Sunday, August 30, 2015
Ted 2
Síntomas: Un año después de su boda, el oso de peluche Ted (voz de Seth MacFarlane) y su esposa Tammy Lynn (Jessica Barth) quieren tener un hijo, pero esto provoca algunos cuestionamientos sobre el estado legal de Ted. ¿Tiene los mismos derechos de un ser humano, o es tan sólo un objeto? Entonces, con ayuda de su mejor amigo Johnny (Mark Wahlberg) y de la inexperta abogada Samantha Jackson (Amanda Seyfried), Ted entabla una demanda para recobrar sus derechos civiles.
Diagnóstico: Esta es mi teoría: Seth MacFarlane estaba pegándole al "bong" un sábado en la noche mientras veía el maratón de Star Trek: The Next Generation en el canal BBC America (por alguna razón ellos tienen la licencia ahora), y pasaron el episodio "The Measure of a Man" (uno de mis favoritos... segunda temporada, episodio nueve en Netflix), donde el androide Data participa en un juicio para defender sus derechos como forma de vida libre e inteligente. Entonces se prendió un foco de diez watts sobre la cabeza de McFarlane, y dijo en voz baja: "The measure of a bear..." Y así nació el libreto de Ted 2.
Claro, el asunto del juicio apenas cubre una hora de historia, así que el director y sus co-guionistas tuvieron que añadir abundantes tangentes cómicas para inflar la película, por no mencionar los característicos "flashbacks" y "non sequiturs" que emplean con excesivo abandono en Family Guy; y todo ello aderezado con inesperados cameos y referencias a la cultura popular que dan más risa por su incongruencia que por su genuino valor humorístico (ejemplos: Jay Leno, Roots, Jurassic Park). Bueno, hasta dos números musicales metió MacFarlane en el atiborrado guión. Y una persecución por Comic Con, para complacer a los fanboys (les voy a decir qué me complació más... Patrick Warburton en el disfraz con el que más lo identifico). Clara señal de un director desesperado que no teme intentar cualquier cosa para ganar las risas del público.
Por el lado positivo, MacFarlane lo consigue con suficiente frecuencia para hacer Ted 2 recomendable como sólida comedia que puede pasar de un sincero diálogo emotivo a la más grotesca vulgaridad sin perder su tono juguetón, gracias en gran medida al entusiasta elenco en el que destaca notablemente Amanda Seyfried, haciendo su mejor papel cómico desde Mean Girls. Su buena actitud y sentido del humor permiten algunos chistes muy graciosos a sus costillas.
Por el lado negativo, esta actitud de "cantidad por encima de calidad" fragmenta la historia principal hasta el punto de la incoherencia. Pero sospecho que ni el director mismo la tomó muy en serio, así que debo basarme en el alto coeficiente de risas (muy subjetivas) para considerar Ted 2 como una adecuada secuela que no hacía mucha falta, ni tiene mucho sentido, pero cumple su misión de hacernos reír, y demostrar que un juguete puede inspirar emociones humanas. Me refiero a la pelea entre un Dalek y el Robot B-9 de Lost in Space.
Calificación: 7.5
IMDb
Saturday, August 29, 2015
Grace, Princesa de Mónaco (Grace of Monaco)
Síntomas: En 1956 la célebre actriz Grace Kelly (Nicole Kidman) renunció a su exitosa carrera en Hollywood para casarse con el Príncipe Rainier de Mónaco (Tim Roth), en uno de los eventos más celebrados del siglo veinte. Seis años después, Grace se siente reprimida por la vida en el palacio real de Mónaco, donde debe seguir estrictos protocolos y comportarse de manera contraria a su personalidad. Entonces el presidente francés Charles de Gaulle (André Penvern) intenta tomar control de Mónaco para explotar su inmensa riqueza exenta de impuestos, y Grace deberá decidir entre regresar a su vida "normal" en los Estados Unidos, o permanecer en su nueva patria para defenderla de la intervención francesa.
Diagnóstico: El cine romántico está repleto de fantasías sobre mujeres en busca de su "príncipe azul". Por eso la historia de Grace Kelly, quien realmente vivió esa fantasía, parecía perfecta para llevarse a cine, y más aún con la colaboración de una actriz tan distinguida como Nicole Kidman. Cuesta trabajo imaginar por qué el resultado fue una película tan monótona y aburrida como Grace, Princesa de Mónaco. O quizás no sea tan difícil adivinar la razón; el problema es que el director Oliver Dahan decidió enfocarse en un período menos relevante en la vida de Kelly, planteado de manera poco interesante a pesar del dinero que invirtieron en escenarios, vestuarios y peinados.
Nicole Kidman interpreta una versión adecuada de Grace Kelly, emulando cuidadosamente su voz y su melancólica mirada (aunque me temo que la cirugía plástica le ha robado expresividad a su rostro, atenuando algunas de las más "dramáticas" escenas). Su actuación es técnicamente buena, pero estéril. Rara vez nos convence de su trágica/idílica vida como parte de una realeza menos glamorosa de lo que el mundo imaginaba. Por otro lado, el melodrama doméstico y la intriga política son tan artificiales y forzados que ni una actuación excepcional hubiera rescatado la película.
En el papel del Príncipe Rainier, Tim Roth hace lo que puede para capturar el "peso de la corona", atrapado en una difícil posición como líder nacional a merced de los millonarios europeos. Pero, igual que ocurre con Nicole Kidman, su talento no basta para darle sustancia a un libreto demasiado frívolo para tomarse en serio... ya no digamos como legítima lección de historia (desde el principio nos advierten que es un relato ficticio "inspirado" en hechos reales), sino como simple entretenimiento. En resumen, una "bio-pic" fallida por su apatía narrativa, aunque visualmente suntuosa por la elevada calidad de su producción.
Otras víctimas de esta situación son Frank Langella, Parker Posey y Derek Jacobi, cuyos papeles (reales o inventados para la película) pasan sin dejar particular huella dramática. Sin embargo, como dije antes, la producción es bastante impresionante, filmada en genuinas locaciones de Mónaco, París, los Alpes Franceses... alguien invirtió considerable dinero en Grace, Princesa de Mónaco. Los decorados, el vestuario de Nicole Kidman y las abundantes funciones sociales (bailes, conciertos, etc.) derrochan el glamour con el que muchos idealizan la realeza europea. Lástima que el tedioso drama rebaja todo al nivel de una película televisiva de Hallmark o Lifetime... lo cual resulta irónico considerando que, tras varios fracasos críticos alrededor del mundo (incluyendo el Festival de Cannes), Grace, Princesa de Mónaco terminó estrenándose en los Estados Unidos directamente en televisión... en el canal Lifetime. Eso lo dice todo (tal vez debí mencionarlo desde el principio). ¡Qué suerte tuvimos de que se estrenara en cines de México!
Grace, Princesa de Mónaco sería apenas recomendable para fans de la decoración y la moda del siglo veinte. Los interesados en la auténtica Grace Kelly podrían aprender más pasando media hora en Wikipedia; y para el resto de la gente yo recomendaría mejor ver alguna buena película de esta actriz, como Rear Window o Dial M for Murder (ambas de Alfred Hitchcock). No hay "príncipe azul" en ellas, pero tampoco se estrenaron en Lifetime.
Calificación: 5
IMDb
Wednesday, August 26, 2015
Enredos en Broadway (She's Funny That Way)
Síntomas: Durante una entrevista con una cínica reportera, la actriz Isabella Paterson (Imogen Poots) recuenta su complicada evolución de "call-girl" a estrella de Broadway, auxiliada por una serie de asombrosas coincidencias e inesperadas conexiones entre un grupo de pintorescos habitantes de Nueva York.
Diagnóstico: Casi todos los icónicos directores de los ochentas y setentas que yo admiraba han realizado películas decepcionantes en el siglo veintiuno. Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Robert Zemeckis... y ni siquiera voy a mencionar los especialistas en cine de terror. Tal vez Peter Bogdanovich nunca fue tan famoso, pero me gustaban muchas de sus antiguas películas (como The Last Picture Show y su secuela Texasville), así como su más reciente largometraje, The Cat's Meow (del 2001). Por eso tenía la curiosidad de ver Enredos en Broadway... ¿sería un regreso a la sensibilidad independiente de antaño (en una época cuando "independiente" conservaba su significado original)? ¿O un débil intento de Bogdanovich por "re-inventarse" para las nuevas generaciones?
La respuesta fue: ninguna de las dos cosas. En todo caso, Enredos en Broadway resultó más similar a una comedia de Woody Allen. Y, claro, el entorno teatral sugiere comparaciones con su clásica cinta Bullets Over Broadway, aunque esta vez los "enredos" fueron menos divertidos y se ubican en la época actual.
