Tuesday, June 30, 2015
Burying the Ex
Síntomas: El joven Max (Anton Yelchin) está arrepentido de mudarse con su dominante novia Evelyn (Ashley Greene), y decide cortar la relación... pero antes de lograrlo Evelyn muere en un accidente de tránsito. Un tiempo después Max inicia una tentativa relación con Olivia (Alexandra Daddario), una chica que parece perfecta para él... pero primero tendrá que lidiar con Evelyn, quien resucitó de la tumba y no está dispuesta a perder a su novio.
Diagnóstico: Después de una destacada carrera durante los ochentas y noventas como protegido de Steven Spielberg, el director Joe Dante redujo la frecuencia de sus proyectos, limitándose casi exclusivamente a series televisivas y ocasionales cortometrajes (por no mencionar su popular sitio "retro" Trailers From Hell). Sin embargo, para fortuna de sus fans (como yo), Dante regresó al cine en el 2009 con el agradable thriller juvenil The Hole; y ahora nos deleita de nuevo (más o menos) con Burying the Ex, una sencilla y simpática comedia de terror que evoca el período independiente de Dante (cuando trabajaba con Roger Corman), filmada a bajo costo y en muy poco tiempo; por consiguiente no está a la altura de sus obras más conocidas, pero aún así podría recomendarse para cinéfilos que aprecien el travieso estilo de Dante y sus constantes referencias al cine clásico de terror y ciencia ficción.
Max, el protagonista, trabaja en una tienda de disfraces y decoraciones de Halloween, lo cual justifica la ubicua presencia de pósters clásicos, revistas especializadas (Fangoria, Famous Monsters, Video Watchdog) y fragmentos de memorables películas, como Plan 9 from Outer Space y The Night of the Living Dead. De hecho Dante es tan "geek" que incluso musicaliza la cinta con pistas incidentales de Tarantula, It Came from Outer Space, y no sé cuantas más.
Pero esos son tan solo adornos audiovisuales. Lo importante en Burying the Ex es el bizarro triángulo romántico entre Max, Evelyn y Olivia. Como en las mejores cintas de zombies, la infección (o maldición, en este caso) no sólo sirve para crear la amenaza de los muertos vivientes, sino para explorar algún aspecto de la experiencia humana. George A. Romero usó los zombies como metáfora del racismo, del consumismo y la división de clases. Joe Dante, siempre más ligero y humorístico, usa al zombie como metáfora de la "novia infernal" que quiere controlar la vida de su novio y alterar su forma de ser. Quizás no sea una idea muy profunda, pero añade sustancia a esta humilde comedia, al mismo tiempo que aprovecha los talentos específicos de un elenco que supo encontrar el balance entre momentos cómicos y escenas de genuino suspenso, recordándonos de vez en cuando el peligro real (o "real") de convivir con un zombie... sobre todo cuando el zombie se rehúsa a aceptar la situación.
Anton Yelchin es un perfecto "geek" dócil y sumiso ante las exigencias de su novia, hasta que llega al límite de su tolerancia; su actuación es un poco pasiva, pero cuenta con el apoyo de Oliver Cooper en el papel de su maniático hermano Travis, con pocos escrúpulos y claras idea sobre lo que hay que hacer con un zombie que no quiere irse. Ashley Greene interpreta con admirable convicción la evolución emocional de Evelyn, así como su gradual descomposición física, lograda con sólidos efectos de maquillaje y adornos digitales que me hicieron sonreír. Finalmente, Alexandra Daddario destila dulzura y entusiasmo como interés romántico más compatible con la personalidad de Max; es una actuación simple pero natural y creíble (siempre y cuando no cuestionemos cómo es posible que Anton Yelchin pueda atraer estas espectacularmente hermosas mujeres... quizás ahí radica el auténtico elemento fantástico de la película).
Por el lado negativo, el libreto de Alan Trezza me pareció demasiado obvio, con muchas situaciones previsibles y carentes de la imaginación que yo esperaba en una película de Joe Dante. Afortunadamente la historia mejora en el tercer acto, cuando los clichés del romance dejan paso al peligro más inmediato de la novia zombie, casi invencible y dispuesta a todo para retener a su novio.
Habiendo dicho eso, admito que mi afecto por la obra de Joe Dante podría haber influido en mi apreciación de Burying the Ex; sé que no es una gran película, pero entretiene bastante, logra sorprendernos en un par de ocasiones, y mantiene un grado continuo de tensión que es muy fácil perder cuando se combina la comedia y el horror. Tal vez la reciente cinta Life After Beth mostró mayor ingenio en su manejo de la novia zombie, pero sería injusto compararlas por las diferencias en tono y argumento. Además... ¡Joe Dante! ¡Dick Miller! ¡Cinema de culto! Es una combinación que nunca perderá atractivo, al menos para mi y para los fans de este director.
Calificación: 7.5
IMDb
Monday, June 29, 2015
En la Mira (The Gunman)
Síntomas: Ocho años después de participar en un asesinato político en la República del Congo, el mercenario Jim Terrier (Sean Penn) trabaja con una organización humanitaria, tal vez para tranquilizar su conciencia. Sin embargo Jim debe regresar a su violento pasado cuando descubre que alguien está eliminando a los implicados en aquella fatídica misión.
Diagnóstico: Tengo una hipótesis: el director de Taken quería filmar otra película de acción "seria", pero Liam Neeson declinó participar. Entonces le hablaron a Sean Penn, quien dijo: "De acuerdo; participaré en su tedioso refrito de The Bourne Identity, pero sólo si puedo quitarme la camisa cada quince minutos para que la gente admire mi condición física a los 55 años". Y así nació En la Mira. O podría estar equivocado, y alguien pensó realmente que sería buena idea transformar a Sean Penn en estrella de acción usando un libreto tan vacío y genérico.
Bueno, en ciertos aspectos no salió tan mal, sobre todo al principio de la película, cuando parece que seguiremos el trabajo de rudos mercenarios contratados para proteger a los empleados de diversas organizaciones humanitarias. Si ese fuera el tema principal de En la Mira, creo que me hubiera gustado más. Sin embargo la trama se desvía rápidamente y nos lleva a Londres, España y Gibraltar, siguiendo una compleja (y al mismo tiempo pueril) conspiración que no tiene mucho sentido ni interés para el espectador, más allá de lucir algunas hermosas locaciones y darle trabajo en papeles secundarios a varios destacados actores, como Idris Elba, Ray Winstone y Javier Bardem (en la primera mala actuación que le he visto; supongo que fue un trabajo por dinero y no porque le haya gustado el libreto... hablando de mercenarios).
Las escenas de acción son adecuadas, aunque demasiado breves y esporádicas para sostener la energía de la película. La mayor parte de la trama se desperdicia en traslados de un lugar a otro, palabrería de relleno, y un insípido romance entre Terrier y una doctora (interpretada por Jasmine Trinca) que se ve involucrada en la aventura sin motivo aparente... excepto para servir como rehén durante el tercer acto (no cuenta como SPOILER cuando es algo tan evidente).
Y si a eso añadimos el gran final en medio de una corrida de toros (lo cual detesto, desde luego), tenemos una experiencia aburrida, insulsa y ocasionalmente repugnante (¿mencioné la corrida de toros?) (Sí, hace dos segundos) que no podría recomendar excepto para fans de Sean Penn y para quienes piensan que las películas de Taken serían mejores si tuvieran media hora adicional de conversaciones monótonas y un héroe demasiado propenso a la sobre-actuación (al menos Liam Neeson puede expresar emoción sin fruncir el rostro hasta parecer una figura de papel maché).
Ahora que lo pienso, ya existe una buena película sobre mercenarios en África: 24: Live Another Day. Se filmó para televisión, pero supera en todo a En la Mira. Debí suponerlo... incluso con su programa cancelado, Jack Bauer siempre llega al rescate.
Calificación: 5 (sin la corrida de toros sería 6)
IMDb
Saturday, June 27, 2015
La Noche del Demonio 3 (Insidious: Chapter 3)
Síntomas: La joven Quinn Brenner (Stefanie Scott) está convencida de que su difunta madre intenta comunicarse con ella desde el más allá, y para ayudarla solicita los servicios de la médium Elise Rainier (Lin Shaye). Sin embargo a lo largo de los días Quinn y Elise se dan cuenta de una fuerza maligna es la que está tratando de hacer contacto. Pero, ¿con qué propósito?
Diagnóstico: A pesar de un tercer acto un poco incoherente, la original Insidious (2010) me gustó bastante, y contribuyó en gran medida a la nueva ola de cine de terror sobrenatural con renovado énfasis en drama y atmósfera, lo cual siempre se agradece en un género obsesionado con sobresaltos baratos y ruidos estridentes. Dos años después llegó Insidious: Chapter 2, con algunas buenas ideas y mayor ambición dramática, aunque incorporó tantos nuevos elementos que se volvió un poco confusa y diluyó el interesante misterio de la primera película. Y ahora, con la tercera parte, el equipo de Leigh Whanell (director/escritor), James Wan y Oren Peli (productores) toman la obligatoria ruta de la precuela, mostrándonos... no exactamente el origen de la médium Elise Rainier, sino un caso previo que la puso en contacto con las entidades paranormales que posteriormente le darían tantos problemas. El resultado es más parecido al Capítulo 1, aunque con un marcado descenso en horror y originalidad. En resumen, un refrito inferior que no contribuye suficiente a la mitología para justificar su existencia como parte de la trilogía. Sin embargo, por méritos propios podría tomarse como una adecuada cinta de terror con suficiente tensión y ocurrencias sobrenaturales para satisfacer al espectador que quiera pasar hora y media con algo ligeramente distinto a la típica fórmula de "casa embrujada" (o "departamento embrujado", en este caso).
