Monday, February 29, 2016

Los Dioses de Egipto (Gods of Egypt)



Síntomas: El dios Set (Gerard Butler) asesina traicioneramente a su hermano Osiris (Bryan Brown) para quedarse con el trono de Egipto y esclavizar a la población humana. Entonces el dios Horus (Nikolaj Coster-Waldau), legítimo heredero de la corona, forma una alianza con un humilde ladrón humano llamado Bek (Brenton Thwaites), para recuperar el control del reino.

Diagnóstico: Supongo que podría quejarme de la floja dirección, del rebuscado diseño de producción, o de los mediocres efectos digitales que saturan cada escena de Los Dioses de Egipto. Pero la verdad es que su principal problema es algo más simple y al mismo tiempo más difícil de solucionar: simplemente no me interesó nada de lo que ocurría en la pantalla.
A pesar de durar más de dos horas, el libreto de Matt Sazama y Burk Sharpless (veteranos de Dracula Untold y The Last Witch Hunter, lo cual explica bastante) no invierte el tiempo suficiente en desarrollar los personajes, ya sean humanos o divinos. Bek es el más blando y genérico héroe posible, carente de sustancia e incapaz de expresar emociones honestas. O deshonestas. O emociones de cualquier tipo. Su actuación es prácticamente inexistente; como ejemplo basta señalar la escena donde pierde a un ser querido, y lo único que puede hacer es abrir un poco más los ojos. Brenton Thwaites y el resto de los actores son tan solo "props" de los animadores y del director, quienes parecen más interesados en diseñar escenarios épicos y complicadas secuencias de acción que tampoco cumplen su función de emocionarnos, porque no inspiran el menor suspenso o temor por la seguridad de los personajes. Los dioses egipcios corren una suerte similar; el único que destaca parcialmente es Set, interpretado por Gerard Butler con sus acostumbradas exageraciones, que en esta ocasión parecen apropiadas en vista del abrumador estilo de la película.
Es una lástima, pues Dioses de Egipto representa el tercer fracaso consecutivo del otrora visionario director Alex Proyas (después de I, Robot y Knowing). Quienen recuerden a este director por mejores cintas como The Crow, Dark City, o incluso Garage Days (su obra más "normal" hasta el momento) no reconocerán en Dioses de Egipto la gravedad ni el ingenio narrativo que distinguió aquellos proyectos. Y mucho menos el sombrío estilo visual que se convirtió en una fuerte influencia para la siguiente generación de cineastas. De hecho, lo único que se acerca un poco en Los Dioses de Egipto a ese pasado artístico de Proyas son las escenas en el espacio (no pregunten) y en el Reino de los Muertos. Desafortunadamente ni la historia, ni las actuaciones, ni la dirección respaldan estas huecas imágenes... meros adornos para  distraernos de la insípida experiencia. Ojalá después de estas vergüenzas Alex Proyas regrese al cine independiente, donde su creatividad siempre estuvo mejor aprovechada.
Contra mi costumbre, recomendaría ver los trailers o cortos de Dioses de Egipto, pues eso es todo lo que ofrece la cinta: elaborados diseños y la habitual iconografía egipcia llevada a niveles del típico exceso hollywoodense. ¿Para qué preocuparse por crear una historia interesante cuando pueden copiar la fórmula de Clash of Titans y dejar que los artistas digitales llenen cada pixel de la pantalla con brillos y movimiento para simular que algo interesante está ocurriendo?
Y, bueno, mejor no mencionar el hecho de que una película sobre Egipto incluye casi exclusivamente actores ingleses y australianos (al menos Proyas nació en Egipto de padres griegos). Y los acentos ingleses podrían explicarse por algún tipo de "historia alternativa" que están reservando para la secuela (no se preocupen; dudo mucho que algo así pudiera ocurrir).
Para disfrutar un poco de frívola pero divertida acción mitológica recomendaría mejor Wrath of the Titans (la secuela del re-make de Clash of the Titans), o incluso el antiguo videojuego Titan Quest, que cubría una amplia gama de culturas, desde la griega hasta la egipcia, con mayor fidelidad histórica (lo cual no es decir mucho). Al menos ahí sí me importaba la salud del protagonista, porque cuando moría me obligaban a reiniciar el nivel.
Calificación: 5

IMDb

Saturday, February 27, 2016

Las Horas Contadas (The Finest Hours)



Síntomas: En 1952, el buque tanque Pendleton se parte en dos cerca de la costa de Massachusetts, y la tripulación sobreviviente enfrenta una muerte segura, a menos que el pequeño bote de la Guardia Costera conducido por Bernie Webber (Chris Pine) los encuentre a tiempo, navegando a ciegas en una de las peores tormentas registradas en el Atlántico Norte.

Diagnóstico: No cabe duda: el evento real que retrata Las Horas Contadas es una de las más increíbles muestras de valor, destreza y heroísmo en alta mar. Un auténtico triunfo del espíritu humano. Por eso no me gustó la excesiva e innecesaria manipulación emocional que el director Craig Gillespie y su equipo de guionistas incorporaron a la película, llevándola hasta extremos casi empalagosos. En serio, no hacían falta tantos adornos y digresiones sentimentales para lograr que la historia fuera memorable y cautivadora. La simple verdad sería suficiente. ¿Para qué enturbiarla con baratos trucos de telenovela?
Ah, claro... es una producción de los estudios Disney.
A decir verdad, me gustan muchas películas de acción viva (no animación) realizadas por Disney (entre ellas: The Parent Trap, Tron y Sky High), y reconozco que no siempre recurren a esta manipulación emocional. Además, creo que hay otra razón para haber tomado este camino: los detalles técnicos de Las Horas Contadas son bastante complicados, y con mucha frecuencia sentí la necesidad de un diagrama o explicación detallada sobre las acciones que tomaban los tripulantes de ambas naves para incrementar sus probabilidades de supervivencia. Sí, la premisa es muy simple: un barco se está hundiendo y otro barco debe encontrarlo antes de que sea tarde. Pero muchos minutos de Las Horas Contadas (je, je) se invierten en las reparaciones del barco petrolero partido en dos, y en la difícil navegación de aguas repletas de obstáculos que serían peligrosos incluso en buen clima. Entonces, para distraer a los que no conocemos tantos términos marítimos, Gillespie nos ofrece señuelos narrativos muy elementales: la prometida de Bernie sufriendo en tierra firme mientras su novio arriesga la vida (y el futuro de ambos) para salvar la vida de perfectos desconocidos; los conflictos de un pueblo pequeño donde los rencores duran largo tiempo; y un pasado doloroso que necesita expiación para redimir al protagonista. En fin... entiendo la función de estos clichés, pero no por ello me parecieron menos estorbosos y artificiales.
Afortunadamente el director reunió un sólido reparto para balancear las debilidades de la película. Chris Pine es el héroe por default, y me gustó descubrir su capacidad (hasta ahora desconocida) para interpretar personajes que no sean patanes arrogantes. Casey Affleck presta profundidad y genuina "sal" de marino a Mr. Sybert, el humilde mecánico con impresionante ingenio para mantener a flote el barco dañado, sabiendo que cada segundo adicional puede significar su rescate, o la crueldad de la esperanza infundada. Y Eric Bana interpreta al estricto oficial superior de la Guardia Costera; no es exactamente el villano, pero es quien debe dar las órdenes que nadie quiere escuchar. Fue una buena selección de actor para darle sustancia a un personaje casi irrelevante.
Sin embargo mi actuación favorita fue la de Holliday Grainger como Miriam, la prometida de Bernie. Cierto, hace un momento mencioné mi aversión a la sub-trama romántica, pero al mismo tiempo sentí que Miriam tiene la presencia más fuerte de la película. Además, por tratarse de una actriz poco conocida, desechamos cualquier expectativa e imagen preconcebida para enfocarnos de lleno en su personaje... aunque esté a cargo de la parte lacrimosa.
También debo añadir que mis quejas aplican sólo a la lenta y sobre-cocinada primera mitad de Las Horas Contadas. La segunda parte, cuando las cosas se complican, gana fuerza y se transforma en una experiencia intensa y muy interesante, adornada por ágil edición e impactantes efectos especiales que diestramente combinan técnicas prácticas y digitales para crear secuencias marítimas de asombroso realismo y épica escala. Y, sí, me ayudaron a entender el asunto de la "barra de arena".
Todo esto se combina en una obra recomendable, mitad "melodrama televisivo" y mitad "magia cinematográfica", con el balance final del lado positivo... aunque hará falta un poco de paciencia para llegar a lo bueno. En resumen, Disney triunfa de nuevo. Aunque "triunfar" en este caso signifique "compensar la cursilería con un relato fascinante".
Calificación: 8

IMDb

Friday, February 26, 2016

Zoolander 2



Síntomas: Alguien está matando a las celebridades del mundo, y el único que puede resolver el misterio es el ex-modelo Derek Zoolander (Ben Stiller), quien abandonó la vida pública tras una tragedia familiar. Entonces, la agente de Interpol Valentina Valencia (Penélope Cruz) se da a la tarea de buscarlo. Pero antes, Zoolander deberá encontrar a su hijo Derek Jr. (Cyrus Arnold), desaparecido desde hace quince años. Pero antes, Zoolander necesita recuperar su fama como modelo, con ayuda de su mejor amigo Hansel (Owen Wilson). Pero antes Hansel tendrá que resolver su crisis de identidad con ayuda de muchas celebridades. Pero antes, muchas celebridades como Katy Perry, Justin Bieber y Neil Degrasse-Tyson demostrarán que no saben actuar.