Aún así hay elementos positivos en Enredos en Broadway. El libreto co-escrito por Bogdanovich y Louise Stratten es extremadamente ligero, y no debe tomarse en serio como reflejo de la realidad; más bien es una inocua farsa cómica que sirve como homenaje de las películas de los años cuarentas y cincuentas, cuando una idealizada fantasía era preferible al cínico realismo que tardaría varias décadas en infectar a Hollywood (gracias a directores como, por ejemplo... Peter Bogdanovich)
En ese aspecto Enredos en Broadway puede parecer demasiado simplona e ingenua para el público moderno; pero para viejos como yo, que crecimos con una dieta rica en esas películas "inocentes" de mediados del siglo veinte, podría ser una nostálgica experiencia, incluso si su argumento no es particularmente ingenioso o creativo (incluso para estándares de aquella época).
La razón principal para ver Enredos en Broadway es el notable ensamble de actores que reunió Bogdanovich, entre los que se cuentan Owen Wilson, Rhys Ifans, Jennifer Aniston, Will Forte y Kathryn Hahn. Sus actuaciones no son excepcionales, pero se nota que se divirtieron al adoptar la sensibilidad de la era dorada de Broadway/Hollywood, y consiguen transmitir esa energía al espectador. También merecen mención los numerosos cameos de antiguos colaboradores de Bogdanovich (entre ellos Tatum O'Neal y Cybil Shepherd), así como actores modernos que sin duda aceptaron roles menores con tal de trabajar con este legendario cineasta. Por ejemplo, el gran Michael Shannon sale unos segundos como guardia de seguridad de una tienda departamental, y un director bastante famoso aparece al final, explicando el significado de una frase que se menciona muchas veces durante la película, revelando hasta cierto punto su tema central.
Entonces, Enredos en Broadway no me pareció muy buena como comedia convencional, ni representa el renacimiento artístico de Peter Bogdanovich; pero su amable sentido del humor y el sincero entusiasmo del elenco la convierten en un nostálgico experimento que, curiosamente, parece fresco e innovador en esta temporada saturada de re-makes, secuelas y refritos. A veces no es la calidad de la experiencia, sino su capacidad para romper la rutina.
Calificación: 7
IMDb
Monday, August 24, 2015
Hitman: Agente 47 (Hitman: Agent 47)
Síntomas: El Agente 47 (Rupert Friend) pertenece a un programa experimental diseñado para crear asesinos perfectos, manipulados genéticamente con habilidades especiales y absoluta ausencia de sentimientos. Su más reciente misión consiste en encontrar al científico que fundó el programa, pero para lograrlo deberá seguir la pista de una mujer llamada Katia (Hannah Ware), cuyo misterioso pasado oculta secretos muy peligrosos.
Diagnóstico: Lo único que recuerdo de la cinta Hitman, del 2007, es Olga Kurylenko. Y lo único que recuerdo del videojuego original del año 2000 es el tiroteo en cámara lenta en la nieve (tampoco he jugado las secuelas; ni siquiera demos). Entonces, puedo asegurar que mi opinión sobre la nueva película Hitman: Agente 47 no estará influenciada por mis nostálgicos recuerdos de aquel juego, ni por injustas comparaciones con la primera película. No... Hitman: Agente 47 no necesita razones externas para ser una horrible película.
Quizás estoy exagerando. O quizás no. Esta secuela/reboot/re-adaptación mantiene un razonable nivel de calidad técnica, con excepción de algunos efectos especiales que me llevaron de regreso a las "cut scenes" del año 2000. También cuenta con buenos actores (en malos papeles), y con un ágil ritmo que aleja el aburrimiento, aunque se acerca peligrosamente durante las interminables escenas donde nos explican detalles que son bastante obvios, o tan confusos que resultan irrelevantes. Sin embargo Hitman: Agente 47 no inspira emoción alguna, ni es capaz de crear suspenso durante su monótono desarrollo, integrado por peleas, balaceras y stunts en los que jamás tememos por la vida del anti-héroe, ni dudamos su eventual triunfo sobre el villano (¿o villanos?). En resumen, otro supuesto "thriller" que dejó los "thrills" en manos de los coordinadores de peleas y de los artistas de efectos especiales, en vez de sustentarlos con un buen libreto y honestas actuaciones.
En el papel del lacónico Agente 47, Rupert Friend consigue evocar una cierta aura de misterio que hace ligeramente menos ridícula su exagerada invencibilidad. Esto me hizo recordar su trabajo en la más reciente temporada de Homeland, donde también interpretó a un agente capaz de cometer horribles crímenes en el cumplimiento de su deber; pero en aquella serie realizó un maravilloso trabajo expresando sin palabras las dudas y remordimiento que sufría por esas acciones. Tal vez con una fracción de esa carga emocional Hitman: Agente 47 hubiera mejorado un poco, en vez de ser una caricatura de acción viva imposible de tomar en serio.
Por su parte, Zachary Quinto se esfuerza por encontrar similar profundidad en su ambiguo personaje, pero no puede ganarle al insulso drama ni a los terribles diálogos que se ve obligado a declamar. Y en cuanto a Hannah Wave... dudo mucho que se quede en mi memoria como Olga Kurylenko.
Por el lado positivo, la estilizada dirección de Aleksander Bach le da un barniz de surrealista belleza a la película, aunque no logra escapar la artificialidad de la manipulación digital. Y lo mismo ocurre con los creativos stunts y secuencias de acción, que serían impresionantes si no fuera por la falsedad de los efectos, no sólo en apariencia sino por su desprecio hacia las leyes físicas del universo. No me molesta ver acrobacias inverosímiles; pero nunca deberían "sentirse" exentas de inercia, masa o gravedad.
Considerando el buen balance entre acción y carácter que hemos visto este año en el cine de espionaje, Hitman: Agente 47 fue doblemente decepcionante, y parece un paso atrás en un género que por fin estaba mostrando cierta madurez y respeto por la inteligencia del público (o al menos reconociendo su hastío ante tanta genérica basura). Por otro lado, ¿qué podemos esperar cuando una película parece patrocinada por la marca de automóviles Audi? Un comercial de noventa minutos con la misma sustancia de un "spot" de treinta segundos. Y ahora, regresamos a nuestro programa...
Calificación: 6
IMDb
Saturday, August 22, 2015
Demoníaco (Demonic)
Síntomas: Un grupo de jóvenes realiza una investigación paranormal en una antigua casa donde hace treinta años se cometieron varios asesinatos rituales. Desafortunadamente la investigación termina con varias violentas muertes; y entonces los detectives Lewis (Frank Grillo) y Klein (Maria Bello) quedan a cargo del caso, sin saber que están involucrándose en algo más peligroso de lo que esperaban.
Diagnóstico: Demoníaco es una película "Presentada por James Wan"... pero no dirigida por él. A decir verdad no importa mucho la identidad del director, pues los problemas de Demoníaco comienzan con un anémico libreto sumido en la mediocridad que se está convirtiendo en el estándar del cine de "casa embrujada", cada vez más tedioso y repetitivo en su inútil esfuerzo por repetir los éxitos de años pasados.
Por el lado positivo puedo señalar cierta originalidad en la mezcla de horror sobrenatural, escenas de "found footage", e investigación policíaca en una sola película. La coexistencia de estos estilos no es muy afortunada en Demoníaco, pero denota inesperada ambición en una historia por lo demás aburrida y previsible.
La trama principal (filmada en estilo "normal") sigue la investigación policíaca de los detectives Lewis y Klein, quienes examinan la escena del crimen e interrogan al único sobreviviente, tratando de determinar lo que ocurrió en la casa abandonada. El siguiente nivel narrativo son los "flashbacks" del testigo, donde vemos la clásica rutina de los "caza-fantasmas" amateur colocando cámaras en las paredes, y recorriendo las lúgubres habitaciones y pasillos en busca de manifestaciones sobrenaturales. Y finalmente tenemos pasajes de "found footage" grabado por las mencionadas cámaras, que los policías examinan para corroborar la historia del sobreviviente. En algunas ocasiones esta combinación de formatos y cronologías se vuelve confusa... pero como no hay nada nuevo ni particularmente complicado en la historia, es fácil seguirla hasta el obligatorio "twist" final que resulta al mismo tiempo sorpresivo e inverosímil por carecer de lógica o sentido. Desde luego no voy a revelarlo, pero baste decir que se siente arbitrario, como maniobra desesperada para dejarnos con una sorpresa final, incluso si no "pega" con el resto de la historia.
