Entre sus numerosos aciertos encontramos a los jóvenes actores Tye Sheridan, Logan Miller y Joey Morgan, quienes comparten perfecta química como amigos de toda la vida que están descubriendo algunas marcadas diferencias ideológicas al llegar a la adolescencia; pertenecer a la organización de "Scouts" era divertido de niños, pero se volvió tedioso e infantil cuando llegaron a la edad de pensar en chicas. Clásica fórmula "coming of age" empapada en sangre y hormonas juveniles.
La marca de una buena película de terror es que la divertida interacción de los personajes y sus ocasionales momentos de auténtica emoción permanecen en la memoria tanto como los espectaculares "head shots" y sangrientos ataques de los zombies. El humor también funciona en la mayor parte de los casos, aunque de vez en cuando los chistes son demasiado predecibles o estudiados, perdiendo la espontaneidad y vibrante energía necesarias para producir una exitosa "comedia de terror" (ejemplo: la escena post-créditos cierra la película con un chiste flojo e innecesario). Afortunadamente esos chascos pertenecen a la minoría; la mayor parte del libreto genera sonrisas constantes, y ocasionales carcajadas fundamentadas en la personalidad de los amigos, balanceadas con los inevitables momentos escatológicos. Hay material para todos los gustos... aunque la película en general podría ofender a los espectadores más sensibles y refinados.
Regresando a la sangre, los efectos especiales también brillan como complemento de la narrativa. Me da mucho gusto encontrar con mayor frecuencia en el género de terror la afortunada integración de efectos de maquillaje (esta vez del genial Tony Gardener y su estudio Alterian) con manipulación digital para crear imágenes deliciosamente grotescas y divertidas. Creo que esto es lo que soñaba Peter Jackson cuando incursionó en el gore digital durante la producción de The Frighteners hace veinte años.
Por el lado negativo (además de esos ocasionales chistes planos) tenemos un libreto fracturado e inconsistente. O quizás sea problema de edición; hay escenas que no pegan armoniosamente y personajes que desaparecen sin mucha explicación, para regresar en momentos sorpresivos e incongruentes. Además parece que el director Christopher Landon no se preocupó por establecer reglas consistentes en su pequeño universo cinemático. Los zombies son lentos o rápidos, según los requerimientos de la escena; la mecánica de la infección no es muy clara (las mordidas contagian, pero una lluvia de sangre zombie en la boca abierta es aparentemente inofensiva); y el período de incubación del contagio es igualmente arbitrario: cuando hace falta crear suspenso, la transformación puede tomar mucho tiempo; pero cuando quieren darnos un sobresalto la transición es casi instantánea.
Desde luego estoy cometiendo el error de sobre-analizar una ligera comedia de terror que no debe tomarse en serio, sino disfrutarse en el momento, agradeciendo que no haya sido tan mala como tantas recientes cintas del género estrenadas en México. Lo mejor que puedo decir de A la *&$%! con los Zombis es que parece una versión "junior" de Zombieland, con personajes más jóvenes y humor "inmaduro", pero con igual nivel de irreverencia, exuberante incorrección política y obligatorias referencias a algunos clásicos del terror moderno. Y además, con amplio presupuesto para comprar los derechos de famosas canciones populares. Me temo que Baby One More Time ha cambiado para siempre gracias a A la *&$%! con los Zombis. Al menos tuvo esa contribución positiva a la cultura popular.
Calificación: 8.5
IMDb
Friday, November 13, 2015
El Gran Impostor (The Forger)
Síntomas: Para saldar su deuda con un peligroso criminal que lo ayudó a salir de presidio, el experto falsificador Ray Cutter (John Travolta) tiene que reproducir una pintura de Monet y organizar el robo del cuadro original en menos de un mes. Pero lo único que Ray quiere es pasar más tiempo con Will (Tye Sheridan), su hijo enfermo.
Diagnóstico: A primera vista El Gran Impostor es una "heist movie" con todos los ingredientes tradicionales: el criminal retirado que se ve obligado a realizar un último trabajo; el pintoresco desfile de aliados y enemigos, y el tenaz policía que sospecha algo, aunque no tiene pruebas concretas de actividad ilegal. Y, desde luego, los inevitables "twists", traiciones y obstáculos que complican el plan del adusto anti-héroe.
Sin embargo, El Gran Impostor prefiere usar el "gran golpe" como mero adorno de la auténtica historia: la redención de Ray y el reencuentro con su familia, no sólo el hijo enfermo, sino su anciano padre (fantásticamente interpretado por el gran Christopher Plummer), y su ex-esposa Kim (Jennifer Ehle).
Parece una sólida estrategia... añadir un componente emocional para darle mayor dimensión a la trama criminal. O viceversa: enriquecer el melodrama familiar con breves momentos de acción y suspenso. Incluso podríamos decir que la combinación simboliza el contradictorio carácter de Ray; preciso y metódico cuando está dedicado a su arte (aunque sea el arte de la falsificación), pero confuso en lo referente a los asuntos domésticos y la reconciliación familiar.
Desafortunadamente ahí terminan los halagos que podría hacerle a El Gran Impostor. El asunto del robo se siente lento y desganado, apenas alcanzando el grado necesario de tensión para generar cierto interés en el desenlace. Por otro lado, el melodrama familiar es tan previsible y manipulador que cuesta trabajo compartir los sentimientos de los personajes. Y tampoco ayuda que los escasos noventa minutos de la cinta se sientan como dos horas.
