Friday, March 31, 2017
Ghost in the Shell: La Vigilante del Futuro (Ghost in the Shell)
Síntomas: Como parte de un equipo policíaco especial, la Mayor Mira Killiam (Scarlett Johansson) utiliza su avanzado cuerpo cibernético para luchar contra el cibercrimen en un futuro saturado de tecnología. Pero Mira empieza a experimentar dudas sobre su misión cuando se enfrenta a un poderoso "hacker" conocido como Kuze (Michael Pitt).
Diagnóstico: La original Ghost in the Shell (de 1995) es una de mis películas favoritas de ciencia ficción, y admito que me fue imposible evitar comparaciones constantes con esta nueva versión de acción viva. Sin embargo, para ser justos, los créditos de La Vigilante del Futuro aclaran que no está basada en aquella icónica cinta del director Mamoru Oshii, sino en el manga de Masamune Shirow, el cual leí una sola vez hace muchos años, y por lo tanto no está tan presente en mi memoria. Entonces, en aras de la objetividad, me esforzaré por no comparar ambas películas en esta crítica... hasta que no pueda aguantar más.
La Vigilante del Futuro comienza con la creación de un cuerpo cibernético que guarda el cerebro y la consciencia de Mira Killiam, cuyo cuerpo orgánico sufrió daños irreparables durante un accidente. Un año después, como agente estrella de la Sección 9, Mira colabora con un ecléctico grupo de agentes (algunos más humanos que otros) para mantener bajo control el cibercrimen, lo cual se vuelve más difícil cuando el misterioso Kuze aprende a "hackear" los implantes cibernéticos de la población, ganando el poder de manipular gente inocente para hacer su trabajo sucio.
La premisa funciona en varios niveles, y nos invita a cuestionar la tecnología como arma de dos filos; por un lado mejorando nuestras vidas, y por otro ganando demasiada influencia sobre todos los aspectos de la humanidad... incluyendo su naturaleza misma. ¿Dónde termina el humano y empieza la máquina? ¿Qué es realmente lo que nos define como personas?
Son preguntas muy interesantes que, desafortunadamente, el director Rupert Sanders (Snow White and the Huntsman) no parece capacitado para responder. Y cuando lo intenta, es solo con clichés y frases de cajón que hemos escuchado demasiadas veces en cualquiera de los incontables "ciber-thrillers" realizados en los últimos treinta años, desde B-Movies como Cyborg 2, hasta nominadas al Óscar como Ex Machina. En otras palabras, La Vigilante del Futuro no aporta absolutamente nada al género... excepto sus elevados valores visuales, tan ostentosos y sobre-diseñados que se sienten como desesperada compensación del inerte argumento.
El principal atributo de la película es Scarlett Johansson en el papel de la Mayor Mira Killiam. Su inquebrantable convicción nos ayuda a enfocar la difusa historia y obtener algunos tenues momentos emocionales que prestan un poco de profundidad a la ruidosa acción. Mucho se discutió sobre la decisión de contratar una actriz norteamericana para encarnar un personaje tan fundamentalmente japonés; sin embargo me pareció uno de los problemas menos graves de la película (además, hay ciertos detalles que explican el cambio de raza, lo cual diluye un poco la controversia). Más importante fue la rígida estructura de La Vigilante del Futuro, que se desarrolla sin mucha imaginación ni suspenso. El libreto de Jamie Moss y William Wheeler parece la mediocre "historia de origen" de alguna genérica super-heroína, en vez de un relato maduro y relevante sobre la intersección de tecnología, biología y filosofía. Por eso la cinta nos endilga un pasado tortuoso que motiva a la protagonista (ya sabemos que hacer el bien no cuenta a menos que exista un componente "personal"); huecas conversaciones pseudo-metafísicas que parecen inteligentes, aunque no dicen nada; y un innecesario villano corporativo, porque Hollywood asume que el público no saldrá contento a menos que alguien reciba su merecido.
Como dije: lo mismo de siempre, adornado con atractivas imágenes y respaldado por el recuerdo de una seminal obra de ciencia ficción.
Lo cual nos lleva a las comparaciones. Ya me aguanté bastante, y de cualquier modo va a ser un párrafo corto. En resumen: el problema no es todo lo que La Vigilante del Futuro cambió de la historia original, sino las razones por las que lo hizo. ¿Cuáles son esas razones? Buena pregunta. Supongo que Ghost in the Shell parecía demasiado densa y complicada para un "blockbuster" norteamericano. O quizás sus (en aquel entonces) innovadoras propuestas transhumanistas se interpretaron como "errores" que era necesario extirpar para restaurar la salud mercadológica de esta nueva película. Como sea, el argumento original se alteró fundamentalmente, cambiando su mensaje, su tono y la indescriptible visión de Mamoru Oshii/Masamune Shirow, para verse reemplazados por el desangelado "estilo Hollywood" que resuelve los problemas con dinero en vez de creatividad.
Sin embargo, quienes no conozcan Ghost in the Shell (o su reciente re-boot, Ghost in the Shell: Arise) podrían quedar satisfechos con La Vigilante del Futuro gracias al trabajo de Scarlett Johansson, el fantástico diseño de producción, y las secuencias de acción tan violentas como puede permitirlo la clasificación PG-13. Ah, y la música de Clint Mansell y Lorne Balfe no me pareció mala, pero tampoco se compara con la de Kenji Kawai. Solo durante los créditos finales nos dejaron escuchar un fragmento de "Making of Cyborg", lo cual me inspiró a ver de nuevo (por enésima vez) la original Ghost in the Shell. Al menos así no sentiré desperdiciado el día.
Calificación: 7
IMDb
Wednesday, March 29, 2017
The Devil's Candy
Síntomas: La familia Hellman se muda a su nueva casa en el campo, la cual consiguieron muy barata debido a las misteriosas muertes de sus previos ocupantes. Sin embargo, casi de inmediato encuentran fenómenos de posible origen sobrenatural que podrían hacerlos pagar un precio más alto del que esperaban.
Diagnóstico: El director australiano Sean Byrne ganó fama hace ocho años con The Loved Ones, una de las pocas películas sobre tortura que justifican sus horrores con una ingeniosa premisa y abundante contenido emocional. Y ahora, después de emigrar a los Estados Unidos, Byrne nos ofrece The Devil's Candy, otra dosis de intenso horror difícil de definir, pero fácil de disfrutar. En este momento no sé cuál de las dos me gustó más; pero siento que esta última se quedará más tiempo en mi subconsciente.
La historia empieza como un típico relato de casa embrujada, con la familia descubriendo que su nuevo hogar viene con algunas dificultades incluidas; por ejemplo, una vaga presencia satánica que afecta principalmente a Jesse (Ethan Embry), un artista profesional cuyos cuadros empiezan a mostrar claras huellas de influencia demoníaca... ¿o será simple inspiración por trabajar en un estudio más amplio?
La trama es simple en la superficie, pero compleja por sus implicaciones psicológicas y metafísicas; definitivamente está ocurriendo algo anormal en la modesta granja, aunque es difícil determinar su procedencia. Y conforme se complica la situación, Byrne incrementa el suspenso con un hábil manejo de escenas y elementos que podríamos interpretar de distintas maneras... aunque el resultado siempre será un peligro para la familia Hellman (qué apellido tan sutil).
Para variar, no revelaré la naturaleza exacta de ese peligro, pues es más interesante sacar nuestras propias conclusiones y quizás cambiar de opinión varias veces, al tiempo que vamos descubriendo nueva información y secretos del astuto libreto. Lo que sí puedo mencionar son las actuaciones del reducido elenco, integrado por Ethan Embry (Cheap Thrills) como Jesse, el sensato padre que adora a su familia; Shiri Appleby (de la serie de culto Roswell) como Astrid, la tolerante madre que sobrelleva con una sonrisa la obsesión metalera de su esposo e hija; y Kiara Glasco (Maps to the Stars) como Zooey, quien heredó el gusto musical de su padre, aunque a veces la vuelve irritable. El desempeño del trío es honesto y natural, aportando realismo instantáneo a sus lazos familiares; como ejemplo puedo señalar la escena inicial donde viajan en automóvil a su nuevo hogar... es muy simple, pero nos dice todo lo que necesitamos saber sobre Jesse, Astrid y Zooey.
Completando el reparto tenemos al veterano Pruitt Taylor Vince (Captivity) en el papel de Ray, un inestable hombre cuyos trastornos mentales no impiden reconocer su humanidad. Esto lo convierte en una trágica figura que no necesariamente ocupa el rol de "villano" por su maldad intrínseca, sino por factores ajenos a su voluntad. Como dije, quedan muchas cosas abiertas a la interpretación del espectador, lo cual enriquece la breve pero satisfactoria experiencia de The Devil's Candy.
Y, claro, tenemos esa atmósfera metalera que no solo se manifiesta en las canciones de la banda sonora (la cual incluye Metallica, Slayer, Pantera, y otros grupos que no conozco, pero planeo buscar en Google Music), sino en las personalidades de Jesse y Zooey. Me gustó que el heavy metal (siempre atacado por grupos religiosos) no fuera un factor determinante en las manifestaciones satánicas de la casa. ¿O quizás sí? No sé... tal vez solo vi lo que quería ver. Otro punto apto para debatir.
Por el lado negativo (estirando un poco el adjetivo), The Devil's Candy se desarrolla tan rápido que se siente un poco frívola. Sin duda existe profundidad en los personajes y en los temas que maneja, pero apenas tenemos tiempo de asimilar el horror cuando ya llegamos al cruento desenlace. Este fue un raro caso donde sentí que diez o quince minutos extra hubieran mejorado la película.
Sin embargo, como mencioné al principio, sigo pensando en The Devil's Candy varios días después de haberla visto, lo cual demuestra que Sean Byrne sabe qué botones oprimir en la mente de su audiencia. Ojalá este cineasta no nos haga esperar otros ocho años para revelar su siguiente proyecto; y ojalá sobreviva su talento a pesar de trabajar en la industria norteamericana. Que los Dioses del Metal lo protejan.