Los nombres de Frank Grillo y Maria Bello en los créditos iniciales me inspiraron la tenue esperanza de que Demoníaco superaría mis bajas expectativas... pero desde luego resultó lo opuesto. Estos veteranos actores aparecen tan desinteresados como el elenco juvenil; y mejor ni hablar del director Will Canon, igualmente apático en lo que respecta a la creación de suspenso o atmósfera para apoyar el supuesto "terror" del argumento. Cuando mucho podemos esperar algunos típicos sobresaltos acompañados con estruendosa música, y ni siquiera eso funciona como debería.
La fusión de temas policíacos y sobrenaturales tenía mucho potencial, y en algunos fugaces momentos Demoníaco ofrece atisbos de lo que hubiera logrado con un poco más de visión y creatividad detrás de las cámaras. Sin embargo su torpe mezcla de estilos y monótono ritmo se encargan de arruinar la experiencia, haciendo imposible recomendarla, sobre todo en el cine, donde no podemos usar el "fast forward" para minimizar nuestra tortura. Por otro lado, "Grillo & Bello" suena como un excelente restaurante italiano; si se aburren de actuar les queda esa sólida alternativa.
Calificación: 5
IMDb
Tuesday, August 18, 2015
The Escort
Síntomas: El joven reportero Mitch (Michael Doneger) es despedido de un periódico debido a su adicción al sexo. Entonces solicita trabajo en una prestigiosa revista y, como examen de admisión, le piden que realice un reportaje interesante, digno de publicación. Durante varias semanas Mitch está indeciso sobre el tema de su artículo, hasta que casualmente conoce a Victoria (Lyndsy Fonseca), una sofisticada "escort" egresada de la Universidad de Stanford, y decide escribir sobre ella... aunque no será fácil mantener su objetividad en un mundo tan cercano a su adicción.
Diagnóstico: La única razón por la que vi The Escort fue: Bruce Campbell. Este icónico actor de incontables "B-Movies" tiene un breve papel secundario como padre del protagonista, y aunque no hizo un mal trabajo, tampoco podría recomendar la película exclusivamente por su presencia (en caso de que haya otros "deadites" por ahí que quisieran intentarlo). No hablaré más al respecto.
Por lo demás, The Escort me pareció una amable comedia romántica que podría describirse como una versión contemporánea de Pretty Woman, actualizada según la sensibilidad e ideología del siglo veintiuno. En otras palabras, el protagonista no es un millonario tratando de "rescatar" a la damisela en peligro; simplemente quiere entender por qué una inteligente mujer egresada de una prestigiosa universidad decidió abordar una profesión tan poco convencional. No sé si las respuestas que ofrece la película son totalmente satisfactorias (a decir verdad ni siquiera estoy seguro de que el cuestionamiento sea válido), pero sirven como adecuado "marco dramático" de un romance previsible y hasta cierto punto tradicional, desafiando la aparente irreverencia de la premisa. O quizás la intención del director fue tan solo hacer una típica "rom-com" con un ángulo ligeramente "adulto" para evadir el estigma asociado a este blando género.
Otra gran diferencia con Pretty Woman es que, obviamente, The Escort no goza el privilegio de tener grandes estrellas en su elenco; sin embargo la prefiero así.
La "chica bonita" en esta ocasión es Victoria, una "escort" (prostituta elegante) interpretada por la atractiva Lyndsy Fonseca con el exacto balance de sensualidad y sentido común. Cierto, su trabajo parece un poco indigno, y la pone en frecuente contacto con patanes que no muestran el menor respeto por ella (no necesariamente debido a su ocupación, sospecho); sin embargo Victoria encontró una metodología razonablemente consistente que le permite ganar muy buen dinero con un mínimo de riesgo personal. Y supongo que el director Will Slocombe estableció un protagonista masculino adicto al sexo para hacer algún tipo de comentario sobre el doble estándar con el que se juzga la sexualidad en hombres y mujeres: si la mujer tiene muchas parejas sexuales, es una prostituta; pero si se trata de un hombre, es un galán irresistible. No es un "comentario social" muy incisivo u original, pero aprecio que lo hayan incluido. Al menos añade un poco de profundidad a una película tan ligera que se borrará de mi memoria en cuanto termine este escrito (y no puedo atribuirlo a mi edad, sino a la insipidez de The Escort).
Creo que me hubiera gustado más este argumento en forma de drama. El anémico "humor" y el genérico romance enturbian las más interesantes reflexiones del libreto. Por otro lado, no necesitamos otra condescendiente película con la mujer como víctima que necesita ser rescatada por un hombre. Y menos aún si el hombre no es Bruce Campbell.
Calificación: 6.5
IMDb
Monday, August 17, 2015
Harbinger Down
Síntomas: El Profesor Lichte (Matt Winston) y sus estudiantes Sadie (Camille Balsamo) y Ronelle (Giovonnie Samuels) rentan el pequeño barco pesquero Harbinger, propiedad del Capitán Graff (Lance Henriksen), para realizar un estudio en el Mar de Bering sobre la migración de las ballenas blancas. Sin embargo el proyecto se detiene cuando encuentran entre el hielo una cápsula espacial rusa extraviada desde los ochentas. Emocionados por el importante descubrimiento rescatan el vehículo y proceden a realizar una investigación preliminar... pero se dan cuenta de que la cápsula contenía algo vivo que ahora está suelto a bordo del Harbinger.
Diagnóstico: Esta es la historia: en el año 2011 el estudio Amalgamated Dynamics Inc. (más conocido como ADI) realizó numerosos efectos especiales con el clásico método de moldes, látex y animatronics para la secuela de The Thing (algunas de esas creaciones pueden verse en YouTube); sin embargo los productores decidieron en el último momento desechar el trabajo de ADI y repetir todo de manera digital. Ni hablar; así es Hollywood. Pero los dueños de ADI, Alec Gillis y Tom Woodruff Jr., no quisieron desperdiciar los avances y nuevas técnicas que desarrollaron para aquel proyecto, y decidieron realizar su propia película, bajo sus propios términos, con el fin de lucir su increíble trabajo... aunque fuera un poco tarde. Entonces organizaron una campaña de Kickstarter para financiar la película Harbinger Down; y ahora podemos finalmente admirar el producto terminado, después de varios años de ardua labor y considerables retrasos (sí, contribuí a la campaña, pero eso no afectará la objetividad de esta crítica) (y no, no pagué lo suficiente para aparecer en los créditos de la película).
Como puede suponerse, el argumento de Harbinger Down es muy similar a The Thing... incluso podríamos tomarla como una "secuela paralela"... "paracuela"... "spin-off". No sé. Como quieran llamarla. El caso es que no tiene relación oficial con The Thing, pero su premisa es muy similar: una forma de vida desconocida cambia de forma e imita a los desafortunados huéspedes que consume, mientras los sobrevivientes sufren la obligatoria paranoia de no saber quién ha sido contagiado, o de dónde vendrá el siguiente ataque. En ese aspecto, Harbinger Down me pareció bien hecha, aunque con algunos típicos problemas de B-Movie. El director primerizo Alec Gillis reunió un elenco generalmente bueno, y aprovechó cada centavo recaudado para elevar los valores de producción con buena cinematografía, escenarios realistas, y excelentes miniaturas de los legendarios Hermanos Skotak (¿para cuándo vendrá su Kickstarter?). Los efectos prácticos son ciertamente impresionantes, sobre todo para fans de los tentáculos y similar grotesquería orgánica; aunque no fueron tan numerosos como yo esperaba... lo cual es bueno y malo. Se nota que Gillis no quiso dejarse llevar por su entusiasmo, y trató de mantener un sobrio balance entre melodrama y efectos especiales. Sin embargo el melodrama no resultó muy interesante; y los efectos, ostensiblemente el "gancho" principal de la película, no aparecen con suficiente frecuencia. En lo personal hubiera preferido un poco más de monstruo, y menos discusiones entre la tripulación del barco. O, en su defecto, más atmósfera y suspenso... ingredientes de The Thing (la de 1982) que Gillis no logró recrear.
Hablando de lo cual, la protagonista por default es Camille Balsamo, y funciona razonablemente bien a pesar de su evidente inexperiencia. Lance Henriksen se encarga de añadir gravedad a la superficial historia con su rugosa voz y estoica presencia, mientras que el elenco secundario consigue generar tenues emociones cuando mueren a manos (tentáculos) del monstruo... o de las traiciones internas que la situación provoca.