En cuanto a John Travolta... no estoy seguro. Su actuación no es mala, pero tampoco memorable. Y no sé qué se hizo en la cara para aferrarse a los últimos vestigios de juventud, pero en muchas escenas parece una figura de cera, o una máscara como las de los presidentes en Point Break. Aún así mantiene el carisma de antaño, y hace buena pareja con el veterano Christopher Plummer, evocando de manera realista el clásico conflicto entre padre e hijo, separados por la brecha generacional pero unidos por el cariño familiar.
Por el lado de la ley tenemos a Abigail Spencer como la mencionada policía en la pista del falsificador... y tampoco logra destacar. Sus escenas podrían integrarse a cualquier "procedural policiaco" televisivo, y nadie se daría cuenta ("Vamos, Cutter... ayúdame a ayudarte").
Siento que El Gran Impostor hubiera funcionado mejor comprometiéndose de lleno con cualquiera de sus dos facetas: podría haber sido una convencional pero interesante "heist movie", o un eficiente drama indie sobre el reencuentro entre el padre ausente y el hijo resentido, apoyados por el irascible abuelo como oportuno "comic relief". Pero, bueno... la unión de estos divergentes argumentos no resulta en una mala experiencia... simplemente podría haber sido más si hubiera aspirado a menos. Y lo mismo aplica a la cirugía plástica de Travolta; quizás sea hora de envejecer con dignidad y pasar a la etapa "Al Pacino" de su carrera.
Calificación: 7
IMDb
Wednesday, November 11, 2015
The Exorcism of Molly Hartley
Síntomas: Seis años después de los eventos sobrenaturales que la atormentaron en su décimo octavo cumpleaños, Molly Hartley (Sarah Lind) se convirtió en una exitosa abogada con un prometedor futuro... hasta que es acusada de asesinar brutalmente a dos personas. Sin memoria alguna del crimen, Molly es recluida en un manicomio cristiano, donde empieza a mostrar síntomas de posesión; y el único que puede ayudarla es John Barrow (Devon Sawa), un sacerdote excomulgado que también se encuentra en ese hospital por haber contribuido a la muerte de una mujer y otro sacerdote durante un fallido exorcismo. Y así comienza el tratamiento "alternativo" del Molly Hartley.
Diagnóstico: No tengo excusa racional para haber visto la secuela de The Haunting of Molly Hartley, una película que odié hace siete años y que, francamente, dudo que haya sido suficientemente exitosa para garantizar una segunda parte... en la que ni siquiera participan los actores originales. Pero la verdad es que tenía mucha curiosidad por ver cómo demonios continuarían la historia, o quién podría haber pensado que sería buena idea intentarlo.
Para mi sorpresa, The Exorcism of Molly Hartley resultó mejor de lo que esperaba... pero sólo porque copia desvergonzadamente conceptos, situaciones, y hasta escenas enteras de mejores películas sobre demonios y posesión satánica, desde The Exorcist (con todo y vómito verde) hasta The Omen, con breves escalas en Prince of Darkness, Rosemary's Baby, y The Possession. Bueno, hasta encontré referencias a Ghostbusters...
Las actuaciones también me gustaron. Sarah Lind, como la epónima Molly Hartley, ofrece un notable desempeño físico durante las arduas escenas del exorcismo; y Gina Holden proyecta credibilidad y profesionalismo como la Dra. Hawthorne, desafiando el cliché de "científico escéptico que no acepta la evidencia sobrenatural hasta que es demasiado tarde". Aún así parece cuestionable su decisión de dejar el tratamiento de una paciente perturbada en manos de otro paciente acusado de homicidio. No sé... tal vez así funciona "Obamacare".
Los efectos especiales también destacan por su realismo, tanto en su variedad práctica (el maquillaje de Molly poseída, los ocasionales momentos gore), como digital (los obligatorios insectos que siempre acompañan la presencia demoníaca). Y hasta la música de Corey Allan Jackson copia aquellas "Campañas Tubulares" de Mike Oldfield, sin cruzar la línea de la demanda legal.
Entonces, The Exorcism of Molly Hartley no tiene un ápice de originalidad (hasta su inevitable twist final se usó en la reciente The Vatican Tapes), pero su sólida dirección y eficiente distribución de elementos "prestados" la convierten en una competente B-Movie superior a tantas otras dedicadas al sub-género de exorcismos y posesión satánica. Además, el final deja abierta la posibilidad de otra secuela ubicada en una "high school", lo cual nos regresaría a la premisa de la cinta original. Buena simetría narrativa. Fuera de eso, realmente no hay conexiones importantes entre esta cinta y The Haunting of Molly Hartley. Podrían haberla titulado "Exorcismo en el Manicomio" y hubiera dado lo mismo... pero quizás así no me hubiera inspirado curiosidad por verla. Extraños caminos tiene El Señor... y también el cine directo a video. Como sea, fue una agradable sorpresa de Halloween que podría recomendar contra toda lógica racional. Ese es el mejor tipo de recomendación, pues proviene del alma. O del manicomio.