Por el lado positivo, La Noche del Demonio 3 ofrece sólidas actuaciones de un elenco que pone la caracterización por delante del horror. Stefanie Scott debe expresar terror y angustia en muchas formas, y lo logra sin repetirse demasiado ni degenerar en una hueca "scream queen" ochentera; por el contrario, sus emociones conducen la película de principio a fin y nos ponen de su lado, a diferencia de las víctimas desechables que encontramos en incontables películas de terror. Dermot Mulroney se siente un poco rígido como Sean, el comprensivo padre de Quinn, pero expresa la calidez y fortaleza necesaria para apoyar a su hija, sobreponiéndose al reprimido dolor de perder a su esposa. No obstante, la estrella real de la película es Lin Shaye como Elise Rainier. Cuando se anunció que La Noche del Demonio 3 sería una "precuela", yo esperaba un viaje a la juventud de Elise, con otra actriz abordando el papel; sin embargo fue un acierto conservar a Shaye y darle oportunidad de "llenar los huecos" del personaje que hizo tan memorable en las dos previas cintas. Su evolución emocional no es tan aparatosa como la de Quinn y su padre, pero se siente más real y profunda; excelente trabajo de una menospreciada actriz con gran afinidad por el género de terror.
Habiendo dicho eso, sigo pensando que la premisa de La Noche del Demonio 3 no enriquece la saga, pues básicamente es una repetición de la primera película sin la intriga y originalidad que la hicieron tan impactante. Aún así funciona como genérico relato de terror con apropiadas dosis de suspenso, buenas actuaciones y favorable atmósfera para provocar esa inquietud constante que no depende de los "sustos" ni en los efectos especiales, sino en la dirección y fuerza narrativa. En resumen: mediocre precuela, sólida experiencia de terror. No siempre podemos tener las dos cosas, especialmente en este género, y sobre todo cuando la única motivación fue el dinero.
Calificación: 7.5
IMDb
Friday, June 26, 2015
Poltergeist
Síntomas: La familia Bowen se muda a su nueva casa, y empiezan a experimentar extraños fenómenos que culminan con la desaparición de Madison (Kennedi Clements), la hija menor. Entonces los padres contactan a un equipo de investigadores paranormales con la esperanza de que encuentren a la niña.
Diagnóstico: Para ahorrar tiempo lo diré desde el principio: en lo que respecta a remakes de películas clásicas, la nueva Poltergeist no resultó tan mala como esperaba.
Esto no significa que sea muy buena, ni necesaria, y mucho menos que supere a la original; simplemente me pareció una adaptación técnicamente competente y realizada con un estilo apto para las nuevas generaciones que encontrarían difícil tomar en serio una película de 1982, con todas las reliquias culturales que ello implica... por no mencionar efectos especiales que hoy no parecerían tan sorprendentes como lo fueron para quienes tuvimos oportunidad de verla hace más de treinta años.
¿Suficiente apología? Perfecto. Pasemos a los detalles.
El libreto de David Lindsay-Abaire añade elementos para modernizar la trama y omite detalles para simplificarla (esta vez no hay un perro en la familia, ni se presenta la sutil crítica sobre la proliferación de los suburbios, ni se usa el "product placement" que en 1982 no solo era innovador, sino que realmente contribuyó al carácter de la casa y sus habitantes).
Algunas de las adiciones funcionan, mientras que otras se sienten forzadas... simples caprichos para demostrar que no es una copia exacta, y que el director Gil Kenan (City of Ember, Monster House) realmente pensó mucho sobre como "mejorarla" (sin lograrlo, desde luego). Entre lo positivo mencionaría las perturbaciones eléctricas que anuncian la presencia de los espíritus (o el "poltergeist"), evocando el estilo gráfico de la cinta original y al mismo tiempo complementando temáticamente el asunto de la televisión fantasmal ("They're here"). Los cambios negativos requerirían una lista demasiado larga, así que sólo señalaré como ejemplo al "médium" (interpretado por Jared Harris) que llega a limpiar la casa; y sabemos que está calificado para hacerlo porque tiene un "reality show" donde investiga sitios embrujados. Buen actor, horrible personaje y horrible decisión creativa.
Hablando de lo cual, Poltergeist reúne un excelente elenco que eleva considerablemente su credibilidad dramática. Sam Rockwell proyecta la frustración de un padre de familia en mala situación económica, disfrazada tras su mordaz sentido del humor. Rosemarie DeWitt, una de mis actrices favoritas, nos presenta una madre devota y compasiva, pero práctica cuando la situación lo requiere. Y Jane Adams es una investigadora paranormal creíble y competente, que toma en serio su trabajo al mismo tiempo que alberga ciertas dudas sobre su validez científica. Los niños actores también hacen un buen trabajo, y los efectos digitales generalmente contribuyen a la narrativa sin opacarla... aunque al final creo que muestran más de la cuenta, arruinando el misterio y espiritualidad detrás de los fenómenos paranormales que sufre la familia Bowen (sin embargo me dio gusto saber que hay WiFi en "el otro lado").
Pero, más que nada, atribuiría el parcial éxito de este remake a la buena decisión de conservar la premisa de la cinta original. Estamos tan acostumbrado a las monótonas historias de "casa embrujada" que las variaciones ofrecidas por Poltergeist la separan del montón y añaden suspenso por el simple hecho de evadir algunos de los clichés (no todos) que ya vimos en demasiadas ocasiones.
Irónicamente, el mejor remake (no oficial) de Poltergeist fue la popular Insidious, del 2010, donde un niño se pierde en el "plano astral" y debe ser rescatado entre tenebrosas manifestaciones sobrenaturales (doble ironía: el "Capítulo 3" de Insidious se estrena en México el mismo día que Poltergeist... alguien necesita tomar unas clases de mercadotecnia y contra-programación). La nueva Poltergeist sigue una línea similar, pero se enfoca más en sobresaltos y momentos de tensión desechable, lo cual supongo que cuenta como "modernización". La verdad es que pudo ser mucho peor, y tan solo por eso merece una renuente recomendación dirigida exclusivamente a quienes nunca vieron la película original. Desde luego sería mejor que la vieran, pero no quiero pedir milagros. Ya fue bastante que Poltergeist no fuera un desastre total; en el nicho de los remakes eso puede considerarse como un triunfo rotundo.
Calificación: 7
IMDb
Wednesday, June 24, 2015
A Deadly Adoption
Síntomas: Después de perder al bebé que estaban esperando, Robert y Sarah Benson (Will Ferrell y Kristen Wiig) deciden adoptar al hijo de la joven Bridget Gibson (Jessica Lowndes), quien necesita dinero para continuar sus estudios universitarios. Entonces, para vigilar de cerca el embarazo, Robert y Sarah deciden que Bridget se mude con ellos hasta que nazca el bebé. Sin embargo la presencia de la atractiva muchacha empieza a afectar la armonía del hogar... lo cual podría ser parte de su plan.
Diagnóstico: Con mucha frecuencia he usado las películas del canal Lifetime como punto de comparación para señalar la blanda apariencia de alguna cinta, o los clichés de algún libreto excesivamente melodramático y predecible. Bueno, pues al parecer estas mediocres "Lifetime Original Movies" se han convertido en un fenómeno suficientemente popular para merecer una parodia estelarizada por los célebres comediantes Will Ferrell y Kristen Wiig (estrenada en el mismo canal Lifetime, nada menos). Sin embargo los elementos humorísticos de A Deadly Adoption tienden a ser tan sutiles que podrían describirse como "inexistentes". Básicamente es una película "normal" de Lifetime, cuyo único chiste es la presencia de estos dos actores; si no fuera por ellos, la cinta carecería de interés alguno. Para bien o para mal, se trata de una broma tan "meta", que termina siendo idéntica al producto que intentaba parodiar.
Esta descripción probablemente traerá recuerdos de la película Casa de Mi Padre, donde Will Ferrell intentó algo similar con el estilo de las telenovelas latinoamericanas; y ahora con A Deadly Adoption el resultado es igual... gracioso por un momento, pero cuando nos habituamos a la incongruencia entre actor y material nos damos cuenta de que ahí empiezan y terminan sus dudosos atributos, por mucho que esperemos la llegada de la parte "cómica". Spoiler: nunca llega.
A pesar de eso existen algunos indicios de humor demasiado frágiles para generar auténticas carcajadas. Por ejemplo, la tenue falsedad en el rostro preocupado de Kristen Wiig; el perfecto (aunque arbitrariamente mutable) peinado de Will Ferrell; y la detallada manera como pronuncia "ketoacidosis". Algunos de estos detalles emulan con tal exactitud los clichés de las películas de Lifetime que no pude evitar una sonrisa... pero no estoy seguro si fueron cuidadosamente planeados, o si Wiig y Ferrell simplemente tomaron un libreto del montón en las oficinas de Lifetime y dijeron: "Sí, lo que sea... cualquiera de estos funciona".
En otras palabras, no sé si los espectadores fuimos cómplices del chiste, o víctimas de él.