Calificación: 9
IMDb
Monday, March 27, 2017
Adult Life Skills
Síntomas: Anna Cassin (Jodie Whittaker) está por cumplir treinta años, pero sigue viviendo en el cobertizo de su madre, sin planes futuros, y haciendo videos graciosos con sus pulgares. Sin embargo, la tragedia de una familia vecina podría servir como catalizador para que Anna recupere la ambición para vivir.
Diagnóstico: ¿"Mumblecore" británico? Claro, ¿por qué no? ¿Y por qué no lo descubrí antes?
No sé cuántas películas he visto en años recientes sobre adultos disfuncionales incapaces de encontrar el rumbo de su vida (para llenar espacio voy a enumerar las que recuerdo: Jeff, Who Lives at Home; Cyrus; Our Idiot Brother; Little Sister; y Get a Job). Supongo que la "generación boomerang" (jóvenes que terminan regresando a la casa de sus padres) surgió debido a la combinación de una mala economía global, la "cultura de víctima" inculcada por la corrección política de los noventas, y la avalancha de distracciones digitales acarreadas por el Internet. En otras palabras: una "tormenta perfecta" de factores socio-económicos que hacen más deseable quedarse en el nido para siempre, en vez de emprender el vuelo.
No sé si este fenómeno sea intrínsecamente "bueno" o "malo". Podría ser un paso más en nuestra lenta marcha al colapso social, o un escalón más hacia el utópico futuro de la "renta básica universal"; ustedes decidan. Pero de cualquier modo funciona como argumento de películas que celebran/condenan la inmadurez como estilo de vida. Sería un hipócrita si estuviera en contra de esta tendencia.
Lo cual nos lleva a Adult Life Skills, una deliciosa tragicomedia cuya ocasional pretensión se puede disculpar gracias a su idílico entorno rural, su simpática protagonista, y las inverosímiles situaciones provocadas por su resistencia a las responsabilidades de la vida adulta. En muchos aspectos Adult Life Skills se siente estudiada y artificial... demasiado "cute" para tomarse en serio; pero su precisa disección psicológica de los caracteres le dio una inesperada profundidad que me capturó de principio a fin. Y supongo que también influyó el irreverente sentido del humor con la cantidad justa de "flema británica" para darle nueva vida a los clichés que conocemos de memoria en el cine norteamericano.
Esto significa que Adult Life Skills puede disfrutarse en el nivel que decida el espectador. Como simple comedia genera sólidas risas con sus excéntricos personajes y absurdas situaciones; como drama familiar, la cinta hace agudas observaciones sobre la "brecha generacional", invitándonos a evaluar la influencia paterna (materna, en este caso) sobre el desarrollo individual de los hijos (e hijas). Y, finalmente, la directora/escritora/editora Rachel Tunnard propone interesantes teorías sobre la "parálisis emocional" que sufren muchos de estos adultos jóvenes, así como gentiles soluciones que no pretenden cambiar el mundo, sino simplemente contemplar el problema bajo puntos de vista más tolerantes y flexibles.
Sí, Adult Life Skills es pura "psicología pop" (el cobertizo lleno de juguetes y memorias adolescentes representa el apego irracional a un pasado acogedor y más seguro que el incierto futuro... ¡qué concepto!), pero la combinación de elementos técnicos y creativos dio como resultado una agradable experiencia, honesta e inteligente, que no insulta a los jóvenes "boomerangs", pero tampoco disculpa su "desarrollo interrumpido". Ah, sí... la serie Arrested Development también podría añadirse a la lista arriba mencionada.
Calificación: 9
IMDb
Sunday, March 26, 2017
Tenemos la Carne
Síntomas: En un edificio abandonado, dos jóvenes indigentes tratan de sobrevivir mientras un anciano los manipula con juegos psico-sexuales.
Diagnóstico: ¿Arte provocativo que rompe tabús, o vulgar capricho pornográfico? Me inclino por lo segundo, pero el excepcional estilo visual y potente voz del director mexicano Emiliano Rocha Minter merecen darle el beneficio de la duda. Sin embargo, es difícil justificar los más "extremos" momentos de Tenemos la Carne cuando la difusa narrativa carece (quizás intencionalmente) de un arco dramático concreto para capturar nuestra atención. Es más como un dantesco desfile de perversiones, y menos como una película con principio, desarrollo y final.
Por otro lado tenemos las controversiales diatribas que declama el demente (¿o iluminado?) Mariano (Noé Hernández) para poner en tela de juicio nuestras arcaicas pre-concepciones de moralidad y libertad, pero nunca sentí genuina convicción en el "mensaje" (sea cual sea) expresado por la cinta. Generalmente aprecio el cine "raro" y surrealista, que no se detiene a explicar cada pequeño concepto o decisión creativa; pero cuando eso ocurre necesito algo más sólido para compensar la abstracción de la historia. Lo que sea... personajes interesantes, diálogos ingeniosos, o aunque sea un misterio que me ponga a pensar, en vez de exasperarme.
Desafortunadamente no encontré esos elementos en Tenemos la Carne, lo cual significa que las hipnóticas imágenes y las escenas de sexo explícito deben cargar el peso de la película... lo cual, sobra decir, rara vez consiguen.
Tampoco sabría cómo evaluar las actuaciones. Supongo que son buenas, porque nos venden la realidad del mundo post-apocalíptico (o quizás sea el infierno, o algún tipo de purgatorio, o simplemente una pesadilla) y el colapso mental de los desesperados sobrevivientes que deben adaptarse a las nuevas condiciones de vida y olvidar las obsoletas reglas de la agonizante civilización que ya no funciona.
O algo así. Como dije, quiero pensar que Tenemos la Carne ofrece algo más allá de su técnica artística y sus burdas estrategias para escandalizar al espectador (incluyendo el flojo "twist" final). Con frecuencia la película parece un niño que grita "¡Pene!" durante la comida familiar, porque acaba de aprender su significado, y quiere ver qué pasa cuando la dice en público. Sin embargo, de vez en cuando se percibe una genuina intención didáctica (o al menos satírica) detrás de los desvaríos plasmados por Rocha Minter en la gran pantalla de cine.
Lo cual nos lleva (para terminar en una nota positiva) al mencionado estilo visual, que prácticamente rescata la película. La cinematografía (de Yollótl Alvarado), escenarios y diseño de producción (de Manuela García) me gustaron mucho, así como la música (de Esteban Aldrete) y las ocasionales desviaciones del mundo real que ofrece el oblicuo libreto escrito por el mismo director. Es más "performance" que película, pero aún así podría recomendar Tenemos la Carne para aficionados al cine peligrosamente experimental, donde el experimento falla, pero nos deja con valiosos fragmentos de experiencia que no podríamos obtener en otro lugar. Bueno, excepto PornHub.
Calificación: 6
IMDb
Saturday, March 25, 2017
Life: Vida Inteligente (Life)
Síntomas: La sonda Pilgrim 7 regresa del planeta Marte con muestras de material orgánico que será analizado por varios especialistas a bordo de la Estación Espacial Internacional. Es una ocasión monumental para la ciencia... hasta que descubren más de lo que esperaban.
Diagnóstico: No hace falta ser “space geek” para darnos cuenta de las inconsistencias y llanos errores que aquejan la película Life: Vida Inteligente. Sin embargo, la ocasional exasperación que me provocó el libreto no disminuyó el excelente suspenso, las sólidas actuaciones, y los intensos momentos de terror que conjuró el director Daniel Espinosa (Child 44) con una historia que podríamos describir como "Alien con 80% más credibilidad científica" (o, para el caso, "It! The Terror From Beyond Space con 110% más realismo"). También podríamos llamarla "la hija de Gravity y The Andromeda Strain". En resumen: una notable fusión de drama espacial con horror científico, muy bien realizada, pero sin dejar que las leyes de la física obstruyan su misión de perturbar y entretener.
El principal acierto de Life fue simplificar su estructura. En vez de llevarnos a Marte (como hizo la decepcionante The Last Days on Mars), casi todo ocurre a bordo de la Estación Espacial Internacional, convirtiéndola en una metafórica "mansión abandonada" de alta tecnología. Esto crea una atmósfera claustrofóbica y angustiante, donde los personajes no tienen a dónde escapar y deben enfrentar la amenaza marciana con muy limitados recursos, utilizando ingenio y creatividad (aunque no tanta como Mark Watney) para mantenerse con vida y eliminar el peligro que representa su gran descubrimiento.
Todos los aspectos técnicos de Life me parecieron extraordinarios. Los escenarios prácticos se conjugan invisiblemente con las extensiones digitales, y la simulación de micro-gravedad es casi tan buena como en Gravity. Y aunque el interior de la Estación se ve demasiado ordenado (comparado con los videos tomados a bordo de la genuina plataforma), no pierden ese espíritu de "pioneros espaciales" enfrentando el ambiente más hostil conocido por el hombre (o el alien).
La dirección de Espinosa es precisa y económica, libre de relleno, pero sin perder de vista el trasfondo emocional del relato. Para ello, el libreto de Rhett Reese y Paul Wernick añade concisos rasgos psicológicos que contribuyen al desarrollo de los personajes, al mismo tiempo que evocan los habituales temas de "el hombre jugando a ser Dios", "curiosidad científica fuera de control", y "ten cuidado con lo que deseas, porque puede cumplirse". Esto significa que todos los personajes ocupan clichés del género fantástico, pero ganan humanidad gracias al talento y personalidad que cada actor aporta a su papel. Ryan Reynolds es el típico americano arrogante pero competente; Jake Gyllenhaal es el doctor melancólico que prefiere la soledad del espacio al caos de la Tierra; Rebecca Ferguson es la oficial de seguridad que toma muy en serio los protocolos diseñados para evitar la contaminación de la Estación; y Olga Dihovichnaya, Hiroyuki Sanada y Ariyon Bakare complementan la tripulación como científicos con responsabilidades que van de... eh, ¿a quién engaño? Son carne de cañón. Víctimas con la mínima profundidad necesaria para hacernos sentir el impacto de sus muertes. O algunas cosas peores que la muerte.