Calificación: 7.5
IMDb
Tuesday, November 10, 2015
The Diabolical
Síntomas: Madison Heller (Ali Larter) está enfrentando algunos problemas domésticos y económicos desde que su esposo la abandonó, dejándole la responsabilidad de criar a sus dos pequeños hijos. Y, para empeorar las cosas, su casa empieza a sufrir incursiones de una grotesca presencia sobrenatural que a veces lastima a los niños. Entonces Madison acepta renuentemente la ayuda de su novio Nikolai (Arjun Gupta), un profesor de física que desde luego no cree en fantasmas, y está seguro de que debe haber una respuesta lógica al misterio.
Diagnóstico: Debido a mi ambivalente opinión sobre ambos temas, siempre me han interesado las películas de terror donde se enfrentan ciencia y superstición. No importa quién gane la batalla; simplemente me gusta explorar las diversas perspectivas que podrían explicar cualquier fenómeno de incierto origen. Claro, esto no significa que siempre sean buenas películas, pero al menos aportan un factor fresco y (pseudo)racional a la típica fórmula de fantasmas, posesiones o similares eventos sobrenaturales. The Diabolical es una de esas películas, y aunque su creativo desarrollo no alcanza un desenlace totalmente satisfactorio, me gustó mucho su astuta manipulación de géneros y su buena disposición para admitir ideas al mismo tiempo lógicas e inverosímiles para justificar la invasión de entidades en el modesto hogar de la protagonista.
Desde luego no pretendo revelar los pasos de la investigación, aunque no será difícil adivinar hacia dónde se dirige. Quizás fue un error del director/co-escritor Alistair Legrand (perfecto nombre para una novela de horror gótico) dejar tantas pistas sobre el misterio, lo cual debilita las sorpresivas revelaciones que nos esperan al final; pero al mismo tiempo aprecio que tenga suficiente confianza en el público para "completar el rompecabezas" por nuestra cuenta.
En los más simples aspectos de terror, The Diabolical funciona razonablemente bien porque Legrand emplea los obligatorios clichés de las casas embrujadas: una familia con problemas económicos, las visitas de incompetentes "caza-fantasmas", los niños ven cosas invisibles para los adultos, etc. Pero conforme avanza la historia los clichés ganan nuevo significado, enriqueciendo la narrativa y desafiando nuestras expectativas... excepto durante el mencionado final, cuando se apilan las coincidencias y pierden sentido las respuestas que los personajes buscaban. Ni hablar; lo importante es que el camino resultó bastante interesante, incluso si la conclusión se derrumba bajo el peso de su ambición.
Afortunadamente los problemas del libreto se ven atenuados por la diestra labor de los actores. Ali Larter tiene amplia experiencia en el género fantástico (Resident Evil: Extinction y Final Destination 2, entre otras), y nos presenta un personaje femenino creíble y bien desarrollado; me gustaría ver a esta actriz en una franquicia bien establecida de terror o ciencia ficción... pero The Diabolical no se presta para secuelas. Arjun Gupta interpreta un sincero "escéptico-creyente" que debe modificar su postura científica cuando la evidencia lo demanda; y los niños Max Rose y Chloe Perrin hacen un buen papel alternando entre víctimas potenciales y soporte emocional de su madre.
Por su parte, los perturbadores efectos especiales están bien implementados con una combinación de maquillaje y manipulación digital que complementa perfectamente el misterio central de la película; y aunque no es una cinta "gore", el director incluye un poco de sangre para hacer más viscerales sus terrores sobrenaturales (o como quiera que se interpreten).
A fin de cuentas me gustaron los audaces conceptos que fundamentan The Diabolical, así como su engañosa presentación de extraños fenómenos abiertos a interpretación. Y lo mejor es que nunca se abandona la experiencia humana de la protagonista y su familia, lo cual mantiene emocionalmente cautivo al espectador cuando entramos al abrumador terreno del “techno-babble” y las conspiraciones fantasmales (o lo que sean). Sin embargo, el bajo perfil y humilde ejecución de The Diabolical demeritan un poco su ingeniosa premisa, y la mantienen inevitablemente en el nicho de "B-Movie" con buenas ideas que no alcanzaron su potencial. Aún así me entretuvo con su refrescante receta de "casa embrujada", lo cual justifica una cauta recomendación para fans del cine fantástico que disfruten la mezcla de sabores, incluso si quedaron algunos grumos en la malteada de géneros. Lo mejor es tragarlos rápidamente y continuar hasta el final.
Calificación: 7.5
IMDb
Monday, November 9, 2015
Los Hijos del Diablo (The Hallow)
Síntomas: El botanista Adam Hitchens (Joseph Mawle), su esposa Claire (Bojana Novakovic) y su bebé se mudaron recientemente a una casa en el denso bosque irlandés para estudiar una plaga que está afectando a los árboles. Sin embargo, los granjeros locales les han advertido sobre el riesgo de invadir el bosque sin permiso de sus mágicos habitantes. Adam, desde luego, no cree en esas supersticiones... hasta que ciertos eventos le hacen sospechar que, en efecto, algo o alguien se oculta en la oscuridad y amenaza con dañar a su familia. ¿Serán los granjeros que quieren ahuyentarlo? ¿O las hadas y duendes del folclore irlandés?
