Cadáver (The Possession of Hannah Grace)

Síntomas: La joven Hannah Grace (Kirby Johnson) fallece durante un exorcismo, y su cadáver llega al hospital donde Megan Reed (Shay Mitchell) empieza su trabajo como recepcionista nocturna de la morgue. Y, así, durante su primera noche, Megan descubre que su nuevo puesto no es tan apacible como esperaba.

Diagnóstico: La premisa de Cadáver es bastante buena, pero está obviamente "inspirada" en dos superiores cintas independientes: The Autopsy of Jane Doe y Last Shift. Sin embargo, el problema no es tomar prestadas ideas de aquellas cintas, sino desperdiciarlas en una historia tediosa y rutinaria que no sabe qué hacer con sus múltiples atributos. En fin... supongo que eso pasa cuando los grandes estudios (Sony/Screen Gems en este caso) intentan hacer horror por comité, libre de visión y creatividad, pero con amplio respaldo mercadológico.
La actriz Shay Mitchell cultivó un buen número de admiradores durante las 93 temporadas de Pretty Little Liars (tal vez estoy exagerando), y los ejecutivos de Sony quisieron explotar esa "sinergia corporativa" con una genérica cinta de terror que no requiere gran inversión ni complicaciones artísticas.
La historia es simple, pero con buen potencial: Megan Reed es una ex-policía con un pasado tormentoso que encontró empleo gracias a su amiga Lisa (Stana Katic, absolutamente desperdiciada en sus dos escenas) en un gran hospital de Boston como recepcionista nocturna en la morgue. Entonces llega el cuerpo horriblemente mutilado de Hannah Grace, y empiezan los fenómenos paranormales. ¿O será la imaginación de la ex-adicta Megan, quien aún está traumatizada por la tragedia que terminó su carrera policíaca?
El director holandés Diederik Van Rooijen (haciendo su debut en Hollywood) aprovecha los fríos pasillos de la morgue para crear una atmósfera sombría y amenazadora, con múltiples detalles visuales que incrementan la paranoia de Megan (y del público), al mismo tiempo que establecen una rutina que se verá interrumpida por ruidos misteriosos, fallas en instrumentos médicos, y sutiles pero inexplicables cambios en el cadáver de Hannah.
Desafortunadamente el sólido comienzo empieza a declinar conforme el libreto de Brian Sieve (Boogeyman 2, lo cual explica mucho) busca maneras de asustarnos, pero sin tomarse la molestia de crear una mitología lógica o creíble. No tengo problema alguno con el concepto central de la cinta, pero tampoco puedo disculpar un desfile de manifestaciones sin sentido alguno, revelando la pereza (o ineptitud) de un guionista que invariablemente toma la ruta del menor esfuerzo con la esperanza de que ruidos fuertes y forzados sobresaltos bastarán para satisfacer al público. Eso sí, el diseño de audio de Cadáver me pareció excelente, sobre todo en un cavernoso cine con buen sistema de sonido y solo tres espectadores (incluyéndome).
Y lo peor es que, incluso con clasificación "R", Cadáver tampoco ofrece suficiente sangre ni violencia para compensar su insípido "terror". El mejor efecto de la película es la gimnasta Kirby Johnson, cuya asombrosa flexibilidad permite inhumanos movimientos y contorsiones que podrían significar residuos de un exorcismo fallido, o alucinaciones que aún persiguen a Megan por la obligatoria Tragedia Del Pasado©.
Eventualmente llegan algunas flojas explicaciones que le dan un poco de dirección a la historia durante el tercer acto. Sin embargo fue demasiado tarde para rescatar la experiencia de Cadáver, la cual solo podría recomendar para devotos de Shay Mitchell que quieran apoyar su transición a cine. Para todos los demás, recomendaría ver las mencionadas cintas The Autopsy of Jane Doe y Last Shift, para confirmar que Hollywood ni siquiera es capaz de copiar bien las ideas que roba desvergonzadamente. Aún así sigue siendo más fácil que crear su propio material.
Calificación: 6 (solo por Shay Mitchell y el diseño de audio)

IMDb