Diagnóstico: La original Zoolander (del 2001) me pareció una divertida sátira, al mismo tiempo incisiva y deliciosamente estúpida, cuyo "mensaje" contra los excesos de la moda parecía tan válido como irrelevante (aunque los fanáticos de la "high fashion" podrían tener una opinión distinta). Sin embargo su mayor atributo fue su bizarro y muy gracioso sentido del humor, incluso si su argumento no tenía pies ni cabeza.
Ahora, quince años después, la forzada secuela Zoolander 2 intenta reciclar la misma estrategia con mediocres resultados, pues si bien se deleita burlándose de la cultura popular contemporánea, sus débiles intentos de comedia sólo funcionan esporádicamente, con algunos buenos detalles amenizando largas y tediosas escenas de nada. Pero, eso sí, con abundantes "cameos" para distraernos de los ineptos "chistes". ¿Para qué esforzarse en el libreto cuando pueden presentarnos a Jack Bauer embarazado?
Habiendo dicho eso, no puedo dejar de admirar el compromiso y energía de Ben Stiller y Owen Wilson, tomando en serio sus ridículos personajes y repitiendo su exuberante química... aunque el director (de nuevo Ben Stiller) no saca el máximo provecho de Zoolander y Hansel, separándolos por largos periodos para dedicarlos a sus particulares sub-tramas, bastante insulsas y nada interesantes.
Penélope Cruz merece también respeto por abordar con apropiada convicción su papel de agente de Interpol con un tortuoso pasado. Y, bueno, me detendré ahí para no revelar los demás rostros famosos que aparecen en Zoolander 2 porque, como dije, la fugaz sorpresa de encontrar personalidades al azar en situaciones a veces contradictorias con su imagen pública (o cumpliendo los sueños del público, como en los primeros minutos de la cinta) sirven como pobre sustituto del humor, así que no conviene malgastar un recurso tan escaso. Supongo que nos acercamos cada vez más al sueño de John Waters: "Escenas de multitudes donde todos los extras son gente famosa".
Entonces, no diría que Zoolander 2 fue tan mala como otras fallidas secuelas cómicas (por ejemplo Caddyshack 2, Teen Wolf Too o Son of the Mask), pero tampoco se acercó siquiera a su excelente predecesora. Aún así podría darle la más tenue recomendación porque conservó la gracia de los personajes, me hizo sonreír en varias ocasiones, y aprecié su recordatorio de que la moda que parecía ridícula a principios de siglo es ahora casi normal, sobre todo si la comparamos con la ultra-irónica cultura "hipster". A sus cincuenta años, Ben Stiller sigue explotando los clichés de la "Generación X". Y eso es justamente lo que quieren los jóvenes de hoy. O tal vez no. Ya estoy demasiado viejo para averiguarlo.
Calificación: 6

IMDb

Thursday, February 25, 2016

Intruders



Síntomas: Tras el fallecimiento de su hermano enfermo, la joven Anna (Beth Riesgraf) vive sola en la decrépita casona familiar, y cuando cuatro delincuentes se infiltran para asaltarla, creen que no tendrán problemas con la tímida chica. Sin embargo Anna no es tan indefensa como creían... y ese no es el único secreto que oculta la casa.

Diagnóstico: Generalmente me aburren las cintas sobre "invasión doméstica", pero Intruders (también conocida como Shut In; no confundirla con The Intruders, la mediocre cinta de terror estelarizada por Miranda Cosgrove) evita parcialmente los clichés del sub-género con una sólida base psicológica encapsulada en un eficiente libreto que no pierde tiempo en trucos ni intrigas, dedicándose a impartir justicia casera de manera rápida y contundente.
Esto no significa que Intruders sea creíble o "realista"; el director Adam Schindler se apoya demasiado en coincidencias y revelaciones convenientes, al mismo tiempo que hace trampa con la caracterización de los personajes cuando la trama amenaza con detenerse. Pero en general sus taimadas estrategias funcionan para beneficio de la historia, así que fue fácil disculparlas.
Por lo demás, Intruders se desarrolla con adecuado suspenso y la violencia necesaria para demostrar que "las cosas van en serio", aunque sin derramar demasiada sangre. Como dije antes, la cinta se apoya más en los aspectos psicológicos de la situación, desde la inesperada transformación de Anna, hasta la inestable interacción de los villanos, que no vacilan en traicionarse cuando el plan no sale como esperaban.
Beth Riesgraf (más conocida por la serie de televisión Leverage) interpreta a Anna con el balance justo de vulnerabilidad y sutil amenaza. Su frágil apariencia física (acentuada por su vestido luctuoso de encaje negro) hace más tétricos los gestos nerviosos e intensa mirada que sugieren algo oscuro y amenazador en su interior... algo que, desde luego, encuentra la oportunidad de manifestarse en pleno cuando los ladrones se infiltran en su hogar. Y aunque los ladrones parecen clichés vivientes al principio ("bros" agresivos y vulgares sin rasgos definidos), eventualmente revelan sus distintivas personalidades, destacando Martin Starr como el más cínico y traicionero del grupo; fue una agradable sorpresa descubrir la faceta “seria” de un actor más conocido por su trabajo humorístico, como en la brillante serie Silicon Valley (Starr es el "coder" satanista).
Desafortunadamente Intruders tiende a desinflarse al final, aunque no deja de ofrecer algunas buenas escenas y adecuada tensión conforme escalan las confrontaciones entre Anna y sus "visitantes". Fue en esos momentos cuando me hizo falta más violencia, más sangre, o por lo menos mayor ingenio para resolver la trama de manera memorable y consistente con el trágico pasado de la protagonista.
Pero, bueno... a pesar de su débil tercer acto, Intruders me pareció una experiencia parcialmente recomendable tan solo por demostrar que el género de "invasión doméstica" no necesita copiar siempre la misma fórmula que, francamente, ni siquiera fue tan interesante cuando Michael Haneke la estableció hace casi veinte años con Funny Games. Nadie pensará que Intruders sea muy buena pero, al igual que Anna, no es tan inofensiva como aparenta. Lástima que tampoco se atreva a llevar las cosas hasta sus últimas consecuencias.
Calificación: 7

IMDb

Monday, February 22, 2016

Leyenda: La Profesión de la Violencia (Legend)



Síntomas: En los años sesentas, los hermanos Reggie y Ron Kray (Tom Hardy) establecieron un imperio criminal en el "East End" de Londres, lo cual desató una guerra con las pandillas rivales del "West End" y, obviamente, creó un gran problema para Scotland Yard.