Diagnóstico: ¿Los Hijos del Diablo? No sé exactamente qué película vieron los genios creativos que asignaron ese nombre a la cinta The Hallow, pero el título original se refiere a las mágicas criaturas que habitan los bosques irlandeses, según la mitología druida y celta. Las hadas, "brownies" y duendes (entre muchos otros) son generalmente descritos como entidades traviesas, pero con un lado malicioso (o incluso agresivo) cuando no reciben el respeto que merecen. Sin embargo The Hallow no es una fábula medieval, sino una cinta de terror contemporáneo, de modo que el director Corin Hardy (en su primer largometraje) no pierde oportunidad para incrementar la hostilidad de dichas criaturas, cuyas graduales incursiones en la vida de los Hitchens generan considerable tensión y angustia a una situación que empeora con cada error de los protagonistas.
Además, el imaginativo libreto de Felipe Marino añade un interesante ángulo biológico a las "magicas" criaturas para convertirlas en genuinos monstruos muy distantes de las idealizadas leyendas medievales. Quizás los puristas del folclore europeo sentirán que esta invasión de pseudo-ciencia diluye el encanto de los relatos tradicionales... pero al mismo tiempo integra las criaturas de The Hallow al "mundo real" que habitan los personajes humanos. En otras palabras, los "faerie folk" de esta película no son los coquetos y sofisticados personajes descritos por Neil Gaiman en "The Books of Magic", sino los monstruos ferales de Leprechaun's Revenge y El Laberinto del Fauno... pero sin el filtro de la imaginación infantil.
Para unificar mundos tan contradictorios, Hardy maneja la situación como una mezcla de casa embrujada y "creature feature". Los esposos notan extrañas manifestaciones en su nueva casa, y tardan bastante en identificar la naturaleza del terror. Pero cuando la historia arranca, lo hace a vertiginosa velocidad, incrementando el suspenso y desafiando nuestras expectativas sobre el rumbo que seguirá. Ese período de incertidumbre inicial se siente un poco largo y emplea demasiados clichés, como el anciano que odia a los extraños; el perrito que percibe el peligro pero nadie le hace caso (SPOILER: El perrito sobrevive... hasta cierto punto), y el cansado (aunque en este caso apropiado) truco del "bebé en peligro". Afortunadamente todo se conjuga al final para ofrecer una experiencia entretenida y llena de suspenso, apoyada por las sólidas actuaciones del minimalista elenco y excelentes efectos de criaturas y maquillaje apoyados por trucos digitales que nunca se sienten gratuitos, sino complementarios.
Repito entonces que no hay "diablos" ni descendientes satánicos en "Los Hijos del Diablo" (lo más cercano es un siniestro libro al estilo de The Evil Dead). En vez de eso tenemos una versión modernizada y semi-racional del folclore irlandés, bastante bien implementada en el aspecto narrativo y visual. Pero incluso si ignoramos el origen mitológico de los monstruos, nos queda una sólida cinta de terror, bien dirigida y actuada, que logra entretener/crispar al espectador durante noventa minutos de terror rural (¿o quizás sea "eco-terror"?) Se supone que el director Corin Hardy se encargará del "reboot" de The Crow, y aunque su buena labor en The Hallow no es garantía de calidad, me tranquiliza un poco saber que tiene talento para crear horror y suspenso sin descuidar el drama humano. Parece algo tan obvio, y sin embargo les falla a tantos...
Calificación: 8
IMDb
Saturday, November 7, 2015
007: Spectre (Spectre)
Síntomas: Después de una catastrófica misión no autorizada en la Ciudad de México, Ethan Hun..., perdón, James Bond (Daniel Craig) es suspendido del servicio secreto, al mismo tiempo que MI-6 sufre profundos cambios internos que harán obsoleta la división "00". Entonces, durante sus vacaciones forzadas, Bond decide emprender una arriesgada misión que recibió desde el más allá...
Diagnóstico: Después de la excepcional Skyfall (una de las mejores películas de James Bond, en mi humilde opinión), llega Spectre para decepcionarnos con la típica mediocridad de antaño, libre de suspenso, carente de personajes interesantes, y repleta de clichés disfrazados de nostalgia. ¿Dónde quedó la intensidad y resonancia emocional de Skyfall? Buena pregunta. Quizás SPECTRE se las robó.
Eso no significa que Spectre sea una mala película. Hay esbozos de un sólido argumento repleto de intriga política que podría haber funcionado como reinicio/renovación de la saga, pero el director Sam Mendes (junto con su escuadrón de escritores) no quiso quedarse en Londres, y mandó a Bond en sus acostumbrados viajes por exóticas locaciones, en busca de... no sé... cosas o personas que parecen importantes para la trama, aunque solo sirven como distractores para matar el tiempo (y muchos millones de dólares) hasta llegar al final, cuando por fin las cosas mejoran un poco.
Claro que la mejor distracción es la acción, y en ese aspecto Spectre cumple los mínimos requerimientos indispensables de un "blockbuster" moderno, ofreciéndonos persecuciones, explosiones (incluyendo una de las más grandes que he visto en el cine) y las acostumbradas balaceras donde decenas de esbirros no logran atinarle a Bond, mientras que él no falla un solo tiro. Bueno, falla algunos al final, pero el resultado es el mismo. Y desde luego merece mención la impresionante secuencia inicial: una larga toma contínua (supuestamente) que sigue a Bond mientras acecha una misteriosa figura durante el (supuesto) desfile de Día de Muertos en la Ciudad de México. Pero después de ese dinámico comienzo, Spectre nunca recupera la sensación de urgencia y propósito bien definido.
