Síntomas: En la década de los cincuentas, la rivalidad entre dos pandillas neoyorquinas explota en violencia cuando la joven María (Rachel Zegler) se enamora de Tony (Ansel Elgort), desafiando las órdenes de su hermano Bernardo (David Álvarez).
Diagnóstico: Me gustan ALGUNAS películas musicales (como Jesus Christ Superstar, The Rocky Horror Picture Show y Pitch Perfect), pero no soy devoto del género. Sin embargo admiro al director Steven Spielberg, y sentía curiosidad por su versión de Amor Sin Barreras, basada en la exitosa obra teatral que fue previamente adaptada a cine en 1961. Independientemente de mi opinión sobre los musicales, Spielberg es garantía de interés por la influencia que ha ejercido en la cultura popular desde hace casi cincuenta años, redefiniendo el cine comercial y creando el concepto del "blockbuster" mismo. Casi nada.
Sirvan esos halagos para compensar mi apatía por Amor Sin Barreras, una cinta ocasionalmente cansada, emocionalmente estéril, e irremediablemente anticuada a pesar de las modificaciones realizadas por el guionista Tony Kushner para adaptarse a las realidades del siglo veintiuno (casi puedo imaginar las reuniones de "brainstorming" entre Spielberg, Kushner, y los abogados de 20th Century Studios para decidir el número máximo de insultos raciales en el libreto, y cuánto "girl power" necesitaban añadir para atenuar el sexismo de la premisa).
Vamos por partes.
El principal problema que tengo con los musicales es que las canciones interrumpen el flujo narrativo. Cuando la música forma parte integral del argumento (como en The School of Rock o Phantom of the Paradise) no hay problema; pero si se sienten como interrupciones forzadas, invariablemente me "sacan" de la trama. Por otro lado, reconozco que los fans del teatro musical tendrán una opinión muy distinta de esa práctica, la cual sin duda respeto.
El argumento de Amor Sin Barreras es como Romeo y Julieta con pandillas callejeras en lugar de familias enemigas. Incluso tiene la escena del balcón, y la tragedia que detona la violencia en el tercer acto. Sin embargo, el drama rara vez alcanza el nivel que necesita el director para humanizar a los personajes y contrarrestar su frivolidad general. Es difícil tomar en serio el conflicto familiar de María (Rachel Zegler) cuando se expresa con una canción romántica. Al mismo tiempo, la música es ágil, contagiosa, y con maravillosos arreglos post-modernos.
Lo cual nos lleva a un problema más abstracto: Amor Sin Barreras se escribió originalmente en los años cincuentas, aludiendo temas candentes de aquella época como delincuencia juvenil, inmigración, y las grietas que aparecieron en el "Sueño Americano" cuando se volvió evidente que no aplicaba a todas las personas. En otras palabras, Amor Sin Barreras es un producto de su tiempo, y la película de 1961 puede disfrutarse en esos términos... como un ligero musical romántico con un poco de conciencia social. Pero reciclar esa historia en el año 2021 con unas cuantas alteraciones para satisfacer la corrección política no basta para disipar el anacronismo de su existencia misma. Aunque, repito, habrá espectadores que disfrutarán el anacronismo como nostalgia, lo cual me parece perfecto. Simplemente no comparto esa experiencia.
Y ahora, habiendo dicho todo eso... tengo que aclamar Amor Sin Barreras como una experiencia visual impresionante. La cinematografía de Janusz Kaminski, la pasmosa recreación del "West Side" en los años cincuentas, y la dirección de Spielberg se conjugan en una fastuosa "puesta en escena" que rebasa cualquier musical moderno en escala y ejecución. Esa riqueza sensorial y meticulosa atención al detalle fue lo que me mantuvo despierto durante casi tres horas de olvidable melodrama y digresiones musicales. Y, desde luego, es mejor apreciar Amor Sin Barreras en un cine con buen sonido, lo cual me deja indeciso sobre mi recomendación. Creo que Amor Sin Barreras me hubiera gustado más en "streaming", donde podría verla en dos o tres sesiones para no cansarme tanto; pero no sería lo mismo en una pantalla casera. En fin... al menos diré esto: Amor Sin Barreras me hizo apreciar más In the Heights, su heredera espiritual. Tal vez Spielberg eligió el musical equivocado.
Calificación: 8
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ReplyDeleteEs una lastima que en nuestros tiempos se este sacrificando la creatividad y la originalidad por la corrección política
ReplyDeleteRaúl: Entiendo lo que dices, pero no considero la "corrección política" como algo intrínsecamente malo, ni contrario a la creatividad. El problema es cuando interfiere en la integridad narrativa de una obra. En otras palabras, cuando los cambios se sienten obvios y forzados, la experiencia es peor que si hubieran dejado la incorrección original, en mi humilde opinión. Como sea, respeto tu opinión, y muchas gracias por comentar!
ReplyDeletePablo. Raul se refiere a el progresismo que está destruyendo la industria del cine. El ejemplo más cercano que se me ocurre es la serie recientemente cancelada de Cowboy Bebop. Spielberg también se suma al carro progresista que inunda a toda remake o producción Hollywoodense. Este es un tema que se ve que a vos no te molesta pero lamentablemente interfiere la integridad narrativa y principalmente la integridad artística.
ReplyDeleteJavier Asenjo: No entiendo bien el ejemplo de Cowboy Bebop... vi algunos episodios y, a pesar de sus defectos, me pareció una adaptación razonablemente fiel de la serie animada. ¿Cuáles son los cambios que hicieron por corrección política? Saludos y feliz semana!
ReplyDeleteCreo que ésta película hace muchas cosas mejor que la original. El romance es un poco más creíble, la tensión racial es más latente (y al fin contrataron a actores hispanos) pero (SPOILERS) me hubiera gustado que hayan hecho un poco más creíble el drama de la perdida del hermano de María... Ella solo lo acepta y perdona al asesino como si nada, cosa que noté no fue bien recibida por las audiencias. Supongo que el "error" viene de origen y, tanto la original como Romeo y Julieta, tienen personajes igual de inverosímiles para los estándares actuales. En general creo que podría fácilmente "reemplazar" a su versión de 1961. A ambas les daría yo un 8.
ReplyDeleteEdwin: Muchas gracias por compartir esa perspectiva de alguien que conoce mejor la cinta de 1961. Me alegra que Spielberg haya aportado suficientes mejoras para validar su nueva versión. Y, desde luego, la presencia de auténticos actores latinos hace una gran diferencia. De algo sirvió el progreso. Muchos saludos y feliz semana!
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