Monday, November 16, 2015
Bus 657: El Escape del Siglo (Heist - Bus 657)
Síntomas: Para pagar la operación que su pequeña hija necesita urgentemente, Luke Vaughn (Jeffrey Dean Morgan) acepta participar en un audaz robo del casino donde trabaja. El plan, desde luego, no sale como los ladrones esperaban, y se ven obligados a escapar en un camión lleno de pasajeros mientras los persigue la policía. Sin embargo el mayor peligro no será la justicia, sino el despiadado Mr. Pope (Robert De Niro), el dueño del casino que no se detendrá hasta hacer pagar a los culpables.
Diagnóstico: Allá por el 2009 me impresionó mucho The Tournament, una modesta cinta independiente de acción realizada con poco dinero, pero más ingenio y energía que muchos "blockbusters" hollywoodenses. En aquel entonces pensé que el director Scott Mann tendría un gran futuro en la industria cinematográfica, pero por alguna razón tardó seis años para realizar un nuevo proyecto. Y aunque esta vez consiguió estrellas como Robert De Niro, Jeffrey Dean Morgan y Gina Carano, el libreto que seleccionó está plagado de agujeros y situaciones absolutamente inverosímiles que opacan las competentes actuaciones, la sólida dirección, y el suspenso requerido por una clásica "heist movie" (como bien describe el título original en inglés) que, a pesar de sus múltiples problemas, logra entretener al espectador a lo largo de hora y media... y nada más.
Como es frecuente, Robert De Niro aparece prominentemente en los créditos y publicidad de Bus 657: El Escape del Siglo (en lo sucesivo voy a abreviar el título a Bus 657), pero su participación es secundaria, ocupando poco tiempo en pantalla. Claro que este legendario actor no necesita mucho tiempo para dibujar eficientemente el personaje de Mr. Pope, un gángster "old school" que pone mayor énfasis en sus principios (criminales) que en el dinero recaudado por su casino flotante (no es un casino estilo Las Vegas, sino un barco-casino anclado en un río de Alabama). Ahora que lo pienso, la inflexible ideología de Mr. Pope podría explicar algunas ridículas decisiones que toma durante los momentos más críticos de la película... pero no basta para justificar los incongruentes cambios de carácter que le asigna el guionista Stephen Cyrus Sepher cuando no encuentra otra salida del laberinto narrativo en el que se metió.
Y lo mismo ocurre con la Agente Kris Bajos, interpretada por Gina Carano. Su habilidad física encaja a la perfección en el papel de ruda policía dispuesta a todo para atrapar a los ladrones (aquí debo señalar que su talento histriónico no ha mostrado gran mejoría desde Haywire), pero no hay nada que garantice la instantánea confianza que siente hacia Luke, ni explica sus arriesgadas acciones en oposición directa con las órdenes de sus superiores. Una cosa es "policía rebelde que no obedece las reglas" y otra es "negligencia criminal en el cumplimiento del deber".
Eso nos deja con los mejores integrantes del reparto: Jeffrey Dean Morgan como el ladrón con corazón de oro, y Dave Bautista como el arquitecto del plan y "cañón suelto" cuando las cosas no salen como esperaba. Con esta película y su excelente (aunque corto) desempeño en Spectre, creo que se perfila una brillante carrera dramática para este ex-luchador, que rápidamente trascendió el papel de Drax el Destructor que lo hizo famoso en Guardians of the Galaxy (al menos famoso entre geeks como yo que no sabemos nada de lucha libre o MMA).
Ayuda un poco que las actuaciones sean mejores que el libreto, pero la planeación y ejecución del "gran golpe" me pareció absolutamente absurda, libre de lógica o realismo. Por ejemplo: ¿un casino que cierra de noche? ¿Y que no tiene cámaras de seguridad? Ese es tan solo el principio de los problemas; eventualmente encontraremos los abruptos cambios de conducta y terribles decisiones que mencioné antes. Y, bueno, el final incluye un "deus ex-machina" de proporciones potterianas.
Sin embargo, no puedo negar que la ágil dirección de Scott Mann, la honesta entrega de los actores (hasta De Niro parece levemente interesado en su prefabricado personaje) y la adecuada tensión que sentimos durante la extensa persecución (siempre y cuando los abismos lógicos no nos "saquen" de la película) bastan para darle a Bus 657 una cauta recomendación, acompañada por la previa advertencia contra un libreto cuya ambición excedió el talento del escritor. Aún así seguiré interesado en la obra futura de Scott Mann, pues si logró tanto con un material tan deficiente, imaginen lo que hará cuando caiga en sus manos un buen guión con apoyo de algún gran estudio. O incluso si tiene que regresar a las B-Movies directas a video, no hay problema... ahí también necesitamos calidad. Urgentemente.
Calificación: 7
IMDb
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