Admito que los mencionados clichés disfrazados de nostalgia me gustaron hasta cierto punto. Spectre incluye muchas referencias visuales, estilísticas y narrativas a la larga filmografía de James Bond; algunas son relevantes para la historia, mientras que otras son indulgencias para satisfacer a los "fanboys". Por el lado positivo, la banda sonora de Thomas Newman combina con gran efecto música electrónica y piezas orquestales en el mejor estilo de los sesentas. El matón principal del villano, interpretado por Dave Bautista (más conocido como Drax el Destructor) evoca la invencibilidad de Jaws y el feroz profesionalismo de Oddjob. Y en cuanto a la guarida del villano... bueno, no diré que está en una isla volcánica, pero se acerca bastante. Al menos hay un cráter involucrado.
En lo que respecta a los actores, Daniel Craig se siente más acartonado que nunca. En vez del carisma y controlada agresión de las cintas previas, Spectre lo encuentra mecánico y desinteresado. Y mejor ni mencionar a las "chicas Bond" en turno; Monica Bellucci aparece dos o tres minutos, mientras que Léa Seydoux se ve invariablemente incómoda en el papel de “mujer moderna e independiente” que se enamora de Bond porque así lo dicta el libreto, y no porque realmente notemos atracción o química entre los personajes.
Pero lo peor es el argumento, parcialmente copiado de Licence to Kill (Bond es expulsado de MI-6 y debe perseguir por su cuenta al villano en turno). Todas las películas de James Bond con Daniel Craig se han esforzado por hacer al personaje más moderno y "realista"... pero lo único que se les ocurrió fue eliminar los "gadgets" y fantástica tecnología de antaño. Por lo demás, Bond sigue siendo el invencible agente que siempre "cae en blandito" (literalmente, en el caso de Spectre), y no tiene dificultad alguna para viajar por el mundo, matar gente sin consecuencias legales y siempre verse como modelo de GQ (o su equivalente contemporáneo... no sé nada de moda). Claro, tampoco quiero ver media hora de James Bond sentado en el aeropuerto, mientras espera una cancelación para comprar su boleto de clase turista a Marruecos, porque sin el apoyo de MI-6 no puede pagar Primera Clase. Pero debe haber un punto intermedio entre el "glamour" de la saga y el hipotético realismo que los productores quieren alcanzar.
En fin... creo que Spectre me gustó un poco más que Casino Royale y la tediosa Quantum of Solace, pero desde luego parece un paso atrás después de la admirable Skyfall. Al parecer esta es la última película de Bond con Daniel Craig, y francamente no sé qué clase de cambio o estrategia podría interesarme en futuras películas de esta franquicia, que he seguido fielmente desde niño (la primera que vi en el cine fue The Spy Who Loved Me, así que nada más hagan cuentas)(o mejor no).
Entonces, creo que Spectre puede verse por el espectáculo visual de las competentes escenas de acción, y generalmente entretiene con su constante movimiento y melodrama artificial (incluyendo generosas dosis de incoherente "retcon"). Pero como supuesto parteaguas en la historia de este longevo personaje, me pareció una decepción. Definitivamente me quedo con Ethan Hunt y su equipo de Mission: Impossible. O incluso con las niñas espías de Barely Lethal. Al menos tenían más contacto con la "realidad" del espionaje.
Calificación: 7
IMDb
Friday, November 6, 2015
Mientras Somos Jóvenes (While We're Young)
Síntomas: Josh (Ben Stiller) y Cornelia (Naomi Watts) son una pareja estable y razonablemente feliz, pero empiezan a sentir algunos temores por la inevitable llegada de la edad madura. Entonces conocen a Jamie (Adam Driver) y Darby (Amanda Seyfried), un joven matrimonio "hipster" muy creativo y entusiasta que los inspira a probar cosas nuevas y recuperar la espontaneidad de sus vidas. Pero, ¿será realmente un cambio positivo?
Diagnóstico: No estoy seguro sobre el nicho o sub-categoría que Noah Baumbach ocupa dentro del cine indie, pero puedo asegurar que me gustan casi todas sus películas, ya sea en su faceta de director (The Squid and the Whale, Frances Ha) o como guionista (The Life Aquatic with Steve Zissou, Fantastic Mr. Fox). En Mientras Somos Jóvenes Baumbach ocupa ambas posiciones, y aunque no me pareció su mejor trabajo, terminé disfrutando su habitual recorrido por las neurosis y turbulencias internas de varios pintorescos personajes en distintas etapas de sus vidas.
