Monday, October 31, 2016
I Am the Pretty Thing That Lives in the House
Síntomas: La enfermera Lily Saylor (Ruth Wilson) fue contratada para cuidar a Iris Blum (Paula Prentiss), una famosa autora de novelas de terror que quiere pasar sus últimos días en su vieja casona de campo. Pero los días se extienden a meses, durante los cuales Lily experimenta extraños eventos que podrían relacionarse con el trágico pasado de la casa... y con las novelas de Iris.
Diagnóstico: Hace poco escribí sobre la notable cinta February, del director Osgood Perkins (estrenada en México bajo el título de "La Enviada del Mal"); y ahora, apenas dos semanas después, descubrí que su nueva película, I Am the Pretty Thing That Lives in the House, fue adquirida por Netflix para distribución digital internacional. ¿Coincidencia? Sí.
Creo que February me gustó más por sus complejos personajes y creativa estructura; sin embargo I Am the Pretty Thing That Lives in the House muestra con igual eficiencia el talento de Perkins para destilar los componentes de una "casa embrujada" y convertirlos en algo más refinado y cerebral... casi poético. Rechazando los clásicos trucos del género, Perkins se enfoca en la delicada psicología de la protagonista, cuya vulnerabilidad la convierte en terreno fértil donde florecerá la paranoia creada por una presencia sobrenatural en busca de atención... o al menos simpatía.
Desafortunadamente esta elevada ambición artística no se traduce en una película ágil o entretenida; por el contrario, I Am the Pretty Thing That Lives in the House se siente a veces lenta y frustrante (por no mencionar pretenciosa... solo vean ese título). La película dura aproximadamente noventa minutos, ochenta de los cuales transcurren entre crípticos monólogos de la incorpórea narradora, y escenas de Lily caminando por la casa, trabajando en la cocina, leyendo libros, o examinando el moho que se está formando en una pared. Sin embargo, el director Osgood Perkins imbuye una tensa atmósfera que vuelve hipnóticas hasta las más pueriles escenas... siempre y cuando tengamos la paciencia necesaria para aguantar el lánguido ritmo de la historia, y no esperemos sobresaltos constantes, apariciones digitales, o cualquiera de los demás clichés comunes en el horror contemporáneo.
Y la recompensa de esa paciencia son las migajas narrativas que Perkins nos deja a lo largo del camino, las cuales bastaron para mantenerme interesado en la resolución del gran misterio. No es un misterio particularmente complicado, pero su metódico desarrollo me pareció al mismo tiempo orgánico e intuitivo, alimentado por ambiguos "flashbacks" que podrían reflejar eventos reales, o fantasías de Lily, o quizás la imaginación de la semi-catatónica Iris. Definitivamente hay respuestas a las múltiples incógnitas que plantea I Am the Pretty Thing That Lives in the House... pero hay que trabajar para encontrarlas.
Si eso suena como una experiencia estimulante, probablemente apreciarán las parsimoniosas virtudes de esta cinta; si no, será mejor alejarse de ella y buscar algo más "normal" (Lights Out, Last Shift y The Conjuring 2 me parecieron buenas alternativas recientes de horror sobrenatural). Y, bueno, siempre queda conformarse con la excepcional cinematografía servida por Julie Kirkwood, la crispante música de Elvis Perkins, y el excelente desempeño de las tres actrices que complementan el rompecabezas físico y espiritual del libreto: Ruth Wilson captura sin dificultad el temperamento de una enfermera eficiente y pragmática, pero no inmune a la soledad y traumas emocionales del pasado. Lucy Boynton interpreta a la enigmática Polly (creí que ya había logrado olvidar "The Riddle of the Model"); y sin duda me gustó ver de nuevo en la pantalla a la veterana Paula Prentiss (¡una de las originales "Stepford Wives"!) en el papel de Iris Blum, casi muda, pero aún así expresiva.
Lo cual también describe la totalidad de I Am the Pretty Thing That Lives in the House. En vez de horror, diría que se trata de una íntima tragedia doméstica sobre soledad y arrepentimiento, aderezada por tenues elementos sobrenaturales. Así es el estilo de Osgood Perkins: primero se define el drama, y luego se exploran sus consecuencias... en esta vida u otra. Quiero ver más de sus experimentos, pero estaré mejor preparado con una taza de café.
Calificación: 7.5
IMDb
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