Pero, más allá de su valor intrínseco como entretenida "creature feature", Harbinger Down demuestra que los efectos "a la antigua" siguen siendo válidos, y no están peleados con la flexibilidad y eficiencia de las técnicas digitales (de hecho Harbinger Down empieza con una atractiva escena CGI mostrando la caída de la cápsula espacial). Y aunque Alec Gillis no haya mostrado genialidad innata en su debut como director, estoy seguro que aprendió mucho con esta experiencia, y con suerte seguirá realizando películas con igual entusiasmo por su oficio artesanal. Después de todo, con una carrera tan larga y distinguida, tiene mucho material para copi-- perdón, para "inspirarse" en proyectos futuros. Para empezar, me encantaría ver una paracuela de Leviathan. ¿Estará muy ocupado Peter Weller? Lo dudo. Estudio ADI, favor de comunicarse con su agente.
Calificación: 7.5
IMDb
Saturday, August 15, 2015
El Fantasma (Outcast)
Síntomas: Después de cometer incontables atrocidades en el nombre de Dios durante las Cruzadas, el guerrero Jacob (Hayden Christensen) viaja al oriente en busca de tranquilidad... y de todo el opio que pueda consumir. Pero cuando casualmente defiende a dos adolescentes de sangre real, Jacob se ve involucrado en una intriga política que lo pone en conflicto con un violento príncipe hambriento de poder.
Diagnóstico: A pesar de su engañoso título, conviene establecer desde el principio que no hay "fantasmas" ni eventos sobrenaturales en El Fantasma; se trata tan solo del sobrenombre que usa un personaje interpretado por Nicolas Cage ("el fantasma blanco"). Por cierto, Cage aparece prominentemente en la publicidad de esta cinta, aunque en realidad su papel es relativamente corto y podría describirse como actor secundario. Esto me pareció al mismo tiempo bueno y malo. La actuación de Cage es tan ridícula y exagerada (como se ha vuelto su costumbre) que casi descarrila la cinta, y hace imposible tomar en serio el adusto melodrama de esta fantasía heroica mezclada con "wuxia" chino. Por otro lado, los desvaríos del actor son el único elemento que aporta un poco de humor y energía al relato. ¿Cual de los dos aspectos funciona mejor? Analicemos más a fondo...
O tal vez no hace falta derramar más verborrea sobre algo tan trivial. Para bien o para mal, Cage es irrelevante dentro del argumento. Claro, su personaje se cierne como una influencia sobre el protagonista Jacob durante toda la película, pero no constituye un factor indispensable... ni particularmente interesante. Lo cual describe el resto de El Fantasma.
Contra toda expectativa, Hayden Christensen no resultó tan malo como héroe de acción (siempre y cuando ignoremos su absurdo peinado de Justin Bieber). El papel de "rudo sensible" huyendo de su pasado no le exige mucho talento histriónico, y las escenas de acción están filmadas con suficiente confusión para eliminar la necesidad de habilidad acrobática. En el papel del villano Shing, Andy On es igualmente genérico; y los jóvenes Yifei Liu (como la hermana Lian) y Bill Su Jiahang (como Zhao, el hermano menor y legítimo heredero del trono) logran congraciarse con el espectador a pesar de sus pobres decisiones y propensión a ser capturados (¿no sería conveniente disfrazarse de campesinos, o algo así, en vez de usar el mismo vestido de princesa durante casi toda la persecución?)
En lo que respecta a las artes marciales hay algunas sólidas batallas y violentas peleas pero, como dije, el director Nick Powell (ex-"stunt man") adopta la ruta del close-up y la frenética edición para hacerlas más intensas... lo cual desafortunadamente impide apreciar el trabajo de los coreógrafos y acróbatas. O tal vez quería evitar que se notara demasiado el uso de dobles.
Por lo demás, no hay muchas cosas que distingan esta película; su manufactura es buena para una B-Movie de alto nivel; y el libreto emplea temas clásicos de virtud y redención, tan comunes en el cine moderno que no hacen falta explicaciones para asimilar el arco dramático del trágico anti-héroe atormentado por la violencia (si tan solo lo dejaran tranquilo... ¡pero tiene que regresar al combate una y otra vez!). Al menos las impresionantes locaciones (realmente se filmó en China, en vez de Canadá o Checoslovaquia) y la efectista cinematografía de Joel Ransom hacen la experiencia agradable para la vista y nos distraen de los momentos más aburridos y forzados.
Existen incontables películas de acción superiores a El Fantasma; su combinación de sensibilidad europea y china le da una tenue novedad, pero todo lo demás es tan impersonal que sólo podría recomendarla para los pocos fans leales que queden de Nicolas Cage (o los aún más escasos fans de Hayden Christensen), y para los estudiosos del "Cagepocalypse", el período auto-destructivo que lo ha transformado de un respetado actor a un bufón totalmente ajeno a la realidad. ¿Será un genio, como sugirió Abed Nadir, o simplemente un individuo trabajador que necesita dinero para vivir, como todos nosotros? Quizás por debajo de sus manías y afectaciones, Nicolas Cage es tan normal que nos cuesta trabajo aceptarlo. O tal vez es un alien cansado de mantener su fachada humana. Como sea, no ha perdido mi respeto... aunque seré más selectivo para ver sus proyectos futuros.
Calificación: 6.5
IMDb
Friday, August 14, 2015
La Maldición: El Inicio del Fin (Ju-On: Owari no Hajimari)
Síntomas: La maldición que acecha dentro de una genérica casa suburbana japonesa sigue afectando a las personas que tienen la desventura de visitarla. Entre ellas: la maestra escolar Yui Shuono (Nozomi Sasaki), quien está preocupada por las largas ausencias del niño Toshio (Kai Kobayashi), y decide investigar por su cuenta; y cuatro alegres estudiantes que entran a la casa para ver si son reales las leyendas del fantasma (spoiler: son reales).
Diagnóstico: Qué sorpresa descubrir que ya pasaron doce años desde la seminal película Ju-On, la cual prácticamente inició por si misma (bueno, con ayuda de Ringu) la avalancha de horror asiático cuyos efectos seguimos sintiendo hasta hoy. La Maldición: El Inicio del Fin es la séptima cinta de la saga y, como puede esperarse, ya perdió gran parte del impacto y novedad que la distinguieron hace tantos años.
A decir verdad no he visto todas las películas de la serie, pero tengo una idea general de su mitología: el crimen pasional que desató la venganza fantasmal, la disfuncional familia que habitó la casa; y la naturaleza "contagiosa" de la maldición que se transmite a todos los que se atreven a invadir el sitio de la tragedia. El Inicio del Fin altera algunos detalles con la esperanza de sorprender (o irritar) a los fans, pero a fin de cuentas parece que estamos viendo una compilación de las mejores escenas de las secuelas pasadas. Por ejemplo: el fantasma entre las sábanas; el asunto de la quijada; y, desde luego, aquel memorable descenso por las escaleras que realmente provocaba escalofríos por su fuerza visual e intensidad emocional. Cuando llega esa escena durante El Inicio del Fin ya sabemos qué esperar, y aunque introducen algunos cambios estilísticos, no bastan para repetir la experiencia original. Esto básicamente describe la película entera: algunos buenos sobresaltos rodeados por tanto material reciclado que resulta imposible "sumergirse" en la historia.
Ahora que lo pienso... ¿cuál historia? El director Masayuki Ochiai ignora la narrativa lineal para presentarnos una colección de viñetas tenuemente interconectadas, donde presenciamos el implacable ataque de los fantasmas sobre los desafortunados individuos que entraron a la casa. La maestra escolar preocupada por el alumno que nunca asiste a clases; la agente de bienes raíces empeñada en rentar la casa (no ha encontrado candidatos en años... ¿me pregunto por qué?); las niñas que entraron para asustar a su temerosa compañera... eso es básicamente todo el desarrollo permitido a los personajes. En algunos casos el libreto trata de profundizar en sus vidas personales... pero usualmente es para encontrar más víctimas desechables.