Hablando de lo cual, podría escribir copiosos elogios (y una o dos observaciones críticas) sobre el diseño de la "vida" que encuentran los científicos, pero prefiero evitar revelaciones que arruinen las deliciosas sorpresas de la película. Baste decir que el trayecto entre "¡Fascinante!" y "¡Oh, Dios, no!" es ligeramente inverosímil, pero muy bien manejado para elevar la tensión y sumergirnos en la situación imposible que atraviesan los astronautas, donde cualquier error podría ser fatal... incluso antes de llevar células marcianas a bordo.
Como declarado "geek" con insaciable apetito de "horror espacial" (que la reciente antología Galaxy of Horrors apenas logró satisfacer), tengo abundantes razones para recomendar con entusiasmo Life: Vida Inteligente. Sin embargo, tratando de ser un poco objetivo, debo mencionar esos fugaces momentos absurdos que rompieron la ilusión de "ciencia ficción seria" (por ejemplo: el uso tan casual de un lanzallamas en una estación espacial). Pero ese tipo de problemas solo resaltan cuando todo lo demás es muy bueno, lo cual significa que Life: Vida Inteligente resultó ser una excepcional combinación de ciencia ficción y horror orgánico que no sacrifica elementos de uno para satisfacer al otro. Y con actores de primera línea, lo cual nunca gozaron obras como It: The Terror From Beyond Space.
Calificación: 9
IMDb
Friday, March 24, 2017
Power Rangers
Síntomas: Cinco jóvenes encuentran sendas reliquias extraterrestres que les confieren fantásticas habilidades. Y tendrán oportunidad de utilizarlas cuando una criminal extraterrestre llamada Rita Repulsa (Elizabeth Banks) decide extinguir la vida en la Tierra.
Diagnóstico: Ya estaba demasiado viejo cuando se pusieron de moda los Power Rangers en los noventas, y por lo tanto no siento nostalgia alguna por ellos, ni guardaba grandes expectativas por este nuevo reboot cinematográfico (todo lo contrario, de hecho). Los pocos episodios que vi de la serie (por curiosidad) me parecieron débiles copias de Ultraman y similares series "tokusatsu" de los sesentas y setentas (mi favorita: The Space Giants). Entonces, sin prejuicio alguno, puedo afirmar que la película Power Rangers me pareció... bastante entretenida y no tan mala como esperaba.
Creo que el director Dean Israelite (Project Almanac) y su comité de guionistas realizaron un trabajo decente al actualizar los personajes y establecer las bases de una franquicia con amplio potencial futuro (dependiendo del éxito económico de este "piloto"). La historia está claramente dirigida al público infantil, pero el libreto se arriesga a tocar algunas notas ligeramente adultas que le dan inesperada profundidad a la relación de los cinco "Rangers", creando un contenido emocional adecuado para balancear la superficialidad de la acción y de la risible villana. Aunque nada disculpa ese robot parlanchín con mucha "actitud" (y con la voz de Bill Hader).
Hablando de actitud, los cinco jóvenes actores cubren una gama étnica agradablemente diversa que no parece inspirada por la corrección política (aunque sabemos que lo fue). De hecho, mi personaje favorito fue Billy, cuya posición en "el espectro" (autista) lo hace más interesante que sus colegas, gracias a la actuación de RJ Cyler que nunca se siente condescendiente ni amarillista. También me gustó el desempeño de Dacre Montgomery como "Ranger Rojo" (desde luego los personajes tienen nombres humanos, pero prefiero designarlos por sus colores de batalla), quien debe superar sus dudas personales para convertirse en un líder inspirador; y Becky G. como la Ranger Amarilla, con otro secreto que demuestra la evolución cultural de la franquicia (don't ask, don't tell).
La estructura de Power Rangers no muestra un ápice de ingenio ni innovación. Todo ocurrió exactamente como esperaba (incluso sin conocer mucho sobre la serie original), desde el accidental descubrimiento de los talismanes extraterrestres, hasta la batalla final, sin olvidar el obligatorio "montage" de entrenamiento, el misterioso mentor que sabe más de lo que dice (interpretado por un llamativo efecto especial con la voz de Bryan Cranston), y la mencionada Elizabeth Banks como Rita Repulsa, asimilando el humor intrínseco del personaje, pero sin generar suficiente sensación de peligro o amenaza; aunque yo culparía más al libreto.
Afortunadamente Power Rangers mejora un poco durante el tercer acto, cuando la acción sube de tono y se fortalece la amistad entre los Rangers (uno de los mejores rasgos de la historia, en mi humilde opinión)... sobre todo cuando descubrimos que no todos sobrevivirán la aventura. La acción se siente razonablemente épica, y luce excelentes efectos especiales con creativo diseño que respeta el espíritu de la serie, al mismo tiempo que introduce innovaciones sorprendentes (como el monstruo con piel que fluye como metal líquido, mi imagen favorita de la película).
Entonces, Power Rangers me pareció una divertida/tolerable película de acción para niños, así como un adecuado viaje nostálgico para adultos jóvenes que disfrutaron la serie en los noventas (a juzgar por las reacciones del público en el cine)(Ah, y no olviden la escena durante los créditos que anuncia el regreso de alguien que no significa nada para mi, pero causó exclamaciones de alegría entre algunos "geeks" mucho más jóvenes que yo)(Podrían ser mis hijos)(Qué bueno que no tengo hijos). Y para el público general que no tiene particular interés en ver el renacimiento de una serie noventera: mejor vean Life: Vida Inteligente; pero si los niños los obligan a ver Power Rangers, estoy seguro de que no se aburrirán demasiado, y hasta podrían disfrutar algunos momentos de la experiencia. Pero no lleven sus Tamagotchis al cine; ya llegará el turno de otras nostalgias noventeras.
Calificación: 7.5
IMDb
Wednesday, March 22, 2017
The Creature Below
Síntomas: Mientras explora una fosa oceánica con un avanzado traje de inmersión, Olive Crown (Anna Dawson) tiene un encuentro casi fatal con una misteriosa criatura submarina. El traje queda destruido y Olive apenas sobrevive... pero recupera un huevo del monstruo y lo lleva en secreto a su casa, donde al poco tiempo nace una cría con necesidades muy especiales...
Diagnóstico: Entre más rápido lo aceptemos, mejor: los efectos especiales (prácticos y digitales) de The Creature Below son terribles. La cría del monstruo parece un manojo de bolsas de plástico rellenas de queso cottage; y las escenas submarinas están al nivel de un videojuego de hace diez años. De hecho, cualquier escenario del original Bioshock se ve más realista que los efectos de esta cinta.
Listo. Con eso fuera del camino, podemos dedicarnos a disfrutar el malsano melodrama lovecraftiano de The Creature Below, junto con el perturbador colapso físico y mental de la protagonista que desarrolla una relación simbiótica con la criatura que oculta en el sótano (otra cosa: tampoco conviene analizar la pseudo-ciencia de la película, pues entonces nos preguntaríamos cómo es posible que una criatura de las profundidades pueda sobrevivir al nivel del mar... y afuera del agua, además de todo).
En su nivel más básico, The Creature Below es una modesta cinta independiente de terror, pero su origen británico le confiere una atmósfera sería y reflexiva, muy diferente del estridente amarillismo de sus homólogas norteamericanas. Las actuaciones también son distintas; en vez de adolescentes de treinta años con mucha actitud, The Creature Below cuenta con personajes maduros e inteligentes (cuando le conviene al director), interpretados por actores con un nivel razonable de talento. Anna Dawson expresa con mínimos diálogos su inminente crisis psicológica; sus grandes ojos y sereno rostro me recordaron a Elizabeth Mitchell (Juliet en la serie Lost). Y sus colegas en la expedición submarina son típicos "neckbeards" (Johnny Vivash), o arrogantes "genios" (Zacharee Lee) que solo buscan las mieles del prestigio académico.
Al describir The Creature Below como "lovecraftiana" no me refiero exclusivamente a los tentáculos, sino al pesadillesco descenso a la locura de una víctima bajo la influencia de fuerzas ajenas a su comprensión, obsesionada por poseer conocimientos prohibidos que trascienden la ciencia racional. Y, bueno... sí, también hay tentáculos. Y citas textuales de "The Call of Cthulhu".
Por el lado negativo (y más objetivo que el resto de esta crítica), The Creature Below (también conocida como The Terror Below) mantiene un ritmo lento y metódico, con muy poco horror en el sentido convencional y apenas un par de momentos gore que terminan antes de empezar; además de los antes mencionados "defectos" especiales que restan aún más credibilidad al bizarro comportamiento de los personajes. El final revela más de la cuenta (yo hubiera preferido algo más ambiguo), y se siente curiosamente plano, libre de la emoción y asombro que necesitaba para validar el suspenso de los previos ochenta minutos.
Pero, a pesar de todo esto, The Creature Below me gustó, y podría recomendarla para estudiosos del cine "raro" y para aficionados a las B-Movies con ese sabor europeo que no disculpa la mediocridad, pero al menos la disfraza un poco. Y, claro, también la recomiendo para fans de Lovecraft (como yo), deseosos de explorar los límites de esa "plácida isla de ignorancia" donde vivimos voluntariamente para evadir las horribles verdades del cosmos. The Creature Below tampoco las revela, pero gana puntos por insinuar su existencia.
Calificación: 7.5 (En esta ocasión no puedo alegar fiebre ni confusión mental)
IMDb
Tuesday, March 21, 2017
Experimento Exorcista (The Possession Experiment)
Síntomas: Como tesis final de su curso de Teología, el joven estudiante Brandon Jensen (Chris Minor) planea someterse voluntariamente a la posesión de un espíritu demoníaco, para demostrar de una vez por todas la falsedad (o veracidad) de dichos fenómenos.
