Friday, August 3, 2018
La Piel Fría (Cold Skin)
Síntomas: En el año 1914, un meteorólogo inglés (David Oakes) acepta pasar un año en una remota isla, registrando las fluctuaciones del viento. Su única compañía será Gruner (Ray Stevenson) el lunático encargado del faro local. Sin embargo la isla guarda un secreto que cambiará sus vidas... o tal vez las extinguirá.
Diagnóstico: Después de la mediana The Crucifixion, el director francés Xavier Gens (The Divide) regresa con un estilo muy diferente de terror, combinando elementos lovecraftianos (parece que están de moda entre los cineastas europeos) con un intenso estudio de carácter que examina el conflicto interno y externo de dos hombres compartiendo circunstancias desesperadas.
La historia es extremadamente simple: Gruner y su Amigo (nunca se revela el nombre del meteorólogo) fortifican el faro durante el día, y de noche enfrentan una perturbadora amenaza proveniente del mar. Y así se repite la rutina una y otra vez. Y otra vez. Es como Minecraft acuático, y con un bizarro triángulo romántico que no describiré para guardar las escasas sorpresas de la película.
Al principio es interesante descubrir los secretos de la isla desde la perspectiva de Amigo, un individuo racional y civilizado que debe adaptarse a las situaciones de vida o muerte que encuentra desde su primera noche, las cuales además desafían su estricto entrenamiento científico. Y, al mismo tiempo, Gruner revela gradualmente la magnitud de su locura, tal vez inspirada por la soledad de la isla... o por sus considerables perturbaciones psicológicas, que podrían ser más peligrosas para Amigo que cualquier amenaza del mar.
La dirección de Xavier Gens sugiere aspiraciones artísticas que el libreto no siempre puede cumplir. Tal vez una sensibilidad "pulp" le hubieran sentado mejor a La Piel Fría (cintas como The Monster y The Hallow demostraron la compatibilidad de las "creature features" con un sólido trasfondo psicológico), en vez del portentoso melodrama y los afectados monólogos del narrador que terminan sintiéndose más pretenciosos que poéticos.
Por otro lado, los efectos digitales me parecieron bastante buenos, con una variedad de entornos realistas y criaturas convincentes; las locaciones capturan con perfecta atmósfera el aislamiento literal y metafórico de los personajes; y, aunque se trata de una producción española filmada en inglés y basada en una novela de Alberto Sánchez Piñol, la influencia de Lovecraft enriquece la narrativa evocando obras como Dagon y The Shadow Over Innsmouth, no solo en la superficie (ja, ja), sino en el subtexto de habitar dos mundos sin pertenecer a ninguno. O, para usar una referencia más popular, también podríamos comparar La Piel Fría con ciertos aspectos de The Shape of Water.
No puedo culpar a Xavier Gens por su ambición de hacer una película seria de terror, con un nivel dramático y artístico que rara vez encontramos en este género. Sin embargo La Piel Fría es básicamente una B-Movie con buenos valores de producción, y le hubiera convenido (en mi humilde opinión) adoptar un tono más ligero, pero sin descuidar la buenas actuaciones y los emotivos temas de soledad y redención que establece el libreto de Jesús Olmo y Eron Sheean.
Como sea, La Piel Fría cuenta una historia interesante, nos muestra imágenes impactantes, y rinde oblicuo tributo a uno de mis autores favoritos, todo lo cual basta para darle una recomendación por su simple capacidad de entretener sin insultar nuestra inteligencia. Sin embargo, estimo que no será muy relevante para el cine de terror, ni para la filmografía de Xavier Gens. Considerando su talento, creo que su mejor trabajo yace en el futuro; solo es cuestión de encontrar el libreto correcto y aplicar su magia narrativa. Una idea: en vez de tantos "tributos", ¿por qué no adaptar las genuinas obras de H.P. Lovecraft? Nos acercamos al centésimo trigésimo aniversario de su nacimiento; sería bueno celebrarlo con una buena película. Para variar.
Calificación: 8
IMDb
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