Friday, March 17, 2017
Trainspotting 2: La Vida en el Abismo (T2: Trainspotting)
Síntomas: Veinte años después de traicionar a sus amigos y abandonar la ciudad de Edimburgo, Mark Renton (Ewan McGregor) regresa para enfrentar las consecuencias de sus acciones.
Diagnóstico: Antes que nada, debo advertir que no soy devoto de la original Trainspotting. Obviamente me parece una gran película, y siempre admiraré el innovador estilo visual y audacia narrativa de Danny Boyle, quien confirmó su potencial durante las siguientes dos décadas. Pero aún así Trainspotting quedó en mi archivo de "Me gustó y no necesito verla de nuevo" (la banda sonora, por otro lado, fue imposible de ignorar en aquella década).
Entonces, entré a ver Trainspotting 2: La Vida en el Abismo con expectativas neutras y vagos recuerdos de la original. Y me complace decir que fue una agradable experiencia que respeta el espíritu de su predecesora, al mismo tiempo que forja un nuevo camino más apto para la edad de los personajes y la sociedad del siglo veintiuno. Lo cual significa que Trainspotting 2: La Vida en el Abismo es una película TAN distinta de la original que podría contrariar a los fans ansiosos por otra dosis de ideología subversiva, "Choose life", y tecno-pop británico.
Tal vez eso hubiera sido más divertido, pero no hubiera extendido la historia de manera lógica y consistente. Para lograrlo, Danny Boyle y el guionista John Hodge exploran el contraste entre el pasado y el presente, las consecuencias de malas decisiones, y la diferencia entre nostalgia y realidad. Pero no se preocupen; el libreto arroja suficientes guiños y referencias para satisfacer a los fans, al mismo tiempo que introduce nuevos significados para los símbolos de antaño. Por ejemplo, cuando escuchamos Lust for Life (de Iggy Pop), ya no se siente como un himno a la invencible juventud, sino como sátira de la vida adulta; y cuando intervienen las notas de Born Slippy (de Underworld), descubrimos que adoptaron un tono melancólico que describe perfectamente el sombrío matiz de nuestro futuro.
Lo cual nos lleva a los cuatro amigos que envejecieron de manera realista, sin perder los atributos (positivos o negativos) establecidos en la primera película. Mark (Ewan McGregor) intentó seguir la "vida normal" que despreciaba de joven, pero no logró encontrar la felicidad. Simon, alias "Sick Boy" (Jonny Lee Miller), persiste en sus rutinas de fraude y extorsión, que ahora practica con ayuda de una pragmática prostituta llamada Veronika (Anjela Nedyalkova); Spud (Ewen Bremner) sigue siendo el simpático perdedor drogadicto; y Franco Begbie (Robert Carlyle) está en la cárcel... aunque tiene grandes planes para escapar y continuar su carrera criminal.
La sub-trama de Spud forma un sincero y conmovedor eje emocional de Transpotting 2: La Vida en el Abismo; sus esfuerzos de rehabilitación, los momentos de introspección, las visitas familiares... en algún momento dejan de ser patéticas consecuencias de una vida desperdiciada, y se transforman en esperanza de una posible redención.
Por su parte, Franco Begbie sigue tan violento como antes... pero sus desplantes parecen menos graciosos cuando arruinan las vidas de gente inocente. Y, claro, la venganza contra Mark siempre ocupará un importante lugar en su lista de prioridades.
Curiosamente, la sub-trama que menos me gustó fue la de de Mark y Simon, quienes forman una frágil alianza para sobrevivir con una mezcla de embustes y negocios semi-legales. Sus actuaciones son excelentes de principio a fin, pero el libreto flaquea y pierde el rumbo mientras busca nuevas aventuras para este caótico dueto. Por el lado positivo, la nueva versión del monólogo "Choose life" es tan memorable como antes, y aún más amarga cuando contemplamos las diferencias entre el mundo moderno y aquella "optimista" época de 1996.
Me gustaría mostrar más entusiasmo por Trainspotting 2: La Vida en el Abismo, pues de ninguna manera me pareció una mala película; sin embargo le faltó un "algo" para elevarla por encima de un genérico melodrama sobre las dificultades de la vida adulta. Y desde luego aprecio que Boyle no haya cometido el error de repetir los trucos que le dieron tanta relevancia cultural a su predecesora (aunque algunas personas podrían decir que ese fue el gran error de esta secuela). En fin... supongo que Danny Boyle también maduró, y quiso compartir la experiencia con sus personajes Aún así siento que veinte años entre capítulos fue una espera demasiado larga; quizás diez años hubiera sido mejor. Por otro lado, la banda sonora probablemente se seguirá escuchando hasta que llegue la tercera parte.
Calificación: 8
IMDb
La veré solo por el respeto que le tengo a la primera, algo así como buffalo 66, clerks o happiness que fueron de las de culto (junto con muchas otras ) con las que crecí viendo cine 90ro.
ReplyDeleteArturo Pelayo Leal: Ojalá no te decepcione esta secuela. Como mencioné, es muy distinta a la original, pero al mismo tiempo refleja una progresión lógica de los personajes. Algo así como Clerks 2, ahora que lo pienso ;-) Gracias por tu comentario, y muchos saludos!
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