Síntomas: Después de ver un fantasma en el hospital donde trabajan, los doctores Gla (Paris Intarakomalyasut) y Wee (Thanapob Leeratanakachorn) inician una investigación sobre la existencia del más allá.
Diagnóstico: Me gustan las películas tailandesas de terror por la riqueza del folclor que las inspira, repleto de exóticas criaturas y leyendas muy distintas al horror occidental (algunos de mis ejemplos favoritos: Inhuman Kiss, The Victim, y The Art of the Devil 2). Sin embargo, la nueva cinta Ghost Lab (disponible en Netflix) no está basada en folclor, sino en otro de mis temas favoritos del cine de terror: la eterna batalla entre ciencia y superstición. En esta ocasión, dos doctores colaboran para descubrir la verdad sobre los fenómenos paranormales después de un inexplicable encuentro con un fantasma (o algo así) en el hospital donde trabajan.
La premisa me pareció fantástica, pues sugiere un análisis del mundo espiritual desde un punto de vista eminentemente científico; y, además, la relación entre Gla (Paris Intarakomalyasut) y Wee (Thanapob Leeratanakachorn) genera suficiente drama para respaldar el suspenso y justificar abruptos cambios de dirección en una historia perturbadora e impredecible.
Desafortunadamente Ghost Lab no cumplió mis elevadas expectativas... pero eso no significa que sea mala. Simplemente hay que ajustar nuestro criterio a la visión del director Paween Purijitpanya.
Para empezar, Ghost Lab es demasiado larga (dos horas), y la supuesta "investigación" de los doctores no es muy científica, pues se limita a repetir la rutina de todos los "caza-fantasmas" del cine y la televisión: recorrer el hospital durante la noche con cámaras de video, esperando registrar eventos inexplicables. Y, aunque su misión tiene éxito de inmediato, los doctores reconocen que un simple video no constituye evidencia incontrovertible, pues no es muy distinto de los videos falsos que abundan en YouTube. Entonces se ponen a pensar en los motivos que un espíritu podría tener para manifestarse en forma física... y ahí empieza el aspecto más peligroso de la investigación.
No diré más, excepto que las deducciones de Gla y Wee indican que el contacto con el más allá requiere actos peligrosos, crueles y auto-destructivos. Pero, ¿hasta dónde estarán dispuestos a llegar para encontrar las respuestas que buscan?
Yo esperaba una oda al método científico, y lo que encontré fue un intenso thriller psicológico sobre obsesión, sueños interrumpidos, y redención personal. Los actores Paris Intarakomalyasut y Thanapob Leeratanakachorn forman una entrañable "pareja dispareja", cuya sincera amistad persiste a pesar de sus opiniones contradictorias sobre asuntos paranormales. En papeles secundarios destacan Nuttanicha Dungwattanawanich como Mai, la novia de Gla; y Suquan Bulakul como la madre enferma de Wee, cuya grave condición es un factor clave en las decisiones de su hijo... no solo sobre fantasmas, sino sobre su futuro en general.
Entonces, Ghost Lab no fue lo que yo quería ver, pero aún así encontré interesante la propuesta del director Paween Purijitpanya, no necesariamente racional, pero siempre honesta en su análisis de la naturaleza humana. Por mucho que queramos estudiar objetivamente algo tan delicado como la muerte, es imposible ignorar nuestra ideología y vivencias personales. En cierto modo fue un mensaje más positivo que cualquier falacia pseudo-científica. Ya llegará el momento de conocer la verdad; mientras tanto, es mejor disfrutar la vida.
Calificación: 8
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