Aún así las partes "buenas" de El Inicio del Fin me parecieron suficientemente tenebrosas para rescatar la experiencia. El director emplea un estilo visual plano e inexpresivo para subrayar el "horror de lo cotidiano" (al menos así lo interpreté), donde las mayores amenazas provienen de los más frívolos momentos o situaciones; no hay noches tormentosas, misteriosa oscuridad ni decrépitas mansiones. Todo ocurre a la luz del día; en la escuela, en el tren subterráneo, o en una casa perfectamente normal, donde nadie esperaría una infestación fantasmal tan persistente y mortal. Ese aspecto de Ju-On sigue vigente en El Inicio del Fin, y tal vez atraerá a las nuevas generaciones que estaban muy jóvenes para presenciar la "invasión asiática" de la década pasada. Bajo ese punto de vista podría recomendar La Maldición: El Inicio del Fin por méritos propios, y como agradable alternativa a las repetitivas "casas embrujadas" del horror contemporáneo; pero como séptima parte fue exactamente lo que esperaba: más de lo mismo, con una dosis mínima de creatividad para justificar su existencia. Aunque quizás la octava parte (que ya se estrenó en Japón) renovará la franquicia, y entonces empezará el nuevo ciclo de re-makes norteamericanos. Esa es la maldición que estoy temiendo.
Calificación: 7
IMDb
Wednesday, August 12, 2015
Mythica: The Darkspore
Síntomas: Después de sufrir una tragedia que casi los separó, la hechicera Marek (Melaine Stone) se reúne con su equipo de mercenarios para evitar que un peligroso nigromante se apodere de una reliquia que le dará el poder de un dios. Pero, además de los peligros normales que acechan a cualquier héroe medieval (orcos, monstruos del pantano, etc.) el grupo enfrentará fricciones personales, dudas internas, y hasta la traición de alguien muy cercano a ellos...
Diagnóstico: A pesar de su irregular libreto y minúsculo presupuesto, la película Mythica: A Quest for Heroes me pareció una agradable sorpresa por su diestro manejo de los clichés de la fantasía heroica, y por los agradables personajes que dieron vida a los tradicionales arquetipos de los juegos de rol: la inteligente hechicera, la mística sacerdotisa, el rudo guerrero y el astuto ladrón (con corazón de oro, naturalmente). En pocas palabras, era como un videojuego de acción viva que tomó prestados elementos de Dungeons & Dragons, Diablo, Dragon Age (y cualquier otro RPG que quieran mencionar), para aplicarlos a un ameno relato con chispazos de genuina creatividad... y con un cameo de Kevin Sorbo, para completar la experiencia.
Alentado por ese buen comienzo decidí contribuir a la campaña en Kickstarter de la secuela, Mythica: The Darkspore; y para mi sorpresa, su estreno llegó en la fecha prometida (primera vez que me ocurre con un proyecto "crowdfunded"). Sin embargo la puntualidad no impidió que esta segunda parte me pareciera menos satisfactoria que la original.
El principal problema, desde luego, es el enorme abismo existente entre la admirable ambición de la directora Anne K. Black y los limitados recursos que le impidieron realizar el potencial de muchas imaginativas escenas. Los efectos especiales son ciertamente modestos y en general complementan la narrativa; sin embargo su inconsistencia visual sugiere cierto caos creativo durante el proceso de post-producción, y nos distrae en puntos clave del relato, donde deberíamos estar enfocados en el drama de los protagonistas, y no (por ejemplo) en el dudoso realismo de un dragón digital. Claro, la presión de filmar tres películas al mismo tiempo (así es... Mythica está planeada como trilogía) obligó a los cineastas a buscar atajos y sacrificar resultados a cambio de velocidad y eficiencia. Imagino las duras decisiones que deben haber enfrentado, pero no disculpa el efecto negativo que tuvo sobre el producto final.
Dejando a un lado las imágenes (incluyendo las extraordinarias locaciones... no le piden mucho a The Lord of the Rings), el argumento continúa la evolución de Marek y sus amigos, preparando el terreno para una interesante conclusión (al menos eso espero). Por otro lado, la estructura de Mythica: The Darkspore sufre los defectos característicos de cualquier segunda parte en una trilogía... el comienzo es un poco confuso (sobre todo si no recordamos cada minúsculo detalle de la primera parte), y el final se siente abrupto y apresurado, con algunos elementos añadidos a la fuerza para simular resolución, y al mismo tiempo establecer la premisa de la siguiente película.
En lo que respecta al elenco, Melanie Stone mejoró considerablemente su interpretación de la ex-esclava Marek; Adam Johnson, Jake Stormoen y Nicola Posener se sienten más confortables en sus respectivos papeles del guerrero Thane, el ladrón Dagen, y la sacerdotisa Teela, mostrando una fuerte conexión emocional y la confianza de amigos que se respetan, aunque aún guardan secretos que podrían sorprenderlos. Y, de nuevo, Kevin Sorbo tiene dos cortas escenas que apenas justifican su presencia en los créditos iniciales. Esperemos que para la tercera parte le asignen un papel más sustancioso y lucidor, en vez de ser el esquivo mentor que solo aparece unos segundos para proclamar alguna misteriosa profecía.
Entonces, Mythica: The Darkspore salió triunfante (aunque algo maltratada) de su batalla contra la adversidad económica, y logró expandir su agradable mitología, al mismo tiempo familiar y novedosa, introduciendo nuevas intrigas, personajes y situaciones que deberán resolverse en el tercer capítulo. Por sí misma se tambalea un poco, pero me dejó con suficiente entusiasmo para seguir apoyando la trilogía. Habiendo dicho eso, convendría ampararse menos en efectos digitales para centrarse en el carácter de los personajes y sus retos individuales. Eso fue lo que capturó la imaginación de los fans (incluyéndome), y no los dudosos dragones 3D ni los "lens flares" de After Effects.
Calificación: 6.5
IMDb
Monday, August 10, 2015
Más Notas Perfectas (Pitch Perfect 2)
Síntomas: El grupo femenino a capella "Las Bellas de Bardem" sufre una terrible humillación durante un importante concierto, y de inmediato pierden el prestigio que tanto trabajo les costó ganar. ¿Podrán recuperarlo antes de la próxima competencia mundial en Dinamarca? Quizás no, pues Beca Mitchell (Anna Kendrick), su principal arreglista, está distraída con su nuevo trabajo en un estudio profesional, y ya no tiene el mismo interés por su grupo musical.
Diagnóstico: Pitch Perfect es una de mis películas favoritas de los últimos cinco años, pero tenía bajas expectativas por la segunda parte debido al reemplazo del director original (Jason Moore) por Elizabeth Banks, haciendo su debut como directora. A pesar de que me gusta el desempeño de Banks como comediante, la transición de actor a cineasta siempre es incierta... y aún más en una secuela que inevitablemente será comparada con la excelente original.
Con eso en mente Pitch Perfect 2 resultó mejor de lo que yo esperaba, pero inferior a su predecesora por carecer de una estructura dramática precisa y eficiente. Pitch Perfect se enfocó de lleno en la evolución emocional de Beca, guiada por el descubrimiento del mundo a capella, la interacción con sus nuevas amigas, y hasta un amable romance. Por su parte, Pitch Perfect 2 no tiene un punto definido... o tal vez tiene demasiados. Como sea, su historia rara vez alcanza un flujo orgánico y conciso; las múltiples vertientes narrativas se aglomeran sin mucha armonía (ja, ja), pasando arbitrariamente de una sub-trama a otra sin establecer un tema principal, y sin poner igual esmero en el desarrollo de los personajes.
Por suerte Pitch Perfect 2 cuenta con un arma secreta para distraernos de su deficiente estructura: el incisivo humor de la guionista Kay Cannon (más conocida por su trabajo en 30 Rock y New Girl), quien añade a cada escena múltiples chistes o detalles que invariablemente generan risas... o al menos una sincera sonrisa. Las actrices aprovechan al máximo esos momentos humorísticos para reforzar su agradable química, y desde luego lucen su talento en los atractivos números musicales que disfruté bastante, incluso desconociendo las canciones interpretadas (es decir, antes de su adaptación a capella).
Elizabeth Banks realizó un decente trabajo como directora; su estilo visual es limpio y funcional, con ocasionales adornos que enriquecen la experiencia sin distraer la atención del espectador. Sin embargo fue víctima de esa excesiva indulgencia que impide reconocer el "relleno" que le sobró a la película... problema común de director novato. No obstante, dicho “problema” se convirtió en lo mejor de la cinta (en mi humilde opinión). Pitch Perfect 2 está repleta de escenas y situaciones que me gustaron mucho y me hicieron reír; pero si las evaluamos racionalmente, parecen totalmente innecesarias. Para no revelar excesivos spoilers, mencionaré sólo un par: la escena de la "fiesta privada" no tiene relevancia alguna para la trama, y ocupa demasiado tiempo en una cinta que ya de por sí se siente larga (dura casi dos horas). Sin embargo incluye algunos brillantes cameos, varios contagiosos números musicales, y abundantes muestras del mencionado humor de Kay Cannon. Otro ejemplo: Hailee Steinfeld interpreta a Emily Junk, la "nueva" del grupo que debería servir como catalizador o elemento clave del argumento; pero sus contribuciones musicales no parecen particularmente importantes; podría reemplazarse por cualquier otra “Bella”, y no se alteraría el resultado. Sin embargo Steinfeld aporta abundante carisma, refrescante energía juvenil, y se perfila como candidata ideal para encabezar futuras secuelas (¿quizás directas a video?) cuando Anna Kendrick y Rebel Wilson se vuelvan demasiado costosas para la franquicia.
