Wednesday, December 31, 2014
Ragnarok
Síntomas: El visionario arqueólogo noruego Sigurd Svendsen (Pål Sverre Hagen) tiene una audaz teoría sobre el origen del mito nórdico de Ragnarok (el fin del mundo), y para demostrarla viaja a una remota región conocida como "el ojo de Odín". Sin embargo la expedición se convierte en una lucha por la supervivencia cuando descubren algo que ahuyentó de ahí a los vikingos hace mil años.
Diagnóstico: Noruega nos dio una lección sobre zombies con la genial Dead Snow 2, y ahora nos sorprende con una notable "creature feature" en la forma de Ragnarok, cuya elemental estructura se compensa con eficiente dirección, excelentes efectos especiales y un conciso libreto que destila los clásicos elementos del cine de monstruos en una confección dinámica y moderna, pero sin perder el terror y suspenso de antaño.
Sin embargo, esto no significa que Ragnarok sea un espectáculo digital de principio a fin, lo cual podría decepcionar a los espectadores acostumbrados a los excesos del cine hollywoodense (como yo). Por el contrario, el enfoque "moderno" de Ragnarok implica una frustrante austeridad estilística y narrativa, manteniendo un ritmo vertiginoso que en ocasiones aniquila la emoción de sus más importantes momentos, y eventualmente nos lleva a un final tan simple y apresurado que me dejó con ganas de tener otros quince o veinte minutos para explorar con mayor detalle el comportamiento del monstruo, las ingeniosas soluciones de los personajes ante situaciones desesperadas, y la dinámica que se forja entre ellos a lo largo de la aventura. Esta brevedad fue decepcionante, pero supongo que encaja bien en la sobria sensibilidad europea de la película, la cual está salpicada con un poco de humor boreal ("¿Podremos nadar? - ¡Claro! ¡La temperatura está por encima de cero!") y una refrescante actitud que podríamos llamar "incorrección política" o simplemente un estilo de vida más relajado, lo cual explicaría por qué el arqueólogo considera perfectamente normal llevar a sus hijos pre-adolescentes en una expedición de incierto resultado y alto riesgo. También me gustó la inesperada reversión de roles representada por la hábil guía Elisabeth (interpretada por Sofia Helin), quien afronta con admirable ecuanimidad los más grandes peligros y debe salvar una y otra vez las vidas de los "nerds" arqueólogos. No quiero mencionar la palabra "Ripley" porque no aplica exactamente (en parte por la corta duración de la película y por la superficialidad del personaje) pero en diferentes circunstancias Elisabeth tendría el potencial de merecer tal comparación.
En cuanto a la criatura, esta muy bien diseñada (según las leyendas nórdicas) y utilizada con suficiente mesura para preservar el misterio y sorprendernos con sus cortas apariciones.
Pero, repitiendo lo antes dicho, Ragnarok termina cuando apenas empieza lo bueno, y aunque me gustó su sabor regional y asimilación noruega de la "creature feature", siento que le faltó más ambición y empuje para volverse auténticamente memorable, como ocurrió (en mi humilde opinión) en obras como The Host o Sector 7, ambas copias de los esquemas norteamericanos, pero rebosantes de energía y personalidad propia. Aunque, claro, sin el beneficio de nombres tan maravillosos como Brage, Sigurd y Ragnhild. En eso nadie les gana a los noruegos.
Calificación: 7.5
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Mensaje de respetuoso contenido
Interrumpo brevemente sus variadas e inclusivas celebraciones del período actual que corresponda a su particular calendario, para felicitarlos y transmitir mis mejores deseos en la forma que mejor se ajuste a sus creencias personales y doctrina secular o no secular, o ausencia de la misma. Reciban un abrazo, o apretón de mano, o palmadita en la espalda, o saludo vulcano, según sea apropiado para su entorno y grado de familiaridad; y que tengan un año nuevo o revolución orbital alrededor del Sol y/o entidad astronómica de su preferencia lleno de salud y éxito, cualquiera que sea la forma como definan tales conceptos.
¡Felices felicidades!
Tuesday, December 30, 2014
The Device
Síntomas: Tras el fallecimiento de su madre, las hermanas Rebecca (Kate Alden) y Abby (Angela DiMarco) deciden pasar unos días en la casa de campo de su familia, recordando los viejos tiempos y renovando su relación, pues no se habían visto en mucho tiempo. Pero cuando regresan a la ciudad Abby empieza a experimentar perturbadoras pesadillas y visiones que podrían estar relacionada con una misteriosa esfera negra que encontraron en el bosque.