Diagnóstico: Como indica el nombre de la película, los hermanos Kray fueron ciertamente leyendas británicas, admirados y repudiados por igual, como siempre ocurre con las más famosas figuras criminales. Pero el director Brian Helgeland no parece particularmente interesado en impartir juicios u ofrecer explicaciones; sólo busca sumergirnos en la perturbadora vida personal de los hermanos, mostrando su volátil relación y los fuertes contrastes en sus personalidades que los hacían tan eficientes como "empresarios" y tan peligrosos como enemigos... al menos hasta que las diferencias se convirtieron en serios conflictos que amenazaron con derribar su imperio.
Desde luego la historia de los Krays se ha contado en múltiples ocasiones, tanto en cine como televisión (la versión más famosa probablemente sea The Krays, de 1990, dirigida por Peter Medak). Y si bien Leyenda: La Profesión de la Violencia tiene elementos que la distinguen de las demás, a fin de cuentas me pareció bastante ordinaria en el nivel narrativo. Pero, eso sí, realizada con gran estilo visual, sobresalientes valores de producción, y una monumental actuación (bueno, dos actuaciones) de Tom Hardy.
Y esa es definitivamente la carta fuerte de Leyenda. Hardy interpreta los roles de Reggie y Ron con increíble intensidad y detalle, haciéndonos olvidar de inmediato que se trata de un mismo actor. Claro, ayuda un poco que los gemelos tengan marcadas diferencias físicas; pero no las necesitamos para reconocer sus bien formadas personalidades y opuestas reacciones ante los diarios retos de su complicada existencia.
Hablando de lo cual, el libreto del mismo Helgeland (basado en la novela "The Profession of Violence", de John Pearson) parece omitir intencionalmente los detalles de los crímenes de los Kray, lo cual es justificable cuando reconocemos su intención de explorar la psicología de los hermanos. Pero al mismo tiempo hace que Leyenda se sienta incompleta y a veces aburrida, sobre todo durante su segunda mitad, un tanto repetitiva y previsible. Desde luego hay sangre y violencia callejera para amenizar el drama familiar y romántico (la narradora de la cinta es Frances Shea, la novia de Reggie, interpretada por Emily Browning, lo cual explica las largas secuencias sobre su cortejo y eventual matrimonio), pero a fin de cuentas no queda claro exactamente por qué los busca con tanto empeño la policía londinense. Al principio nos introducen a Nipper Read (Christopher Eccleston), el célebre Inspector de Scotland Yard a cargo del caso de los Kray... pero desaparece casi de inmediato, y solo lo vemos de vez en cuando con la misma cara de enojo por no poder encontrar pruebas suficientes para iniciar un proceso judicial. Creo que hizo falta algo más sustancial que vagas conversaciones sobre extorsión y casinos para entender plenamente la importancia y cobertura de los crímenes de Ron y Reggie Kray.
Sin embargo, como dije antes, Leyenda vale la pena tan solo por la actuación de Tom Hardy, apoyado por un excelente reparto secundario que incluye a la mencionada Emily Browning, Chazz Palminteri (como mafioso italiano)(¡Qué sorpresa!) y David Thewlis como el arrogante pero sensato administrador, más interesado en inversiones y expansión legal que en los orígenes ilegales del dinero que maneja. Además, la dirección de Helgeland es dinámica y madura, demostrando lo mucho que ha crecido artísticamente desde que escribió A Nightmare on Elm Street 4: The Dream Master, allá por 1988 (tampoco puedo dejar de mencionar su Óscar por el guión de L.A. Confidential, diez años después de su colaboración con Freddy Krueger).
Mi única queja sobre Leyenda es la mencionada lentitud de su parte media, y sus posibles omisiones históricas; pero no deja de ser una cinta recomendable para fans de Tom Hardy y devotos de similares dramas criminales, cuya estilización y elegancia probablemente nos hacen olvidar las atrocidades reales cometidas por estos anti-héroes. Supongo que siempre será más interesante la vida del criminal que la del policía que lo capturó; incluso si está interpretado por el noveno Doctor Who.
Calificación: 8.5

IMDb

Saturday, February 20, 2016

La Habitación (Room)



Síntomas: La joven mujer Joy (Brie Larson) se esfuerza por lograr que su pequeño hijo Jack (Jacob Tremblay) tenga una vida tan normal como sea posible, incluso en las increíblemente difíciles circunstancias que ambos atraviesan, viviendo en un cuarto sin escape.

Diagnóstico: El director Lenny Abrahamson y la guionista Emma Donoghue (adaptando su propia novela) diseñaron una intrigante estructura que hace difícil categorizar la cinta La Habitación. ¿Se trata de un thriller, un drama doméstico, o un "estudio de carácter" filtrado a través de una perspectiva única y difícil de explicar sin revelar los mejores momentos de la película?
No se preocupen; es una pregunta retórica, y no planeo entrar en demasiados detalles, pues la inusual historia funcionará mejor entre menos sepa el espectador.
Baste decir entonces que La Habitación es una de las cintas más provocativas del año (pasado), cuya innovadora premisa presenta inmensos retos que el director y los actores superaron con asombroso talento y considerable ingenio. La trama se desarrolla generalmente desde el punto de vista del pequeño Jack, lo cual ofrece una visión incompleta de los hechos; pero gracias al libreto y a la tremenda actuación de Brie Larson, podemos llenar rápidamente los huecos para darnos cuenta de la escala de la situación, y la notable manera como los protagonistas la asimilaron.
Pero eso es solo el principio. Podríamos decir que el "final" convencional de la cinta ocurre a la mitad, creando una brusca y significativa transformación temática y narrativa que trae consigo nuevos retos para el libreto y para los actores. Afortunadamente triunfan por igual, y nos llevan al auténtico final, no necesariamente "feliz", pero sin duda profundo y satisfactorio. Y creo que será mejor dejar hasta ahí la descripción del argumento.
Por lo demás, los actores realizan un extraordinario trabajo. Además de la excelente Brie Larson (si por mí fuera, se hubiera ganado el Óscar desde el 2013 por su desempeño en Short Term 12), el niño Jacob Tremblay ofrece una de las mejores actuaciones del año... y no solo me refiero a la categoría infantil. La naturalidad de sus reacciones ante los eventos que vive es convincente de principio a fin, y nos mantiene enganchados incluso cuando llegan los antes mencionados cambios.
Habiendo dicho eso, mi única queja contra La Habitación es que, en efecto, me costó un poco de trabajo adaptarme a esa segunda mitad, luego de haber disfrutado el suspenso del principio. Pero aquí es donde entra en juego el mencionado "estudio de carácter" y, una vez que comprendí esta artera estrategia, regresó mi interés y mi admiración por los cineastas que confiaron en el público para contar una historia tan ambiciosa de manera emotiva y al mismo tiempo disciplinada.
Admito que La Habitación fue una de esas películas que me gustan mucho, aunque no me inspiran deseos de verlas de nuevo; sin embargo merece una efusiva recomendación por su originalidad y casi perfecta ejecución, al mismo tiempo minimalista en su forma y épica en sus connotaciones dramáticas y psicológicas. Y, en lo personal, me confirma el daño que hacen los trailers a las películas que intentan promover. Si les interesa La Habitación, por favor no vean los avances.
Calificación: 9

IMDb

Friday, February 19, 2016

El Bosque Siniestro (The Forest)



Síntomas: Sara Price (Natalie Dormer) viaja a Japón para buscar a su hermana gemela, quien supuestamente desapareció en el bosque de Aokigahara, un sitio popular para cometer suicidio. Sin embargo Sara se rehúsa a creer que su hermana está muerta, y se interna en el bosque con el fin de encontrarla.

Diagnóstico: Era obvio que, tarde o temprano, alguien realizaría una película sobre el legendario bosque de Aokigahara (bueno, según IMDb es la tercera o cuarta cinta sobre el tema), mundialmente conocido como "el Bosque del Suicidio" debido a la gran cantidad de personas que cometen ahí ese acto (entre cincuenta y cien por año, aunque el gobierno japonés ya no anuncia los totales para reducir la fama del sitio), quizás inspiradas por el libro "The Complete Suicide Manual", de 1993, donde lo recomendaron como lugar ideal para tales menesteres. Pero, bueno... cualquiera que sea su origen, el tema es sin duda fascinante y perturbador. Desafortunadamente el director Jason Zada no supo hacer algo interesante con El Bosque Siniestro. O, mejor dicho, estableció una premisa interesante que no logró culminar satisfactoriamente.
Mis expectativas sobre El Bosque Siniestro eran bajas, pues desde el principio nos receta muchos elementos copiados en igual medida del añejo "J-Horror" y del terror hollywoodense (música estridente, pesadillas, rostros deformados digitalmente, etc.) Pero cuando Sara llega al bosque, el libreto abandona aquellos trucos para construir un thriller psicológico/paranormal tenso e impredecible que juega con nuestra percepción de lo que es real o imaginario (bueno, "real" dentro del universo de la cinta).
Sin embargo el gusto dura poco pues, como dije, Zada termina regresando a los acostumbrados clichés visuales, sobresaltos baratos, y finalmente a un innecesario "twist" más irritante que sorprendente, debido a la arbitraria manipulación de eventos que ni siquiera resuelven adecuadamente el "misterio" del bosque maldito.
Otro problema es la caracterización de Sara. Como podemos suponer, al principio se muestra completamente escéptica ante las advertencias sobre las entidades sobrenaturales que habitan el bosque. Su propósito es encontrar a Jess, y no dejará que las supersticiones locales interfieran con su misión. Pero casi de inmediato reconoce que, en efecto, los incontables suicidios crearon una atmósfera maligna en el bosque, y no todo es lo que aparenta. Y luego deja de creer, pensando que todo tiene explicación natural. Y después cree de nuevo en los fantasmas. Y luego no. Y luego sí. Y así proceden las cosas hasta que dejó de interesarme la respuesta final, la cual de cualquier modo resultó irrelevante, pues el mencionado twist ignora la cuestión en su búsqueda de asombro. Aunque, claro, hay una risible escena final para darnos un último susto y más o menos definir lo que ocurrió. O tal vez no. Como dije, no quiero invertir un segundo más debatiendo el asunto.
Por el lado positivo, la actriz Natalie Dormer ofrece un buen desempeño en el papel dual de Sara y Jesse, demostrando sólido talento en las secuencias de suspenso y en las escenas semi-dramáticas que comparte con su "hermana" o con el galán en turno, interpretado por Taylor Kinney. Y el bosque donde se filmó la mayor parte de la película (en realidad ubicado en Serbia) es sin duda lúgubre y amenazador, a diferencia de los escuálidos bosques checos que frecuentemente vemos en similares cintas de terror. Lástima que haya demasiadas escenas en oscuridad casi total que nos impide apreciar los más tétricos detalles.
No recomendaría ver El Bosque Siniestro en el cine, aunque quizás en video casero sería más tolerable (y quizás menos oscura que en Cinemex, cuya pésima costumbre de proyectar con menor intensidad de la apropiada tiende a arruinar obras de este estilo). Aún así la idea central me pareció atractiva, lo cual también aplica a la actriz principal y a las tenebrosas locaciones serbias. En resumen: una oportunidad desperdiciada. Pero seguramente ya se estarán filmando dos o tres películas más sobre el Bosque Aokigahara, así que aún tenemos esperanza de encontrar una historia que le haga justicia. Solo espero que tengan mayor presupuesto de iluminación.
Calificación: 6