El choque entre "hipsters" y "Gen-X" sugiere que Mientras Somos Jóvenes es una sátira de los clichés que identifican a estos grupos sociales, uno en ascenso y el otro con rumbo a la obsolescencia... o por lo menos a la complacencia pasiva (donde básicamente estoy viviendo desde hace años). Y, en efecto, existen momentos de sátira sobre los hábitos y afectaciones de ambas generaciones ("Su departamento está lleno de las cosas que nosotros tiramos", dice Cornelia); pero más allá de las comparaciones humorísticas y los chistes fáciles de sitcom, Baumbach construye personajes sinceros y realistas que desarrollan conexiones entrañables, a veces en contradicción con las ideologías que los impulsan. La amistad entre los jóvenes y la pareja madura parece extraña al principio, pero eventualmente nos damos cuenta de que, en efecto, ambos poseen cualidades que complementan sus respectivas necesidades emocionales. Josh y Cornelia tienen experiencia y un mejor conocimiento del "mundo real"; mientras que Jamie y Darby gozan la energía de la juventud y no están atados a una compleja red de obligaciones sociales o económicas, lo cual les da un grado de libertad fascinante para sus amigos maduros.
Al menos eso sentí durante la primera mitad de Mientras Somos Jóvenes; sin embargo Baumbach decidió complicar la narrativa con un "twist" durante el tercer acto que cuestiona las motivaciones de los personajes, tomando una inesperada tangente con tintes de thriller que se aleja del tema central de la película. O tal vez no; supongo que en cierto nivel el "twist" simplemente nos muestra la "brecha generacional" en un aspecto muy específico; pero al mismo tiempo requiere desplantes de los personajes que no se sienten consistentes con su previo comportamiento.
Esa sería mi principal queja sobre Mientras Somos Jóvenes; por lo demás, me pareció un notable estudio de carácter con excelentes actuaciones del elenco entero (incluyendo Charles Grodin como el exitoso padre de Cornelia), acompañado por una interesante premisa de “crisis personal” en el estilo de Woody Allen, y adornado con la melancólica sensibilidad de Baumbach, pero sin caer en los extremos "cute" de Wes Anderson.
La combinación suena atractiva (para mi), aunque la verdad es que Mientras Somos Jóvenes no ha encontrado buena respuesta entre la crítica y el público general. Entonces, es posible que mi identificación con la pareja "vieja" haya influido en mi reacción positiva... y ojalá justifique mi sincera recomendación, con la obligatoria advertencia de que no es una comedia tradicional de Ben Stiller. Claro, hay bastante humor en el libreto y en las actuaciones, pero nunca buscan las carcajadas, sino la astuta observación de detalles absurdos o incongruentes que divierten al mismo tiempo que nos invitan a pensar. En otras palabras, no esperen al Ben Stiller de Night at the Museum, sino al Ben Stiller de Greenberg (otra cinta de Noah Baumbach, curiosamente). Y tampoco esperen un final "feel good", sino más bien "feel weird". Esa perfecta escena final será parte de mi arsenal para responder la eterna pregunta "¿Por qué no tienes hijos?"
Calificación: 8
IMDb
Wednesday, November 4, 2015
Momentum
Síntomas: La experta ladrona profesional Alex Farraday (Olga Kurylenko) organizó un sofisticado asalto bancario, pero las cosas no salieron como esperaba. Y, peor aún, se robó accidentalmente un archivo digital de gran importancia para ciertos individuos muy peligrosos. Entonces Alex tendrá que huir y mantenerse con vida, a pesar de que se le están acabando los amigos y los lugares seguros donde esconderse. La única salida será el contra-ataque... pero su enemigo podría ser mucho más grande de lo que imaginaba.
Diagnóstico: Varios comentarios positivos en internet (incluyendo Fangoria.com) despertaron mi interés por el thriller Momentum. Y aunque tiene algunas buenas secuencias de acción y un poco de sangre (por no mencionar un par de cabezas decapitadas), a fin de cuentas se ve saboteada por un libreto demasiado convencional que se limita a regurgitar las fórmulas del género sin aportar algo nuevo o memorable. Entonces, su única gracia parece ser una intensa protagonista femenina, lo cual me pareció bastante correcto... pero no suficiente para recomendarla con excesivo entusiasmo.
No es la primera vez que Olga Kurylenko incursiona en el cine de acción (de hecho, su gran revelación fue como "chica Bond" en Quantum of Solace), pero siempre la habían relegado a damisela en peligro o "eye candy", supeditada a un héroe masculino. Por eso me dio gusto confirmar que Kurylenko tiene "madera" de protagonista, no sólo en lo que respecta a las peleas y balaceras, sino a su credibilidad en los momentos dramáticos de Momentum (bueno, dentro de los límites de una modesta cinta directa a vídeo... tampoco estamos hablando de Shakespeare). Probablemente Kurylenko no será coronada como sucesora de Milla Jovovich o Kate Beckinsale, pero al menos Hollywood tendrá una nueva alternativa cuando decidan reconsiderar sus políticas misóginas en los roles de acción.
Fin del comentario editorial. Regresando a Momentum, sabemos que cualquier héroe será evaluado de acuerdo su rival, y en este caso James Purefoy resulta ser un sólido antagonista, aunque ligeramente ridículo por su propensión al melodrama y los maquiavélicos monólogos (en serio, durante la escena de tortura tiene el monólogo de villano más largo que he visto en mi vida). Quizás el director primerizo Stephen S. Campanelli no tuvo el valor de controlar al actor, o pensó que sería buena idea añadir un poco de humor caricaturizando al enemigo (quizás para balancear su elevada maldad... como cuando ordena la ejecución de niños), pero a fin de cuentas no afecta mucho la película, que de cualquier modo no puede tomarse en serio. Hablando de lo cual, la breve intervención de Morgan Freeman añade un poco de clase a Momentum, aunque se nota claramente que filmó todas sus escenas en un par de horas, totalmente separado del elenco principal. Probablemente ni siquiera sabía de qué trataba la película... solo declamó unos cuantos diálogos con su habitual gravedad y cobró su cheque. Bien por él.
