Friday, February 21, 2020
El Aro: Capítulo Final (Sadako)
Síntomas: El joven Kazuma (Hiroya Shimizu) desaparece después de publicar en Internet el video de un fantasma que grabó en el sitio de un incendio. Mientras tanto, la Dra. Mayu Akikawa (Elaiza Ikeda) atiende en el hospital a una niña con extrañas habilidades.
Diagnóstico: Solo vi las dos primeras películas japonesas de Ringu; y ahora la novena parte de la serie, El Aro: Capítulo Final, parece indicar que no me perdí de mucho.
Es una lástima, pues El Aro: Capítulo Final marca el regreso de Hideo Nakata, el director de la cinta original, lo cual merecía una historia memorable y bien construida para aprovechar su legendaria visión. Desafortunadamente El Aro: Capítulo Final no pasa de ser otra genérica secuela de "J-Horror" que repite los habituales errores de este particular sub-género: mitología confusa, frustrante "ret-con", y débiles sobresaltos que solo asustan a los blandos personajes. Ah, y ni siquiera es un auténtico "capítulo final" (como promete el título mexicano), sino una rutinaria "historia de origen" de Sadako (la niña de larga cabellera negra que salía de la televisión), combinada con la introducción de una nueva versión del personaje (la niña que cuida la Dra. Akikawa), lista para explotarse en futuras secuelas, supongo.
A pesar del mediocre argumento y ausencia casi total de terror, El Aro: Capítulo Final tiene elementos rescatables que mantuvieron mi atención durante la mayor parte de la película. Para empezar, Nakata establece una tenebrosa atmósfera de amenaza inminente con ayuda del excelente diseño de producción y cinematografía que logran transformar hasta las más banales locaciones en posibles escenarios de fenómenos paranormales. La primera mitad de la película se desarrolla en el hospital de una moderna ciudad (¿asumo que es Tokio?), y en el edificio donde ocurrió un incendio. Nakata y su director de fotografía (no encuentro su nombre) capturan estas locaciones con astutos emplazamientos de cámara que dejan parte del cuadro vacío... indicando que Sadako podría asomarse en cualquier momento. Es un truco muy simple, pero muy efectivo, y en muchas escenas me encontré espiando los rincones de la pantalla en busca de alguna manifestación paranormal. En otras palabras, un perfecto uso de "menos es más", inspirando paranoia en el espectador, y dejando que nuestra imaginación se encargue del resto.
Lo cual también significa que El Aro: Capítulo Final, es extremadamente ligera en horror literal. Entre la historia de origen y la introducción de la niña con poderes mentales, no hay mucho tiempo para crear escenas genuinamente terroríficas. Y las pocas que existen parecen obedecer la necesidad de "fan service"... como la clásica escena donde Sadako sale de una pantalla. Es absolutamente innecesaria, y no tiene sentido en el contexto de la película... pero los fans la esperan, y Nakata tiene que cumplir.
También me gustó la secuencia donde la Dra. Akikawa ve el video que grabó Kazuma en el departamento devastado por el incendio. La tensión se incrementa; la actuación de Elaiza Ikeda refleja la angustia del personaje; y la música anuncia que algo terrible está por ocurrir. Si El Aro: Capítulo Final tuviera más escenas como esa, no importaría mucho la falta de "horror"... pero las escenas "buenas" son la excepción en este desfile de clichés y melodrama prefabricado, el cual incluye la inevitable "Tragedia del Pasado" para explicar todo sin explicar nada.
No es una comparación equitativa, pero creo que prefiero la saga de Ju-On/The Grudge porque su fórmula es más simple y adaptable. Sin embargo, no puedo negar el ingenio de Ringu (la original), su elevada posición en el altar del horror contemporáneo, y las memorables imágenes que dejó grabadas en nuestro cerebro colectivo. Además, para ser justos, la novena parte de cualquier franquicia debería ser absolutamente terrible... y El Aro: Capítulo Final fue simplemente "meh". Baste eso como recomendación o advertencia. No me aburrió, pero pudo ser peor. Mucho peor.
Calificación: 6.5
IMDb
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