A pesar de esas dudas no me arrepiento de haber visto A Deadly Adoption, y aunque no podría recomendarla como comedia, sin duda me pareció un curioso experimento que podrían apreciar por igual los aficionados al cine "raro", y los fans ocasionales de Lifetime. Confieso que pertenezco a ambos grupos, pero por favor no me juzguen... no es un vicio frecuente, y puedo justificarlo diciendo que, a fin de cuentas, son "B-Movies" con actrices de culto que me gustan, como Julie Benz, Victoria Pratt, Kristy Swanson, etc. De hecho, durante A Deadly Adoption pasaron el anuncio de Perfect High, la historia de una bailarina adicta a las drogas (Bella Thorne), y desde luego me gustaría verla... aunque no pienso decírselo a nadie.
Calificación: 6.5
IMDb - Trailer (conviene verlo para entender el "humor" de la película)
Tuesday, June 23, 2015
Barely Lethal
Síntomas: Una organización secreta entrena niñas para convertirlas en expertas espías y asesinas. La Agente 83 (Hailee Steinfeld) es la más destacada alumna, pero añora la vida de una adolescente normal. Entonces, durante una peligrosa misión, 83 ve la oportunidad de fingir su muerte, y bajo la nueva identidad de "Megan Walsh" se hace pasar por estudiante de intercambio para ingresar a una típica escuela preparatoria, donde su talento como espía podría ser más útil de lo que esperaba.
Diagnóstico: Barely Lethal intentó una ambiciosa fusión de géneros, pero está condenada al fracaso por la incompatibilidad de su propósito y su ejecución. Sin embargo, para ser justos, el director Kyle Newman (quien enarboló la bandera "geek" con la nostálgica Fanboys) enfrentó una labor bastante complicada tratando de combinar violencia y humor en un entorno restringido por las fórmulas de la comedia juvenil y la edad del público objetivo; bajo esas limitadas circunstancias Barely Lethal debería ser atroz, pero sobrevive (en mi humilde opinión) gracias a su simpático elenco y un mediocre libreto que al menos reconoce su crisis de identidad, y nunca olvida su compromiso con la humanidad de los personajes.
Bueno, quizás "humanidad" sea un poco exagerado. Barely Lethal no pretende ofrecer densos cuestionamientos sobre la moralidad de entrenar pequeñas niñas como asesinas profesionales; ni espera que tomemos en serio los arbitrarios cambios de dirección de la trama, en una escena persiguiendo terroristas internacionales y en otra buscando el vestido perfecto para el baile de graduación. El director sabe que la premisa es absurda, y en vez de ocultarla la aprovecha para crear sorpresivos momentos políticamente incorrectos que jamás existirían en una cinta de Disney, pero que podemos disfrutar sin mucha culpa en esta irreverente película. Por ejemplo: el clásico "montage" al ritmo de la música donde las niñas prueban diferentes atuendos... adornados con mortales accesorios como pistolas, cuchillos y granadas de mano. Y también me hizo reír una honesta conversación adolescente sobre "la primera vez"... aunque no sea exactamente "la primera vez" que esperábamos.
Estos ambiguos halagos no significan que Barely Lethal sea una buena película; básicamente es una combinación de Spy Kids y Mean Girls, pero sin la creatividad visual de la primera ni el agudo comentario social de la segunda. De hecho, podríamos decir que la cinta cuenta con un solo truco: el contraste de elementos incongruentes para generar humor, ya sea la dulce niña entrenada para matar, o los retos escolares interpretados como crisis globales. Por suerte el director entendió que estas bruscas fluctuaciones de tono requieren personajes agradables que mantengan al espectador emocionalmente enganchado en una trama inverosímil. Hailee Steinfeld encaja en esa descripción, enfrentando con igual seguridad las (pobres) escenas de acción y su vacilante evolución como "chica normal". Samuel L. Jackson hace lo de siempre, gritando órdenes en su obligatorio papel de "rudo-sensible"... pero manteniendo el vocabulario consistente con la clasificación PG-13. Jessica Alba como la mortal villana no me dio "pena ajena", lo cual es ganancia (a decir verdad, he notado una marcada mejoría en sus interpretaciones recientes, sobre todo en papeles secundarios que no requieren largos diálogos o emociones complejas; perdón si suena como insulto, pero lo digo como halago). Aún así la sorpresa de la película fue Dove Cameron como la "hermana" temporal de Megan, quien empieza como típica adolescente caprichosa para eventualmente encariñarse con la "estudiante de intercambio" que no sabe navegar las turbulentas corrientes de la sociedad estudiantil. Parece que Cameron es egresada del Canal Disney, pero no arrastra los vicios de tal "escuela"; por el contrario, se siente muy natural y graciosa sin forzar el humor ni exagerar su actuación.
Entonces, al igual que la agente 83, Barely Lethal no sabe lo que quiere y se tropieza muchas veces en su búsqueda de sentido y aceptación. No sé si será apropiada para niños pequeños, debido al casual manejo de armas y violencia; y el público adolescente quizás la encontrará demasiado blanda e inofensiva. Sin embargo yo disfruté su ocasional ingenio para combinar elementos contradictorios y, como fan de la comedia juvenil, me hizo reír y mantuvo mi atención, de modo que podría calificarla como "tan mala que es buena (o al menos tolerable)", lo cual garantiza una recomendación con amplias reservas; el sentido común de cada lector dictará si vale la pena arriesgarse. A fin de cuentas supongo que aprecio más la actitud subversiva de una película que su talento narrativo. Tal vez por eso me gusta tanto Showgirls.
Calificación: 6.5
IMDb
Monday, June 22, 2015
Vendetta
Síntomas: Un peligroso criminal llamado Victor Abbott (Paul Wight) asesina a la esposa del Detective Mason Danvers (Dean Cain), y es enviado a presidio. Entonces, buscando venganza, Danvers asesina al hermano de Abbott y se deja capturar, para que lo envíen a la misma prisión. Pero una vez que se cumple su deseo, Danvers se da cuenta de que Abbott será el menor de sus problemas.
Diagnóstico: ¿Las Hermanas Soska haciendo una película de acción? Definitivamente suena interesante. Este dueto de cineastas canadienses ganó bastante fama en el género de terror gracias a la torcida estética y sardónico sentido del humor que mostraron en cintas como la excelente American Mary y la mediocre/divertida See No Evil 2. Resulta entonces natural que hayan querido ampliar sus horizontes incursionando en otro tipo de historias; y un relato de venganza parece una buena elección, pues ofrece amplia oportunidad de explotar la afinidad por el "gore" y violencia que distingue a estas directoras. Además, bajo el auspicio de la Federación Mundial de Lucha Libre (así es... otra película de WWE), no faltarán luchadores para llenar la pantalla de imponentes villanos. Como dicen, "la mesa está puesta" ¿Qué podría salir mal?
Desafortunadamente mucho puede salir mal. Casi todo, de hecho.
Para empezar, Vendetta no muestra ni un atisbo del rico y distintivo estilo visual de las Soskas. Por el contrario, la fotografía es plana, sin profundidad ni dimensión. Todo se ve... no sé... pequeño y sin chiste, desde las blandas locaciones en la más austera "prisión" imaginable, hasta las peleas que integran la mayor parte de la hueca narrativa. La edición parece igualmente amateur, entorpeciendo la poca acción existente y diluyendo el escaso suspenso que la dirección logra generar. Y no olvidemos las terribles actuaciones de casi todo el elenco. Cuando el mejor actor de la película es Dean Cain, estamos en apuros.
No lo digo como insulto. Al igual que muchas otras personas, siento afecto "geek" por Cain, cuya simpática interpretación de Superman/Clark Kent en la serie noventera Lois & Clark: The New Adventures of Superman lo convirtió en figura de culto y protagonista de incontables "B-Movies" de horror y ciencia ficción. No es un gran actor, pero tampoco es malo, y su expresión de profunda ira y determinación en Vendetta ayuda mucho incrementar la credibilidad de su personaje, así como explicar su resistencia a las tremendas palizas que recibe en la prisión (Cain no está exactamente gordo, pero tampoco parece candidato ideal para enfrentar a los rudos prisioneros, incluyendo al inmenso luchador Paul "The Big Show" Wight). Y, para empeorar las cosas, el otro villano de la cinta (omitiré su nombre para preservar el "misterio", aunque es bastante obvio desde su primera aparición) es tan insípido y fingido que no inspira gran temor... sólo le falta el bigote manillar para retorcerlo con los dedos.
El único elemento rescatable de Vendetta es la considerable cantidad de sangre que las Hermanas derraman en las peleas, golpizas y balaceras. No es una estrategia particularmente creativa, pero sirve para enfocarnos en algo que no sea la ilógica historia o las pobres actuaciones.
Espero sinceramente que Vendetta haya sido un mero proyecto "a sueldo" de Jen y Sylvia Soska, y que no refleje la disminución de su talento o la apatía dramática que mostrarán en su carrera futura. Con suerte sólo fue un deber contractual o una maniobra económica para financiar su siguiente proyecto, el cual será esencial para determinar si realmente queda visión en el dueto, o si podemos olvidarlas y buscar por otro lado a los redentores y redentoras del horror y la acción. Afortunadamente existen bastantes candidatas como Leigh Janiak (Honeymoon), Jennifer Kent (The Babadook), y Ana Lily Amirpour (A Girl Walks Home Alone at Night), de modo que podemos estar tranquilos. Pero no me gustaría perder a las Soskas. Las directoras de American Mary merecen otra oportunidad.
Calificación: 5.5
IMDb
Sunday, June 21, 2015
Intensa Mente (Inside Out)
Síntomas: Riley Anderson (voz de Kaitlyn Dias) es una niña de once años que está tratando de ajustarse a su nueva vida en la ciudad de San Francisco. Mientras tanto, dentro de su cabeza, los distintos aspectos de su personalidad se esfuerzan por balancear las cambiantes emociones de la niña... pero no será fácil, pues un accidente extravió los más importantes recuerdos de Riley.
