Saturday, February 29, 2020
El Acusado y el Espía (An Officer and a Spy - J'Accuse)
Síntomas: En 1894, el oficial de artillería Alfred Dreyfus (Louis Garrel) es acusado de traición y condenado a cadena perpetua. Pero la situación es más complicada, como descubre el Coronel Georges Picquart (Jean Dujardin), nuevo director del Departamento de Inteligencia de Francia.
Diagnóstico: Los eventos retratados en El Acusado y el Espía se exploraron tangencialmente en la película clásica The Life of Emile Zola (de 1937, con Paul Muni en el papel del célebre escritor francés). Sin embargo, esta nueva versión dirigida por Roman Polanski adopta un punto de vista mucho más cercano a los hechos reales, y por lo tanto mejor ubicado para comprender la importancia del famoso "Caso Dreyfus" que sacudió la política francesa a fines del siglo diecinueve.
Ya sé... suena como una tediosa lección de historia que solo podría interesar a los "geeks" francófilos; pero en realidad El Acusado y el Espía es un interesante relato sobre prejuicio, honor y justicia cuyos principios básicos se mantienen relevantes en nuestros días. En otras palabras, un amargo caso de "entre más cambian las cosas, más se quedan igual".
Y, para quienes estén cansados de sermones políticos en el cine, siempre queda la opción igualmente válida de disfrutar la película por sus valores artísticos, incluyendo las actuaciones de Jean Dujardin (The Artist), Louis Garrel (Little Women) y Emmanuelle Seigner (The Ninth Gate); la asombrosa cinematografía y diseño de producción que evocan los cuadros parisinos de Monet; la música de Alexandre Desplat, expresando las emociones que los personajes deben reprimir; y, sobre todo, la mágica dirección de Polanski, quien maneja la complicada cadena de eventos y multitud de personajes con tanta precisión que no necesitamos explicaciones para asimilar el drama íntimo a nivel personal y el escándalo público de una nación que tropezó muchas veces en el escabroso camino al progreso.
El Acusado y el Espía comienza con la baja deshonrosa del soldado Alfred Dreyfus (Louis Garrel), acusado de compartir secretos militares con agentes enemigos. Alfred niega enfáticamente su culpabilidad, pero termina en una estrecha celda en la Isla del Diablo. Mientras tanto su antiguo maestro, el Coronel Georges Picquart, recibe el cargo de Director del Departamento de Inteligencia, y casualmente examina la evidencia recolectada por el servicio de contra-espionaje que se utilizó para condenar a Dreyfus... y descubre que algo no encaja con la versión oficial.
Entonces se desarrolla una turbulenta investigación que no solo pone en peligro la carrera de Picquart, sino la reputación de Estado Mayor francés y la integridad del Ejército mismo. Pero, como se nos indica al principio de la película, "Todos los eventos son ciertos, y los personajes son reales", lo cual significa que este "thriller político" no sigue las fórmulas ni estructuras de Hollywood. Por el contrario, Polanski y el guionista Robert Harris (quienes previamente colaboraron en la excelente Ghost Writer) no se preocupan por acomodar los hechos para máximo impacto comercial, ni intentan cambiar la historia para que los buenos ganen y los malos pierdan. La realidad rara vez es justa, y los vicios de un país no se resuelven con el elocuente discurso de un abogado durante un juicio. En vez de "You can't handle the truth!", tenemos discusiones ordenadas y racionales que no siempre conducen al resultado que esperábamos. Así es la vida. Y por eso es importante cuidar los principios que la hacen tolerable. En este caso, El Acusado y el Espía nos enseña la fundamental diferencia entre racismo personal y racismo institucional. Picquart tiene prejuicios contra Dreyfus y su grupo étnico; pero eso no le impide cumplir su deber cuando encuentra injusticias cometidas contra ellos. Un mensaje que merece repetirse hoy en día... lamentablemente.
Calificación: 9
IMDb
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