Diagnóstico: Tenía esperanzas de que The Device fuera una de esas películas independientes de ciencia ficción enfocadas en grandes ideas y provocativos conceptos. Y en cierto modo así fue, pero su mediocre libreto y pobres actuaciones impidieron que alcanzara el impacto de obras recientes como Coherence o The Signal.
El argumento da demasiadas vueltas y tiende a desperdiciar la atención del espectador antes de definir su objetivo real. El aparato mencionado en el título resulta ser un "mcguffin" prácticamente inservible cuando se revela que el punto de la historia son las experiencias de "secuestro extraterrestre" que han sufrido las hermanas Rebecca y Abby. Aunque, para ser justos, debo admitir que The Device es una de las películas más sobrias y objetivas que he visto sobre ese controversial tema... desafortunadamente esa honesta intención no significa que sea una buena película.
Por ejemplo, hay una larga escena donde Rebecca (Kate Alden) describe una experiencia que tuvo hace muchos años, cuando encontró un OVNI en compañía de su novio. En una película normal esto hubiera iniciado un "flashback" repleto de efectos especiales y trucos de edición para hacer más dramático el recuerdo. En The Device, el director Jeremy Berg (responsable por la mediocre The Invoking) mantiene la cámara fija en el rostro de la actriz durante casi diez minutos, y deja que su actuación se encargue de transmitir el terror y emociones del evento. Sin duda fue una estrategia audaz, y es exactamente lo que yo esperaba de una película "indie". Sin embargo, para que dicha estrategia funcione, necesita un libreto muy bien escrito y actores con el talento necesario para enfrentar escenas tan difíciles. The Device no cuenta con esos recursos, y como consecuencia se siente lenta y difusa, con un amplio margen entre lo que intentó y lo que logró. Y ni siquiera he mencionado a Calvin, el esposo de Abby, interpretado por David S. Hogan, cuya horrible actuación arruina todos los intentos de drama doméstico que buscan sazonar la narrativa y hacerla más "realista".
Sin embargo, como dije, aprecio mucho que el director se atreviera a explorar el lado humano del "secuestro extraterrestre" (difícil de aceptar como fenómeno real, aunque no quiero descartarlo por completo) sin apoyarse en clichés de terror o incongruente acción para hacerlo más atractivo y comercial, como hicieron las cintas Alien Abduction y Extraterrestrial.
Entonces: mala película, noble propósito. Solo podría recomendar The Device para estudiosos del tema y devotos de las investigaciones de Budd Hopkins o John E. Mack, pues solo ellos podrían reconocer y separar lo malo de lo bueno con mayor facilidad. Pero quien prefiera ver buena ciencia ficción independiente o aliens más tradicionales, probablemente encontrará mejores resultados en cintas como Space Station 76 o Honeymoon. A menos que sus implantes extraterrestres interfieran con la recepción de Netflix.
Calificación: 6
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Monday, December 29, 2014
I Origins
Síntomas: El científico Ian Gray (Michael Pitt) está obsesionado con la biología del ojo y el enigma de su origen genético, para lo cual está realizando un ambicioso estudio que no solo respondería muchas incógnitas evolutivas, sino que además serviría como argumento para desacreditar a quienes usan la existencia del ojo humano como prueba de "diseño inteligente". Pero antes de completar esa complicada investigación, Ian tiene que enamorarse una o dos veces para darle resonancia emocional a la historia.
Diagnóstico: Hace un par de años Another Earth me sorprendió mucho y se convirtió en una de mis películas favoritas de ciencia ficción. Por eso tenía elevadas expectativas sobre I Origins, la nueva obra de Mike Cahill; y si bien este joven director encontró otra fascinante premisa para construir un impresionante misterio científico, esta vez la experiencia no me pareció tan completa y satisfactoria por culpa de las arbitrarias actitudes de los protagonistas, y por el pobre balance que existe entre los elementos de ciencia ficción y los estorbosos interludios románticos, demasiado previsibles y sobrecargados de hueco sentimentalismo.
Sin embargo entiendo el razonamiento del director; probablemente temía aburrir al público con secas discusiones sobre ciencia y espiritualidad, y decidió integrarlas a un contexto intensamente emocional, donde la cruzada científica del protagonista no obedece únicamente a su curiosidad, sino a la búsqueda de un amor perdido. Lo entiendo, pero no me pareció una estrategia particularmente apropiada, debido a los bruscos giros y arbitrarios eventos que deben ocurrir en la primera mitad de la película para darle sentido a la segunda mitad, cuando realmente explota la imaginación de la historia.