Diagnóstico: ¿Que demonios significa todo eso? Suena complicado, pero los directores Pete Docter y Ronaldo Del Carmen encontraron la manera de introducirnos gradualmente a las complejidades de la mente humana, de modo que este ambicioso paseo por las turbulentas emociones de la pre-adolescencia se vuelve accesible y simpático, sin perder la considerable resonancia emocional que yo no había visto en una película de Pixar desde Toy Story 2. Y no me refiero a la fácil manipulación sentimental que empañó algunas recientes obras de este estudio (como Up y Toy Story 3)(sí, soy un monstruo), sino a una auténtica comprensión de los altibajos anímicos que todos experimentamos en momentos de crisis y transición.
¿Qué demonios significa todo eso? No importa; es más fácil ver la película.
Quizás no todos los conceptos se integran armónicamente en la vertiginosa narrativa; tal vez hay demasiados momentos arbitrarios que explotan la difusa lógica de la historia; o incluso si el final es un gran y conveniente "deus ex-machina", hay muchas otras cosas que admirar en Intensa Mente. Por ejemplo, el brillante elenco de voces perfectamente seleccionadas (gracias Cinemex, por animarse a exhibir la versión subtitulada), incluyendo a la genial Amy Poehler en el papel de "Alegría", Mindy Kaling como "Desagrado", Bill Hader en una maniática interpretación de "Temor", Lewis Black con la rugosa voz apropiada para "Furia", y Phyllis Smith como "Tristeza"; todos ellos personificaciones de las emociones primarias que dictan el comportamiento de Riley. Y mejor ni trataré de nombrar las numerosas voces que aportan peso, humor o sensibilidad a los roles secundarios o incidentales, volviéndolos igualmente relevantes y graciosos (Diane Lane, Kyle MacLachlan, Richard Kind, Paula Poundstone, Bobby Moynihan, Paula Pell, Frank Oz, Flea, Rashida Jones, y John Ratzenberger, obviamente).
Además, desde luego, tenemos las increíbles imágenes creadas por los artistas de Pixar, con personajes llenos de expresividad, escenarios de mágico diseño y casual realismo, y los acostumbrados detalles que nos hacen sonreír o pensar cuando menos lo esperamos (por cierto, no olviden quedarse a los créditos finales para entender la diferencia entre perros y gatos).
En verdad espero que Intensa Mente marque el regreso de Pixar al pensamiento original, al explosivo deleite que producía su fusión de animación, historia e imaginación, y al celo dramático que condujo sus mejores películas, antes de que se convirtieran en una fábrica de secuelas y anuncios de juguetes para satisfacer la ambición de su padre corporativo (atención a la escena donde un familiar castillo enfrenta su destino). Claro, parece haber muchas segundas, terceras y hasta cuartas partes en la lista de proyectos futuros de Pixar, pero mientras conserven esa semilla de creatividad que genera películas innovadoras como Intensa Mente, todo estará bien... espero. Creo que no sólo estamos presenciando el "coming of age" de la niña Riley, sino de Pixar mismo; tras un difícil período de ajuste, la vida se extiende a un futuro lleno de posibilidades. Me pregunto qué les depara la adolescencia...
Calificación: 9
IMDb
Wednesday, June 17, 2015
Debug
Síntomas: Como parte de su condena, seis prisioneros acusados de crímenes digitales deben darle mantenimiento informático a un inmenso transportador espacial, limpiando datos obsoletos, actualizando programas y realizando un "debug" general del sistema antes de que la nave entre en servicio. Sin embargo al poco tiempo de iniciar su labor se dan cuenta de que no están solos, pues algo o alguien observa sus movimientos con un siniestro propósito.
Diagnóstico: A fin de cuentas Debug es una clásica historia de "casa embrujada", pero el director y guionista David Hewlett (más famoso por su trabajo como actor en series como Stargate: Atlantis y Dark Matter - también canadienses, por cierto) adaptó con cierto ingenio los elementos de ese subgénero a un contexto de ciencia ficción, aderezándolo con excelente diseño de producción, competentes efectos especiales (dentro de las posibilidades de esta modesta producción independiente) y un poco de sangre para nublar aún más la división entre géneros.
Entonces, en vez de "casa embrujada", tenemos una cavernosa nave espacial; en vez de fantasmas hay una inteligencia artificial astuta y manipuladora; y en vez de exorcismos o agua bendita tenemos "hackers" que tratarán de usar sus "mad skillz" para sobrevivir la fatídica misión.
Suena un poco tonto, pero admito que disfruté parcialmente esta inesperada fusión de estilos y... ¿temas religiosos?
No sé si fue intencional, pero la presencia de seis prisioneros y su guardián, todos ellos con personalidades muy distintivas, encajan vagamente en una metáfora de los Siete Pecados Capitales, con la maliciosa inteligencia artificial (interpretada por el ex-luchador Jason Momoa, nada menos) como una especie de dios vengativo, impartiendo justicia contra quienes se oponen a él... o algo así.
Desafortunadamente la parte media de la película se alarga demasiado y no tiene mucho sentido; en vez de profundizar en la analogía religiosa o explicarnos el plan del ciber-villano, la cinta adopta el clásico formato slasher para eliminar de maneras "creativas" a los aterrados prisioneros, lo cual al menos añade un poco de gore para amenizar los procedimientos. Sin embargo se siente como un arbitrario truco para llenar el tiempo mientras llegamos a un final estilo The Matrix, que resulta al mismo tiempo torpe e inconsistente con las reglas previamente establecidas en el micro-universo de la película.
De cualquier modo admiro la pasión y tenacidad de David Hewlett para realizar una producción "indie" con muy buena calidad visual, aunque le faltaron dos o tres revisiones a su libreto, o al menos la opinión de varios colaboradores para señalar y resolver aquellos problemas que empañan los considerables aciertos técnicos de Debug. Clásico error de muchos escritores/directores tan cercanos a su proyecto que pierden objetividad y juicio crítico; es el "Síndrome Shyamalan".
Para no terminar en una nota negativa mencionaré la notable cinematografía que desafía el bajo presupuesto de la cinta y hace que parezca una producción casi hollywoodense; los competentes efectos especiales que transmiten perfectamente la sensación de escala y abandono de la nave espacial; y el maravilloso diseño de producción obviamente inspirado en los limpios corredores de 2001: A Space Odyssey, sin perder la atmósfera utilitaria que nos recuerda que es un vehículo de trabajo y no una exhibición de arte moderno.
Sin duda Debug tiene fallas que impiden recomendarla como "joya oculta" de la ciencia ficción independiente, pero aún así me pareció superior al promedio tan solo por sus valores visuales y creativo concepto. Además, al ser una producción canadiense, podemos esperar actuaciones sinceras y amenas, libres de excesiva "actitud" y con ese desenfado casual que elimina todo indicio de pretensión. En resumen: mejor que cualquier bazofia de The Asylum, aunque no tan buena como algunos episodios de las series donde participó David Hewlett. Sin duda posee una visión definida, y se nota que aprendió bastante en el medio televisivo, pero le falta un poco de experiencia como cineasta. No hay problema... puedo esperar.
Calificación: 6.5
IMDb
Tuesday, June 16, 2015
We Are Still Here
Síntomas: Tras la muerte de su hijo adulto, la pareja de Paul (Andrew Sensenig) y Anne Sacchetti (Barbara Crampton) se mudan a una pintoresca casa de campo donde planean pasar su retiro. Entonces Anne empieza a notar extraños eventos en su nuevo hogar, y asume que los está siguiendo el espíritu de su fallecido hijo... pero tal vez los disturbios tengan un origen más siniestro.
Diagnóstico: Es notable lo mucho que We Are Still Here se parece a otras películas de "casa embrujada", y al mismo tiempo lo distinta que se siente. La trama incluye muchos ingredientes clásicos: la pareja que sufrió una tragedia reciente; las graduales manifestaciones de una presencia sobrenatural; el escepticismo del hombre que rechaza las afirmaciones de su esposa; el siniestro sótano donde... bueno, será mejor detenerme ahí. Baste decir que una escueta sinopsis de We Are Still Here no me inspiraría muchas ganas de verla. Sin embargo, bajo la dirección de Ted Geoghegan, estos clichés cobran nueva vida en una austera atmósfera "retro" de suspenso y angustia apoyada por las notables actuaciones de un elenco maduro y creíble, que habita sus personajes con una naturalidad rara vez alcanzada en el cine de terror.
Barbara Crampton (los fans del horror ochentero la recordarán por Re-Animator) y Andrew Sensenig interpretan a Anne y Paul, la pareja doliente en busca de una nueva vida en la aislada casa de campo que compraron a muy buen precio... quizás demasiado bueno. Sus razones para salir de la ciudad se revelan gradualmente, y cuando Anne siente la presencia de su hijo, no es motivo de terror, sino de alivio y afecto. Sin embargo sabemos que la situación empeorará, y el astuto libreto nos obliga a adivinar junto con los personajes lo que realmente está ocurriendo en la vieja casona. Los veteranos del género Larry Fessenden y Lisa Marie tienen una breve pero memorable intervención como una pareja "hippie" con aguda sensibilidad paranormal (o tal vez sea su afición a las drogas) que intentan comunicarse con los espíritus... y vaya si lo logran. Finalmente tenemos a Monte Markham y Susan Gibney como los vecinos cercanos que saben más de lo que aparentan sobre el funesto pasado de la casa.
