Avengement

Síntomas: Cain Burgess (Scott Adkins) escapa de presidio para vengarse de los individuos responsables por su captura.

Diagnóstico: Mensaje urgente para Hollywood: así es como se hace una película de venganza.
Lo cual no significa que Avengement sea perfecta. Su tono es poco irregular, la estructura modular del argumento se vuelve cansada, y el plan de Burgess parece apoyarse en la cooperación de sus enemigos. Sin embargo, la intensidad del protagonista y su complejo arco dramático se conjugan para transformar una genérica historia de venganza en una brutal experiencia cinematográfica, dirigida por Jesse V. Johnson (Triple Threat) con gran estilo y confianza en su estrella principal. Y también ayudan los ocasionales destellos de humor negro para balancear el fatalismo del libreto y las horribles realidades del crimen organizado en Londres (y en cualquier ciudad del mundo, supongo).
Otra advertencia: a pesar de las constantes peleas, Avengement no es una película de acción, sino un thriller "a fuego lento" sobre la evolución de un anti-héroe que trascendió la simple venganza para buscar justicia. Claro, esa evolución va acompañada por sangre y abundante violencia; pero más allá de los golpes, fracturas y "head shots", se manifiestan ambiciosos temas existenciales y textura melodramática para inyectar energía en una vieja fórmula.
A pesar de haber intervenido en varios "blockbusters" y películas "de estudio" (como Doctor Strange, The Bourne Ultimatum y X-Men Origins: Wolverine), Scott Adkins no ha alcanzado la fama necesaria para escapar del "Cine B"; sin embargo Avengement podría ser el empujón que necesita su carrera para entrar a "las grandes ligas", y eventualmente reemplazar a Liam Neeson y Denzel Washington en el cine de acción de alto presupuesto (o mediano, para ser más realistas). Adkins tiene gran carisma, es buen actor (en su nicho específico), y su habilidad física ha quedado ampliamente demostrada en sus proyectos de artes marciales (entre mis favoritas: Universal Soldier: Day of Reckoning y Ninja 2: Shadow of a Tear). Hablando de lo cual, Avengement tampoco es una cinta de artes marciales, ya que las peleas pertenecen al áspero estilo callejero que no busca elegancia, sino máximo daño y despiadada eficiencia.
La mencionada estructura modular representa el obstáculo más grande para apreciar Avengement. Cronológicamente todo ocurre durante unas horas en un modesto "pub" londinense, frecuentado por los criminales responsables por el encarcelamiento de Cain Burgess. Y cuando Cain escapa de presidio, se encierra en el pub con sus enemigos para detallar las penurias que sufrió durante su condena. Esto signfica que Avengement se siente extrañamente "teatral", confinada a una locación, y con múltiples "flashbacks" que interrumpen el flujo de la historia y rompen la tensión de la confrontación "real" entre Cain y sus oponentes. Si no fuera por las peleas, sería una película rígida y aburrida.
Afortunadamente la combinación de drama y acción ofrece un resultado mayor a la suma de sus partes, apoyado por interesantes reflexiones sobre la venganza como algo cruel y desagradable que destruye vidas en vez de salvarlas. Los monólogos de Cain son un poco exagerados, pero también expresan una actitud más honesta que el hueco heroísmo artificial de Taken y demás obras que han usurpado este género en años recientes. Por el contrario, Avengement evoca obras clásicas de los sesentas y setentas, como Point Blank (1967), Get Carter (1971) y Rolling Thunder (1977), donde los héroes salían victoriosos, pero no "ganaban" exactamente, sino que perdían su humanidad por satisfacer sus deseos de venganza. Avengement es como ética y filosofía impartidas con los puños. Y Scott Adkins resultó ser un excelente maestro.
Calificación: 8.5

IMDb