Diagnóstico: Experimento Exorcista empieza sorprendentemente bien, con un prólogo tenso y sangriento donde vemos un exorcismo realizado hace veinte años en la misma casa donde el protagonista planea llevar a cabo su experimento. El director Scott B. Hansen emplea un excelente estilo visual y sobresaliente cinematografía para capturar la violencia de la ceremonia y las grotescas reacciones físicas de la víctima (interpretada por Kt Fanelli), cuya "salvación" termina en tragedia (como siempre). Es un gran comienzo con un nivel de intensidad y terror que, lamentablemente, Experimento Exorcista jamás consigue duplicar.
De ahí en adelante el director nos obliga a seguir los tediosos preparativos del experimento, la confusa investigación del protagonista, y sus insulsos diálogos con amigos, académicos y familiares que, una y otra vez, le suplican cancelar el proyecto. Y así transcurre casi una hora (en una cinta de ochenta minutos) hasta que por fin llegamos a "lo bueno"... que ni siquiera resultó tan bueno.
De cualquier modo, el "gimmick" del experimento guarda cierto interés, y maneja conceptos vagamente realistas que sugieren un desarrollo inteligente y provocativo... algo así como la película The Possession of Michael King, pero con mayor autenticidad pseudo-científica para elevar el suspenso y especular sobre el posible origen de los fenómenos sobrenaturales, lo cual siempre aprecio. Desafortunadamente todo se viene abajo cuando tenemos que soportar las horribles actuaciones del joven elenco y las excesivas vueltas de un libreto repleto de elementos superfluos que buscan añadir un poco de "terror" cuando siente que nos está aburriendo (como ese "homenaje" a Freddy Krueger que no tiene mucho sentido); y todo eso acompañado por la obligatoria avalancha de blandos sobresaltos y acentos musicales que solo subrayan la ineptitud de los cineastas.
¿Qué salió mal, después de un comienzo tan prometedor? Ojalá supiera la respuesta. Se me ocurre que trabajaron dos directores con visiones creativas diametralmente opuestas; o quizás se combinaron dos películas incompletas para crear un híbrido parcialmente terminado. No sé. El punto es que siempre regresamos a la hueca palabrería e improvisado drama que rara vez sabe hacia dónde conducir la historia.
Por el lado bueno, las mencionadas escenas del exorcismo y otras manifestaciones demoníacas están realizadas con un fino sentido visual y sobresaliente diseño de producción, vistoso y convincente, que trasciende el bajo costo de la cinta.
Fuera de eso, no encuentro razones para recomendar Experimento Exorcista. Para variar, se estrenó en cines de México con poca publicidad y mínima respuesta; la función a la que asistí estaba prácticamente desierta (en un sábado por la tarde) lo cual, francamente, no me sorprende. Es posible que Experimento Exorcista sea más tolerable en televisión, con oportuno uso del "rewind" para repetir las mejores escenas, y el "fast forward" cada vez que el protagonista abre la boca para discutir con sus amigos. Pero en cine la sentí como una penosa pérdida de tiempo, apenas rescatada por su ingeniosa premisa y algunas buenas imágenes que permanecerán en mi memoria. En resumen: otro chasco de terror, solo apto para incautos optimistas (como yo).
Calificación: 6
IMDb
Monday, March 20, 2017
Hambre de Poder (The Founder)
Síntomas: En 1954, el vendedor de batidoras Ray Kroc (Michael Keaton) entrega un pedido en un pequeño restaurante californiano llamado "McDonald's", y queda muy impresionado con el veloz servicio y calidad de los alimentos. Entonces ofrece su ayuda a los dueños, Mac (John Carroll Lynch) y Dick McDonald (Nick Offerman), para hacer crecer el negocio y abrir más locaciones.
Diagnóstico: Independientemente de lo que cada quien opine sobre McDonald's, no cabe duda que su novedoso modelo económico revolucionó la industria alimenticia, e incluso podríamos decir que cambió al mundo... no sé si para bien o para mal, pero es difícil negar la influencia que los métodos de la "comida rápida" han ejercido en múltiples áreas del quehacer humano (incluyendo el cine... y no me refiero a las palomitas de maíz, sino a la producción de películas).
Por eso Hambre de Poder no debería considerarse como la biografía de un hombre en particular, sino de un concepto que prosperó gracias al esfuerzo de varios individuos con muy distintas motivaciones y perspectivas del mundo. Por un lado, tenemos a los hermanos McDonald, auténticos fundadores del pequeño restaurante que resolvió con enorme ingenio muchos problemas comunes en la industria (largos tiempos de espera, calidad inconsistente en los alimentos, "rufianes" en el estacionamiento), obteniendo gran éxito a nivel local. Y por otro lado tenemos a Ray Kroc, vendedor increíblemente tenaz cuyas ideas rara vez rindieron frutos... hasta que encontró el restaurante McDonald's y reconoció su potencial para conquistar el país (la expansión mundial quedaría eventualmente a cargo de su asistente Fred Turner, quien empezó friendo papas en uno de los restaurantes originales).
Y, desde luego, no debería extrañarnos que la fundación de un imperio como McDonald's incluyó desmedida ambición, cuestionables decisiones éticas, y despiadadas traiciones contra los valores que alguna vez enarboló la empresa. Lo que sí me sorprendió fue la revelación del auténtico secreto financiero que convirtió está empresa en uno de los negocios más grandes del mundo... un secreto que nada tiene que ver con las hamburguesas que prepara (y no, el secreto tampoco es el mítico uso de "carne de gusano", como algunas apócrifas conspiraciones quisieron hacernos creer en los ochentas). En ese aspecto Hambre de Poder fue una fascinante lección de historia y finanzas, combinada con varios "estudios de carácter" que revelan los vicios y virtudes de los genios detrás de la franquicia.
Michael Keaton aborda el papel de Ray Kroc con entusiasmo y sinceridad para equilibrar la balanza entre los roles de héroe y villano. Aunque no siempre se comporta de manera honorable, nunca estamos seguros si existe auténtica malicia detrás de sus acciones, o simplemente un irrefrenable impulso por rebasar los límites establecidos por hombres menos ambiciosos que él. Solo así podemos tragar la película sin quedar con el mal sabor (ja, ja) de una tragedia donde triunfa "el malo".
En los papeles de Dick y Mac McDonald encontramos a Nick Offerman y John Carroll Lynch (respectivamente) como modestos genios que tal vez nunca comprendieron la magnitud de sus logros. Mi parte favorita de Hambre de Poder fueron los primeros treinta minutos, cuando Ray conoce a Mac y Dick, y entre ambos le explican la evolución del restaurante. Me pareció una secuencia emotiva y brillantemente realizada, pues establece el idealismo que hizo triunfar a este pequeño negocio, y al mismo tiempo plantó las semillas de su inexorable caída como víctima de su propio éxito.
En papeles secundarios pero importantes encontramos a B.J. Novak como el contador con una visión financiera aún más audaz que la de Kroc; Laura Dern como la sufrida esposa que se siente abandonada mientras su esposo abre restaurantes por todo el país; y Laura Cardellini como franquiciaria con una innovadora idea para reducir costos en la elaboración de leches malteadas, uno de los más grandes gastos del restaurante (no, esto tampoco incluye gusanos ni cosas asquerosas).
Si midiéramos el éxito exclusivamente por el aspecto económico, Hambre de Poder sería una fábula inspiradora con un final muy feliz; sin embargo el director John Lee Hancock (Saving Mr. Banks, The Blind Side) nos obliga a considerar los sentimientos de los personajes, resultando en un relato ambiguo y menos optimista, donde la batalla entre "el bien" y "el mal" no se resuelve por completo; lo cual, de paso, evita que Hambre de Poder se convierta en un comercial disfrazado de arte. Como uno de los personajes dice: "¿Es mejor tener un restaurante bueno, o cincuenta mediocres?" Para Ray Kroc la respuesta era obvia, y por eso ahora Michael Keaton lo interpreta en una película. Esa es la moraleja que más importa en nuestro mundo, supongo.
Calificación: 8.5
IMDb
Sunday, March 19, 2017
Fantasmas del Pasado (Personal Shopper)
Síntomas: Maureen Cartwright (Kristen Stewart) trabaja como "compradora personal" de una celebridad; pero, en sus ratos libres, intenta usar sus aparentes habilidades psíquicas para contactar el mundo de los espíritus. Maureen está muy interesada en comunicarse con un espíritu en particular; sin embargo, la respuesta podría venir de otro lugar.
Diagnóstico: Mientras veía Fantasmas del Pasado (de milagro no metieron "satánico" o "diabólico" en el título mexicano) recordé aquella ingeniosa frase de la película Crimson Peak: "No es una historia de fantasmas, sino una historia con un fantasma". Eso resume perfectamente Fantasmas del Pasado; excepto que esta historia incluye dos fantasmas. O más. O ninguno. No estoy seguro, y creo que el director francés Olivier Assayas escribió el nebuloso libreto con esa intención.
Aunque Fantasmas del Pasado tiene abundante suspenso, deliciosos sobresaltos y perturbadores eventos de posible origen sobrenatural, nunca se siente como una película de terror convencional. Por el contrario, el drama conduce la historia, enfocándose en la frustración de Maureen al sentirse atrapada en un mundo de ostentación y elegancia que ella no comparte; y, aunque le gustaría escapar, no sabe cómo lograrlo. Esto explica su obsesión con el "espíritu" que podría ofrecer las respuestas que la joven busca... ¿cuál es su destino? ¿Hay algo más allá de esta vida que nos dará la paz? ¿O esto es todo lo que tenemos y debemos aprender a apreciarlo? Como simple curioso con interés en asuntos paranormales, siempre me ha preocupado el área gris entre "evidencia" y "coincidencia"; Fantasmas del Pasado explora esa incierta región por medio de una protagonista cuya perspectiva podría distorsionarse bajo el peso de las emociones que carga.
