Friday, July 26, 2019
Ted Bundy: Durmiendo con el Asesino (Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile)
Síntomas: En 1969, Liz Kendall (Lily Collins) se enamora de Ted Bundy (Zac Efron), un afable estudiante de leyes con un prometedor futuro. Sin embargo, Ted oculta secretos que cambiarán su relación para siempre.
Diagnóstico: Ted Bundy: Durmiendo con el Asesino es una película muy bien hecha, con excelentes actuaciones, precisa dirección, y atractiva cinematografía que captura con meticuloso detalle el período histórico donde se ubica la trama. Sin embargo, no es un recuento de los crímenes cometidos por este famoso asesino serial. En vez de eso, el respetado documentalista Joe Berlinger (quien, por cierto, tuvo mucho éxito con la serie de Netflix Conversations With a Killer: The Ted Bundy Tapes) quiso mostrar la historia desde el punto de vista de Liz Kendall... un punto de vista más personal, e inevitablemente ciego a los horrendos crímenes de Bundy.
La idea es bastante interesante, y tenía potencial para trascender cualquier dramatización realizada sobre Bundy hasta el momento. Examinando su vida doméstica con "Liz Kendall" (pseudónimo de la auténtica pareja de Bundy), tal vez podremos comprender el hipnótico atractivo que el asesino ejercía sobre sus víctimas, así como las astutas estrategias que debió utilizar para presentar una imagen cálida y compasiva en su casa, mientras secretamente cometía asesinatos con un nivel de saña y crueldad que parecían el trabajo de un monstruo inhumano.
El problema es que Berlinger nunca aborda esas incógnitas. No hay estudio psicológico de Bundy, ni explicación sobre su doble vida. En cierto modo, el auténtico punto de vista de Ted Bundy: Durmiendo con el Asesino no es el de Liz, sino el de Bundy mismo, actuando como mártir repudiado por la sociedad e injustamente perseguido por la ley; pero con suficiente vanidad para disfrutar la atención pública (sobre todo de las admiradoras que ganó en presidio), y con la arrogancia necesaria para fungir como su propio abogado. En resumen, es como un homenaje a la visión que Bundy tenía de sí mismo, en vez de un examen formal de sus métodos y trucos.
Una vez que aceptamos esa inusual decisión de Berlinger, el resultado es un poderoso drama que nos atrapa de principio a fin y nos mantiene en suspenso con su hábil narrativa (incluso si ya conocemos los hechos reales), ocultando algunas verdades para permitir el florecimiento de esta perturbadora ficción. O semi-ficción, ya que muchas escenas recrean genuinos momentos del proceso judicial de Bundy, idealmente seleccionados para encajar en su ilusión de víctima inocente acosada por ineptos policías. La película deja un mal sabor, pero al mismo tiempo es una experiencia fascinante. Imagino que ese fue exactamente el propósito de Berlinger, y sin duda consiguió lo que buscaba.
Más fácil de apreciar son las actuaciones de Ted Bundy: Durmiendo con el Asesino. En muchas ocasiones me burlé de Zac Efron por las grotescas "comedias adultas" con las que intentó desechar el estigma de "chico Disney" adquirido desde High School Musical; pero la verdad es que su desempeño en Ted Bundy: Durmiendo con el Asesino es impresionante. En el papel de "Liz Kendall", Lily Collins tiene buenas escenas, pero a fin de cuentas su personaje es más pasivo, lo cual deja el terreno libre para que el reparto secundario se robe la película con memorables aportaciones. Mis favoritos fueron Kaya Scodelario, irreconocible en el papel de Carol Ann Boone, la más ferviente "admiradora" de Bundy; Jeffrey Donovan como el primer abogado que intentó defender a Bundy; y John Malkovich como Edward D. Cowart, cliché viviente del juez sureño con un eufemismo para cada ocasión. También destacan en roles importantes Angela Sarafyan, Dylan Baker, Haley Joel Osment, Jim Parsons, y... ¿James Hetfield? Fue una sorpresa verlo como actor con moderado talento. Tal vez ese es su "plan B", por si fracasa su carrera musical.
Entonces, para conocer la historia "real" de Ted Bundy, hay decenas de documentales y artículos en línea donde podemos examinar toda la evidencia forense y horrorizarnos con los extremos del sadismo humano. Pero Ted Bundy: Durmiendo con el Asesino cuenta una historia distinta; una historia quizás menos morbosa, pero en ocasiones más inquietante: el humano detrás del monstruo... y el ego detrás de ese humano. Ambas cosas inspiran pesadillas.
Calificación: 8.5
IMDb
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