Como dije, todo esto suena bastante rutinario, pero el sobrio y disciplinado estilo del director encuentra un perfecto balance entre drama, carácter y suspenso. Incluso me atrevería a decir que Geoghegan se inspiró en The House of the Devil, de Ti West, pues ambas comparten un tono de absoluta seriedad y se ubican en un nebuloso pasado setentero, pero sin llamar la atención a ello... todo está en los detalles y en el sutil diseño de producción, de modo que no parece un truco para inspirar falsa nostalgia, sino una válida decisión creativa que altera nuestra percepción y hace que We Are Still Here se sienta más "real", no solo en las escenas dramáticas, sino también cuando los eventos se salen de control durante la delirante conclusión.
Hablando de lo cual, los efectos especiales son escasos pero muy bien utilizados. Su manufactura combina métodos prácticos con pequeños adornos digitales que los hacen más tenebrosos y consistentes con el misterioso pasado de la casa; y una vez más demuestran el valor de las técnicas tradicionales en esta época de "CGI" desenfrenado y carente de estética artesanal.
Probablemente no será una cinta trascendental o muy memorable, pero We Are Still Here me pareció una sorpresa agradable cuya sólida narrativa y buen manejo del suspenso demuestran que hasta las predecibles fórmulas de antaño pueden funcionar cuando están en manos de artistas con genuina visión y capacidad para convertir lo viejo en nuevo... o al menos para tomarnos por sorpresa cuando creíamos conocer todos los trucos. Valiosa lección que deberían aprender los ejecutivos obsesionados con re-makes y refritos (¿alguien dijo “Poltergeist”?)
Calificación: 8
IMDb
Monday, June 15, 2015
Spy: Una Espía Despistada (Spy)
Síntomas: La tímida pero eficiente Susan Cooper (Melissa McCarthy) trabaja como coordinadora de operaciones para la CIA (algo así como Chloe en 24). Sin embargo, cuando un agente enemigo obtiene la identidad de todos los espías de la organización, Susan debe abandonar la seguridad de su cubículo para emprender una misión por Europa, en busca de una peligrosa mujer que planea vender una bomba atómica a una organización terrorista.
Diagnóstico: Francamente no tenía muchas ganas de ver Spy: Una Espía Despistada, porque imaginé que sería una versión femenina de la intolerable Paul Blart: Mall Cop, o algo así; pero después de tantos comentarios positivos y éxito en taquilla decidí arriesgarme... y el resultado fue mejor de lo que esperaba, aunque con un porcentaje de "meh".
El principal atributo de Spy es la personalidad de Melissa McCarthy. Más allá de la obvia sátira del cine de espías que maneja la cinta, McCarthy consigue forjar un personaje realista y detallado que eleva la película entera y hace que los previsibles chistoretes funcionen mejor de lo que merecería su blando libreto.
Sin embargo esto a veces genera una marcada inconsistencia en escenas que empiezan como comedia y se transforman en torpe melodrama incompatible con las rutinas humorísticas de "pez fuera del agua". Es una estrategia válida que el director Paul Feig ha explotado en otras películas de contradictorio tono; pero esta vez (en mi humilde opinión) no logró balancear la fórmula cómica con los elementos “serios”. Creo que yo hubiera preferido una comedia de acción más ligera y accesible (como Rush Hour), o una película de espías que se tomara en serio, sin perder su sentido del humor (como Kingsman: The Secret Service). El problema es que Spy nunca define su propósito, e intenta ser dos cosas al mismo tiempo sin cumplir plenamente con alguna de ellas.
Esto no significa que la volátil alquimia narrativa de Spy carezca de momentos simpáticos o memorables. Como dije, Melissa McCarthy sobresale en ambos extremos histriónicos; como comediante imparte chispa y calidez a las conversaciones con su mejor amiga Nancy (interpretada por la actriz británica Miranda Hart); y como heroína de acción resulta al mismo tiempo incongruente y creíble durante las violentas y bien coreografiadas peleas que podrían haber salido de Taken o The Transporter (en particular me gustó la que se ubica en la cocina... una artera usurpación de roles típicamente masculinos dentro de un entorno tradicionalmente relegado a la mujer).
Hablando de The Transporter, Jason Statham tiene algunas simpáticas escenas en Spy, parodiando su imagen súper-ruda y describiendo hazañas ridículamente exageradas que realizó como renegado agente de la CIA (o tal vez estaba describiendo el argumento de Crank 3). También merecen aplauso Rose Byrne como la caprichosa villana, y la mencionada Miranda Hart; las escenas que comparten con McCarthy fueron mis favoritas de la película, creando una química sincera y entrañable que no se basa en anticuados clichés de "chick flick", sino en el bien definido carácter de sus personajes, tal como Feig logró en Bridesmaids.
Creo que con un enfoque más preciso y un argumento menos genérico (apenas presté atención al asunto de la bomba, los terroristas, etc.) Spy hubiera sido una genuina cinta de acción y espionaje que competiría confortablemente con cualquier thriller de Liam Neeson o Pierce Brosnan; pero al incorporar los aspectos cómicos la trama alteró su centro de gravedad, provocando una inestabilidad que afecta sustancialmente la película. Por otro lado, no sé si el público general aceptaría a Melissa McCarthy como figura de acción sin el factor atenuante de la comedia. Parece injusto pensar así, pero la realidad no es justa... y la realidad en Hollywood ni siquiera conoce esa palabra. Por eso terminamos viendo a Thor como hacker geek.
Calificación: 7
IMDb
Friday, June 12, 2015
Jurassic World: Mundo Jurásico (Jurassic World)
Síntomas: Dos décadas después de su fallida inauguración, el Parque Jurásico (perdón... Mundo Jurásico) finalmente está abierto al público y disfruta de gran popularidad, aunque los visitantes han disminuido en años recientes. Entonces, para renovar el interés de la gente, el nuevo dueño del parque comisionó la creación de un dinosaurio genéticamente manipulado, mucho más feroz y "con más dientes". Sin embargo este nuevo "Indominus Rex" podría ser más peligroso de lo que sus creadores esperaban.
Diagnóstico: La original Jurassic Park fue sin duda un parteaguas en el cine universal; su impresionante uso de la (entonces) nueva tecnología digital para mostrar criaturas increíblemente realistas bastaría para garantizar su lugar en los libros de historia, pero el director Steven Spielberg no se conformó con mostrarnos imágenes impresionantes, sino que cuidó con igual esmero la dirección y la historia, tomando la simple estructura de una clásica "creature feature" (basada en un libro de Michael Crichton) y añadiendo considerable suspenso, interesantes cuestionamientos filosóficos y personajes agradables que nos inspiraban a compartir sus aventuras y tragedias. Desafortunadamente las secuelas The Lost World y Jurassic Park 3 olvidaron esos "detalles" narrativos y se enfocaron de lleno en los efectos especiales, resultando en cintas bastante mediocres. Y ahora, con Jurassic World, el director Colin Trevorrow intenta revivir la franquicia haciendo su mejor esfuerzo para evitar los errores del pasado. ¿Lo consiguió? Sí y no.
Jurassic World nos ubica en un entorno creíble que ve realizado el sueño de John Hammond en la primera película: el parque está funcionando, y parece fantásticamente divertido. Los paseos por la jungla (ahora en monorriel), las exhibiciones acuáticas, el "petting zoo" con dinosaurios bebés... básicamente me hicieron desear que existiera en el mundo real, para poder visitarlo (como triste consolación voy a instalar el viejo videojuego Zoo Tycoon con la expansión de dinosaurios). Los efectos especiales son mejores que nunca, tanto de la variedad digital como práctica (aunque se nota mucha diferencia entre ambas técnicas). Y cuando las cosas salen mal, como sabemos que ocurrirá, la violencia sube de nivel, aunque sin rebasar la clasificación PG-13.
Sin embargo el argumento nos depara decepción tras decepción. Para empezar, la premisa es irremediablemente absurda... ¿en serio alguien pensó que sería buena idea crear un dinosaurio todavía más agresivo e inteligente, cuando los "normales" ya son bastante difíciles de controlar? Claro, siempre existe un villano corporativo detrás de las malas decisiones, pero incluso ese personaje (interpretado por el gran Vincent D'Onofrio) se siente forzado e inverosímil... como una torpe mecánica del libreto para complicar las ya de por sí desesperadas circunstancias. Y eso es solo el principio... las cosas se vuelven más ridículas cuando llega el momento de solucionar el problema del Indominus Rex. Aunque, por otro lado, existe la posibilidad de que las exageraciones dramáticas de la trama tengan intención satírica, disfrazando una fuerte crítica contra las prácticas de Hollywood y la insaciable cultura corporativa que controla nuestra civilización. Quizás estoy racionalizando algo muy simple, pero serviría para justificar algunos de los clichés y previsibles situaciones que nos endilga Jurassic World.
Continuando el desfile de personajes prefabricados encontramos a Bryce Dallas Howard, generalmente buena actriz, atrapada en el ingrato papel de "mujer ejecutiva que no sabe nada sobre niños". Y por eso tiene que cuidar a sus sobrinos, que están de visita en la isla. ¿Logrará esto despertar sus instintos maternales? Hablando de los niños, en verdad tenía ganas de verlos como aperitivo del Indominus Rex, pero sabía que no se cumpliría mi deseo (¿Mencioné la clasificación PG-13?) Por su parte Chris Pratt consigue algunos buenos momentos como el ex-militar experto en entrenamiento animal (?), pero no siempre encuentra el balance correcto de humor y heroísmo que tan bien manejó en Guardians of the Galaxy (o en Parks and Recreation, para el caso). En otras palabras, no fue "Star Lord contra los dinosaurios", sino "Burt Macklin contra un inferior libreto". Como muestra puedo señalar la fallida escena "romántica" entre Pratt y Howard afuera del "bungalow". Horrible diálogo exacerbado por disonantes actuaciones.
