Monday, August 19, 2019
The Red Sea Diving Resort (Operation Brothers)
Síntomas: En 1979, la población judía en Etiopía es víctima de una brutal persecución religiosa. Entonces el agente israelí Ari Levinson (Chris Evans) desarrolla un ambicioso plan para aliviar la situación, con ayuda de un hotel abandonado en la costa de Sudán.
Diagnóstico: La película original de Netflix The Red Sea Diving Resort es un thriller político disfrazado de "heist movie"... algo así como Ocean's Eleven, pero con fines humanitarios en vez de económicos.
Por lo tanto, podemos asumir que el argumento tendrá abundantes clichés (¡el agente rebelde que no sigue las reglas, pero obtiene resultados, demonios!), grandes agujeros lógicos (la atractiva agente rubia en un país musulmán se viste como si estuviera en una playa francesa) (no me estoy quejando) y sub-tramas de drama artificial que no conducen a nada y solo incrementan la duración de la película, que ya se siente larga.
Sin embargo, The Red Sea Diving Resort nos cuenta una fascinante historia inspirada en hechos reales, con un excelente manejo de suspenso, y sólidos actores que añaden atractivo internacional a un relato sin los típicos componentes de un "blockbuster" comercial.
El director y guionista Gideon Raff (creador de la serie israelí Prisoners of War, que luego se adaptó en los Estados Unidos como Homeland) establece la situación en Etiopía con un tenso prólogo, donde el agente Ari Levinson (Chris Evans) rescata a una familia de las milicias locales que están arrestando judíos para llevarlos a campos de detención (o para matarlos, en caso de que opongan resistencia); pero Ari es tan obstinado que termina poniendo en peligro a todos los refugiados para salvar a un niño extraviado. ¿Mencioné que no obedece las reglas, pero obtiene resultados? ¿Demonios?
Para bien o para mal, ese es el nivel narrativo general que mantiene The Red Sea Diving Resort (también conocida como Operation Brothers, el nombre real de la operación). Todos los detalles que podrían darle relevancia y profundidad a la trama fueron intencionalmente ignorados; por ejemplo, las causas de la persecución religiosa, la perspectiva de los cómplices etíopes, o la complicada relación entre el gobierno de Israel y la organización de inteligencia Mossad. En vez de eso Raff utiliza estereotipos melodramáticos que hacen la cinta emocionante y accesible, pero diluyen su realismo histórico (al parecer bastante cuestionable), al mismo tiempo que introducen el desafortunado cliché del “salvador blanco”.
Pero, bueno... como dije al principio, el propósito de The Red Sea Diving Resort es presentar una interesante variación del "gran golpe" perpetrado por un equipo de pintorescos agentes, cada uno con su trauma personal o rasgo identificador que eventualmente servirá para resolver alguna crisis del "hotel". Chris Evans es el líder impulsivo que se rehúsa a comprometer los principios de la misión. Greg Kinnear es el taimado representante de la CIA que oficialmente no sabe nada, ni puede ayudar a sus colegas judíos; y Ben Kingsley es el diplomático encargado de convencer al gobierno de Israel para que autorice el descabellado plan. También aparecen Haley Bennett, Michiel Huisman y Alessandro Nivola, y todos hacen un buen trabajo como renuentes aliados de su carismático comandante.
Los grandes temas de The Red Sea Diving Resort y la brutalidad de los eventos que retrata podrían haberse adaptado en un drama "de prestigio" con aspiraciones al Óscar. Sin embargo Gideon Raff prefirió hacer una película más ligera y entretenida, lo cual sin duda aprecié como simple aficionado a los thrillers políticos y "heist movies". Pero siento que la historia merecía un tratamiento más grave y respetuoso. En otras palabras: The Red Sea Diving Resort no obedeció las reglas, ¡pero obtuvo resultados, demonios!
Calificación: 8
IMDb
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