El argumento es bastante rutinario; el villano acecha sistemáticamente a los cómplices de Alex, al mismo tiempo que la hábil ladrona descubre la obligatoria conspiración que llega hasta los más altos niveles de... bueno, dejaré algunas sorpresas para quienes decidan ver Momentum durante un perezoso fin de semana. Como dije, el libreto no será muy innovador, pero mantiene cierta coherencia a lo largo de su enredado desarrollo... una cualidad que desafortunadamente no siempre encontramos en este tipo de películas; y si bien los actores no ganarán premios (excepto "Mejor Monólogo" para Purefoy y "Actuación Más Apática" para Freeman), muestran suficiente energía para capturar nuestro interés.
Entonces, Momentum hace honor a su título con un vertiginoso ritmo que generalmente logra distraernos de sus pifias narrativas. Lo mejor que puedo decir es que funciona en el mismo nivel que aquellas desechables B-Movies de acción directas a video con Olivier Gruner o Cynthia Rothrock, pero con sensibilidad moderna y sólida ejecución técnica. Y aunque dudo que Momentum signifique el inicio de una franquicia, estoy seguro de que Olga Kurylenko encontró un apropiado nicho para su talento, que con suerte será aprovechado en futuras cintas de similar calibre. Me apunto desde ahora como fan, siempre y cuando se enfrente con buenos villanos... y trabaje con libretos que no parezcan viejas fotocopias de los noventas. ¿No sufrimos bastante en aquella década?
Calificación: 7.5
IMDb
Monday, November 2, 2015
Halloween: Buscando el Terror (The Houses October Built)
Síntomas: Cinco amigos recorren el sur de los Estados Unidos en busca de las mejores "casas embrujadas" que se instalan durante la temporada de Halloween como atracción turística. Su propósito es encontrar la experiencia más extrema e impresionante... pero cuando creen haberla encontrado se dan cuenta de que podría ser más real de lo que esperaban.
Diagnóstico: Me extrañaba la ausencia de otra película de "found footage" en esta temporada de Halloween/Día de Muertos; pero, en efecto, Halloween: Buscando el Terror se estrenó puntualmente en cines para decepcionarnos con sus aburridos personajes y prefabricados terrores pseudo-documentales... por no mencionar la nausea de la "cámara en mano" que pretende expresar realismo, cuando en realidad se convierte en la más artificial excusa para filmar todo, en todo momento, sin importar la lógica de la premisa. Por cierto, en caso de que no quede claro, Halloween: Buscando el Terror no tiene nada que ver con la exitosa franquicia de Halloween, iniciada por John Carpenter. Hasta una de esas monótonas secuelas hubiera sido mejor que gastar hora y media en esta frustrante película.
Digo "frustrante" porque Halloween: Buscando el Terror comienza con una fascinante (aunque muy superficial) mirada a la industria de las casas embrujadas, lo cual me pareció más interesante que el eventual giro hacia el "terror". A decir verdad no me interesaron los grotescos disfraces y sangrientas exhibiciones (de todos modos cuesta trabajo distinguirlos por culpa de la espasmódica cámara en mano), sino los pintorescos individuos que trabajan en esos lugares, los trucos psicológicos que emplean para asustar a los visitantes, y sus opiniones personales sobre los elementos necesarios para sorprender al público. De hecho, me gustaría ver un documental formal sobre ese tema... algo así como Hell House, pero sin el ángulo religioso.
En fin... la primera hora de Halloween: Buscando el Terror nos muestra a los personajes discutiendo interminablemente durante su "road trip", con ocasionales visitas a casas embrujadas de variados estilos (incluyendo una con "zombie strippers"). Pero nunca quedan satisfechos. Entonces empiezan a notar cosas raras... gente disfrazada que los sigue de una ciudad a otra, e incluso los asusta cuando están lejos de las atracciones. Todo esto los lleva a descubrir una legendaria "casa embrujada", tan extrema y terrorífica que no aparece en los mapas, ni tiene una locación fija. Y, desde luego, cuando la encuentran se desata el terror real.
La idea es buena, pero una vez más el formato pseudo-documental arruina la experiencia, no solo por sus limitaciones técnicas, sino porque el director/escritor/productor/actor Bobby Roe lo toma como excusa para prescindir de un libreto coherente, o siquiera bien estructurado. Todo se siente mediocre e improvisado, desde los obligatorios sobresaltos hasta las actuaciones del elenco entero. Y mejor ni mencionar el final que no satisface, ni se toma la molestia de explicar las cosas, porque supongo que así es más "realista".
