Monday, October 14, 2019
La Posesión de Mercy Black (Mercy Black)
Síntomas: Cuando era una niña, Marina Hess (Daniella Pineda) apuñaló a una amiga para conjurar una entidad sobrenatural llamada Mercy Black. A consecuencia de ese incidente, Marina pasó quince años en una institución psiquiátrica; pero finalmente recobró su libertad, y está lista para continuar su vida... si es que su pasado lo permite.
Diagnóstico: El estudio independiente Blumhouse ha hecho notables contribuciones al cine fantástico del siglo veintiuno (entre mis ejemplos favoritos: Get Out, Upgrade y The Town That Dreaded Sundown). Pero su estrategia económica también incluye el lanzamiento de obras genéricas y olvidables que, por malas que parezcan, resultan suficientemente redituables para mantener el estudio en funcionamiento. La Posesión de Mercy Black es una de esas películas.
Sobra decir que no hay posesión alguna en La Posesión de Mercy Black (tal vez el traductor mexicano está poseído, pero no tengo manera de confirmarlo). En vez de eso, la cinta sigue la fórmula de "leyenda paranormal atormentando a una familia" que se utilizó en cintas como The Curse of La Llorona y Mara. Como tal, la historia sigue una ruta cómoda y predecible, con ligeras variantes para ganar identidad propia, y con la mínima cantidad de "horror" (clasificación PG-13) para validar su existencia. Pero aún con tantas atenuantes, es difícil recomendar La Posesión de Mercy Black.
Supongo que la trama está inspirada en la tragedia real de la niña que apuñaló a una compañera para complacer a Slender Man. Pero como ya hay película de Slender Man, el director y guionista Owen Egerton (Blood Fest) decidió inventar su propia leyenda, con resultados blandos y aburridos.
Cuando sale de la institución psiquiátrica donde pasó quince años, Marina Hess (Daniella Pineda) se muda a la granja familiar con su hermana Alice (Elle LaMont) y su pequeño sobrino Bryce (Miles Emmons); y de inmediato Marina percibe extraños fenómenos que ella interpreta como remanentes de su trauma psicológico. Pero cuando Bryce también ve cosas raras, Marina empieza a aceptar que Mercy Black es real, y que su familia está en peligro. A partir de ese momento el libreto se dedica a introducir personajes secundarios que servirán como víctimas (empezando por el perro Rowlf, desafortunadamente) cuando Mercy manifiesta su presencia, exigiendo que Marina cumpla la promesa que hizo quince años atrás.
La naturaleza de esa promesa representa el tenue misterio que sustenta las muertes y flojos sobresaltos de La Posesión de Mercy Black. Por medio de "flashbacks" nos enteramos de lo que ocurrió en aquella fatídica noche cuando Marina atacó a su amiga... y obviamente las cosas no son lo que parecen. Pero para entonces yo ya estaba bostezando, y no me importó mucho conocer la verdad, así como el inevitable "twist" que no vi venir. Para ser justos, Egerton lo disfrazó bastante bien; solo faltó un contexto suficientemente interesante para hacerlo más impactante.
La otra sorpresa de La Posesión de Mercy Black fue la presencia de Jeanane Garofalo, aquella icónica comediante de la "Generación X" que desapareció en los noventas, y solo esporádicamente acepta papeles secundarios, tal vez como favor para un amigo, o para pagar las mensualidades de su hipoteca. Siempre que ocurre esto creo que estamos presenciando el inminente "regreso" de Garofalo... pero nunca se ha concretado, así que ya no me entusiasman sus semi-cameos.
Fuera de eso, La Posesión de Mercy Black ocupa noventa inofensivos minutos que no dejan marca alguna en la conciencia del espectador. Quizás los fans de Daniella Pineda (Jurassic World: Fallen Kingdom; la serie The Originals) disfrutarán su desganada actuación; y los estudiosos del neo-folclor en la era digital encontrarán otra apócrifa leyenda para añadir a su tesis sobre mitos inspirados por Hollywood (título sugerido: "Di Su Nombre Frente al Monitor: La Evolución de la Leyenda Urbana en la Era del Streaming"). Mándenme una copia dedicada, por favor.
Calificación: 5
IMDb
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