Friday, September 1, 2017
Atómica (Atomic Blonde)
Síntomas: Casi al final de la Guerra Fría, la agente británica Lorraine Broughton (Charlize Theron) debe recuperar una lista de espías activos en Europa Oriental, la cual será de gran utilidad para la CIA y MI6. Su contacto en Berlín es un cínico agente llamado David Percival (James McAvoy), pero Lorraine no sabe si podrá confiar en él... o para qué bando está trabajando.
Diagnóstico: Para bien o para mal, Atómica es una de esas películas que ponen más atención al estilo que a la sustancia. La atmósfera ochentera (con su correspondiente banda sonora de euro-pop), la colorida cinematografía (luces azules, neón rosa), y la brutal violencia ciertamente cubren los requerimientos del movimiento “retro-cool”. Charlize Theron, por su parte, captura a la perfección la mezcla de sensualidad y peligro que la hacen irresistible para aliados, enemigos, y desde luego para el público general. Finalmente, la dirección de David Leitch conjuga todos estos ingredientes en una narrativa fluida y amena, con el nivel justo de complejidad para que la misión de Lorraine parezca importante... y al mismo tiempo pueda resolverse con peleas y persecuciones sin consecuencias para el mundo real.
El riesgo de hacer una película "cool" es suponer que eso bastará para mantener nuestra atención durante dos horas; pero la realidad es que, sin sustento dramático, la ilusión se derrumba de inmediato. Solo pregúntenle a Suicide Squad.
Afortunadamente Atómica se salva de sufrir ese destino por un amplio margen. Cuando no está peleando con sobrehumana habilidad, Lorraine busca información en pintorescas locaciones (sí, incluyendo clubs "techno"), interroga individuos que saben más de lo que aparentan, e invariablemente encuentra situaciones donde debe luchar por su vida. Y así se repite el ciclo, con las acostumbradas traiciones y revelaciones que confunden nuestras expectativas y sazonan la trama.
Sin embargo, admito que tantas distracciones sirvieron para ocultar parcialmente el hecho de que Atómica no tiene mucha historia; tan solo una sucesión de escenas intercambiables y secuencias de acción para llenar el tiempo hasta la gran batalla final. O gran traición final. O gran conversación final. Al menos eso fue impredecible... no sabía si Atómica terminaría en un paroxismo de violencia y explosiones (como podría indicar su espíritu ochentero), o con la melancólica austeridad de un relato de espías post-moderno que rompe las reglas del género (después de todo, la cinta está basada en la novela gráfica "The Coldest City", publicada por Oni Press en el 2012... una editorial muy distinta a Marvel y DC Comics).
Pero nadie estará pensando en eso mientras Lorraine pelea salvajemente contra agentes de la KGB (esa larga toma continua que comienza en las escaleras me pareció espectacular), seduce posibles aliados, y hace hasta lo imposible para cumplir su misión. Además, como veterano de los ochentas, disfruté el contexto histórico de Atómica, pues aún recuerdo las noticias en televisión sobre la caída del muro de Berlín y el frenesí cultural que desató en aquel entonces (ese clip con Kurt Loder no tiene precio). No sé qué tanto apreciará el público joven este aspecto de la película (¿actualmente enseñan la historia de la Guerra Fría en las escuelas?), pero en lo personal fue un agradable componente nostálgico que encontré más atractivo que cualquier escenario de intriga política contemporánea.
La película entera pertenece a Charlize Theron. Su actuación es buena, pero lo que realmente destaca es su habilidad física y feroz compromiso con la coreografía de las secuencias de acción, que utilizan un mínimo de dobles y manipulación digital. El director David Leitch (ex-"stuntman") sabe cómo filmar las peleas para máximo impacto y claridad... nada de "shaky cam" ni tomas cerradas para engañar al espectador. En papeles menos físicos, pero igualmente entretenidos, tenemos a John Goodman y Toby Jones como oficiales de la CIA y MI6 (respectivamente) con muchas preguntas para Lorraine; James McAvoy interpreta al renegado agente Percival, cuyas acciones siempre ponen su lealtad en entredicho; y Sophia Boutella es la enigmática mujer fatal que podría ayudar u obstruir la investigación de Lorraine.
En resumen: Atómica no es una gran película de espías, pero me pareció un competente thriller con buenas actuaciones, increíble acción, y excelente estilo visual para disimular su hueco argumento. Es como una mezla de John Wick y Mission: Impossible que no llegó a cumplir el potencial de esa volátil combinación... pero se divirtió intentándolo. Y yo también me divertí, así que todos salimos ganando.
Calificación: 8.5
IMDb
David Leitch? No inventes, había entendido david Lynch ya se me hacía raro.
ReplyDeleteEste David Leitch es el proximo director de Deadpool 2! ahora aumenta el hype o no? Viste la foto de Josh Brolin como Nathan Summers? Se que no miras mas trailers pero fotos de avance, miras? Abrazo desde la no muy lejana Argentina.
ReplyDeleteArturo Pelayo Leal: ¡Ja, ja! No puedo imaginar una película de acción dirigida por David Lynch. Ojalá algún día conozcamos la respuesta a ese misterio ;-) Saludos y suerte!
ReplyDeleteJavier Asenjo: Sí, parece que Deadpool 2 va por buen camino con este director; solo espero que maneje el humor tan bien como la acción. En cuanto a la foto de Josh Brolin como Cable, la vi y me gustó; creo que su caracterización mantiene un buen balance entre los rasgos exagerados del comic (como el ojo brillante) y la realidad de un humano normal. Bueno, tan normal como pueda ser Cable ;-) Gracias y saludos!