Tuesday, March 10, 2015
No Confíes en Nadie (Before I Go to Sleep)
Síntomas: A consecuencia de un accidente, Christine Lucas (Nicole Kidman) sufre una rara forma de amnesia que le borra la memoria cada noche, haciendo que despierte todos los días sin recordar los últimos veinte años de su vida. Su esposo Ben (Colin Firth) hace lo posible por ayudarla a llevar una existencia tan normal como sea posible bajo esas difíciles circunstancias. Entonces, con ayuda del comprensivo Dr. Nasch (Mark Strong), Christine empieza a recuperar memorias aisladas que no siempre coinciden con lo que le dice su esposo. ¿Será posible que Ben esté ocultando algo? ¿O quizás el doctor intenta manipular a Christine con algún fin siniestro?
Diagnóstico: Basada en una popular novela de S.J. Watson (que desde luego no he leído), No Confíes en Nadie introduce con notable ingenio y eficiencia su intrigante premisa... y si hubiera mantenido esas características durante su desarrollo, sería una excelente película. Desafortunadamente el ingenio decae marcadamente conforme nos internamos en el misterio de Christine, y para cuando llega la "gran revelación" que debería sorprendernos, descubrí que no me importaba mucho saber quién era "el malo" (o mala) y quien "el bueno". No estoy seguro si el problema fue la floja dirección de Rowan Jofee, o las actuaciones tan afectadas y teatrales de Nicole Kidman y Colin Firth, o el libreto (escrito por el mismo director) que obviamente condensó demasiado la novela, creando muchos agujeros y apresurando pasajes que necesitaban más tiempo para sentirse creíbles, o al menos no tan ilógicos.
Ahora que lo pienso, quizás el problema es que la historia solo funciona en el universo artificial que la película construyó para su propio beneficio, donde la policía no existe hasta que es necesaria, la tecnología funciona solo como le conviene al director, y los cuatro personajes relevantes no requieren interacción con nadie que pudiera arruinar el delicado balance de credulidad, coincidencias y paranoia que alimenta al argumento.
Habiendo dicho eso, No Confíes en Nadie me pareció medianamente entretenida; las actuaciones son un poco exageradas pero podrían interpretarse como un experimento "kitsch" con renombrados actores en un relato sórdido que los aleja un poco de su "zona segura". Y aunque el final resulta blando y hasta cursi, no está exento de cierta catártica satisfacción, la cual probablemente será más apreciada por personas que se identifiquen con la protagonista (pero ojalá no sea por compartir esa mágica amnesia de película).
Para variar, No Confíes en Nadie se estrenó originalmente en video casero, y llega a cines de México, donde parece aun más simple e intrascendente. No recomendaría gastar tiempo ni dinero para verla en la pantalla grande, aunque quizás podría matar el aburrimiento durante noventa inocuos minutos si llegan a encontrarla en televisión. Y eso solo si son grandes admiradores de Nicole Kidman o Colin Firth. Al igual que la protagonista, probablemente no recordarán la película al día siguiente, pero quedará la vaga impresión de que vieron algo que aspiró a ser distinto... ¿qué fue? ¿Un comercial de cereal? ¿Un episodio de Criminal Minds? Como sea, un golpe en la cabeza les ayudará a recuperar la memoria. Es broma; no lo hagan en casa. A menos que Colin Firth está cerca.
Calificación: 6
Trailer
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