IMDb

Tuesday, February 16, 2016

Cabin Fever



Síntomas: Cinco jóvenes rentan una cabaña en el bosque para pasar unos días de descanso y diversión. Pero cuando empiezan a sufrir los síntomas de una extraña infección, la paranoia y miedo los hace actuar irracionalmente.

Diagnóstico: Ya era hora de que alguien realizara un re-make de la original Cabin Fever. Ese vejestorio tiene casi catorce años, ¡y creo que ni siquiera se grabó en digital! O tal vez sí. No sé; ¿quién recuerda algo que ocurrió hace tanto tiempo? Lo importante es que ya tenemos una nueva Cabin Fever. Claro, la novedad requirió el sacrificio de algunos detalles menores, como lógica, suspenso y talento, pero no tienen importancia, porque a cambio tenemos algo nuevo. Y nuevo siempre es mejor que viejo.
Fin del sarcasmo. ¿Qué demonios estaba pensando Eli Roth cuando produjo este innecesario, inservible e imbécil remake? El director "Travis Z" (¿existe algo más "uncool" que un apodo que pretende ser "cool"?) trabajó supuestamente con el mismo libreto de Eli Roth, pero de algún modo logró extirpar todo lo que me gustó de la cinta original. Cabin Fever (2016) carece del humor, tensión y atmósfera retro de Cabin Fever (2002), al mismo tiempo que añade horribles actores, pobre edición, y la más anémica dirección que he visto recientemente en una cinta de supuesto "terror" (hasta Ghoul me pareció más lúcida).
Por el lado semi-amable, la cinematografía de Gavin Kelly es bastante atractiva, retratando increíbles paisajes boscosos con asombrosa nitidez. Pero, fuera de eso no encontré nada rescatable en esta película.
Vamos por partes: la historia es básicamente igual, pero mal contada. Su desarrollo es muy lento y lo "bueno" tarda más de una hora en llegar (y ni siquiera fue bueno). Esto nos permite pasar largo rato en compañía de antipáticos personajes que apenas alcanzan los más básicos estereotipos del género: el nerd "gamer", la chica fácil, la chica inocente, el patán, y el héroe por default. A lo largo de la historia se incorporan personajes adicionales, como el misterioso campista que vaga por el bosque, la atractiva alguacil de ambigua actitud, y el "paciente cero" que va extendiendo la infección por el bosque. Ah, y no olvidemos los "hillbillies" locales, listos para antagonizar a los arrogantes jóvenes citadinos. En resumen: casi todos los ingredientes de la original... pero cocinados sin estilo ni sazón dramática, lo cual nos deja con un insípido plato de sobras que nunca igualan la receta original.
De los actores, mejor ni hablar. El más memorable fue Dustin Ingram, pero solo por ser tan odioso que queremos verlo morir tan rápido como sea posible (lástima... es uno de los que más tiempo sobrevive); y quizás resalta Nadine Crocker por llevar el ingrato rol de "chica fácil", con los arbitrarios desnudos requeridos por tal papel. Por lo demás, todos son figuras anónimas cuyas muertes no inspiran la menor emoción o impacto.
Esto nos lleva a los mediocres efectos especiales, muy lejanos de la deliciosa grotesquería que Roth usó en la cinta original. En esta nueva versión tenemos un poco de sangre en los muslos, un par de cadáveres semi-licuados (incluyendo el de un perro durante la primera escena de la película... ¡qué transgresor eres, Travis Z!), y un mediocre "headshot" realizado con sangre digital, que no me importó mucho porque a esas alturas ya nada hubiera redimido la película.
A pesar de todo eso, Cabin Fever tiene una característica recomendable: ya sea por casualidad o propósito, Travis Z reunió en una misma película todos los errores, tropiezos y fallas potenciales de un re-make, lo cual podría hacerla valiosa como herramienta didáctica para futuros cineastas que tengan intención de "mejorar" alguna cinta clásica (o semi-clásica) con su particular visión artística. Primero vean Cabin Fever, y piensen si esa "visión" realmente mejorará las cosas. Y háganlo rápido, pues el tiempo sigue avanzando y en un par de años alguien sentirá deseos de realizar nuevas versiones de cintas como The Green Inferno, Hostel o, ¿por qué no? de este re-make de Cabin Fever. Cada segundo las hace más viejas e indeseables. Tic, toc. Tic, toc.
Calificación: 3

IMDb

Monday, February 15, 2016

Carol



Síntomas: Cuando la joven Therese Belivet (Rooney Mara) conoce a la sofisticada madre de familia Carol Aird (Cate Blanchett), empieza a reconocer algunas cosas sobre sí misma que siempre trató de negar. Pero en los años cincuentas era casi imposible contemplar cualquier tipo de relación "depravada" que fuera en contra de las costumbres tradicionales.

Diagnóstico: Considero muy importante recordar las injusticias cometidas contra individuos cuyos estilos de vida no encajaban en el rígido "status quo" de épocas pasadas. En ese aspecto Carol es una obra importante y plenamente justificada. Sin embargo, basándonos exclusivamente en sus valores intrínsecos, me pareció una cinta competente pero poco memorable.
Inspirada en la novela "The Price of Salt" de Patricia Highsmith, Carol funciona como contraparte femenina de Far From Heaven, también del director Todd Haynes, la cual retrató un intenso drama doméstico de adulterio y represión sexual en el engañosamente perfecto marco de los suburbios norteamericanos de clase media en los años cincuentas. Carol aborda una historia similar en el mismo período histórico, enfocada en dos mujeres que reconocen de inmediato su mutua atracción, aunque no están seguras de cómo deben proceder. Bueno, una de ellas no está segura; la otra tiene experiencia en esos asuntos, y reconoce el riesgo del escándalo y deshonra que podría destruir a su familia.
Aunque el romance funciona como elemento catalizador de la trama, Carol no me pareció exactamente una película romántica. Creo que la ambición del director fue examinar la intolerancia y sus consecuencias en un nivel interno, explorando la confusión de las protagonistas que no solo cuestionan su secreta "perversión", sino los devastadores sentimientos de culpa inspirados por los efectos que su "debilidad" tiene en las personas que las rodean.
Es un mensaje desolador y muy relevante, incluso en la menos represiva sociedad actual; sin embargo el libreto de Phyllis Nagy titubea de vez en cuando, arrojando algunas arbitrarias decisiones para complicar una situación ya de por sí difícil, que quizás hubiera funcionado mejor sin tantas afectaciones ni sub-tramas periféricas que no conducen a algo sustancioso.
Por suerte Haynes dirige con elegancia y fluidez, apoyado por dos excelentes actrices que trascienden los tropiezos del argumento. Cate Blanchett interpreta a Carol con cierta artificialidad intencional, como si estuviera imitando a Lauren Bacall o Barbara Stanwyck, pero sin afectar la fuerte conexión que se forma de inmediato con Therese. Por su parte, Rooney Mara es muy natural y sincera como la joven acostumbrada a reprimir sus deseos para seguir el camino "normal", hasta que se da cuenta de que así nunca encontrará la felicidad. Rooney Mara siempre me ha parecido un duendecillo emo (más aún con el gorro de Santa Claus que porta en algunas escenas de Carol), pero su expresivo rostro transmite sin esfuerzo alguno las confusas emociones que la impulsan a cambiar de conducta, con todos los riesgos que ello implica. La película se llama Carol, pero creo que Therese es la protagonista, y el trabajo de Mara me pareció lo mejor de la experiencia.
Por el lado masculino Kyle Chandler tiene el ingrato papel de esposo rencoroso, cuyos sentimientos están tan enredados como los de su esposa; su desempeño es adecuado, aunque no rebasa su función de obstáculo en la compleja mecánica del argumento.
Finalmente merecen aplauso el diseño de producción de Judy Becker, la cinematografía de Edward Lachman y la música de Carter Burwell, todos ellos colaborando para llevarnos a los cincuentas con apropiado detalle y sutileza, sin distracciones innecesarias ni empalagosa nostalgia.
El tono frío y analítico de Carol quizás decepcione a quienes esperaban una cinta romántica más convencional (como Kissing Jessica Stein o Blue is the Warmest Color); pero, como dije antes, me pareció más valiosa como estudio social y recordatorio oportuno de los errores del pasado, para entender por qué ocurrieron y evitarlos en el futuro. Un claro caso donde la ficción puede enseñarnos más que la subjetiva realidad histórica.
Calificación: 8

