Síntomas: Johnny (Joaquin Phoenix) tiene que cuidar a su sobrino Jesse (Woody Norman) mientras su hermana Viv (Gaby Hoffmann) atiende a su esposo enfermo.
Diagnóstico: En su nivel más elemental, C'Mon C'Mon es un gentil melodrama "feel good" sobre dos personas muy distintas (un cínico reportero y un niño inseguro) que aprenden valiosas lecciones mientras forman una entrañable amistad a pesar de sus diferentes temperamentos y perspectivas del mundo. Nada nuevo en realidad, pero presentado por el director Mike Mills con excelente estilo visual y realismo emocional, auxiliado por perfectas actuaciones de Joaquin Phoenix y el niño Woody Norman. Su peculiar visión de una "pareja dispareja" trasciende la brecha generacional para reflexionar sobre temas que afectan a la humanidad entera, sin importar la edad o ubicación geográfica.
Sin embargo, el auténtico valor de C'Mon C'Mon (en mi humilde opinión) se oculta en el reportaje que Johnny (Joaquin Phoenix) está realizando sobre la juventud de los Estados Unidos. A lo largo de la película Johnny entrevista a niños y adolescentes reales (no actores) sobre sus temores y esperanzas para el futuro. Las entrevistas ocupan una porción relativamente pequeña de la película, pero ejercen una poderosa influencia sobre la trama principal, complementando sus ideas, y añadiendo significado a las triviales aventuras de Johnny y su sobrino en la gran ciudad. En resumen: una compleja experiencia narrativa que expresa mucho con muy poco, y se queda en la memoria a pesar de su simplicidad estructural.
Habiendo dicho eso, mi actuación favorita fue la de Gaby Hoffmann (Obvious Child) en el papel de Viv, la hermana de Johnny y madre de Jesse (Woody Norman) que está lidiando con una crisis mental de su esposo. La relación entre Viv y Johnny se vio afectada por una reciente tragedia; y además ella duda que su hermano sea suficientemente responsable para cuidar a un niño. Pero sus frecuentes conversaciones telefónicas restauran gradualmente la conexión fraternal, y les ayudan a comprender sus opiniones y respetar sus diferencias. En particular aprecié la honestidad de Viv sobre las dificultades de la maternidad en el mundo moderno, repleto de retos y expectativas irracionales que a veces la hacen resentir a Jesse. Desde luego Viv quiere mucho a su hijo y se preocupa por su bienestar... pero también es una persona normal capaz de sentir cólera y frustración sin que ello demerite su amor materno.
Por su parte, Mike Mills (Thumbsucker) dirige C'Mon C'Mon con una sensibilidad "new wave" (me refiero a la corriente francesa de los años sesentas), expresada en la ecléctica banda sonora que abarca desde Mozart hasta Lou Reed; en las citas literarias que ilustran la transformación interna de Johnny; y en la maravillosa cinematografía en blanco y negro que aporta una rica atmósfera a pesar de los genéricos escenarios urbanos. Incluso en las escenas lentas y repetitivas de C'Mon C'Mon pude distraerme con las preciosas imágenes capturadas por el director de fotografía Robbie Ryan.
Mi única advertencia sobre C'Mon C'Mon (además de ese torpe título) es que su lento ritmo y abruptas digresiones no encajan confortablemente en las fórmulas del cine comercial, y exigen un cierto un nivel de paciencia que podría desesperar a algunos espectadores. Por lo demás, C'Mon C'Mon me pareció una experiencia recomendable para fans del cine "indie", y para adultos cínicos como yo que necesitan un poco de optimismo sobre las siguientes generaciones. Ojalá incluyan el reportaje de Johnny como "extra" del BluRay.
Calificación: 8.5
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