A pesar de ello, esa segunda mitad de I Origins tiene mucho que ofrecer en el terreno conceptual, y casi compensa las torpes maniobras del inicio con la adición de interesantes ideas e intrigantes hipótesis sobre temas que rebasan la lógica científica tradicional. De hecho, I Origins podría servir como punto de partida para varias secuelas (quizás en forma de comics o cuentos cortos) donde se podría explorar a profundidad el vasto tapiz de posibilidades sugerido por la cinta (sobre todo por esa escena al final de los créditos). Claro, dudo mucho que estas imaginarias secuelas se vuelvan realidad, pero lo estoy proponiendo con el fin de transmitir la magnitud conceptual de I Origins, y el beneficio que representaría retomar la historia en algún momento del futuro, sin necesidad de repetir el torpe planteamiento inicial que casi me hizo apagar la televisión antes de que empezara la bueno.
En lo que respecta a los actores, todos realizan un buen trabajo y encarnan correctamente a sus personajes, aunque no siempre los respalde el libreto. Hablando de lo cual, Brit Marling colabora de nuevo con Mike Cahill, pero solo en su faceta de actriz (lo cual no es nada despreciable). Pero si también hubiera ayudado con el guión tal vez encontraríamos la misma alquimia narrativa de Another Earth; lamentablemente no fue el caso; mala suerte. De cualquier modo, volviendo a la realidad, puedo recomendar I Origins por lo mucho que tiene que decir, incluso si no me gustó su manera de expresarlo. Además, quizás cometí el error de esperar una obra de ciencia ficción tradicional, pues esa clasificación genera expectativas no siempre compatibles con la intención del director. Entonces, sería más correcto decir que I Origins es una sólida muestra de "especulación científica" (parafraseando a Harlan Ellison) de sencilla manufactura pero considerable ambición, lo cual basta para sobresalir en un género viciado por excesivos efectos especiales y refritos de conceptos añejos. Hace falta talento para trascender esos esquemas, y creo que Mike Cahill lo logró con ayuda de su potente visión artística (ahem); lástima que haya enganchado su creatividad a una trama romántica aún menos creíble que los ideales científicos que propone.
Calificación: 8
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Friday, December 26, 2014
La Entrega (The Drop)
Síntomas: El taciturno Bob Saginowski (Tom Hardy) trabaja en un bar de Brooklyn que la mafia chechena usa ocasionalmente como depósito de dinero ilegal. Un día el bar es asaltado por un par de ladrones, y entonces Bob y su jefe Marv (James Gandolfini) se encuentran bajo inmensa presión por recuperar el dinero, pues de otro modo el volátil mafioso Chovka (Michael Aronov) los considerará responsables del robo. Y, por si eso fuera poco, Bob debe enfrentar también la responsabilidad de cuidar por primera vez a un perrito que rescató de un basurero.
Diagnóstico: En años recientes se han producido tantos thrillers criminales “realistas” que tienden a confundirse en mi memoria (algunos ejemplos: A Walk Among the Tombstones, Four Brothers, Prisoners, The November Man, Dead Man Down, Safe House, The Town, Homefront, Killing Them Sofly, The Mechanic, Takers, The Last Stand, Bullet to the Head, Contraband, etc.) Podría ser porque todos se parecen, o porque mi memoria tiene la consistencia de un pan mojado. Como sea, estimo que en un par de meses la nueva película La Entrega se incorporará a mis difusos recuerdos de rudos mafiosos, estoicos asesinos semi-retirados, y policías corruptos con espesos acentos de Boston, Chicago o Nueva York. Pero mientras eso ocurre, quedé bastante impresionado por el astuto libreto de La Entrega, por sus intensas actuaciones y, sobre todo, por la opresiva atmósfera de un bajo mundo criminal carente de honor o glamour, donde nadie sabe exactamente para quién trabaja y nadie es por completo inocente (con la posible excepción del perrito Rocco - SPOILER: Rocco sobrevive).
Escrita por el novelista Dennis Lehane y basada en su cuento corto "Animal Rescue", La Entrega enfoca su atención en la dinámica de un barrio neoyorquino cuyos habitantes ocupan distintos niveles de intersección con el crimen organizado, ya sea tolerando su influencia en la vida cotidiana; sumergiéndose en él para ganar dinero fácil; o, en el caso del protagonista, manteniéndose al margen y evitando errores fatales, lo cual incluye contrariar a algún mafioso ruso (perdón, checheno) o enamorarse de la chica equivocada.