Pero antes de que parezca un panfleto "new age", aclaro que Fantasmas del Pasado es una película cínica y fría, con ese estilo europeo que desprecia el sentimentalismo y prefiere una perspectiva cruda de los personajes y situaciones que examina... incluso cuando se trata de algo tan ambiguo como fantasmas. No conozco toda la filmografía de Assayas, pero ciertamente recuerdo Demonlover, cuyo argumento se ubicó en un similar entorno elitista, podrido por dentro, pero atractivo por fuera, donde las cosas no son lo que parecen (en esta ocasión puedo usar esa frase sin sarcasmo alguno). El trabajo de Maureen como "compradora personal" también puede parecer glamoroso, pero la realidad cotidiana es desmoralizante, y está borrando lentamente su identidad. Entonces, con tantas presiones externas e internas (además de todo Maureen sufre una condición médica que le preocupa), no es extraño que busque soluciones en rincones fantásticos aparentemente más estables que su vida real.
Kristen Stewart encontró en Fantasmas del Pasado un personaje ideal para aprovechar su "técnica" particular. La habitual inexpresividad de la actriz refleja la ofuscación psicológica de Maureen, y nos recuerda constantemente la tortura interna que motiva sus irracionales decisiones (por ejemplo, responder mensajes de un extraño con dudosas intenciones... ¿o acaso será el fantasma?)
Assayas apila misterios encima de misterios, pero de algún modo se mantienen en la periferia de nuestra atención; lo cual significa que, cuando llega el enigmático final, tenemos más preguntas que respuestas. Y aunque Fantasmas del Pasado no sea una película fácil de asimilar, me pareció fascinante y muy satisfactoria, fusionando múltiples géneros bajo la onírica visión de Assayas. Y con excelente música, cinematografía y diseño de producción, cuyos detalles complementan la surrealista atmósfera y locaciones de la historia.
No esperaba mucho, y quizás por eso Fantasmas del Pasado fue un placer inesperado, más intenso que muchos thrillers hollywoodenses, y más perturbador que incontables cintas de "terror" huecas y olvidables. En resumen: la gran sorpresa de la semana; quizás del año.
Calificación: 9
IMDb
Saturday, March 18, 2017
La Bella y la Bestia (Beauty and the Beast)
Síntomas: La joven Belle (Emma Watson) se convierte en prisionera accidental de un monstruo (Dan Stevens) en un remoto castillo; pero con el tiempo se da cuenta de que las apariencias no siempre revelan los sentimientos de una persona. O de una bestia.
Diagnóstico: Con La Bella y la Bestia, Disney continúa su estéril, pero muy rentable línea de cuentos de hadas realizados en acción viva. Y, al igual que ocurrió en años pasados con Alice in Wonderland, Cinderella, Maleficent, y The Jungle Book, ahora La Bella y la Bestia demuestra ser una fastuosa producción con extraordinario diseño y abundantes efectos especiales, que sin embargo no representa una sustancial mejoría narrativa respecto a su predecesora animada.
Como siempre, eso no significa que sea una mala película; La Bella y la Bestia es un placer para la vista y, a pesar de su inflado y redundante libreto, mantiene suficientes elementos de la historia original para satisfacer a los fans y capturar la imaginación de las nuevas generaciones, gracias a la química entre los actores y a la sobria dirección de Bill Condon, quien sabe mantener el romance por encima del espectáculo visual.
En el papel de Belle, Emma Watson es adecuadamente adorable y valerosa, aunque sigue sintiéndose un poco rígida e incapaz de liberar la fuerza total de sus emociones. Siempre se ve reprimida y un poco fría, lo cual he notado en otros papeles "serios" que ha abordado desde que terminó la saga de Harry Potter. No sé... es una "técnica" inusual, que no siempre favorece a La Bella y la Bestia.
Dan Stevens (más conocido por Downton Abbey y la actual serie Legion) ofrece una fantástica actuación como la Bestia, aunque se ve ocasionalmente saboteado por las limitaciones del personaje digital. El estudio Digital Domain creó una Bestia de impresionante realismo orgánico, pero la mirada muerta a veces arruina la ilusión y nos recuerda su origen artificial.
El resto del elenco humano me pareció sobresaliente, incluyendo Luke Evans como Gastón, el arrogante pretendiente de Belle; Kevin Kline como Maurice, el comprensivo padre de la muchacha; y Josh Gad como LeFou, fiel ayudante de Gastón que se está cansando de ignorar los abusos perpetrados por su "mejor amigo". Desde hace tiempo admiro el trabajo de Gad como comediante, y me hubiera gustado que tuviera más escenas y mayor libertad para practicar su particular estilo cómico; pero la película ya se siente demasiado larga, así que comprendo la necesidad de abreviar su participación.
Finalmente, tenemos el excelente desempeño vocal de Ewan McGregor, Stanley Tucci, Ian McKellen, Audra McDonald, Gugu Mbatha-Raw y la gran Emma Thompson como los objetos antropomórficos que atienden el castillo de la Bestia. Sus números musicales son muy divertidos, y definitivamente me parecieron el mejor aspecto de la película.
Como dije, La Bella y la Bestia se siente más larga de la cuenta, introduciendo sub-tramas que no "mejoran" la historia, aunque (¡qué coincidencia!) invitan más floritura visual. El tercer acto repleto de acción desentona un poco con el lánguido ritmo de la cinta, pero remata con un final satisfactorio y emotivo que hace justicia al espíritu romántico del cuento de hadas original, escrito en el siglo dieciocho.
A pesar de mis quejas, es posible que La Bella y la Bestia haya sido la adaptación "live action" que más me ha gustado hasta el momento... lo cual no es decir mucho. Pero admiro sus valores de producción, su inteligente selección de actores (con ciertas reservas sobre Emma Watson), y la mezcla de humor y melodrama que mantiene viva la historia durante sus pasajes más forzados. En resumen: no esperaré con gran entusiasmo los re-makes de Mulan y The Little Mermaid, pero mis expectativas se elevaron un poco.
Calificación: 8.5
IMDb
Friday, March 17, 2017
Trainspotting 2: La Vida en el Abismo (T2: Trainspotting)
Síntomas: Veinte años después de traicionar a sus amigos y abandonar la ciudad de Edimburgo, Mark Renton (Ewan McGregor) regresa para enfrentar las consecuencias de sus acciones.
Diagnóstico: Antes que nada, debo advertir que no soy devoto de la original Trainspotting. Obviamente me parece una gran película, y siempre admiraré el innovador estilo visual y audacia narrativa de Danny Boyle, quien confirmó su potencial durante las siguientes dos décadas. Pero aún así Trainspotting quedó en mi archivo de "Me gustó y no necesito verla de nuevo" (la banda sonora, por otro lado, fue imposible de ignorar en aquella década).
Entonces, entré a ver Trainspotting 2: La Vida en el Abismo con expectativas neutras y vagos recuerdos de la original. Y me complace decir que fue una agradable experiencia que respeta el espíritu de su predecesora, al mismo tiempo que forja un nuevo camino más apto para la edad de los personajes y la sociedad del siglo veintiuno. Lo cual significa que Trainspotting 2: La Vida en el Abismo es una película TAN distinta de la original que podría contrariar a los fans ansiosos por otra dosis de ideología subversiva, "Choose life", y tecno-pop británico.
Tal vez eso hubiera sido más divertido, pero no hubiera extendido la historia de manera lógica y consistente. Para lograrlo, Danny Boyle y el guionista John Hodge exploran el contraste entre el pasado y el presente, las consecuencias de malas decisiones, y la diferencia entre nostalgia y realidad. Pero no se preocupen; el libreto arroja suficientes guiños y referencias para satisfacer a los fans, al mismo tiempo que introduce nuevos significados para los símbolos de antaño. Por ejemplo, cuando escuchamos Lust for Life (de Iggy Pop), ya no se siente como un himno a la invencible juventud, sino como sátira de la vida adulta; y cuando intervienen las notas de Born Slippy (de Underworld), descubrimos que adoptaron un tono melancólico que describe perfectamente el sombrío matiz de nuestro futuro.
Lo cual nos lleva a los cuatro amigos que envejecieron de manera realista, sin perder los atributos (positivos o negativos) establecidos en la primera película. Mark (Ewan McGregor) intentó seguir la "vida normal" que despreciaba de joven, pero no logró encontrar la felicidad. Simon, alias "Sick Boy" (Jonny Lee Miller), persiste en sus rutinas de fraude y extorsión, que ahora practica con ayuda de una pragmática prostituta llamada Veronika (Anjela Nedyalkova); Spud (Ewen Bremner) sigue siendo el simpático perdedor drogadicto; y Franco Begbie (Robert Carlyle) está en la cárcel... aunque tiene grandes planes para escapar y continuar su carrera criminal.
La sub-trama de Spud forma un sincero y conmovedor eje emocional de Transpotting 2: La Vida en el Abismo; sus esfuerzos de rehabilitación, los momentos de introspección, las visitas familiares... en algún momento dejan de ser patéticas consecuencias de una vida desperdiciada, y se transforman en esperanza de una posible redención.
Por su parte, Franco Begbie sigue tan violento como antes... pero sus desplantes parecen menos graciosos cuando arruinan las vidas de gente inocente. Y, claro, la venganza contra Mark siempre ocupará un importante lugar en su lista de prioridades.
Curiosamente, la sub-trama que menos me gustó fue la de de Mark y Simon, quienes forman una frágil alianza para sobrevivir con una mezcla de embustes y negocios semi-legales. Sus actuaciones son excelentes de principio a fin, pero el libreto flaquea y pierde el rumbo mientras busca nuevas aventuras para este caótico dueto. Por el lado positivo, la nueva versión del monólogo "Choose life" es tan memorable como antes, y aún más amarga cuando contemplamos las diferencias entre el mundo moderno y aquella "optimista" época de 1996.
Me gustaría mostrar más entusiasmo por Trainspotting 2: La Vida en el Abismo, pues de ninguna manera me pareció una mala película; sin embargo le faltó un "algo" para elevarla por encima de un genérico melodrama sobre las dificultades de la vida adulta. Y desde luego aprecio que Boyle no haya cometido el error de repetir los trucos que le dieron tanta relevancia cultural a su predecesora (aunque algunas personas podrían decir que ese fue el gran error de esta secuela). En fin... supongo que Danny Boyle también maduró, y quiso compartir la experiencia con sus personajes Aún así siento que veinte años entre capítulos fue una espera demasiado larga; quizás diez años hubiera sido mejor. Por otro lado, la banda sonora probablemente se seguirá escuchando hasta que llegue la tercera parte.