IMDb

Sunday, February 14, 2016

Mi Abuela (Grandma)



Síntomas: La escritora Elle Reid (Lily Tomlin) usa su mal humor y misantropía para ocultar su temor de quedarse sola en el ocaso de su vida. Pero cuando su nieta Sage (Julia Garner) la visita para pedirle ayuda, Elle se da cuenta de que ha alejado a todas las personas importantes de su vida.

Diagnóstico: No esperaba mucho de la cinta Mi Abuela, pero resultó ser una muy agradable sorpresa. Su historia es excesivamente simple y apenas abarca un día en la vida de los personajes, pero sirve como adecuado marco de un genuino "estudio de carácter", donde hasta los más triviales eventos (como comprar un café o tomar un taxi) revelan nuevos aspectos y ocultas emociones de los protagonistas.
El director Paul Weitz se hizo famoso co-dirigiendo con su hermano Chris algunas notorias comedias (entre ellas American Pie y About a Boy), pero en años recientes ha enfocado su atención en el cine "indie" (al igual que su hermano, por cierto), donde aprovecha su aptitud para capturar historias humanas con iguales dosis de drama y humor. Mi Abuela es clara muestra de esa evolución, y sobra decir que me gustó más que las películas más renombradas de los Weitz.
Supongo que las tragicómicas aventuras de una irascible abuela y su nieta recorriendo la ciudad en busca de dinero (quinientos dólares) no parecerán material particularmente atractivo para muchas personas pero, como dije, el punto de la cinta es dibujar gradualmente la entrañable relación que se forma entre ambas, extendiéndose también a la madre de Sage, interpretada por la siempre encomendable Marcia Gay Harden. Igualmente merecen mención Elizabeth Peña en su última actuación; y Judy Greer, una de mis actrices favoritas, en otro rol de "mejor amiga" (con beneficios) que, aunque sea relativamente corto, me pareció más profundo y sustancial que sus recientes participaciones en cintas de alto perfil (como Ant-Man y Jurassic World), donde no tuvo mucho que hacer. Bueno, nada más la primera escena de Mi Abuela (una muy difícil conversación entre Greer y Lily Tomlin) basta para compensar todos los genéricos papeles secundarios que le endilgaron el año pasado.
Lo cual nos lleva a Lily Tomlin, una actriz que parece mejorar con la edad (lo cual es decir bastante), enfrentando roles maduros con inmensa dignidad y sin perder un ápice de la intensidad y energía que siempre la distinguieron. El personaje de Elle no siempre es agradable; de hecho puede ser bastante antipática, pero nunca perdemos de vista su nobleza interna, y por lo tanto toleramos sus berrinches y pequeñas crueldades.
En el más pasivo papel de la nieta Sage, Julia Garner se muestra a la altura de su célebre "abuela", expresando creíble convicción y sensatez mientras soporta la fuerte personalidad de Elle; al principio porque no tiene otra alternativa, y luego porque reconoce el valor de su abuela como guía moral e inagotable fuente de duras lecciones de vida aprendidas a partir de la experiencia.
A fin de cuentas Mi Abuela es una película "menor", realizada con muy poco dinero (supuestamente 600,000 dólares) y con mínima publicidad, pero la disfruté más que casi todas las cintas nominadas al Óscar este año. Entonces, solo queda recomendar Mi Abuela como una sólida película por derecho propio, y una excelente alternativa para limpiar el paladar después de tantas "obras maestras" con famosos actores y mucho prestigio, que sin embargo rara vez satisfacen tanto como este modesto relato. Y con setenta y ocho minutos de duración, termina tan rápido que no hay tiempo de aburrirse ni cuestionar sus posturas políticas (aunque sin duda generará algunos debates sobre los temas que maneja).
Calificación: 9

IMDb

Friday, February 12, 2016

Deadpool



Síntomas: El ex-soldado y mercenario Wade Wilson (Ryan Reynolds) por fin encontró la felicidad con su novia Vanessa (Morena Baccarin), pero el destino le depara la amarga sorpresa de una enfermedad incurable. Entonces, desesperado, Wilson se somete a un brutal tratamiento que podría salvarlo... aunque también podría hacer imposible que recupere su vida normal.

Diagnóstico: Bueno, pues me alegra decir que no arruinaron a Deadpool, como tanto temía. El delicado balance de humor "meta" (siento que esa palabra se queda corta), ultra-violencia y drama romántico corría el riesgo de convertirse en una mezcla amorfa de sangre y vulgaridad sin carácter ni textura. Afortunadamente el director primerizo Tim Miller capturó a la perfección el espíritu del personaje, acomodando sus contradictorios aspectos en una ingeniosa estructura de "flash-backs", monólogos y "flash-forwards" que rara vez tropieza en su implacable avance hacia lo que seguramente será una exitosa franquicia. O sub-franquicia, pues Deadpool está ubicada en el mismo universo de las películas de X-Men realizadas por 20th Century Fox, como demuestra la participación de un par de mutantes... uno de los cuales quedó mejor en esta cinta que en cualquiera de las de X-Men.
Para no arruinar las abundantes y constantes sorpresas de Deadpool me abstendré de enumerar todas las cosas que me gustaron (en serio, desde los primeros segundos se manifiesta el irreverente humor del personaje con la secuencia de créditos más graciosa -y sincera- que he visto en mucho tiempo). Por eso será más eficiente mencionar los pequeños problemas que nublaron la experiencia. Y les aseguro que fueron pequeños.
Para empezar, el libreto está muy bien construido y desarrollado de tal manera que el espectador recibe dosis constantes de acción, humor y drama. En vez de endilgarnos una lenta "historia de origen" al principio, para luego revelar al villano y conducirnos hasta el enfrentamiento final (como hizo, por ejemplo, el re-boot de Spider-Man), Tim Miller y sus guionistas Rhett Reese y Paul Wernick juegan con el tiempo para mantener las cosas en constante movimiento, no solo visual sino narrativo, de modo que cada pelea, explosión o persecución contribuye al desarrollo de los personajes o de la trama en general. Sin embargo, esa "trama general" se siente un poco ligera cuando nos damos cuenta de su austeridad temática. No me malinterpreten; el libreto es muy gracioso, con adecuada consistencia y lógica interna... pero me hubiera gustado que fuera más ambicioso, genuinamente satírico en vez de auto-referencial. Y, para variar, que el villano no fuera tan genérico y olvidable. Hablando de lo cual (espero que no sea SPOILER), por fin se cumplió mi fantasía de ver a Gina Carano en una película de super-héroes; lástima que no haya sido como Wonder Woman, sino como simple "sidekick" (del villano) con algunas buenas escenas, pero pocos prospectos a futuro. Ni hablar; quizás cuando Image Comics o Dark Horse funden sus propios estudios cinematográficos le darán trabajo a esta "mujer de acción".
Otra cosa un poco negativa: los efectos especiales. Claro, el género de super-héroes experimenta frecuente fatiga digital, pero en el caso de Deadpool no es la cantidad, sino la calidad. Uno de los personajes digitalmente creados no funciona como actor, aunque tiene algunas sólidas batallas durante el tercer acto. Y una persecución con múltiples vehículos tiene tantos ciber-choques que parece un mediocre videojuego automovilístico de los noventas. El "render" es impecable, pero cuando las cosas carecen de masa e inercia automáticamente se sienten falsas, y varias veces rompieron el hechizo de la película. Sí... hechizo. Ese es el tipo de hipérbole que inspiran los deliciosos excesos de Deadpool.
Finalmente, los actores cumplen su labor con dignidad, destacando Ryan Reynolds y Morena Baccarin (más conocida como Inara en Firefly). Su interacción romántica se siente sincera y espontánea, dándole a la cinta el eje emocional que tanto necesita para evitar convertirse en una auto-parodia cínica y monótona (como ocurrió con Kick-Ass 2).
Entonces, no digo que 20th Century Fox se haya redimido por el fiasco de Fantastic Four, pero Deadpool fue definitivamente un paso en la dirección correcta, respetando al personaje sin tratar de cambiarlo o "mejorarlo" durante su transición a cine. Si tan solo hubieran aprendido antes...
Calificación: 9

IMDb

Escena post-crítica: Nunca fui fan de Rob Liefeld como escritor de comics, pero realmente espero que se cumpla la promesa de la escena post-créditos en Deadpool. Tiene inmenso potencial, y ojalá tampoco lo arruinen.

