Wednesday, September 20, 2017
The Limehouse Golem
Síntomas: Londres, 1880. Scotland Yard teme quedar en ridículo porque no ha logrado capturar al brutal asesino conocido como "el Golem de Limehouse", y por eso le asignan el caso a John Kildare (Bill Nighy), un inspector con mala reputación que servirá como chivo expiatorio. Sin embargo Kildare, con ayuda del Gendarme Flood (Daniel Mays), encuentra una conexión entre el Golem y Lizzie Cree (Olivia Cooke), una mujer condenada a muerte que podría conocer la identidad del asesino. ¿Podrá Kildare salvar a Lizzie y al mismo tiempo encontrar al Golem?
Diagnóstico: Antes que nada, una aclaración: The Limehouse Golem no es una película de terror, ni incluye elementos sobrenaturales. El "golem" del título es tan solo el apodo que la prensa le da al asesino que está cometiendo horribles crímenes en el distrito portuario de Limehouse, en Londres (donde vivían por igual intelectuales y trabajadores de los muelles). Conociendo estos hechos será más fácil apreciar este tenso y complicado thriller policíaco que, además de examinar la cacería de un asesino, nos muestra con pintoresco detalle la influyente cultura de los ochentas... los mil ochocientos ochentas, cuando comenzaron muchas tendencias y costumbres que cobrarían relevancia en el siglo veinte.
Pero eso es solo el contexto de la historia. The Limehouse Golem se enfoca en la investigación del Inspector Kildare, un "outsider" en Scotland Yard cuya carrera se ha estancado por culpa de ciertos rumores sobre su vida personal. El genial Bill Nighy interpreta a Kildare con la proverbial flema británica, cumpliendo su misión con adusta dedicación, sin prestar atención a los comentarios humillantes de sus colegas. El Gendarme Flood (Daniel Mays) reconoce de inmediato el talento de Kildare y se empeña en ayudarlo a pesar de que podría perjudicar su propia carrera. Y así comienzan las pesquisas que los llevan desde los barrios más pobres de Limehouse, hasta la gran Biblioteca de Londres donde se reúnen los intelectuales de la época para escribir sus manifiestos. ¡Hasta Karl Marx (Henry Goodman) es un posible sospechoso de los asesinatos!
Pero la interacción que genera todo el suspenso y emoción es la que se desarrolla entre Kildare y Lizzie Cree, ex-cantante de revista cuya ambición de convertirse en actriz de teatro seria la llevó a tomar algunas malas decisiones, y terminó en presidio, donde aguarda la horca. Y así, por medio de "flashbacks", el director Juan Carlos Medina crea un trágico tapiz dramático que examina el pasado de la joven y su posible conexión con el Golem.
Si la actuación de Nighy es excelente, la de Olivia Cooke es prácticamente virtuosa. Sin muchos aspavientos ni afectaciones, Cooke expresa con devastadora honestidad las condiciones de las mujeres en aquella época, y los retos que enfrentaban hasta en los más triviales aspectos de la vida cotidiana. Previamente había visto a Olivia Cooke en cintas como The Signal, The Quiet Ones y Me and Earl and the Dying Girl, pero The Limehouse Golem fue una auténtica consagración de su talento.
Desafortunadamente la estructura de la película no logra escapar su origen literario (está basada en la novela The Trial of Elizabeth Cree, de Peter Ackroyd), pues presenta algunos problemas habituales en adaptaciones de este tipo: por ejemplo, hay demasiados personajes, algunos de ellos confusos o irrelevantes; escenas que no "pegan" correctamente; y una general saturación de conceptos que necesitarían más tiempo para desarrollarse adecuadamente (la mencionada sub-trama de Karl Marx -junto con otros sospechosos- es sin duda interesante, pero parece un adorno humorístico, en vez de formar parte integral del relato).
Por el lado positivo (además de las brillantes actuaciones de Nighy, Cooke, Eddie Marsan y muchos más) tenemos la maravillosa cinematografía que nos recuerda la textura de las fotografías de aquel período, pero con colores saturados que dan vida a los números teatrales de Lizzie, los sangrientos crímenes del Golem (como dije, no es una película de terror, pero hay abundante "gore"), y los inmundos callejones donde se trafica con todo tipo de vicios. Por cierto, creo que una de las razones por las que se producen tantos dramas "de época" en Inglaterra es que no necesitan gastar dinero en construcción de escenarios, pues las calles mismas ofrecen incontables locaciones donde se conserva la arquitectura y "sabor" de siglos pasados. Solo hay que ponerle un sombrero de copa a Bill Nighy, y listo... inspector del siglo diecinueve.
Pero bueno... regresando al punto, The Limehouse Golem me pareció una muy recomendable experiencia cinematográfica, cuyos ocasionales problemas de ritmo y estructura no impiden disfrutar una alucinante historia repleta de ingenio y estilo, con actores que hacen justicia a sus difíciles roles, y además nos ilustran sobre las terribles realidades de una época a veces glamorizada por la cultura popular (en otras palabras, no esperen "CSI Downton Abbey"). Y, claro, recomendada para quienes tengan el fetiche de ver a Karl Marx destripando una prostituta británica (¿será una metáfora de la lucha de clases?)
Calificación: 9
IMDb
Pablo todo bien? Cualquier cosa que ocupes no dudes en pedirlo por este medio.
ReplyDeleteArturo Pelayo Leal: Todo sin novedad hasta el momento, muchas gracias por preguntar! Y, como mencioné en otro comentario, un abrazo para los lectores de los estados afectados, y mis mejores deseos para que se encuentren bien.
ReplyDelete