Lo cual nos lleva al director Colin Trevorrow. Su previa película (Safety Not Guaranteed) me gustó muchísimo por su diestro manejo de drama, humor y emoción humana. Lamentablemente en Jurassic World solo hay esporádicos atisbos de ese talento; no sé si fue por la inmensa presión de realizar un "blockbuster" multimillonario, o por interferencia de los productores, o simplemente porque Trevorrow tiene mayor afinidad por las historias íntimas con énfasis en expresión y carácter, en vez de dinosaurios, explosiones y soldados corriendo por la jungla. Por la razón que haya sido, hay mucho ruido y movimiento en Jurassic World, pero prácticamente nada de suspenso; las cosas ocurren en el orden esperado; escuchamos discursos sobre la arrogancia del hombre y el poder de la naturaleza; los dinosaurios rugen, los humanos gritan, y el público (al menos yo) lo percibe como una rutina coreografiada que no ofrece innovación alguna a lo largo de su convencional desarrollo.
A pesar de todo esto Jurassic World nunca aburre, sabe lucir a sus hermosos dinosaurios, y sin duda resultó más satisfactoria que las previas secuelas; incluso diría que es la mejor película sobre dinosaurios de la última década (cuando la competencia es Ice Age y Land of the Lost está difícil perder la carrera). Se me ocurre que Jurassic World me hubiera gustado más como genérica película de acción si nunca hubiera visto Jurassic Park, o si no hubiera tenido tanto impacto cuando la vi en 1993 (como punto de comparación, otras cintas exitosas de aquel año fueron Mrs. Doubtfire, The Fugitive y Cliffhanger, así que hagan cuentas). Si Frank Marshall y sus secuaces deciden realizar una quinta película (desde luego hay una escena que lo sugiere) la franquicia necesitará una buena dosis de imaginación y "manipulación genética" de la premisa. O, en su defecto, una visita de Godzilla. Quizás así tendría un poco más de personalidad.
Calificación: 7.5
IMDb
Wednesday, June 10, 2015
The DUFF
Síntomas: La estudiante Bianca Piper (Mae Whitman) sospecha que sus amigas la consideran una "D.U.F.F." (amiga fea y gorda), y entonces decide cambiar su imagen y actitud con ayuda de Wesley (Robbie Amell), su vecino y amigo de la infancia. Sin embargo la atractiva Madison (Bella Thorne) siente celos por verlos juntos tanto tiempo, y decide destruir a Bianca usando su considerable talento para el "cyber-bullying".
Diagnóstico: El otrora fértil terreno de la comedia juvenil ha estado bastante seco en años recientes, pero me alegra decir que The DUFF hizo que valiera la pena la espera, pues aunque no me atrevería a llamarla "un clásico" o "joya oculta", ciertamente conjuga el buen humor, mensaje positivo y simpáticos personajes que siempre distinguieron a las mejores obras de un género que, en años recientes (o quizás décadas), se vio corrompido por tediosa vulgaridad e intolerable incompetencia narrativa.
Para contrarrestar esa tendencia, The DUFF toma prestados conceptos y situaciones de muchas otras películas, pero no se siente como simple plagio o auto-indulgente "homenaje" gracias a su creativa premisa e interesante incorporación de la cultura digital a los clichés de antaño. En otras palabras, The DUFF se siente moderna en la superficie, pero clásica y universal en su fondo, lo cual forma una armoniosa combinación que yo no esperaba encontrar en una comedia juvenil de este siglo. Me alegra haberme equivocado.
La sinopsis que escribí arriba es un poco engañosa, pues sugiere una simple historia del típico "patito feo" que descubre su hermoso plumaje al final de las película. Sin duda hay algo de eso (¿como podría faltar el "montage" de la protagonista probándose ropa en el "mall"?), pero a fin de cuentas lo importante no es la transformación física de Bianca, sino la madurez emocional que alcanza cuando analiza críticamente las causas y consecuencias de ser una DUFF.
Aclaro que, en el papel principal, Mae Whitman no es de ninguna manera una DUFF, sino la mejor aproximación que podríamos esperar en una película de Hollywood. Quizás The DUFF parecería más honesta si el director Ari Sandel (¡ganador de un Óscar!) realmente hubiera elegido una actriz menos atractiva, pero bueno... tampoco hay que esperar milagros. Aún así la adorable personalidad de Bianca, su amorfo vestuario (80% overoles de mezclilla) y desordenado cabello bastan para aceptarla como "la fea" en su grupo de amigas, y Whitman contribuye sustancialmente con una excelente actuación repleta de detalles en su expresión y lenguaje corporal para complementar su apariencia física, al mismo tiempo que revela la humanidad de su personaje. En el papel de galán/vecino/mentor, Robbie Amell proyecta suficiente simpatía para sortear sus arbitrarios cambios de actitud, diseñados para inyectar drama y conflicto cuando lo requiere el argumento. Por su parte Bella Thorne es tan realista como la arrogante y celosa Madison que no estoy seguro si de verdad estará actuando...
Entonces, The DUFF retoma elementos y conceptos de obras tan variadas como Mean Girls, Ten Things I Hate About You, Clueless, Drive Me Crazy, y varias más que tal vez sería "spoiler" revelar. Pero no se siente como un pastiche, sino como la evolución lógica de la comedia juvenil cuyos temas de superación y autoestima siguen vigentes, aunque hoy en día se expresen a través de Twitter, Tumblr, ZikZak, Instagram, y 23Skidoo. Yo ya estoy demasiado viejo para interesarme en esas redes sociales (¿cuáles son reales y cuáles inventé?), pero me gustó descubrir que sigo siendo susceptible a una buena historia "coming of age" que hace reír, nos pone a pensar un poco y, sobre todo, renueva nuestra esperanza por el futuro del género. Tal vez no del género humano, pero sí del género de la comedia juvenil.
Calificación: 8.5
IMDb
Tuesday, June 9, 2015
Survivor
Síntomas: Kate Abbott (Milla Jovovich) trabaja como oficial de seguridad en la embajada norteamericana de Londres, y cuando niega la visa de un misterioso doctor se convierte en blanco de "El Relojero" (Pierce Brosnan), un experto asesino profesional que tiene sus propios planes con la organización terrorista que quiere eliminar a Kate.
Diagnóstico: Bajo la tutela de los Hermanos Wachowski, el director James McTeigue realizó la excelente V for Vendetta y la regular, pero muy entretenida, Ninja Assassin. Sin embargo ahora, trabajando por cuenta propia, su carrera dio varios pasos hacia atrás con la increíblemente inepta Survivor. Y lo peor es que tenía todos los ingredientes para un buen thriller... un sólido elenco, un tema interesante, y suficiente dinero para filmar en varios países y darle una atmósfera cosmopolita a la película. Lamentablemente todos esos atributos se desperdiciaron en una historia sin pies ni cabeza que no satisface las más básicas necesidades de un thriller contemporáneo. O tal vez fue mi culpa por esperar una cinta dinámica y estilizada de este director, apoyado por dos actores que han demostrado ampliamente su talento para el cine de acción. En vez de eso solo encontré un mal episodio de Covert Affairs (incluso siento que estoy insultándola; mis disculpas para los fans de esa serie televisiva).
Al principio me gustó que la trama de Survivor se enfoque en los procedimientos de seguridad de una embajada; no es un entorno muy visto, y cuenta con elevado potencial para generar intriga política que respalde la acción (aunque Homeland lo usó mucho mejor en su más reciente temporada). Sin embargo la lógica del libreto se derrumba casi de inmediato (ya no hablemos de credibilidad) cuando el asunto de la visa desata un atentado mayor cuyo único resultado es llamar la atención al plan de los terroristas. Y las cosas van de mal en peor cuando nos damos cuenta de que dicho plan no tiene mucho sentido, además de que podría impedirse fácilmente si la heroína no tomara decisiones tan absurdas mientras trata de resolver todo por sí sola. Por otro lado tenemos al "mejor asesino del mundo" con pésima puntería y la aptitud física de un plato de tapioca. No sé cuantas veces El Relojero tiene oportunidad de matar a Kate, sin lograrlo por las más pueriles razones. Y mejor ni hablar del "tenso" desenlace que se desarrolla en un inmenso evento público con un millón de asistentes, donde Kate no tiene dificultad alguna para encontrar de inmediato a los individuos que necesita para avanzar la historia.
También podemos olvidar el notable estilo visual que caracterizó las previas obras de McTeigue; Survivor nunca supera la apariencia de película televisiva, y aunque tiene algunos buenos efectos especiales (incluyendo un accidente aéreo al principio, realizado con modelos y maquetas prácticas, al estilo de la "vieja escuela"), no bastan para darle algún tipo de identidad estética o diseño memorable.
Tal vez Survivor no me hubiera decepcionado tanto si fuera producto de algún director anónimo o novato, haciendo su debut en una genérica cinta de acción directa a video casero (por otro lado, quizás no la hubiera visto así), pero con el nombre de McTeigue yo esperaba más... o al menos no tan poco.
