Síntomas: En un remoto "sitio negro" de la CIA, la analista Abby Trent (Michelle Monaghan) se prepara para interrogar a un terrorista conocido como "Hatchet" (Jason Clarke)... sin saber que eso es exactamente lo que quiere el prisionero.
Diagnóstico: Entre todas las imitaciones de Die Hard que he visto en mi vida, no recuerdo una con protagonista femenina. Eso fue lo que despertó mi interés por la nueva cinta Black Site ("Die Hard en una prisión"); y aunque sufre ocasionales deficiencias, también cuenta con una ingeniosa premisa, altos valores técnicos (con algunas excepciones), y una carismática protagonista que nos atrapa en el suspenso de la situación. En otras palabras, Black Site me pareció una sólida B-Movie redimida por la convicción de Michelle Monaghan y un misterio más complejo de lo que imaginamos al principio.
Black Site se desarrolla en Jordania (filmada realmente en Australia), donde una coalición internacional construyó una prisión secreta llamada "Citadel", con el fin de encarcelar a los terroristas más peligrosos del mundo, e interrogarlos con métodos que nunca serían legales en jurisdicciones donde se respetan los derechos humanos. Supongo que el fin justifica los medios, sobre todo en asuntos de seguridad global.
La supervisora de la prisión es Abby Trent (Michelle Monaghan), respetada analista de la CIA con una motivación muy personal para perseguir y capturar al enigmático terrorista conocido como "Hatchet" (Jason Clarke). Pero cuando Hatchet llega al Citadel, los agentes de la CIA encargados del transporte ignoran los protocolos de Abby e inician su propio interrogatorio... con trágicos resultados que ponen en peligro a los guardias y reclusos de la instalación.
La directora Sophia Banks (haciendo su debut en largometrajes) tiene mejores instintos para las palabras que para la acción. Esto significa que las partes "serias" de Black Site resultan más interesantes que el combate, técnicamente bien realizado, pero sin la energía necesaria para sentir el impacto visceral de las peleas y los balazos. No pude evitar comparaciones entre Black Site y One Shot, una de las mejores "indies" de acción recientes (con un argumento similar); por otro lado, las actuaciones de Black Site y el conflicto entre Abby y el villano alcanza un realismo emocional rara vez obtenido en este género, lo cual le da una clara ventaja en el aspecto dramático.
También merecen mención las locaciones y diseño de producción. Casi toda la película transcurre en los estrechos corredores de la prisión, pero los exteriores son bastante impresionantes, y contribuyen a la atmósfera de aislamiento que cobra nueva relevancia en el tercer acto de la cinta. Y aunque el libreto de John Collee y Jinder Ho tiene algunas grietas lógicas (¿exactamente por qué hay tantos explosivos en una prisión llena de terroristas?), me gustó la gradual revelación de secretos que nos obligan a replantear la situación.
Como siempre, debo advertir que mis elogios deben tomarse en el contexto del Cine B de bajo presupuesto. El elenco incluye actores relativamente famosos como Michelle Monaghan (Mission: Impossible III), Jason Clarke (Terminator Genisys) y Jai Courtney (A Good Day to Die Hard); pero también encontramos las típicas huellas de un proyecto desechable realizado a bajo costo (algunos efectos especiales son excelentes; pero las explosiones digitales se ven terribles). De cualquier modo me gustó encontrar una versión femenina de John McClane (¡con la misma playera blanca!) (y desde luego manteniendo respetuosa distancia con aquel icónico personaje) que no le pide nada a los genéricos héroes de todas esas copias de Die Hard que mencioné al principio. Además, como dije, el final promete una secuela justificada por los eventos de Black Site, y no por la codicia de los productores. Y eso es genuina innovación.
Calificación: 7
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