Los puntos básicos de la historia son bastante comunes (ambición, lealtad, traición), pero lo interesante está en el detalle de las actuaciones, en la textura de los personajes y la naturalidad de sus experiencias. En otras palabras, por mucho que se compliquen los planes y se eleve el suspenso, el foco de la película permanece en las personas.
¡Y qué buena selección de personas! Tom Hardy confirma su talento para interpretar al clásico "rudo-sensible" con inusual profundidad e intuitivo control de sus emociones (Ben Affleck apenas podría soñar con el rico repertorio expresivo de Hardy). James Gandolfini, en su última actuación, nos presenta una versión madura y derrotada del ex-mafioso que alguna vez estuvo en la cima... hasta que llegó una generación más agresiva y sin el honor de "la vieja escuela". Noomi Rapace no encaja por completo en el papel de mesera de Brooklyn pero su actuación es excelente, fuerte o vulnerable según lo requiera la escena, y sin sacrificar la consistencia del personaje. El elenco secundario es igualmente competente, y la dirección de Michaël R. Roskam conduce con precisión la narrativa sin perder energía ni espontaneidad.
Como dije, no espero recordar La Entrega durante mucho tiempo, pero me gustó bastante y amerita recomendarse como uno de los mejores thrillers criminales de este año, bien escrito y elegantemente ejecutado. Por otro lado no me pareció indispensable verla en el cine, y es probable que la gente terminará descubriéndola en unos meses cuando llegue a video casero, lo cual no tiene nada de malo, pues la ausencia de escenas de acción podría aburrir a algunos en la pantalla grande, mientras que la intimidad y cercanía de la televisión parecen más apropiadas para lucir el fino drama de esta historia, simple en su forma pero compleja en las corrientes emocionales que fluyen bajo la superficie. Y para apreciar el talento de un actor con el potencial de revolucionar el thriller moderno: Rocco.
Calificación: 9
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Wednesday, December 24, 2014
The Guest
Síntomas: El ex-soldado David Collins (Dan Stevens) regresa a los Estados Unidos para visitar a la familia de un buen amigo recientemente fallecido en combate. Los Peterson reciben a David con los brazos abiertos y le dan hospedaje, deseosos de escuchar historias sobre el hijo que perdieron. Sin embargo con el paso de los días David empieza a actuar erráticamente, y solo la joven Anna (Maika Monroe) sospecha que sus intenciones no son tan buenas como parecían.
Diagnóstico: A pesar de los buenos comentarios que recibió The Guest no tenía mucho interés en verla, pues su argumento parecía una variación del trillado sub-género de "invasión doméstica" que nunca me ha gustado por su monotonía y falta de originalidad. Y, en efecto, The Guest comienza con elementos similares a esa fórmula, pero afortunadamente se desvía para incursionar en territorios menos previsibles y más interesantes, culminando en un relato tenso y violento, no siempre creíble, pero muy entretenido que nos mantiene a la expectativa hasta al último cuadro de la película.
Además, el director Adam Wingard (más conocido por You're Next y sus participaciones en las antologías V/H/S) añade un atractivo estilo "retro" a la película, particularmente en lo que respecta a la banda sonora creada por Steve Moore, cuya combinación de ritmos electrónicos y "synth-pop" me recordó la música de la película Drive... o aquellas memorables composiciones de Tangerine Drean en los ochentas. Cierto, a veces la música resalta demasiado y se arriesga a "sacarnos" de la película, pero al mismo tiempo refuerza su atmósfera ligeramente surrealista, y nos ayuda a tolerar algunos de los más inverosímiles giros del libreto.
Esa sería mi queja principal sobre The Guest; algunos momentos importantes se sienten demasiado convenientes, como la extrema facilidad con la que David se introduce a la familia Peterson, y la ausencia de consecuencias para algunos de sus desplantes psicóticos. Y tampoco tragué del todo una tardía revelación que prácticamente redefine la cinta y cambia su género. Pero, bueno, la dirección de Wingard y el ingenioso libreto de Simon Barrett exudan suficiente confianza y energía para arrastrarnos en la inexorable narrativa de The Guest, y nos ayudan a ignorar sus ocasionales caprichos e inconsistencias melodramáticas.
También ayuda mucho la enigmática actuación de Dan Stevens como el inestable David, cuya aparente ecuanimidad oculta desde luego una personalidad volátil e impredecible, cultivando constante suspenso con un mínimo de esfuerzo histriónico. En otras palabras, la fuerza de su actuación reside en los pequeños gestos y detalles que revelan un personaje carismático y psicológicamente complejo, que casi justifica las incongruentes reacciones del resto del elenco.
