Friday, June 29, 2018
El Alma de la Fiesta (Life of the Party)
Síntomas: Hace veinte años Deanna Miles (Melissa McCarthy) se vio obligada a abandonar sus estudios universitarios cuando quedó embarazada. Pero ahora, después de una crisis familiar, decide completar la carrera de Arqueología en el mismo colegio donde estudia su hija Maddie (Molly Gordon). Y, desde luego, Deanna descubre que el ambiente universitario es muy distinto al que ella recordaba.
Síntomas: Las comedias sobre "adultos de regreso en la escuela" (supongo que Back to School es la más famosa) por lo general incluyen tres pasos: primero se manifiesta el choque generacional entre viejos y jóvenes; después el adulto adopta incongruentemente las conductas de sus compañeros; y, al final, todos aprenden mutuas lecciones que les ayudarán en su vida futura. No es una fórmula complicada, ni pretende serlo, pero aún así sentí en cada escena de El Alma de la Fiesta una marcada falta de imaginación por parte del director Ben Falcone y su co-guionista (y actriz principal) Melissa McCarthy, confiando en que la personalidad de la estrella rescataría la película de su frustrante mediocridad.
Sin embargo debo reconocer que el truco funciona de vez en cuando gracias a la simpatía natural de McCarthy y su inquebrantable compromiso con el personaje de Deanna (alias "Dee-Rock"), un poco ingenua, pero siempre positiva y tolerante hacia las excéntricas estudiantes que conoce en la universidad. Por malos y predecibles que sean los "chistes" del libreto (por ejemplo: sudor excesivo durante un examen oral), Melissa McCarthy generalmente inspira una o dos sonrisas con esa intangible "chispa" que añade a cualquier situación. Y, como la cinta es PG-13, no necesita recurrir al humor escatológico y vulgar de tantas otras comedias juveniles, de modo que El Alma de la Fiesta podría servir como amable experiencia (ligeramente pícara) para compartir con la familia. Excepto aquellas familias que no aprecien el humor de una intoxicación involuntaria con "comestibles", y el supuesto romance entre Deanna y un muchacho mucho más joven que ella.
Hablando de lo cual, debo mencionar al elenco secundario que también aporta ocasionales destellos cómicos al insípido material. Entre mis favoritos: Heidi Gardner como la extraña compañera de cuarto de Deanna; su papel es muy breve, pero me identifiqué con la introversión que la aleja de situaciones sociales. Maya Rudolph tiene algunos buenos momentos como la mejor amiga de Deanna, apoyándola en su cruzada estudiantil y disfrutando en piel ajena los placeres de la vida en el "campus". Y, finalmente, la auténtica razón por la que me interesaba ver El Alma de la Fiesta: Gillian Jacobs, cuyo trabajo sigo desde la venerada serie Community (bueno, de hecho fue desde Choke, pero no necesitamos hablar de eso). Y aunque El Alma de la Fiesta no tiene un ápice de la exuberancia y creatividad de Community, me gustó ver a Jacobs haciendo nuevas ridiculeces en un entorno académico.
Mientras tanto, la trama deambula sin rumbo fijo durante la mayor parte de la película... Deanna enfrenta variados retos por su edad y anticuada actitud (incluyendo insultos de las "bullies" que se burlan de su ropa); aprovecha su experiencia para impresionar a sus compañeras (en la inevitable fiesta con tema de los Ochentas); y al final, cuando el director siente que se le acaba el tiempo, introduce un poco de conflicto para simular que la cinta se dirige a algún lado. Ah, y por si hacían falta más situaciones inverosímiles: un número musical y el gratuito cameo de una celebridad para los "tweeners" (o más bien adultos, a estas alturas).
Entonces, El Alma de la Fiesta no es exactamente mala, pero tampoco muy buena; tan solo cien minutos de entretenimiento desechable que olvidaremos antes de digerir las palomitas (o nachos, en mi caso). Algunas risas, una protagonista agradable, y Gillian Jacobs. Eh... no estuvo tan mal, pero pudo ser mucho mejor.
Calificación: 7
IMDb
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