Wednesday, February 10, 2016

Our Brand is Crisis



Síntomas: La legendaria asesora política "Calamity" Jane Bodine (Sandra Bullock) sale del retiro para coordinar la campaña presidencial de Pedro Castillo (Joaquim de Almeida), senador aspirante a la presidencia de Bolivia en el año 2002. Pero no será fácil, pues Pat Candy (Billy Bob Thornton), el eterno rival de Jane, fue contratado para dirigir la campaña del candidato competidor, el favorito de la gente, cuyo nivel de popularidad y aceptación se incrementa cada día.

Diagnóstico: Desde el principio aceptaré que la narrativa de Our Brand is Crisis es muy elemental; su estructura es completamente previsible, y algunos diálogos parecen escritos por un estudiante de primer semestre de la Real Academia de Clichés Cinematográficos (fundada por Su Excelencia Bert I. Gordon). Sin embargo Our Brand Is Crisis me gustó más de lo que esperaba gracias a sus incisivos comentarios políticos, implacable humor negro, y a las divertidas actuaciones de un elenco que sabe extraer risas de las más deprimentes situaciones.
Porque, a fin de cuentas, Our Brand Is Crisis se regodea en la futilidad del venerado sistema democrático, al mismo tiempo que aplaude la desvergonzada manipulación de la percepción pública para lograr resultados que nada tienen que ver con el bienestar de un país. De hecho, parece que la finalidad del "proceso político" es complacer a una minoría y perjudicar al resto de la población... todo lo contrario de lo que pensábamos. Supongo que es mejor reír que llorar.
Claro, hay que ser realmente ingenuo para suponer que es un mensaje innovador; existen incontables películas con temas similares... y no solo recientes, sino desde los albores del cine mismo (algunos ejemplos: The Great Dictator, Mr. Smith Goes to Washington, Duck Soup, Dave, Election, Wag the Dog... la lista abarca décadas). Sin embargo Our Brand Is Crisis presenta una perspectiva única, trasladando la bien conocida propaganda norteamericana a un país sudamericano, donde las cosas funcionan de otra manera. ¿Servirán las mañas y trucos importados a un entorno tan inusual?
Supongo que la lección es: desde luego funcionan, porque no son entornos tan distintos. Ya sea Bolivia o Estados Unidos, la gente sigue siendo gente, y son tan susceptibles de manipulación como en cualquier lugar o época. Y cuando los principales "manipuladores" son Sandra Bullock y Billy Bob Thornton, podemos esperar chispeantes intercambios y luchas de voluntades que se sienten más importantes (y más entretenidas) que las elecciones mismas. Acompañando a este par tenemos actores como Anthony Mackie, Ann Dowd, Zoe Kazan y Reynaldo Pacheco en roles periféricos pero sustanciosos que subrayan el drama, el humor, o las dos cosas al mismo tiempo, porque es "ese tipo" de película.
Habiendo dicho todo eso, debo advertir que Our Brand is Crisis es la adaptación ficticia de un aclamado documental con el mismo título, producido en el año 2005, el cual nunca vi. Si lo hubiera visto, probablemente estaría denunciando Our Brand is Crisis como una "versión falsa y diluida de un fascinante hecho real". Pero, bueno... así es la impredecible percepción personal.
Tal vez Our Brand is Crisis pertenezca a la categoría de "placeres culpables"; o quizás para algunas personas será "tan mala que es buena" (o incluso "tan mala que es mala"). Entiendo sus limitaciones y mediocre ambición, pero me entretuvo mucho y me dejó un par de lecciones memorables, lo cual fue sorpresivo para un cínico amargado como yo. No cabe duda que la situación siempre puede empeorar, y conviene recordarlo de vez en cuando para reducir expectativas y minimizar desilusiones. Tanto en la política como en el cine.
Calificación: 8

IMDb

Monday, February 8, 2016

Brooklyn: Un Nuevo Hogar (Brooklyn)



Síntomas: En los años cincuentas, la joven irlandesa Eilis Lacey (Saoirse Ronan) emigra a los Estados Unidos y trata de forjar una nueva vida en un entorno muy distinto del que estaba acostumbrada. ¿Logrará encontrar su futuro en el nuevo mundo, o cederá a la nostalgia que la inspira a regresar a Irlanda?

Diagnóstico: De todas las películas nominadas al Oscar este año, Brooklyn: Un Nuevo Hogar era la que menos me interesaba. Ciertamente hay algo intrínsecamente fascinante en las vivencias de los inmigrantes ("pez fuera del agua" con perspectiva dramática, en vez de cómica), pero también tienden a ser deprimentes y repetitivas. Además, hace poco vi The Immigrant, la cual maneja temas similares con un "sabor" étnico distinto.
Afortunadamente Brooklyn: Un Nuevo Hogar superó mis expectativas gracias a un libreto armonioso y optimista, pero no exento de retos y tragedias para la joven Eiris, una protagonista sencilla y entrañable que combina inocencia y sentido común para evitar (en lo posible) los riesgos que enfrentaban las jóvenes europeas tratando de sobrevivir en la idealizada "América" que no siempre resultaba tan idílica como soñaban.
En otras palabras, Brooklyn: Un Nuevo Hogar mantiene una narrativa sobria y gentil, cuyo propósito no es forzar el llanto ni impartir pesadas lecciones morales; simplemente relata una historia creíble que en cierto modo desafía los clichés del género (si es que puede llamársele "género" a las cintas sobre la experiencia del inmigrante), incorporando dosis apropiadas de drama, humor y romance para balancear el argumento.
Hablando de eso... supongo que Brooklyn: Un Nuevo Hogar podría considerarse una cinta romántica en vista de la influencia que tienen dos noviazgos en ambos lados del océano; sin embargo siento que es un aspecto secundario a la evolución de Eiris, pues el énfasis yace en su recorrido espiritual hacia un mejor futuro... si logra romper los lazos con su pasado. Aunque "romper" tampoco es la palabra correcta... más bien debe integrarlos a su floreciente ideología para apreciar su nuevo hogar, sin obstruir su continua búsqueda de identidad. Y creo que ese es el punto central de Brooklyn: Un Nuevo Hogar, así que probablemente merecería la etiqueta de "coming of age"... aunque tampoco es todo lo que hace.
Como sea, nada de esto sería posible sin el extraordinario trabajo de Saoirse Ronan, quien sostiene la película de principio a fin con su gran talento, expresando sutilmente la gama de emociones que experimenta el personaje pero, como dije antes, sin exagerar sus reacciones para satisfacer algún estándar histriónico de "la Academia". Y creo que fue la decisión correcta, pues nos invita a explorar la personalidad de Eiris y analizar la compleja mecánica de una actuación natural y al mismo tiempo perfectamente controlada.
Aún así dudo que gane premios, debido a la mencionada sobriedad y escasez de alto drama. El director John Crowley y el guionista Nick Hornby (adaptando una novela de Colm Tóibín) mantienen seguro control de la película sin sacrificar espontaneidad, y aunque realmente no hay grandes sorpresas ni revelaciones devastadoras, Brooklyn: Un Nuevo Hogar captura nuestra atención con las vivencias de un personaje ordinario pero no por ello menos interesante. En resumen: probablemente Brooklyn: Un Nuevo Hogar rivaliza a In America como una de las mejores películas sobre inmigrantes que he visto, y aunque probablemente no será "la mejor película del año" sin duda vale la pena admirarse no solo por todo lo que hizo, sino por los clichés que evitó en el desarrollo de una historia simple, pero rica en detalle y humanidad. Y quien solo quiera verla por el romance, no hay problema. Me parece perfectamente válido, y hasta sería un buen aprendizaje para seguidores de Nicholas Sparks.
Calificación: 8.5

IMDb

Sunday, February 7, 2016

Anomalisa



Síntomas: Michael Stone (voz de David Thewlis) llega a la ciudad de Cincinatti para dar una conferencia sobre servicio a clientes, pero en su interior se siente solo, deprimido y desconectado de sus semejantes. Sin embargo el destino le depara un encuentro casual que podría cambiar su vida de una manera que nunca imaginó.