En fin... supongo que ya habrá oportunidad de ver a Milla Jovovich en algún otro papel de acción más lucidor (probablemente dirigida por su esposo), y a Pierce Brosnan como el eficiente anti-héroe que tan bien ha interpretado en otras películas. Más suerte para la próxima, Sr. McTeigue. A pesar de este chasco persiste mi interés en sus futuros proyectos; solo espero que no haya extraviado el teléfono de los Wachowski.
Calificación: 5
IMDb
Saturday, June 6, 2015
Héctor y el Secreto de la Felicidad (Hector and the Search for Happiness)
Síntomas: Héctor (Simon Pegg) es un psiquiatra inglés con una vida tranquila y rutinaria, pero últimamente siente que no está ayudando a sus pacientes porque él mismo no sabe lo que es la felicidad. Entonces, ante la consternación de su novia Clara (Rosamund Pike), Héctor decide viajar por el mundo en busca del auténtico significado de la felicidad. Y, desde luego, la respuesta podría ser muy distinta a la que esperaba.
Diagnóstico: ¿Otra película del director de Town & Country y Hannah Montana: The Movie? ¡Claro! ¿Por qué no?
A pesar de esos funestos antecedentes fui a ver Héctor y el Secreto de la Felicidad, y me tranquiliza decir que no fue un desastre absoluto gracias al trabajo del actor Simon Pegg, quien logra inyectar un poco de honestidad y simpatía en esta blanda e idealizada versión masculina de Eat, Pray, Love.
No sé qué tan atractiva sea esa comparación, pero describe adecuadamente las buenas intenciones de la cinta y su inspirador mensaje... tan previsible y superficial como podemos imaginar. El viaje de Héctor por el mundo se reduce a tres locaciones: China, África y Los Ángeles. Las dos primeras sirven como exóticas excusas para darle perspectiva al confuso psiquiatra y crear "cómicas" situaciones de "pez fuera del agua"; y la última representa la culminación de un viaje emocional que ¡sorpresa! era justo lo que necesitaba este plano y reprimido protagonista.
Imagino que mi natural cinismo y desdeño por cualquier "lección de vida" artificial y pre-fabricada me hacen incompatible con la ideología de la cinta... sin embargo mi reacción negativa podría estar justificada por la irrealidad de las situaciones que nos presenta el director Peter Chelsom. Por más que Pegg trate de mantener centrado el eje emocional de Héctor y el Secreto de la Felicidad, el desarrollo de la historia me pareció tan simplista y empalagoso que cuesta trabajo tomarlo en serio como sincera herramienta de auto-ayuda... aunque tal vez a los productores y ejecutivos que supervisaron el proyecto les pareció muy profundo y significativo. Supongo que otras personas opinarán lo mismo, y tienen perfecto derecho a ello, pero no me cuento entre ellas.
Pasando a cosas un poco menos subjetivas, podría señalar la vistosa cinematografía de Kolja Brandt que da vida a esas remotas locaciones sin parecer (demasiado) un especial del Travel Channel. La dirección de Chelsom mantiene un buen balance entre el humor del viajero y su drama interno; no todas sus experiencias son agradables, pero siempre contribuyen al tema principal y nos muestran muy diversas interpretaciones de la "felicidad" en variados contextos (aunque yo la llamaría "alivio"). Y con un elenco que incluye a Rosamund Pike, Toni Collette, Christopher Plummer y Jean Reno, sabemos que los personajes secundarios tendrán suficiente talento para lograr que sus escenas sean al menos entretenidas.
A fin de cuentas cada espectador deberá decidir si Héctor y el Secreto de la Felicidad sirvió como guía espiritual, o si fue un inútil sermón totalmente ajeno a su realidad. Como película tiene varios aciertos, buenos actores e interesantes locaciones, pero no es muy graciosa como comedia ni emotiva como drama. Francamente he recibido mejores "lecciones de vida" con episodios de Futurama o Los Simpsons, y no tuve que gastar dos horas en el cine para aprender algo sobre mí, o sobre la naturaleza humana. Además me identifico más con Homero Simpson que con un adinerado psiquiatra inglés que no es feliz a pesar de su perfecta vida. Ah, los problemas de la gente bonita...
Calificación: 6
IMDb
Friday, June 5, 2015
La Persecución (Beyond the Reach)
Síntomas: El arrogante empresario John Madec (Michael Douglas) quiere cazar borregos cimarrones en el inclemente desierto de Nuevo México (¡suena como un deporte fascinante!), y contrata al joven Ben (Jeremy Irvine) como guía. Pero cuando un accidente los pone en conflicto, la cacería toma una dimensión más siniestra y mortal.
Diagnóstico: Probablemente La Persecución evocará recuerdos de cintas como The Edge, Surviving the Game, o cualquier otra que haya tomado prestado el concepto de la cacería humana, o "el juego más peligroso", como lo llamó Richard Connell en su célebre historia corta publicada en 1924. Dentro de ese estrecho sub-género La Persecución no es la peor ni la mejor, pues si bien ofrece buenas actuaciones, dinámica dirección e impresionantes escenarios naturales, terminó decepcionándome con un obtuso argumento que pierde credibilidad conforme se vuelven más absurdas las acciones de los personajes, hasta llegar a un final absolutamente forzado e inverosímil. O, mejor dicho, "finales", pues La Persecución es una de esas películas que no sabe cuando terminar, y necesita arrojarnos "twists" hasta el último momento en un esfuerzo por parecer más ingeniosa o trascender la simplicidad de una fórmula que no necesitaba tanta floritura para satisfacer al espectador. El resultado, desde luego, es exactamente lo opuesto.
Encabezando los elementos positivos tenemos al minimalista elenco: Michael Douglas básicamente interpreta a un Gordon Gecko más corrupto y desalmado, lo cual funciona para darle dimensión al personaje sin gastar demasiadas escenas estableciendo su villanía (la película dura apenas noventa minutos, así que tampoco hay mucho tiempo para profundizar en su psicología). Y debo decir que a los 70 años Douglas conserva la energía y fuego interno que le permiten abordar papeles físicos y demandantes como éste, que no todos los actores de su generación podrían enfrentar. El único que se me ocurre es Clint Eastwood, pero en estos días prefiere la silla del director.
Por su parte Jeremy Irvine recibe el beneficio de un personaje ligeramente más desarrollado, gracias al prólogo de la película y a los ocasionales "flashbacks" que revelan su pasado y motivación para sobrevivir. Su monótona actuación palidece un poco frente a la abrumadora presencia de Douglas, pero tiene suficiente carisma para enganchar a la audiencia y sostener su atención. Además, sospecho que una parte del público apreciará verlo sin camisa durante gran parte de la película.
También debo mencionar el asombroso Mercedes Benz G63 AMG 6x6 que conduce Madec; su diseño es imponente, como el hijo de un trailer y un Humvee, con tantas funciones y compartimientos que es lo más cercano que he visto a un Batimóvil en el mundo real... aunque no sé si Batman tendría una cafetera integrada a su vehículo. Probablemente prefiere inyectarse ampolletas de cafeína, o algo así.
En fin... regresando al tema, La Persecución consigue algunos buenos momentos de suspenso y nos deleita con espectacular cinematografía de impresionantes escenarios desérticos que realmente capturan el aislamiento y constante amenaza de ese incomprendido ecosistema. Los actores encajan bien en sus papeles y hacen lo posible por salvar la película de sus errores, pero los caprichos del libreto y su absurda conclusión me impiden recomendarla con particular entusiasmo... excepto como vistoso comercial de Mercedes Benz. En serio me impresionó el G63, aunque para el entorno urbano me quedo con mi Volkswagen.
Calificación: 7
IMDb - No más trailers; me rehúso a perpetuar su campaña para arruinar las películas revelando más de la cuenta.
Wednesday, June 3, 2015
Every Secret Thing
Síntomas: Dos niñas de once años fueron condenadas a presidio por matar un bebé. Y ahora, siete años después, Ronnie Fuller (Dakota Fanning) y Alice Manning (Danielle Macdonald) recobran su libertad e intentan reconstruir sus vidas. Pero al mismo tiempo desaparece una pequeña niña, y la Detective Nancy Porter (Elizabeth Banks), quien participó en la investigación original, sospecha que las jóvenes podrían estar nuevamente involucradas.
Diagnóstico: La directora Amy Berg es más conocida por documentales como Deliver Us From Evil y West of Memphis; quizás por eso su debut dramático, Every Secret Thing, se siente un poco seco e impersonal a pesar de su sórdido argumento y escabrosos temas. Aún así me pareció un notable thriller de sobria manufactura que ofrece buena atmósfera y excelentes actuaciones, algunas de las cuales están bastante distantes de las habituales rutinas de sus actores.
Desde antes de los créditos, el libreto de Nicole Holofcener (basado en una novela de Laura Lippman) ya nos propinó el primer golpe: dos adorables niñas con problemas emocionales (Eva Grace Kellner y Brynne Norquist) secuestran espontáneamente una bebé, que posteriormente aparece muerta. La novata policía Nancy Porter descubrió el cadáver, lo cual le valió un ascenso... y también provocó un fuerte trauma que opacó su posterior carrera policiaca. Por eso despiertan sus sospechas cuando la desaparición de una pequeña niña (con características similares a la primera víctima) coincide con la liberación de Ronnie y Alice, ahora adolescentes. Y así comienza la torcida investigación que, desde luego, revelará dolorosos secretos del pasado, sorpresivos cambios de perspectiva, y la clásica "disfunción de pueblo pequeño" que tanto le gusta explorar a los cineastas modernos (y también a los antiguos, ahora que lo pienso).