Calificación: 8
IMDb
Wednesday, March 15, 2017
Galaxy of Horrors
Síntomas: Cuando falla la cápsula criogénica de un astronauta, la computadora encargada de mantenerlo vivo decide entretenerlo con ocho historias de terror futurista.
Diagnóstico: Para bien o para mal, Galaxy of Horrors no es remake ni secuela de la clásica Galaxy of Terror (una de mis "B-Movies" favoritas de todos los tiempos), sino una antología co-producida por la revista Rue Morgue que reúne nueve historias cortas de ciencia ficción con tintes de terror (o viceversa). Como siempre ocurre, algunos segmentos son mejores que otros, y existen grandes diferencias de creatividad y valores de producción; pero en general me pareció una experiencia entretenida que puede verse a pesar de sus defectos.
Las historias son, en orden cronológico:
1) Eden (Dir. Todd Cobery): Después de una cruenta guerra civil, los Estados Unidos cambiaron su nombre a "Eden"... y están mucho peor que antes, con una atmósfera tan contaminada que se ha vuelto venenosa, y continuos ataques terroristas entre facciones políticas rivales. Suena ambicioso, pero el resultado es más confuso que terrorífico, dividido en dos sub-tramas vagamente conectadas: el atentado contra el presidente de Eden, y los inesperados efectos producidos por la atmósfera tóxica. Al menos este segmento incluye un poco de sangre, y buena ambientación post-apocalíptica.
2) Iris (Dir. Richard Karpala): La nueva y avanzada "asistente digital" que todos utilizan en sus teléfonos se vuelve cómplice involuntaria de un crimen. En otras palabras: Siri con demasiada actitud (“Iris” es “Siri” leído al revés). Este segmento se apoya en humor negro de variable agudeza, y nos recompensa con un "twist" débil pero funcional; además, no dura más de lo necesario, lo cual siempre se agradece.
3) Flesh Computer (Dir. Ethan Shaftel): Un científico amateur explora la línea divisoria entre vida orgánica y digital. A diferencia del segmento anterior, Flesh Computer se siente demasiado corto para desarrollar adecuadamente su provocativa premisa, que podría describirse como "cronenbergesca" (con obvias alusiones a eXistenZ). Puntos extra por los grotescos efectos prácticos, y por sugerir el más perturbador acto sexual entre hombre y bio-máquina.
4) Pathos (Dir. Dennis Cabella, Marcello Ercole y Fabio Prati): En un futuro distópico, el trabajo y el entretenimiento de han transformado en experiencias virtuales... siempre y cuando haya dinero para pagarlas. Sin duda el segmento más ambicioso y mejor logrado en el aspecto visual. El diseño de arte es fantástico, y su proyección de una economía impersonal con obreros encerrados en inmundos "cubículos" es al mismo tiempo lógica y desmoralizante (durante años trabajé en un cubículo, así que me identifiqué con el protagonista). Desafortunadamente dura demasiado, y tiende a repetir una y otra vez la misma idea que entendimos desde el principio.
5) Eveless (Dir. Antonio Padovan): En otro futuro deprimente donde las mujeres están extintas, un doctor atiende al paciente que podría cambiarlo todo. Un relato breve y perturbador; tal como me gustan. No puedo revelar mucho porque arruinaría las escasas sorpresas del segmento, pero funciona en el nivel emocional, al mismo tiempo que ofrece un sutil mensaje feminista. Me recordó un poco Children of Men.
6) They Will All Die in Space (Dir. Javier Chillon): Una tormenta de asteroides causó graves daños en la nave espacial Tantalus, y los pilotos deciden despertar al pasajero que podría repararla. Pero, ¿logrará hacerlo a tiempo? ¿Y a tiempo de qué? Este fue mi segmento favorito, y uno de los pocos que nos lleva al espacio (¿no era ese el punto de la antología?) El diseño y cinematografía en blanco y negro evocan la ciencia ficción de los años cincuentas (la cual adoro), y aunque la trama no es muy imaginativa, está bien manejada y perfectamente editada para obtener máximo impacto con mínimo esfuerzo.
7) Entity (Dir. Andrew Desmond): Una astronauta a la deriva en el espacio encuentra un inusual fenómeno que podría salvar su vida. ¡Otra visita al espacio! Ya era hora. Entity es básicamente una fusión de 2001: A Space Odyssey y Gravity, comprimida a cinco minutos, y con un final apropiadamente enigmático. Mi segundo segmento favorito de la película.
8) Kingz (Dir. Benni Diez y Marinko Spahic): Dos delincuentes intentan concretar una venta de droga, pero los compradores resultan ser individuos complicados. De regreso en la Tierra, Kingz nos ofrece mucha acción, exótica atmósfera europea, y excelentes efectos prácticos y digitales, por no mencionar stunts que exceden el bajo costo del segmento. Es como Tarantino con tentáculos.
Y, finalmente, llegamos al inevitable "twist" de la historia envolvente (Dir. Justin McConnell), con el desafortunado individuo atrapado en su cápsula criogénica, sometido a las historias de terror que no fueron tan tranquilizadoras como la computadora suponía. Meh.
A fin de cuentas, Galaxy of Horrors me gustó porque combina mis dos géneros favoritos (horror y ciencia ficción) con una variedad de visiones internacionales que evitan clichés (en lo posible) y desafían expectativas (hasta cierto punto). Hay demasiado énfasis en "futuros distópicos" y menos espacio exterior del que yo esperaba, pero aún así puedo recomendar Galaxy of Horrors porque sin duda intentó algo diferente. ¡Y ni un solo refrito de Alien!
Calificación: 8 (Nota: la vi con fiebre de 39°; saquen sus propias conclusiones)
IMDb
Monday, March 13, 2017
Neruda
Síntomas: En 1948, el senador chileno Pablo Neruda (Luis Gnecco) se mete en problemas por sus tendencias comunistas, y se decreta su arresto. Entonces, con ayuda de sus amigos y seguidores, Neruda se oculta para evitar que lo capture el tenaz policía Óscar Peluchonneau (Gael García Bernal).
Diagnóstico: Mis conocimientos de Pablo Neruda estaban limitados a un libro de poemas que mi madre me prestó en mi adolescencia, con la esperanza de que extendiera un poco mis horizontes literarios, dedicados exclusivamente al horror y la ciencia ficción... lo cual, me temo, no ha cambiado mucho. Entonces, gracias a mi ignorancia sobre poesía y literatura latinoamericana, la película Neruda fue una revelación de principio a fin, ilustrándome sobre la "vida secreta" del célebre escritor y su azarosa vida como disidente político.
A pesar de esa inesperada premisa, el director chileno Pablo Larrain logró conciliar al Neruda senador con el Neruda artista, empezando la película como un thriller político que gradualmente se transforma en un poema onírico para rematar de manera satisfactoria (aunque un poco lenta) en un final al mismo tiempo mágico y realista.
El mejor truco de Larrain (y su guionista, Guillermo Calderón) consiste en cambiar de protagonista sin fracturar la narrativa; la primera mitad de Neruda está enfocada en la evolución ideológica de Pablo Neruda, uno de los pocos senadores que se oponían a la influencia que Estados Unidos estaba ejerciendo sobre el presidente de Chile; entonces llega su caída política, y la consiguiente persecución a cargo de un implacable policía con un plan personal.
Y cuando la historia de Neruda empieza a estancarse, el foco narrativo cambia al policía Óscar Peluchonneau, mostrándonos la turbulenta psicología y "daddy issues" que motivaron su misión, así como la extraña conexión que desarrolla con su presa (Neruda), quien está plenamente consciente del cazador.
Es un balance precario que Larrain mantiene con éxito durante la mayor parte de la película, apoyado por fantásticos actores que toman posesión de sus personajes y desaparecen detrás de sus rostros y manías. Sobra decir que no conocía el trabajo de Luis Gnecco, pero me dejó gratamente impresionado por su naturalidad para interpretar las contradicciones de Neruda, al mismo tiempo héroe del proletariado y caprichoso burgués cuyo estilo de vida no necesariamente coincidía con las ideas que predicaba. Por su parte, Gael García Bernal muestra con devastadora honestidad la combinación de arrogancia y vulnerabilidad del policía que acepta la misión con un propósito dual: la gloria política que le conferiría el arresto de Neruda; y la validación de su carrera policíaca, obtenida por métodos no muy claros.
Tantos y tan variados temas desafían la simple estructura de cualquier "bio-pic"; sin embargo el resultado fue satisfactoriamente complejo y ambicioso, sin perder las cualidades didácticas de una buena lección de historia (cuya fidelidad respecto a los hechos reales no me interesa confirmar).
Habiendo dicho eso, no puedo negar la ocasional fatiga que sentí con la constante narración de Peluchonneau, quien interviene con demasiada frecuencia para clarificar o contradecir los diálogos de los demás personajes. A veces sus "pensamientos" ofrecen observaciones válidas que contribuyen a la historia, pero en otras salen sobrando.
Aún así Neruda me pareció una fascinante mirada al lado oculto de un hombre cuyo legado trasciende las poesías por las que es recordado. Además, Neruda es una sólida lección de "historia lírica" y un triunfo dramático de Pablo Larrain y su elenco. Ojalá todas las "biografías" fueran tan creativas e inteligentes (sí, empezando por la reciente Jackie, del mismo director).
Calificación: 8.5
IMDb
Sunday, March 12, 2017
Manhattan en la Oscuridad (Manhattan Night)
Síntomas: El columnista Porter Wren (Adrien Brody) se especializa en reportar accidentes, crímenes, y tragedias que ayudan a vender periódicos, aunque sabe que está perdiendo la batalla contra los medios digitales. Pero cuando la seductora Caroline Crowley (Yvonne Strahovski) le pide ayuda para investigar la muerte de su famoso esposo, Porter se da cuenta de que podría estar frente a la noticia más importante de su carrera.