Entonces, esa fue mi reacción general hacia Pitch Perfect 2: demasiado relleno que obstruye la historia... pero el relleno terminó siendo mi parte favorita. ¿Eso es bueno o malo? Francamente no me interesa averiguarlo, pues la experiencia fue muy positiva, con más auténticas risas que cualquier "comedia" que he visto este año; y desde luego con esos energéticos números musicales que se disfrutan por los ágiles arreglos y entusiasmo de los cantantes. En resumen: aca-secuela imperfecta pero muy divertida. Esperaré con entusiasmo la tercera parte, siempre y cuando conserven a la estrella de la película. Me refiero, desde luego, a Kay Cannon.
Calificación: 8.5
IMDb
Saturday, August 8, 2015
Los Cuatro Fantásticos (Fantastic Four)
Síntomas: El joven Reed Richards (Miles Teller) es reclutado por la Fundación Baxter para continuar sus estudios sobre teletransportación interdimensional. Sus colaboradores son Victor Von Doom (Toby Kebbell), Sue Storm (Kate Mara) y su hermano Johnny (Michael B. Jordan), cuyas respectivas especialidades serán indispensables para construir la máquina que los llevará a otro universo (o algo así). Y cuando queda lista, Reed invita a su mejor amigo, Ben Grimm (Jamie Bell), para compartir el honor del primer viaje trans-dimensional. Pero las cosas no salen como esperaban, y los cinco científicos sufren efectos que cambiarán sus vidas para siempre.
Diagnóstico: Quizás la tercera será la buena. No. No lo fue. Es una lástima, pues este nuevo "re-boot" de Los Cuatro Fantásticos tiene varios aciertos que se ven opacados por un argumento lento e insípido que no aprovecha a sus competentes actores, ni las oportunidades dramáticas de esta perenne "familia de super-héroes".
La joven edad de los personajes indica que esta versión de Los Cuatro Fantásticos se inspiró en el universo "Ultimate" de Marvel Comics, lo cual no tiene nada de malo. Bajo la imaginativa pluma de Warren Ellis el comic resultó muy entretenido por la simpática interacción de los jóvenes científicos, los descomunales actos de "ciencia fuera de control" que Reed Richards cometía cotidianamente, y los creativos villanos que los atacaban de vez en cuando.
Sin embargo, esta nueva encarnación cinematográfica del cuarteto no tiene ganas de explorar el potencial de la premisa, y prefiere quedarse en la ruta segura de una "historia de origen" bastante aburrida, con un poco de acción al final para justificar algunos elaborados efectos especiales (bastante atractivos, eso sí) que no inspiran emoción alguna, y mucho menos la épica sensación de que estamos viendo un comic en la vida real.
Por otro lado tenemos los mencionados aciertos: Miles Teller, Kate Mara y Michael B. Jordan me parecieron sólidas versiones cinemáticas de Reed Richards, Sue Storm y Johnny Storm, respectivamente (por cierto, el muy discutido cambio étnico de Johnny resultó ser irrelevante, pues no afecta en lo más mínimo la narrativa, ni intenta promover alguna plataforma de "corrección política"). Irónicamente el eslabón más débil del grupo es Jamie Bell como Ben Grimm. Antes de su transformación es demasiado blando para dar vida al rudo atleta; y después de su transformación se ve reemplazado por un bien realizado personaje digital, pero sigue ausente el sardónico humor e irascible personalidad que distinguía al personaje. Toby Kebbell interpreta a Victor Von Doom como antipático "hipster" europeo, celoso de la floreciente relación entre Reed y Sue, pero sin sentirse como una auténtica amenaza... simplemente un joven caprichoso que no le gusta aceptar que alguien sea más inteligente que él. Y cuando se transforma en el Dr. Doom... bueno, mejor ni hablar de eso.
Hablando de inteligencia, estos "genios" científicos se convierten en idiotas cuando el libreto necesita un poco de melodrama; me abstendré de enumerar la lista de tonterías e inconsistencias que ocurren en la excursión transdimensional (además serían muchos spoilers), y durante el infantil plan para enfrentar al "Big Boss" final. A pesar de todo se nota el esfuerzo del director Josh Trank por encontrar un punto medio entre "realismo" y los temas cósmicos del comic; sin embargo le faltó audacia (o el permiso de los ejecutivos) para desarrollar una visión más ambiciosa sin sacrificar el espíritu y energía del material original. Pero, bueno... eso pasa cuando un estudio decide "mejorar" los personajes que compró hace muchos años, y nunca supo exactamente qué hacer con ellos (conviene señalar que Los Cuatro Fantásticos comienza con el logo animado de Marvel... pero no de "Marvel Studios"; y tampoco esperen la tradicional escena post-créditos, porque no existe).
Para ser justos, es difícil encontrar un ángulo moderno en esta creación de Stan Lee y Jack Kirby, establecida en los inocentes ideales de una década más optimista. Sin embargo, con dos previos intentos de llevarla a la pantalla (tres, si contamos la legendaria versión realizada por Roger Corman que solo existe en versión pirata, pues nunca se estrenó oficialmente), sería lógico pensar que los productores aprendieron de sus errores, y podrían ahora ofrecernos un producto más maduro e inteligente, sin perder el factor de humor y diversión... algo más "Marvel", para no darle vueltas al asunto. Lamentablemente no fue así; como muchos experimentos de Reed Richards, Los Cuatro Fantásticos empieza con buenas intenciones pero termina en desastre, teletransportándonos a la época cuando las películas basadas en comics eran mediocres y olvidables. Dudo mucho que alguien intente continuar esta franquicia, y solo queda esperar que eventualmente regrese a manos de Marvel para tener por fin una versión más fiel e interesante de este legendario comic (me conformo con "interesante"). Después de todo, aún no pierdo esperanza de ver al auténtico Galactus, con todo y su traje morado, amenazando la Tierra. O al menos al grotesco Hombre Topo destruyendo Manhattan para enamorar a Sue Storm. Quizás esa sea la clave para hacer una buena película de los Cuatro Fantásticos: ubicarla en los años sesentas, cuando sus temas de unidad/disfunción familiar eran más relevantes socialmente, y sus psicodélicos enemigos encajaban perfectamente en el "zeitgeist" cultural. Pero nunca ocurrirá eso; los comics están rotos, y solo Hollywood sabe arreglarlos. Al menos en su imaginación.
Calificación: 6
IMDb
Friday, August 7, 2015
Exorcismo en el Vaticano (The Vatican Tapes)
Síntomas: La joven Angela Holmes (Olivia Taylor Dudley) queda en coma después de un grave accidente automovilístico, y cuando despierta empieza a comportarse de manera errática y a veces violenta. ¿Qué habrá ocasionado este súbito cambio? Mientras tanto, en el Vaticano, dos adustos cardenales examinan la evidencia para determinar si Angela sufre algún trastorno mental... o si realmente es víctima de posesión satánica.
Diagnóstico: Me atraía la idea de una película de terror dirigida por Mark Neveldine, el intenso cineasta detrás de Crank, Crank: High Voltage y Ghost Rider: Spirit of Vengeance (realizadas en colaboración con Brian Taylor). Desafortunadamente los malabares visuales y ocasionales explosiones de energía no compensan un rancio libreto que dedica la mayor parte del tiempo a reciclar todos los clichés posibles de las películas sobre posesión: el sacerdote atormentado, las manifestaciones...
No. Ni siquiera voy a perder tiempo en describir estos clichés, pues ya los conocemos de memoria. Baste decir que Exorcismo en el Vaticano (el exorcismo NO es en el Vaticano) se desarrolla sin suspenso ni creatividad, tocando las bases indispensables y de vez en cuando telegrafiando un "sobresalto" para simular que estamos viendo una genuina película de "terror".