No veo razón para recomendar Halloween: Buscando el Terror (excepto para fans de los payasos diabólicos), y mucho menos para gastar tiempo y dinero en el cine, considerando que está en Netflix desde hace meses. Hay muchas y mejores películas de terror para disfrutar en esta temporada, y con el atractivo adicional de contar con libretos de verdad, así como directores de fotografía que creen en los trípodes y lámparas como herramientas fundamentales del cine. Claro, la oscuridad asusta... pero también aburre si no entendemos lo que oculta.
Calificación: 5
IMDb
Sunday, November 1, 2015
El Último Cazador de Brujas (The Last Witch Hunter)
Síntomas: Hace varios siglos una orden secreta de monjes guerreros se infiltró en la guarida de la Reina Bruja (Julie Engelbrecht) para vengar las múltiples muertes ocasionadas por su aquelarre. Tras una feroz (y absolutamente confusa) batalla, la Reina fue eliminada... pero con su último aliento maldijo a Kaulder (Vin Diesel), el único sobreviviente, otorgándole inmortalidad para vagar eternamente por la Tierra. Y ahora, ochocientos años después, Kaulder continúa su labor divina de mantener bajo control a las brujas modernas, con ayuda de su nuevo "confesor", Dolan No. 37 (Elijah Wood). Su primera misión: averiguar quién asesinó al Dolan No. 36 (Michael Caine), y con qué motivo.
Diagnóstico: No sé si los productores de El Último Cazador de Brujas querían establecer la próxima gran franquicia de Vin Diesel, o si simplemente lo contrataron para tener un rostro familiar que le diera un poco de personalidad a su blanda película. Cualquiera que haya sido el plan, fracasó estrepitosamente, pues El Último Cazador de Brujas no inspira ganas de ver una secuela, ni logra trascender la inherente inspidez de su argumento, integrado por clichés y fórmulas copiadas de películas igualmente malas, lo cual parece un error mayúsculo... y sin embargo no es el principal problema de esta cinta.
Para ser más claros, podríamos clasificar El Último Cazador de Brujas en la misma categoría de cintas como Priest, Legion y Legend of Hercules... historias con personajes subdesarrollados y estructuras modulares, como genéricos videojuegos libres de emoción o creatividad: "Para cumplir nuestra arbitraria misión, necesitamos el McGuffin Mágico del Destino; para conseguirlo hay que visitar el Sitio A, pelear contra un "boss" y obtener el Objeto B; luego pasar al Sitio C, luchar contra otro "boss" y obtener el Objeto D... y así, sucesivamente, hasta llegar al Final Boss". Pero eso sí, cada paso en la historia requiere un derroche de efectos digitales que podrán ser vistosos por derecho propio, aunque nunca funcionan como sustituto del drama y cohesión narrativa que el libreto ni siquiera se interesa en conseguir.
La misión, en este caso, es descubrir quién mató al venerable personaje interpretado por Michael Caine... lo cual significa que este maravilloso actor tiene muy poco tiempo en pantalla. Pero a fin de cuentas no importa mucho, pues su papel de "Alfred" tampoco resulta particularmente interesante. Elijah Wood, como su sucesor, tiene potencial de ser un eficaz "Robin", cuya juventud e inexperiencia lo convierten en un adecuado suplente del espectador, permitiendo nuestra gradual introducción al exótico mundo sobrenatural que se oculta bajo la fachada de "normalidad" en Nueva York (esta parte me recordó algunos libros de Clive Barker, lo cual suena demasiado bueno para esta mediocre película), así como la misteriosa orden de la Cruz y la Espada (básicamente Men in Black, pero con brujas en vez de aliens) que mantienen bajo control el uso de magia negra en el entorno humano (¿o quizás sería más apropiado compararlo con el Ministerio de Magia en el universo de Harry Potter?) Desafortunadamente Wood no tiene mucha oportunidad de guiarnos por ese mundo de sombras, pues se ve reemplazado por la más atractiva Rose Leslie (egresada de Games of Thrones y Downton Abbey cuyo trabajo admiré en la reciente cinta de terror Honeymoon), una "bruja blanca" que termina ayudando a Kaulder en su tediosa cruzada para evitar el fin del mundo, o algo así.
A pesar de tantas quejas, no niego que El Último Cazador de Brujas alcanza el mínimo grado de entretenimiento para llenar dos olvidables horas con clichés de fantasía contemporánea repleta de vistosas imágenes para adornar las confusas peleas y secuencias de acción emocionalmente vacías.
Y eso describe la experiencia general de El Último Cazador de Brujas: una producción visualmente competente y dramáticamente estéril, con actuaciones adecuadas para los burdos requerimientos del libreto, y dirigida por Breck Eisner (Sahara, The Crazies) con cierto estilo, pero nula visión artística. Quizás los admiradores incondicionales de Vin Diesel disfrutarán un poco más sus aventuras como "man in black" sobrenatural (¿no vimos eso en R.I.P.D.?), mientras que los fans de las brujas y aquelarres podrán finalmente verlas representadas en una costosa producción hollywoodense... aunque en ese caso recomendaría la superior película española Las Brujas de Zugarramurdi, mucho más divertida y rebosante de personalidad. El Último Cazador de Brujas no pasa de ser un portafolio de efectos especiales conectados por torpes diálogos que se toman demasiado en serio. Creo que las brujas de Charmed eran más temibles y mejor organizadas.
Calificación: 6 (sería 5 sin Michael Caine)
IMDb