Diagnóstico: Como fan del cine (y literatura) "noir" del siglo veinte, aprecio el resurgimiento que está gozando este género en el nuevo siglo, ligeramente modernizado para satisfacer sensibilidades contemporáneas, pero manejando los clásicos arquetipos que establecieron autores como Raymond Chandler y Dashiell Hammett, y cineastas como John Huston y Alfred Hitchcock. La nueva cinta Manhattan en la Oscuridad es un sólido ejemplo de este renacimiento: un anti-héroe moralmente ambiguo se enreda con una mujer fatal que sabe más de lo que dice, mientras investiga la muerte de un hombre famoso con terribles secretos que conducen a múltiples sospechosos con motivos para asesinarlo; y todo ocurre en las oscuras y lluviosas calles de la gran ciudad, donde se ocultan por igual peligros y placeres listos para descarrilar la investigación. Solo faltaron las plañideras notas de un saxofón como fondo musical... no, un momento... la pista sonora de Manhattan en la Oscuridad tiene saxofones de vez en cuando, así que estamos completos.
Desafortunadamente sus buenas intenciones y competente realización no bastan para elevar esta cinta a la categoría que ocupan excepcionales "neo-noirs" como Nightcrawler, Brick y Kiss, Kiss, Bang, Bang. Para empezar, la historia de Manhattan en la Oscuridad está bien estructurada, pero se siente un tanto hueca... demasiado superficial para justificar tantos enredos e intrigas. Quizás el director Brian DeCubellis tomó la decisión de mantener las cosas a un nivel realista y humano pero, por la razón que haya sido, les faltó impacto a las sorpresas y revelaciones que arroja la investigación de Wren.
Por el lado de los actores, todo funciona razonablemente bien. Adrien Brody adopta la imagen y actitud perfecta del reportero semi-acabado que aún tiene un poco de fuego interno para buscar justicia; Yvonne Strahovski (francamente, mi razón principal para ver esta película) es una adecuada "rubia hitchcockiana", cuya pasión y vulnerabilidad podrían ser reales, o tan solo un señuelo para capturar a su presa. También participan en roles secundarios Jennifer Beals como sufrida esposa de Wren; Campbell Scott como el enigmático esposo de Caroline (cuando comienza la película ya está muerto, pero hay múltiples flashbacks para conocerlo mejor... y odiarlo más); y Steven Berkoff como el millonario Hobbs, quien acaba de comprar el periódico donde trabaja Wren, y aún no sabe si conservará al reportero de notas amarillistas... lo cual incrementa la motivación de Wren para desentrañar el misterio del marido muerto.
Y así transcurre Manhattan en la Oscuridad, con los esperados giros y traiciones, pistas falsas y romances ilícitos... pero muy poco suspenso. Rara vez sentí la deliciosa tensión y curiosidad que evocan los mejores "noirs". Por suerte las actuaciones y la estilizada dirección de DeCubellis ayudan a sobrellevar la experiencia.
Manhattan en la Oscuridad es una de esas películas medianas que no inspiran particular entusiasmo ni aversión. Está bien hecha y sirve para pasar dos horas más o menos entretenidas, pero existen mejores cintas de este estilo que realmente elevan el concepto del "noir" y justifican su moderno renacimiento. Entonces, solo recomendaría Manhattan en la Oscuridad para fans de Adrien Brody, Yvonne Strahovski, y de misterios al nivel de Murder, She Wrote... pero con el subtexto psico-sexual que Jessica Fletcher jamás encontró en su serie televisiva.
Calificación: 7.5
IMDb
Saturday, March 11, 2017
Kong: La Isla Calavera (Kong: Skull Island)
Síntomas: En 1973, durante los días finales de la guerra de Vietnam, una expedición científica acompañada por una robusta escolta militar se dispone a explorar la Isla Calavera en el Pacífico Sur, objeto de temibles rumores y leyendas. No saben exactamente qué encontrarán, pero deben apresurarse para que los rusos no lo descubran primero.
Diagnóstico: Mitad Apocalypse Now, mitad "Moby Dick" y mitad Jurassic Park (sí, tres mitades) no es exactamente lo que esperaba de Kong: La Isla Calavera, pero debo admitir que la ecléctica combinación de ideas funciona para sustentar la superficial historia de esta secuela que nos lleva al "origen" (no exactamente) del gorila gigante Kong. Pero, ¿es en realidad una secuela? Hasta donde recuerdo, nada en la trama confirma si los hechos retratados en King Kong (ya sea la de Peter Jackson del 2005, o la de Merian C. Cooper de 1933) ocurrieron en el mismo universo de esta nueva película, o si se trata de un "reboot" totalmente nuevo y listo para convertirse en franquicia (por cierto, no olviden quedarse a la escena post-créditos, que insinúa cosas muy interesantes para el futuro).
A fin de cuentas no importa mucho su conexión con King Kong pues, bajo la firme mano del director Jordan Vogt-Roberts, Kong: La Isla Calavera establece sus propias reglas y nos lleva a la acción con inusual rapidez, esbozando los mínimos elementos necesarios para desarrollar a los personajes y plantar las semillas del misterio de la isla.
El elenco me pareció bien balanceado, con apropiada diversidad étnica y abundante "carne de cañón" para demostrar los mortales peligros de la Isla Calavera. La mayor parte de los soldados son víctimas desechables, pero los científicos y civiles muestran adecuado carácter y energía. Tom Hiddleston es el mercenario experto en terrenos selváticos; su personaje podría haber degenerado en una caricatura machista (al estilo de Chris Pratt en Jurassic World), pero Hiddleston mantiene la mesura hasta en las más exóticas situaciones. Brie Larson es la fotógrafa del equipo y, en un sentido más simbólico, también representa la voz del mensaje anti-bélico y ecológico que enarbola la película; básicamente es la "hippie" pacifista que rechaza la guerra y la agresión. En el extremo opuesto tenemos a Samuel L. Jackson como el veterano coronel que no está listo para abandonar el combate; su obsesión con destruir a Kong revela profundas heridas psicológicas que no necesariamente tienen que ver con el gorila gigante. John Goodman, Corey Hawkins y Tian Jing son los científicos con descabelladas teorías que se ven violentamente confirmadas por la pesadillesca fauna de la Isla Calavera; Goodman actúa con demasiada sobriedad para llamarle "científico loco", pero no logra ocultar cierta manía en su mirada que nos ayuda a comprender su motivación; y, finalmente, John C. Reilly destaca como hirsuto "comic relief" y conciencia de la expedición, con muchas acertadas observaciones sobre el papel del hombre en el planeta, y el balance de la naturaleza. Es como el benevolente Sasquatch que interpretó en The Pick of Destiny, pero con entrenamiento militar.
Por el lado de los monstruos... no diré demasiado. Industrial Light & Magic (con apoyo de media docena de estudios adicionales) crea un extraordinario bestiario con impresionante detalle e imaginación biológica; solo en algunos momentos se notan pequeñas inconsistencias entre la escala del gorila y sus efectos en el medio ambiente (sobre todo en el agua)... pero no basta para romper la ilusión de un ecosistema vibrante y perturbadoramente hostil.
Y, bueno, ubicar la historia en 1973 sirve como excusa para deleitarnos con canciones de rock clásico (desde Jefferson Airplane hasta Black Sabbath), así como para lucir el icónico "hardware" militar de Vietnam, incluyendo los helicópteros Chinook y Bell UH-1 (alias "Huey") volando en formaciones que inevitablemente nos remiten a la mencionada Apocalypse Now.
A fin de cuentas Kong: La Isla Calavera me pareció una entretenida "B-Movie" realizada con enormes cantidades de dinero y suficiente subtexto dramático para disculpar algunas absurdas decisiones creativas y crispantes rechinidos en sus engranes narrativos. En resumen: pudo ser mucho peor, y tiene el potencial de mejorar a largo plazo, siempre y cuando el éxito económico garantice la continuación que nos prometen al final. Sigo prefiriendo la película original de 1933, pero Kong: La Isla Calavera fue una inteligente "retro-actualización", lista para explorar los vicios de la humanidad con ayuda de monstruos gigantes. Ya quiero ver la secuela anti-Reagan ubicada en los 80s.
Calificación: 8.5
IMDb
Wednesday, March 8, 2017
I Don't Feel at Home in This World Anymore
Síntomas: Cansada de los abusos que ha sufrido toda su vida, la sencilla enfermera Ruth Kimke (Melanie Lynskey) decide tomar la justicia en sus manos cuando su casa es robada. Entonces, con ayuda de su excéntrico vecino Tony (Elijah Wood) y su perro Kevin (Smokey), Ruth inicia una investigación que cambiará sus vidas.
Diagnóstico: El título de esta película suena como una canción emo del año 2002, pero en realidad I Don't Feel at Home in This World Anymore es un impredecible melodrama "indie" (distribuido globalmente por Netflix) que usa la investigación de un robo como punto de partida para explorar el desarrollo espiritual de la protagonista, y para denunciar oblicuamente algunos problemas de la sociedad contemporánea... en particular, por qué tanta gente se comporta como idiotas.
"Melodrama indie" es un término vago que no basta para describir los múltiples temas e ideas que maneja I Don't Feel at Home in This World Anymore. El drama personal de Ruth es bastante ligero, pero se sentirá catártico para quienes hayan sufrido (bueno, "sufrido" suena exagerado) aquellas pequeñas y desmoralizantes humillaciones de la vida diaria, motivadas por el egoísmo de individuos que ignoran a los demás para enfocarse exclusivamente en su comodidad y conveniencia... desde el patán que se mete en la fila del supermercado, hasta el vecino que no limpia la suciedad que deja su perro en la acera. Sí, ya sé... no estamos hablando de tragedias mundiales, pero eso no invalida las intenciones del director Macon Blair (haciendo un notable debut detrás de las cámaras, luego de actuar en cintas como Murder Party, Blue Ruin y Green Room), ni los excelentes resultados del elenco que nos hace sentir la frustración y creciente ira contra un mundo injusto donde la indiferencia se convirtió en un estilo de vida.