Los actores se sienten igualmente apáticos, siguiendo la dirección de Neveldine, pero sin convicción o interés en transmitir al público el suplicio de los personajes. Los únicos que destacan son los que más sobre-actúan: Olivia Taylor Dudley en el papel de Angela lleva la carga del "horror", con los esperados gestos y contorsiones de la genérica posesión. Y Peter Andersson consigue provocar algunas risas involuntarias con su maniática interpretación del Cardenal Bruun, experto en exorcismos y en declamar los más grandilocuentes parlamentos religiosos para explicar lo inexplicable, y para justificar sus terribles, absurdas decisiones en la realización del inevitable exorcismo que ocupa el tercer acto de la película. La gran decepción fue el usualmente confiable Michael Peña, quien nos entrega en esta ocasión a un misterioso sacerdote con menos iniciativa que Harry Potter; su función es observar con preocupación la espiral destructiva de Angela, sin intentar hacer algo al respecto. Bueno, creo que reza un Padre Nuestro, y ya.
A pesar de eso debo decir que los veinte minutos finales de Exorcismo en el Vaticano despertaron levemente mi interés. Sí, eso es lo que yo esperaba del director de Crank: cámara hiper-kinética, diseño de audio ensordecedor y un final absolutamente chiflado que al menos se desvía un poco del flojo estándar narrativo que nos endilgó durante los previos setenta minutos. Sin embargo no fue suficiente esfuerzo, y llega demasiado tarde para rescatar la tediosa experiencia de Exorcismo en el Vaticano. Además el estilo cinematográfico de Neveldine recae una y otra vez en close-ups extremos con profundidad de campo muy reducida, creando una claustrofóbica atmósfera que no logra el efecto deseado de ansiedad; simplemente confunde y aburre por su monotonía visual.
Mi teoría es que Neveldine vio el éxito de películas como Insidiuos y Sinister, y le pareció buena idea incursionar en el terror, un género con muy bajos estándares y buena remuneración por el mínimo esfuerzo. Pero no hizo su tarea, y aceptó el primer proyecto que le ofrecieron, sin evaluar su validez en un mercado ya saturado por (malas) películas de posesión satánica, donde hace falta auténtica originalidad para resaltar sobre la mediocridad. Pero, bueno... al menos no fue una película de "found footage", así que Neveldine gana un punto extra por no caer en ese vicio que está arruinando el terror contemporáneo. Y si el director tenía ganas de experimentar con el terror, quizás debió producir Crank 3: Possessed; seguramente Chev Chelios no se quedaría en cama contorsionándose en espera de que un demonio lo consuma. En el universo de Crank, Chelios posee a los demonios.
Calificación: 6
IMDb
Tuesday, August 4, 2015
Eliminar Amigo (Unfriended)
Síntomas: Blaire Lily (Shelley Hennig) está flirteando por Skype con su novio Mitch (Moses Storm), cuando repentinamente se unen a la conversación varios de sus amigos... y un usuario anónimo. Blaire examina el perfil del intruso y resulta ser Laura Barns (Heather Sossaman), una chica que se suicidó hace un año a consecuencia de un humillante video publicado en YouTube. ¿Será realmente el fantasma de Laura quien tomó control de sus computadoras para vengar su muerte, o un bromista hacker que sólo quiere "trollear" a sus amigos?
Diagnóstico: Unfriended es otra película del sub-género "desktop thriller" (acabo de inventar ese término; si se vuelve popular por favor no digan que fue mi culpa) donde la trama se desarrolla en la pantalla de una computadora con múltiples aplicaciones empleadas como herramientas narrativas para armar gradualmente la historia, que vemos desde la perspectiva del usuario (en este caso Blaire).
Entre los escasos puntos positivos de Unfriended (título original: Cybernatural; afortunadamente la distribuidora Blumhouse le inventó un nombre menos ridículo) es que emplea auténticos programas y servicios como parte integral del argumento. El uso de Chrome, Google, GMail, Facebook, Skype, Spotify, y Chatroulette (por mencionar unos cuantos) añade considerable realismo e identificación con el espectador, pues probablemente todas las personas que verán la película utilizan algunos de esos servicios (si no es que todos). Entonces, la obvia asociación de ideas es: ¿podría ocurrirme esto en el mundo real?
En ese elemental aspecto Unfriended funciona como lección moral de doble intención: primero, señala la inseguridad de "vivir" en línea, sacrificando la privacidad a favor de conveniencia y diversión; y en segundo lugar es un estridente (aunque válido) manifiesto contra el "cyber-bullying", que se ha convertido en uno de los problemas sociales más graves del nuevo siglo (o al menos eso nos quieren hacer creer los noticieros de televisión)("¿Noticieros de televisión? ¿Qué es eso?", dicen las nuevas generaciones).
Por lo demás, Unfriended me pareció una tediosa y repetitiva experiencia que no genera terror, suspenso, y mucho menos preocupación por los antipáticos personajes, identificados únicamente por las fallas de sus webcams y por el volumen con el que gritan sus insulsos diálogos. El concepto del "fantasma tecnológico" fue exitosamente explotado por el cine asiático en cintas como Pulse y One Missed Call, pero Unfriended ni siquiera intentó copiar aquellas ideas. Su planteamiento del "ciber-terror" consiste en un arbitrario "hackeo" de aplicaciones y redes sociales, el cual funciona mágicamente para evitarle al guionista el esfuerzo de resolver la monótona premisa de manera lógica o interesante.
Y vaya que se siente monótona. Unfriended básicamente equivale a ver a alguien usando su computadora durante hora y media. Claro, las video-llamadas de Skype añaden variedad de personajes y locaciones, al mismo tiempo que nos permiten fugaces atisbos de muertes "terroríficas" (traducción: confusas), pero el drama es tan insípido y predecible que hubiera resultado más entretenido ver a la protagonista jugando algún videojuego mientras sus amigos discuten a gritos sobre quién le mintió a quién, o cuál de ellos se acostó con la novia del otro, o quién publicó comentarios ofensivos en Facebook. Bueno, hasta una partida de Minesweeper hubiera sido preferible a este desfile de tonterías.
Por otro lado, mi (frecuentemente aludida) avanzada edad quizás me impidió reconocer el realismo de las interacciones digitales que cada vez son más importantes para la vida social de los adolescentes contemporáneos. Tal vez los jóvenes que viven igual que los personajes, conversando e insultándose simultáneamente por Skype, Facebook, Twitter o FaceRange apreciarán detalles que fueron invisibles para un cavernícola como yo.
Hablando de detalles, lo que sin duda me impresionó fue la manufactura digital de Unfriended. La ilusión de la "pantalla en tiempo real" es asombrosa; el comportamiento de menús y ventanas es perfecto; los movimiento del cursor (o mouse) son fluidos y muy humanos. Incluso llegué a pensar que Unfriended realmente se "filmó" por medio de capturas de pantalla cuidadosamente planeadas, con algunos trucos de edición para simplificar la labor; pero los numerosos créditos de animadores y compositores (no de música sino de compuestos digitales) revelan que se trata de una increíble simulación. Excelente trabajo de edición, diseño y animación; lástima que el drama no se haya construido con igual esmero.
La reciente película The Den usó un formato similar, pero la historia me pareció mejor planteada y producida con genuino ingenio narrativo. Unfriended no pasa de ser una curiosidad que pierde interés mucho antes de llegar a "lo bueno" (que ni siquiera resultó tan bueno). Y aunque aprecio su moraleja anti-bullying, no podría recomendarla como película de terror, pues difícilmente provoca las emociones que buscaban sus creadores. Además, no puedo creer que en hora y media de Internet nadie haya encontrado un video con gatos haciendo algo gracioso.
Calificación: 6
IMDb
Monday, August 3, 2015
From the Dark
Síntomas: Mark (Stephen Cromwell) y Sarah (Niamh Algar) se disponen a pasar unos días en la idílica campiña irlandesa, pero su automóvil se atasca en un lodazal y tienen que buscar refugio en una granja aparentemente abandonada. Lo que no saben es que unas horas antes el anciano granjero que vivía ahí descubrió un antiguo féretro en su parcela y, por curiosidad, retiró la estaca que mantenía cerrada la tapa... lo cual, desde luego, liberó una criatura que permaneció dormida durante décadas, quizás siglos, y ahora se encuentra hambrienta de sangre.
Diagnóstico: No recuerdo haber encontrado jamás una película irlandesa de vampiros (tal vez Byzantium, aunque su entorno era más urbano), pero después de ver From the Dark resulta evidente la compatibilidad de género y locación. Las verdes colinas y pintorescas granjas forman hermosos paisajes de día, mientras que la noche trae neblina para acentuar la oscuridad y crear un aire de siniestro aislamiento donde todo puede suceder. Otro acierto del director Conor McMahon fue aplicar una oblicua fórmula slasher al relato de vampiros, con la pareja protagónica perseguida por un misterioso asesino que acecha en las sombras... y sólo en las sombras, pues From the Dark establece la luz (cualquier fuente de luz) como eficaz arma contra estas criaturas. Entonces, el simple argumento de la cinta se convierte en una desesperada búsqueda de iluminación en la granja abandonada, con el vampiro listo para atacar en cuanto falle el generador eléctrico, o cuando se extingan las velas, o se termine la pila del teléfono móvil.