Diagnóstico: En su faceta de guionista, el aclamado Charlie Kaufman escribió algunas de las más subversivas e ingeniosas películas de las últimas décadas, como Being John Malkovich, Adaptation, y Eternal Sunshine of the Spotless Mind. Sin embargo cuando debutó como director con Synecdoche, New York, Kaufman decepcionó a sus fans (al menos a mi) con un provocativo concepto confusamente implementado, aunque valió la pena verlo tan sólo por su excéntrico estilo y complejas actuaciones.
Y ahora en Anomalisa, su segundo largometraje, ocurrió algo similar, aunque en una forma suficientemente creativa para admirar la genialidad de Kaufman, incluso si el resultado final se siente obtuso e insatisfactorio. O tal vez "no le entendí", y en realidad es la obra maestra que todos claman.
Los personajes de Anomalisa están bien construidos e interpretados, transmitiendo de inmediato su carácter y personalidad por medio de sutiles detalles que expresan mucho con el menor esfuerzo posible. Michael Stone es un hombre exitoso en su carrera, pero vacío por dentro, lo cual Kaufman representa con el artero truco de asignar la misma voz (del actor Tom Noonan) a toda la gente que lo rodea. No importa si son hombres, mujeres o niños... Michael escucha todo igual, lo cual me pareció una poderosa y muy precisa metáfora de la depresión.
Por su parte la trama es engañosamente simple, mostrando con exagerada atención los insulsos detalles de una vida gris y rutinaria, que aplastan el espíritu del protagonista, hasta que el azar ofrece un atisbo de esperanza. Desafortunadamente ese notable establecimiento de una situación con gran potencial se diluye gradualmente hasta terminar en una nota simple y desangelada... lo cual supongo que es consistente con los temas de la cinta y con la naturaleza de Michael. Pero no pude evitar pensar: "¿tanta preparación para esto?"
Lo cual fue doblemente notorio después de ciertas intrigantes escenas que sugieren un abrupto cambio en la narrativa. Luego de una hora de frugal realismo, ocurre algo que podría alterar fundamentalmente la naturaleza de la cinta, llevándonos al tipo de historia "rara" que caracteriza la obra de Kaufman. Pero no... falsa alarma. Parecería que el director está retando las expectativas del público, y negándose a cumplirlas. "¿Querían una historia 'rara' de Charlie Kaufman? Pues aquí les va una dosis la realidad, más profunda que cualquier fantasía". O algo así. No sé si esa fue la intención del escritor/director, pero así la interpreté.
Ah, y no podemos olvidar que Anomalisa está realizada en "stop motion", probablemente la primera cinta de este tipo dirigida específicamente al público adulto (por cierto, vale la pena subrayar que Anomalisa NO es una experiencia para niños). Al principio el estilo visual parece incompatible con un drama existencial, pero la atención al detalle y el excelente trabajo de los actores de voz me ayudaron a olvidar la técnica para centrarme en las emociones de los personajes. Además, ciertos elementos inherentes del stop motion se incorporan sutilmente al argumento, sugiriendo algo mucho más ambicioso y reflexivo... que Kaufman nuevamente ignora. O quizás prefiere dejarlo a la imaginación del espectador, para que podamos hacer agudos comentarios como "todos somos títeres" mientras tomamos un café después de la función (¿alguien hace eso todavía, o éramos solo yo y mis amigos "nerds" en los ochentas?)
A fin de cuentas tengo opiniones divididas sobre Anomalisa, pues si bien incluye tremendas ideas de inmenso potencial, no se toma la molestia de desarrollarlas. Sin embargo, esta audaz/indolente estrategia planta semillas en el subconsciente que tal vez rendirán inesperados frutos de iluminación y descubrimiento personal. Pero en lo que llega esa cosecha, prefiero recomendar con cautela Anomalisa como inusual experimento que merece más admiración por su mera existencia que por su impacto dramático. Aunque mi opinión podría cambiar por completo en unos días; en ese caso siempre preferiré el "efecto retardado" que el olvido instantáneo.
Calificación: 7.5

IMDb

Saturday, February 6, 2016

Orgullo, Prejuicio y Zombies (Pride and Prejudice and Zombies)



Síntomas: En la Inglaterra rural del siglo dieciocho, las hermanas Bennett buscan maridos ricos y de buena cuna. Pero no será fácil, pues una infestación de zombies amenaza con destruir lo que resta del Imperio Británico. Afortunadamente las hermanas poseen impecables modales y todas las virtudes necesarias para las señoritas de sociedad, incluyendo entrenamiento en artes marciales y manejo de armas de fuego. Si tan solo fuera tan fácil encontrar esposo como matar zombies...

Diagnóstico: La moda literaria de fusionar material clásico con fórmulas modernas de terror comenzó probablemente en el año 2009 con la novela Pride and Prejudice and Zombies, de Seth Grahame-Smith; pero en el cine, irónicamente, se estrenó primero Abraham Lincoln: Vampire Hunter (basada en un libro del mismo autor) y, francamente, no impresionó a nadie. Por eso me alegra decir que la versión cinematográfica de Orgullo, Prejuicio y Zombies tuvo mejor fortuna gracias a la sólida selección de actores y al apropiado balance entre la obra original de Jane Austen y las secuencias de supuesto "terror". Aún así (no puedo creer que voy a decir esto) terminó gustándome más por el romance que por los zombies.
"Más", pero no demasiado. Los personajes creados por Jane Austen en Pride and Prejudice conservan sus entrañables personalidades, así como los chispeantes diálogos que revelan las costumbres y preocupaciones del período de la Regencia británica en el siglo diecinueve. La intriga social también sigue presente, así como las manipulaciones femeninas para "atrapar" a los solteros más deseables, fijándose primero en su condición económica y después, si queda lugar, en el auténtico amor.
Naturalmente las cosas se complican con la presencia de los zombies, que se han infiltrado en la sociedad gracias a las nuevas reglas que incorporó el autor a esta mitología. Los zombies de Orgullo, Prejuicio y Zombies no se transforman de inmediato en agresivos caníbales guiados por un ciego instinto animal. La transformación es gradual, y sólo degeneran cuando consumen cerebros humanos. Esto les permite ocultarse en sus mansiones, manteniendo suficiente lucidez mental para conspirar contra "los vivos".
Quizás esta adición molestará al público purista, pero me pareció una alternativa válida que enriquece el género con algunas interesantes ideas (como la "aristocracia zombie"). Desafortunadamente la ambición de la cinta se ve muy limitada por la temida clasificación "PG-13", negando cualquier oportunidad de regodearnos en la sangre y violencia que los fans esperarían en una cinta sobre zombies. Sí, el director Burr Steers estira la clasificación "para adolescentes" hasta el máximo, ofreciéndonos algunos grotescos maquillajes y un par de explosiones de cabezas... pero sin una gota de sangre. Y cuando las hermanas Bennett lucen sus artes marciales en vistosas peleas con excelente coreografía, nunca vemos el contacto de espadas, cuchillos y hachas con la carne muerta... solo muchas gesticulaciones y sonidos, pero nada del "gore" que hubiera elevado esta cinta a un nivel más satisfactorio.
Por el lado más amable, tenemos el mencionado romance. Los fans de Jane Austen reconocerán los rasgos básicos del argumento: Jane Bennett (Bella Heathcote) tratando de atraer al adinerado Mr. Bingley (Douglas Booth) para rescatar a la familia de una mala situación económica; Eliza Bennett (Lily James) y Mr. Darcy (Sam Riley) en constante conflicto verbal por sus muy distintas ideologías; y el pedante Párroco Collins (Matt Smith) como "comic relief" a costa de las afectaciones y arrogancia de la aristocracia inglesa. Y, desde luego, todo esto salpicado por las ideas proto-feministas que Austen expresó en desafío de aquella arcaica sociedad (aunque la cinta no se atreve a llevar dichas ideas hasta sus últimas consecuencias, traicionando los ideales de sus heroínas para alcanzar un desenlace más convencional y previsible).
Como dije, el pastiche de Pride and Prejudice funciona mejor que el asunto de los zombies. Lily James es una Eliza fuerte y creíble, mostrando igual convicción en sus diálogos y en las peleas con dagas. Sam Riley crea un Mr. Darcy seco y antipático en la superficie, pero sensible en el fondo... si tan solo alguien se tomara la molestia en analizar el origen de su altanería. Y, claro, a veces el "mash-up" se vuelve un poco ridículo, como cuando Eliza y Mr. Darcy pelean mientras discuten sus opuestos puntos de vista. Pero, bueno, nadie tomará en serio una película con ese título, así que podemos disculpar sus frecuentes excentricidades como intentos de humor que solo funcionan de vez en cuando.
Dudo que Orgullo, Prejuicio y Zombies tenga mucho éxito debido a su difícil clasificación; pero me gustó más de lo que esperaba, y puedo recomendarla como un curioso experimento cuyas ocasionales fallas y frecuentes incongruencias (muchas de ellas intencionales) no impiden divertirse con dos horas de comedia costumbrista interrumpida por ataques zombies. Me hizo falta más sangre para realzar el horror, pero quedé satisfecho con el romance. Y no me molestaría eventualmente ver Sense and Sensibility and Werewolves, o quizás Emma in Space, o lo que Grahame-Smith esté planeando para el futuro. Si la historia fue buena hace dos siglos, lo seguirá siendo hoy.
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, February 5, 2016