Melanie Lynskey y Elijah Wood interpretan una clásica "pareja dispareja" con pocas cosas en común, pero con disfunciones sorprendentemente complementarias. El robo de la casa de Ruth por fin la motiva a actuar en defensa de su dignidad, mientras que Tony encuentra una excusa para poner en práctica las fantasías heroicas de alguien que ha visto demasiadas películas de acción (y que quizás duda un poco de su masculinidad)(la playera de Saxon lo dice todo). Cuando Ruth toca a la puerta de Tony y le dice "Necesito respaldo" y él responde sin titubear "Claro, vamos", es un momento inesperadamente honesto y conmovedor; me recordó una escena similar en Rolling Thunder, donde Tommy Lee Jones dice simplemente: "Voy por mis cosas". Bueno, es una comparación extraña, pero refleja una profundidad de carácter que no esperaba encontrar en un modesto "melodrama indie".
Por el lado más ligero, la inepta investigación de Ruth y Tony genera muchos momentos humorísticos que me hicieron reír más que cualquier comedia reciente (incluyendo la escena de "hackeo" más graciosa que he visto); pero al mismo tiempo Blair (también autor del libreto) desarrolla gradualmente una atmósfera de amenaza que incrementa el suspenso y nos prepara para el abrupto giro del tercer acto, cuando las cosas se complican y se desata la violencia, poniendo a prueba el auténtico temple de los personajes (SPOILER: Kevin sale ileso; afortunadamente se queda en casa durante los momentos más peligrosos). Y cuando las complicaciones alcanzan un nivel surrealista nos damos cuenta de que el director no espera que tomemos su película en serio, sino como una fábula absurdista cuya moraleja justifica sus divertidos desvaríos, incluyendo el final un poco melancólico, pero absolutamente satisfactorio.
Aunque me gustó mucho I Don't Feel at Home in This World Anymore, creo que sus bizarros personajes y variable tono podrían desconcertar a quien prefiere dramas más sobrios o relatos de venganza menos complicados. Sin embargo, lo que lograron Macon Blair, Melanie Lynskey y Elijah Wood encajó perfectamente en mi perspectiva del mundo, así que puedo recomendarla con entusiasmo no exento de reservas. Ah, y a fin de cuentas resultó que "I Don't Feel at Home in This World Anymore" sí es una canción, pero no emo sino folk-country, interpretada por Fern Jones durante el epílogo de la historia. Ni siquiera en eso fue predecible esta película.
Calificación: 9
IMDb
Monday, March 6, 2017
Headshot
Síntomas: Un hombre (Iko Uwais) despierta en el hospital con amnesia... y con una gran herida en la cabeza. Su doctora lo nombra temporalmente "Ishmael" y, conforme recupera la memoria, descubre que un peligroso líder criminal llamado Lee (Sunny Pang) está muy interesado en encontrarlo.
Diagnóstico: El gran Iko Uwais, artista marcial conocido por las excelentes cintas de acción The Raid: Redemption y The Raid 2: Berandal, regresa con Headshot, una película aún más brutal y sangrienta... pero no tan buena, en mi humilde opinión, debido a un libreto largo y serpenteante que tarda demasiado en encontrar su foco narrativo. Afortunadamente los "Hermanos Mo" (Kimo Stamboel y Timo Tjahjanto) dirigen Headshot con un feroz estilo que hace más intensas las peleas, más dolorosos los golpes, y más despiadados los ataques con cuchillos, machetes y múltiples armas de fuego. La acción no es el problema, sino la falta de rumbo durante parte de la historia.
Claro que nadie ve una película como Headshot esperando delicado melodrama, así que las fallas del libreto resultan irrelevantes siempre y cuando propicien abundantes peleas entre "Ishmael" (la doctora estaba leyendo Moby Dick) y los múltiples esbirros de Lee... hasta llegar, naturalmente, a la gran batalla final donde se explica la conexión entre el villano y el anti-héroe, y donde no solo corren peligro sus respectivas vidas, sino las de varios inocentes, incluyendo la obligatoria damisela en peligro interpretada por Chelsea Islan.
Las peleas por sí mismas justifican una recomendación para Headshot, sobre todo para fans de Uwais que esperaban otra dosis de "silat" y sus variantes (la disciplina nativa de Indonesia que se basa en pelea con puños, articulaciones y armas blancas), además de las delirantes secuencias de acción diestramente filmadas para apreciar el desempeño de los actores/atletas, pero sin sacrificar estilo visual. Me gustó mucho la técnica de los Hermanos Mo, combinando el frenético movimiento de la "shaky cam", con cuidadosos ángulos y movimientos para no perder detalle alguno de las peleas (a diferencia de ciertos cineastas norteamericanos que usan el movimiento para disfrazar imperfecciones técnicas). Los efectos digitales denotan su artificialidad, pero supongo que no hubiera sido práctico crear tantas heridas por los métodos tradicionales, así que no puedo quejarme. Y las actuaciones... son lo que son: adecuadas en el contexto de la acción, y punto. Aunque debo admitir que Uwais logró convencerme de la agonía provocada por su herida craneal (el "headshot" del título). Desde niño sufro frecuentes migrañas, y me causó ansiedad imaginar que Ishmael debe realizar tantas hazañas con un fuerte dolor de cabeza; mientras que yo, cuando me da la migraña, apenas tengo fuerza para abrir otra bolsa de Cheetos (por favor no busquen conexiones entre la migraña y mis malos hábitos alimenticios).
Otra cosa que aprecié en Headshot fue la descripción del sub-mundo criminal en Indonesia, incluyendo su dependencia de las armas chinas, tráfico de drogas adulteradas, y la terrible práctica de secuestrar niños para entrenarlos como soldados desechables con inquebrantable lealtad. No sé qué tan realistas sean esas descripciones (espero que nada), pero incrementaron el dilema moral de Ishmael y humanizaron a los villanos, en vez de ser figuras anónimas listas para ser despachadas por el método más violento posible.
Finalmente, Headshot podría inspirar comparaciones con la reciente John Wick: Chapter 2; ambas tratan básicamente de lo mismo (un implacable anti-héroe atrapado en una cruenta misión personal), emplean similares niveles de violencia (la de Wick es más estilizada, mientras que la de Ishmael es más salvaje), y exageran algunos puntos del drama para compensar la superficialidad de su argumento. No estoy diciendo que una sea mejor que la otra; simplemente me pareció un interesante contraste de métodos y culturas.
Sin embargo, como dije antes, Headshot no pretende ser más de lo que es: un entretenido y ridículamente violento desfile de peleas, persecuciones y balaceras dedicado a lucir el talento de Iko Uwais y el Equipo Uwais de stunts y acrobacias. Solo queda esperar una futura colaboración con Tony Jaa o Jackie Chan. Tal vez con Keanu Reeves como el villano, para tener un "buen" actor en el equipo.
Calificación: 8.5
IMDb
Sunday, March 5, 2017
La Resurrección del Mal (Havenhurst)
Síntomas: Después de completar un programa de rehabilitación, Jackie (Julie Benz) quiere empezar una nueva vida sin vicios; y su primer paso es mudarse a un departamento en el viejo edificio Havenhurst. Pero una serie de muertes inexplicables pondrán en peligro la sobriedad de Jackie... por no mencionar su vida.
Diagnóstico: Supongo que un edificio embrujado es menos cliché que una casa embrujada. En películas como La Resurrección del Mal, conviene enfocarse en los elementos positivos, y esperar que compensen (al menos parcialmente) los típicos problemas de una B-Movie de terror, realizada con cierto estilo visual y adecuado manejo del suspenso, pero con poca imaginación y personajes prefabricados.
El principal de esos aciertos: Julie Benz, veterana del género fantástico que siempre me ha parecido una excelente actriz con notable rango emocional; y aunque La Resurrección del Mal no presenta grandes retos histriónicos, siempre es bueno contar con una protagonista expresiva y creíble en cualquier situación, ya sea una adolescente vampiro (como hizo en la serie Buffy, The Vampire Slayer... ¡que acaba de cumplir veinte años!), o alcaldesa de un pueblo post-apocalíptico (en la serie Defiance), o como ex-adicta investigando las misteriosas desapariciones de sus vecinos en un edificio embrujado.
Pero, ¿está realmente embrujado? Gran parte del misterio de La Resurrección del Mal yace en la causa de las muertes. A veces el director Andrew C. Erin nos presenta evidencia de una entidad sobrenatural, y en otras se inclina por un asesino humano (o al menos semi-humano) acechando víctimas en los lúgubres corredores del edificio (dato curioso: las tomas exteriores del "Havenhurst" muestran en realidad el edificio Tudor City, en Nueva York, que muchos reconocerán como la casa de Norman Osborne en Spider-Man). Dicho misterio no es muy complicado, pero basta para llenar los escasos ochenta minutos de la película, al mismo tiempo que la conecta con un célebre caso histórico que reconocerán los estudiosos de las crónicas macabras.
Otro acierto es el "gore", jugoso y perturbador, aunque no tan frecuente como yo hubiera deseado (mi favorito fue el borracho violador... bueno, no mi personaje "favorito", sino el que tiene la muerte más grotesca, en mi humilde opinión).
Completan el reparto algunos rostros célebres como Fionula Flannagan (dueña del edificio, ocultando sus propios secretos); Danielle Harris (en un prólogo demasiado breve); y Toby Huss como el siniestro intendente del edificio (hablando de clichés...)
Desafortunadamente un final genérico y poco satisfactoria hace difícil recomendar La Resurrección del Mal, excepto para fans de Julie Benz (como yo). Y aún así preferiría ver un par de episodios "Darla-céntricos" de Buffy o Angel. Entonces: casa, edificio... el lugar no importa mucho; pero la falta de ideas puede arruinar un buen relato.
Calificación: 6.5 (solo por Julie Benz)
IMDb