No suena como una historia particularmente compleja, pero la mencionada atmósfera irlandesa y la disciplinada dirección se conjugan para crear elevados niveles de tensión y amplias oportunidades para compartir la ansiedad de la "chica final" mientras se esconde en un armario, o planea un débil contra-ataque que podría significar su muerte.
En línea con el renacimiento pseudo-feminista del género neo-slasher (por llamarlo de algún modo), Niamh Algar interpreta a Sarah como una mujer sensata que debe encontrar fortaleza interna para enfrentar no solo al monstruo, sino al conflicto moral que presentan las difíciles decisiones necesarias para sobrevivir durante la noche.
Por el lado negativo, la evolución de la protagonista sería más interesante si se hubiera dibujado mejor su carácter, y si la breve interacción con Mark fuera más profunda y emocional. Esta superficialidad de los personajes y el lento ritmo de From the Dark sin duda provocarán algunas críticas negativas; después de todo, la espera es un componente esencial del suspenso, pero también puede llevarlo hasta el punto del aburrimiento durante esas largas tomas en la oscuridad donde Sarah espera el momento de actuar, o evalúa su siguiente movimiento. Es una interpretación realista de la situación, pero podría exasperar a quienes esperaban una visión más violenta y dinámica del vampiro tradicional.
A pesar de esas advertencias podría recomendar From the Dark como un inusual relato de vampiros con elementos de slasher y "creature feature", enfatizando atmósfera y suspenso en vez de sangre y sobresaltos. También merece especial mención la cinematografía de Michael Lavelle, cuya cámara digital (Phantom) captura claras y hermosas imágenes durante el día o la noche, incluso cuando la única fuente de iluminación es un cerillo o el difuso resplandor de un televisor. Es un asombroso rango que demuestra (otra vez) el desempeño de la cinematografía digital y sus ventajas para el cine independiente. En otras palabras, no sé si será posible alejar a un vampiro con un simple cerillo, pero al menos se ve increíblemente bien.
Calificación: 7.5
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Saturday, August 1, 2015
Misión Imposible: Nación Secreta (Mission: Impossible - Rogue Nation)
Síntomas: Para variar, Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo están en problemas con el alto mando de la CIA. El Director Hunley (Alec Baldwin) declaró a Hunt como traidor y fugitivo de la justicia, pero no sabe que el indomable agente escapó para perseguir al líder de una organización ultra-secreta que gradualmente está manipulando la política mundial por medio de asesinatos, ataques terroristas y "accidentes" sospechosos. Aunque también cabe la posibilidad de que dicha organización no exista, y sea el espejismo de un agente desesperado que no quiere aceptar su propia obsolescencia.
Diagnóstico: Misión Imposible: Nación Secreta es una competente continuación de la franquicia que comenzó hace casi veinte años, lo cual nadie esperaría de una quinta parte. Y aunque no sea la mejor de la serie (en mi humilde opinión), continúa la tradición de balancear humor y elementos dramáticos con épicas secuencias de acción, muy creativos "stunts", y el inevitable fetiche tecnológico que identifica a la saga. Al mismo tiempo Nación Secreta regresa a las raíces de espionaje e intriga política que hicieron tan memorable a la original serie televisiva de los años sesentas (también me gustaba mucho la versión de los ochentas), fusionando lo mejor de ambos mundos en una película que se siente simultáneamente moderna y tradicional. Por otro lado Nación Secreta me pareció ligeramente inferior a Mission: Impossible III y Ghost Protocol, pues nunca sentí la misma conexión emocional con los personajes ni la deliciosa expectativa de algo fresco e inesperado.
Creo que no es un problema de carácter, sino simplemente de repetición. Ya vimos muchas infiltraciones en bóvedas ultra-fortificadas; demasiadas persecuciones a alta velocidad por exóticas locaciones; y un excesivo número de disfraces, engaños y dobles traiciones. Entonces, con todo ese terreno ya recorrido, el director Chris McQuarrie se vio obligado a producir un "Best Of", reciclando los grandes éxitos de la franquicia con leves alteraciones cosméticas que no lograron imprimir suficiente originalidad. Para disminuir el problema, McQuarrie enreda innecesariamente la trama creando una serie de arbitrarios obstáculos, y "sub-misiones" para mantener ocupados a Hunt y su leal equipo de agentes. No me malinterpreten... todas estas sub-misiones son fascinantes por derecho propio, e incluyen excelentes momentos de intenso desempeño individual (como una pelea con cuchillos en la semi-oscuridad de un callejón) así como tensos pasajes con todos los personajes en juego, donde McQuarrie nos sorprende con su creatividad visual y disciplina narrativa (como esa increíble secuencia en la Ópera de Viena). Mi objeción es que el libreto (también de McQuarrie) a veces nos lleva de "misión imposible" a "misión ilógica", desafiando la credulidad del espectador y haciendo trampa para incrementar el suspenso (el más obvio ejemplo es el asunto de la bóveda submarina; con toda la magia tecnológica a disposición de los agentes, ¿no hubiera sido posible usar un pequeño tanque de plástico?)
Y no sólo ocurre con las escenas de acción; también el drama sufre síntomas similares, sobre todo en lo que respecta al villano perfectamente interpretado por Sean Harris. Se supone que es un genio frío y calculador, pero toma decisiones absurdamente emocionales con el único propósito de extender la película o evitar la muerte de algún personaje. Y su plan se enreda tanto que degenera en un obtuso caso de "él sabe que nosotros sabemos que él sabe que nosotros...". Afortunadamente los aciertos generales de la cinta superan con amplio margen estas tenues objeciones.
Tom Cruise, como siempre, encarna a Ethan Hunt con inquebrantable convicción, aunque se nota un poco menos duro que las previas cintas; quizás sea la edad (lo dudo), o tal vez el siguiente paso en la evolución del personaje. Simon Pegg maneja diestramente la simpatía del "comic relief" con sus deberes como experimentado agente de campo; Jeremy Renner es un ideal intermediario entre la parte política de la trama y las aventuras del grupo; y Ving Rhames no tiene mucho que hacer, pero la habitual gravedad de sus diálogos añade enorme urgencia a las misiones. Los recién llegados también me gustaron mucho; Rebecca Ferguson es una perfecta "femme fatale", muy lejana de las "damiselas en peligro" que vemos con tanta frecuencia en el cine de acción. Y Alec Baldwin expresa con perturbador realismo la arrogancia/sagacidad de un político/espía acostumbrado a saberlo todo y controlarlo todo. Yo pensé que Baldwin se limitaría a interpretar una versión más solemne de Jack Donaghy, pero no fue así; más bien usó una mezcla de Dick Cheney y Lyndon B. Johnson. Como sea, ojalá que Ferguson y Baldwin regresen para la sexta parte.
Y, bueno, esa es la mejor recomendación que puedo dar. Nación Secreta no fue mi favorita, pero ciertamente inspira el deseo de ver más secuelas, y merece considerable aplauso como sólida película de acción por derecho propio, con excelentes "stunts" realizados con mínima intervención digital (con excepción de una colisión automovilística tan pobremente ejecutada que casi contrarrestó el impacto de la famosa escena del avión que vimos en todos los anuncios)(Hablando de lo cual, no creo que sea SPOILER revelar que dicha secuencia del avión ocurre en los primeros minutos de Nación Secreta, y es básicamente irrelevante para el resto de la película, así que al menos no arruinaron el final, como yo temía).
No debe ser fácil crear nuevas situaciones, nuevos villanos y más peligros para Ethan Hunt y los agentes del IMF, aunque por otro lado los mejores directores de la franquicia tampoco han sido cineastas convencionales. Dudaba que Chris McQuarrie estuviera a la altura del proyecto, pero su trabajo resultó mucho mejor de lo esperado, y con suerte los productores mantendrán este alto estándar de calidad y talento en futuras secuelas. Obviamente no es cuestión de gastar más dinero, sino de saber cómo invertirlo. Pero, eso sí, nunca abandonen la música de Lalo Schifrin. No importa cuántos arreglos le hagan, sigue siendo el alma de Mission: Impossible. Estoy seguro de que estaré chiflándola por lo menos durante una semana.
Calificación: 8.5
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