Como dije, la cadena de causas y consecuencias en Every Secret Thing es bastante interesante, pero faltó la energía y expresividad que la hubieran hecho realmente trascendente. Tal vez la directora quiso evitar a toda costa que su reservado thriller/estudio de carácter se convirtiera accidentalmente en una amarillista película televisiva de Lifetime o Hallmark, y por eso cuidó mucho el nivel de las emociones y el volumen del drama, lo cual en verdad aprecio... sin embargo es posible que haya frenado un poco el ímpetu de los actores, con el resultado de una película sólida y entretenida, pero no muy memorable.
En cuanto a los actores, Elizabeth Banks nos ofrece un raro papel serio que una vez más demuestra su excelente desempeño en terreno ajeno a la comedia. Diane Lane se divierte con una veleidosa interpretación llena de amenaza, muy distinta de sus usuales roles como víctima o esposa comprensiva. Dakota Fanning, por su parte, está bien habituada a estos solemnes y torturados personajes, pero no por ello merece menos atención; y Danielle Macdonald es la revelación de la película como la ambigua Alice, en igual medida trágica y optimista... aunque con una cierta crueldad que asoma en los momentos más inesperados (¿o tal vez así de volátiles son las amistades "normales" entre chicas adolescentes? Espero sinceramente que no).
Tal vez con un guión más aventurado y un director (o directora) menos tímido, Every Secret Thing hubiera sido un populista melodrama de alto perfil, al estilo de Gone Girl o Stoker (guardando proporciones, desde luego). Pero en su estado actual es una competente cinta "indie" que prefirió la moderación narrativa por encima del impacto emocional; respeto la decisión y me gustó en muchos niveles, aunque no alcanzó el potencial que sugería su perturbadora historia. Confío en que la directora Amy Berg encontrará en su siguiente proyecto el balance adecuado entre su instinto analítico y la pasión necesaria para darle vida al material. Siempre y cuando no termine en territorio de Nicholas Sparks...
Calificación: 8
IMDb - Trailer
Tuesday, June 2, 2015
Time Lapse
Síntomas: El pintor frustrado Finn (Matt O'Leary), su novia Callie (Danielle Panabaker), y su amigo Jasper (George Finn) administran una modesta unidad habitacional. Un día, mientras revisan el departamento de un inquilino desaparecido, encuentran una extraño aparato que toma fotografías del futuro... y deciden usarlo para mejorar sus vidas. Sin embargo las cosas no salen cono esperaban cuando intentan manipular el destino.
Diagnóstico: Time Lapse empieza con una fascinante premisa repleta de potencial, y termina con un "twist" ingenioso e inesperado... pero los ochenta minutos que transcurren entre ambos puntos están llenos de exasperantes inconsistencias, casualidades inverosímiles y personajes estúpidos que no se detienen a pensar por un segundo las consecuencias de sus actos. Es posible que el director y co-guionista Bradley King quisiera hacer un comentario sobre el egoísmo e ignorancia de la "generación milenial", víctima de una problemática economía y superficial entorno cultural... pero siento que sería darle demasiado crédito. Más bien parece que su libreto partió de una buena idea que no supo desarrollar adecuadamente, y terminó añadiendo relleno y excusas para incrementar el drama de manera artificial (y no muy creíble), de paso dejando sin respuesta todos los misterios que hubiera sido mucho más interesante explorar, en vez de desviar la atención hacia un rutinario triángulo romántico aderezado por un poco de intriga criminal y vagos conceptos de ciencia ficción.
Aún así admito que Time Lapse mantuvo mi atención durante la mayor parte del tiempo y, por mucho que me hizo girar los ojos, no me pareció aburrida ni previsible... aunque al poco tiempo me di cuenta de que los personajes tomarían invariablemente las peores decisiones posibles, lo cual facilita adivinar hacia dónde se dirigen muchas escenas.
Los actores son adecuados para este tipo de "B-Movie"; Matt O'Leary interpreta al pintor sensato que quiere proceder con cautela ante la enormidad del descubrimiento que hicieron. George Finn realiza un buen trabajo provocando nuestra aversión con su ambicioso e impulsivo personaje; y Danielle Panabaker mantiene el balance entre ambos extremos, mostrando a veces mayor sentido común que sus "roomates", y a veces peor codicia. Los tres mantienen buena química y resulta fácil aceptar su amistad, así como las grietas que la avaricia forma gradualmente en su relación.
Sin embargo, no puedo dejar de pensar en todo lo que pudo lograr Time Lapse. Además de las esperadas paradojas y acertijos lógicos que incita esta variación del viaje en el tiempo, hay muchas incógnitas sobre el origen del aparato, su misterioso inventor, y las demás personas que podrían estar enteradas del inusual experimento. Desafortunadamente todos estos elementos se manejan como detalles sin importancia que sin duda crean atmósfera, pero quedan olvidados a favor del más barato melodrama de los amigos en discordia.
Podría recomendar Time Lapse a otros fanáticos de las películas sobre viaje en el tiempo (como yo), acostumbrados a disculpar múltiples problemas narrativos a cambio del delicioso "nudo cerebral" que provocan este tipo de historias... incluso si no lograron cumplir expectativas. Desde luego hay mejores cintas sobre el tema (y también recuerdo episodios de The Twilight Zone y The X-Files acerca de cámaras con similares propiedades), pero su escasez en el cine de ciencia ficción independiente le da un poco más de valor a Time Lapse y justifica el tiempo que invertí en verla... aunque hubiera sido útil un "quantum leap" que me llevara del principio al final sin pasar por la irritante parte intermedia. Si tan sólo este botón de "Fast Forward" fuera más literal...
Calificación: 7
IMDb - Trailer (Para variar revela demasiado)
Monday, June 1, 2015
El Juicio de Viviane Amsalem (Gett)
Síntomas: En la moderna sociedad de Israel, Viviane Amsalem (Ronit Elkabetz) quiere separarse de su esposo Elisha (Simon Abkarian), pero él no lo acepta. Y así empieza un juicio para determinar si el gobierno puede o no autorizar el divorcio.
Diagnóstico: Los individuos e instituciones que promueven los derechos de la mujer realizan una gran labor, pero a veces una simple película como El Juicio de Viviane Amsalem consigue mostrarnos de manera mucho más contundente y memorable lo mucho que aún falta por hacer, sobre todo en regiones del mundo donde las reglas no han cambiado lo suficiente a lo largo de los siglos. Y el hecho de que la cinta consiga esto sin amarillismo ni pesados sermones refleja el talento e inteligencia de los directores Ronit Elkabetz (también la actriz principal) y su hermano Shlomi.
Habiendo dicho eso debo advertir que, a pesar de su noble y universal mensaje, El Juicio de Viviane Amsalem es una película difícil, cuya minimalista estructura y pausado ritmo podría terminar aburriendo incluso a los espectadores que simpatizan con la ideología de la cinta.
La historia se desarrolla exclusivamente dentro de las austeras oficinas de un juzgado en Israel, donde tres sabios rabinos juzgan y dictaminan disputas civiles. En esta ocasión el abogado Carmel Ben Tovim (interpretado por Menashe Noy) solicita la disolución del matrimonio entre Viviane y Elisha, quien aparentemente ha sido un esposo modelo a lo largo de los años. Sin embargo Viviane no tiene derecho a separarse en ausencia de causas concretas (como abuso, adulterio, etc.), y queda a voluntad del marido conceder el divorcio, aún si su esposa lleva años sufriendo un matrimonio infeliz e incompatible. En otras palabras, Viviane es prácticamente una esclava sin derechos ni control sobre su destino.
Y en esto consiste básicamente la película entera. Los meses del juicio se extienden a años mientras ambos lados del conflicto presentan testigos, exponen razones y tratan de convencer a los jueces. Obviamente el proceso es más difícil para Viviane, pues su felicidad y su deseo de libertad marital no parecen ser factores relevantes en los dictámenes legales; la ley está siempre del lado del esposo, mientras que los jueces (todos hombres, desde luego) ni siquiera comprenden la motivación de la mujer. Hasta los testigos convocados por su abogado tienen dificultades para justificar un divorcio cuando ninguno de los motivos "normales" está presente. ¿Por qué Viviane no se queda callada y acepta su papel de esposa devota? Y lo más interesante es que nada de esto proviene de malicia intencional, sino de la combinación de cultura patriarcal con leyes y tradiciones de muy lenta evolución.
El trabajo de los actores es excelente, empleando un reparto de famosos actores israelís que para mi fueron perfectos desconocidos, lo cual hizo más realistas las actuaciones y más fácil asimilar sus personajes como auténticos individuos con interpretaciones muy particulares sobre justicia y espiritualidad.
Aparentemente El Juicio de Viviane Amsalem es la tercera parte de una trilogía, pero creo que no hace falta conocer las obras previas para reconocer los notables aciertos de esta película y apreciar su gran valor cultural e ideológico. Y si de vez en cuando se siente un poco lenta y monótona, podría servir para que el espectador experimente en carne propia una pequeñísima fracción de la frustración de Viviane, haciendo más inmediata la injusticia del sistema que controla su vida. Pero, como quieran tomarla, amerita una recomendación tan solo por sus actuaciones y austera dirección, que no requiere los adornos tradicionales del drama legal para capturar nuestra atención y ponernos a pensar. A pensar en la bendición de la soltería.
Calificación: 8.5
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