Los 8 Más Odiados (The Hateful Eight)



Síntomas: El legendario cazador de recompensas John "Hangman" Ruth (Kurt Russell) se dirige al pueblo de Red Rock para entregar a su prisionera, Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh). Pero una inclemente nevada y varios pintorescos personajes que encuentran a lo largo del camino (en ambos lados de la ley) harán muy difícil el cumplimiento de esa misión.

Diagnóstico: Para su octava película, el venerado director Quentin Tarantino regresa al género western que tan eficazmente manejó en Django Unchained (aunque muchos dicen que ese fue un "southern"). Y si bien Los 8 Más Odiados rescata con mayor esmero el espíritu y los temas del clásico "spaghetti western", el resultado me pareció un poco menos disfrutable, aunque sin duda aprecié sus fantásticos aciertos y exuberante estilo, tanto visual como narrativo. En resumen, otro sincero homenaje al cine de ayer apoyado por las técnicas de hoy... y por esa inigualable magia tarantinesca que empapa de "cool" cada escena de la película.
Aclaro: Los 8 Más Odiados me gustó bastante, pero no lo suficiente para ignorar las bien conocidas debilidades de este director. La más grave, desde luego, es la abrumadora auto-indulgencia que silencia a su "editor interno" y le permite extender indiscriminadamente diálogos y escenas mucho más allá de su función dramática... y más allá del interés del espectador. El resultado es un monolito de casi tres horas de duración, al menos una de las cuales podría haberse omitido sin perder la fuerza de la perversa historia (influenciada por Agatha Christie, curiosamente), ni su impacto emocional.
Afortunadamente hay más que suficiente suspenso, intriga y violencia para sobrellevar las partes más lentas. Y desde luego (otro acierto recurrente de Tarantino), el brillante elenco reúne grandes actores perfectamente seleccionados para encarnar sus respectivos roles (combinación que no siempre encontramos en las películas “de prestigio”).
Sin detallar demasiado sus roles, para no revelar más de la cuenta, mencionaré a Kurt Russell, Samuel L. Jackson, Jennifer Jason Leigh, Walton Goggins, Tim Roth y Bruce Dern como los más memorables intérpretes de la cinta. Claro, algunas participaciones son tan breves que los actores casi parecen "props" para decorar el escenario, más valiosos por su mera presencia que por su papel formal; pero, sea cual sea su función, todos tienen oportunidad de lucirse y contribuir a la fantástica textura de Los 8 Más Odiados.
Lo cual nos lleva al genial Ennio Morricone, quien probablemente compuso la mejor banda sonora del año (pasado), o al menos la que más recordaré. Hace un par de meses, cuando regresé de ver The Force Awakens, busqué de inmediato el soundtrack en Google Play, y me decepcionó un poco escucharlo sin el apoyo de las imágenes que lo hicieron tan impactante en el cine. Pero la música de Los 8 Más Odiados se disfruta por sí sola tanto como la película misma, e indudablemente contribuyó en gran medida a su notable éxito (no me refiero al éxito económico, sino al éxito del homenaje que se propuso realizar el director).
Entonces, Los 8 Más Odiados no superó a la mencionada Django Unchained (en mi humilde opinión), pero puedo recomendarla como uno de los mejores westerns modernos que no necesita reinventar el género para capturar la atención del público contemporáneo... simplemente usa con gran pericia las herramientas existentes, y confía en que los antiguos valores de honor y justicia siguen vigentes (al menos en nuestra imaginación colectiva), como cuando Clint Eastwood o John Wayne perseguían al forajido, con o sin el amparo de la ley. Porque en la vieja frontera valía más el código personal que la estrella del alguacil.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, February 1, 2016

La Quinta Ola (The 5th Wave)



Síntomas: Después de una invasión extraterrestre que devastó la Tierra, la joven Callie Sullivan (Chlöe Grace Moretz) vaga por el desolado territorio de Ohio en busca de su pequeño hermano Sam (Zackary Arthur), sin saber que el niño fue llevado a un campamento militar donde el cruel Coronel Vosch (Liev Schreiber) entrena a los adolescente sobrevivientes para iniciar una rebelión contra los invasores.

Diagnóstico: Sabía de antemano que La Quinta Ola está basada en una novela juvenil, y por lo tanto supuse que pondría más énfasis en el romance y los "sentimientos" que en sus aspectos de ciencia ficción. Aún así me animé a verla porque me gustan mucho las historias sobre invasiones extraterrestres. En vista de eso, creo que no puedo culpar a nadie; yo mismo me lo busqué.
La mencionada invasión ocupa aproximadamente los primeros quince minutos de la película, cuando las obligatorias naves gigantes ocupan el cielo de la Tierra y desatan cuatro "olas" destructivas, empezando por un pulso magnético que deja a la humanidad sin electricidad; luego vienen terremotos y marejadas para destruir las zonas costeras; y finalmente la fiebre aviar para infectar al resto de la población. Entonces los pocos sobrevivientes se organizan en milicias improvisadas en espera de la temida "quinta ola"... pero todo eso deberá esperar mientras seguimos a la niña Callie en su búsqueda de Sam, durante la cual experimentará (insulsas) aventuras y encontrará (blando) romance con un sobreviviente que oculta un peligroso secreto. Al mismo tiempo, vemos como Sam y Ben (Nick Robinson), amigo escolar de Callie, inician su entrenamiento como soldados para combatir a "los otros" (como les llaman a los alienígenas), destruyendo su inocencia infantil al mismo tiempo que adquieren la despiadada aptitud de matar a sus semejantes.
Entonces, básicamente tenemos por un lado The Road para niños, y por otro lado Full Metal Jacket, también para niños. El resultado: mediocre y absolutamente inerte.
Desde luego esperaba eso de la sub-trama romántica; pero el resto de drama apocalíptico, las escenas de acción, y el tono general de la película (recuerden que estamos presenciando el FIN DEL MUNDO) me pareció increíblemente flojo y aburrido. Nunca se siente suspenso o la desesperación de la especie humana en peligro de extinción. La escala de la inimaginable tragedia que presenciaron los sobrevivientes se olvida de inmediato, para dejar paso al trillado melodrama juvenil que sustenta este tipo de historias (no voy a hacer comparaciones porque ya me cansé de mencionar las anteriores películas de esta calaña). Creo que he visto películas en el canal SyFy con mayor impacto emocional y personajes más creíbles.
A fin de cuentas La Quinta Ola ignora el potencial de su argumento porque su mercenario propósito fue usar el fin del mundo como simple fondo del habitual triángulo romántico entre la niña, su misterioso salvador, y el compañero escolar que siempre le gustó. Afortunadamente existen mejores triángulos románticos juveniles para quienes estén interesados en ellos (no estoy juzgándolos), y desde luego hay mejores películas sobre invasiones extraterrestres, así que no veo razón alguna para recomendar La Quinta Ola (ni siquiera me gustó la actuación de Chlöe Grace Moretz, quien me ha parecido una sobresaliente actriz juvenil en roles mejor escritos). Los modestos valores de producción de La Quinta Ola se sienten desperdiciados, y mejor ni hablemos de su validez como ciencia ficción “seria”. Creo que cualquier episodio de Colony tiene mejores ideas y drama más interesante sobre la típica ocupación extraterrestre. Como siempre, la tele salva el día.

Calificación: 5