Quizás The Guest no me pareció tan extraordinaria como muchas personas afirman, pero aún así puedo recomendarla como un audaz híbrido de géneros y estilos que nunca toma el camino fácil, lo cual basta para distinguirla de los menos ambiciosos e imaginativos thrillers modernos dedicados a la repetición en vez de la innovación. Y desde luego The Guest guarda interés adicional para fans de Downton Abbey que quieran ver en qué anda Matthew Crawley por estos días. La intriga es igual que antes, pero con más balaceras y explosiones; aunque dudo que la Condesa de Grantham aprobaría sus actividades.
Calificación: 8.5
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Tuesday, December 23, 2014
Miss Meadows
Síntomas: La Srita. Meadows es una recatada maestra de escuela con una perspectiva del mundo decente y honesta, aunque un poco anticuada. Esto a veces choca con la cruda y violenta sociedad contemporánea, pero no hay problema... para eso la Srita. Meadows carga una pistola en su bolsa.
Diagnóstico: La publicidad de Miss Meadows sugería una típica película de venganza femenina, al estilo del cine de explotación de los setentas, pero la realidad resultó menos violenta y más... ¿artística? No estoy seguro. En vez de emular obras como Ms. 45 o Thriller: A Cruel Picture, Miss Meadows guarda más parecido temático y estilístico con Heathers, compartiendo una idealizada estética de cuento de hadas suburbano, con situaciones y personajes intencionalmente exagerados para trascender la realidad y escapar la rígida lógica de un thriller criminal. Desde los primeros segundos la directora Karen Leigh Hopkins establece esta estilizada atmósfera, presentándonos a la Srita Meadows como una inocente niña-mujer con ropa evocativa de los años cincuentas, bailando tap mientras camina por la calle y platica con las ardillas, aves y venados que la acompañan. Inicialmente fue difícil tragar esa afectación, pero Katie Holmes conjura una actuación con suficiente intensidad y convicción para tomar en serio el bizarro melodrama de una mujer justiciera cuya dudosa estabilidad mental no empaña sus puras intenciones (conviene aclarar en este punto que la comparación con Heathers está limitada al estilo visual y tono narrativo, pero no a la calidad general de la película).
La reciente cinta God Bless America, de Bobcat Goldthwait, nos ofreció una visión más cínica y extrema del "vigilante suburbano", cumpliendo vicariamente las fantasías de justicia y venganza que muchas personas sin duda albergan. Miss Meadows recorre un camino similar, pero se enfoca más en la torcida psicología de la protagonista, dejando los asesinatos como detalles periféricos que son necesarios para la historia, pero sin explotar la violencia como simple espectáculo sangriento. Esta actitud reduce el impacto visceral de la cinta, pero incrementa el suspenso y re-dirije nuestra atención a la frecuente contradicción entre "ley" y "justicia": ¿qué es mejor para la sociedad: limitarse a castigar culpables, o prevenir sus crímenes por métodos más "pro-activos"?
Nada de esto es nuevo en el cine de vigilantes, pero Miss Meadows lo complementa con buenas actuaciones y un sólido respaldo emocional, omitiendo excesivas explicaciones para que el espectador saque sus propias conclusiones sobre las acciones de la Srita. Meadows. Me gustan las películas de moralidad ambigua que retan nuestra conciencia y rechazan las respuestas fáciles; y aunque Miss Meadows no sea la mejor en esa categoría, sin duda maneja su premisa con aplomo suficiente para darle una modesta recomendación, advirtiendo de nuevo que no es un sangriento relato de explotación, sino una peculiar fábula semi-romántica sobre crimen, locura y redención. Y, con suerte, marcará el regreso de Katie Holmes al cine; su notoria vida personal opacó durante mucho tiempo su talento, y ojalá tengamos oportunidad de disfrutarlo en proyectos interesantes que la aprovechen como actriz, y no solo como celebridad. Dejen eso para Lindsay Lohan.
Calificación: 7
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Monday, December 22, 2014
Sn. Vincent (St. Vincent)
Síntomas: Un perverso anciano llamado Vincent (Bill Murray) y su novia, una prostituta rusa llamada Daka (Naomi Watts), corrompen al niño Oliver (Jaeden Lieberher), incitándolo al juego y la violencia... con trágicos resultados.
Diagnóstico: No, solo estoy bromeando. Los resultados no son "trágicos" sino graciosos y conmovedores. Y el anciano Vincent no es "perverso", sino simplemente refunfuñón y un poco amargado. Pero cuando acepta cuidar en las tardes al hijo de su vecina Maggie (Melissa McCarthy), empieza a forjarse una curiosa amistad entre el niño y el viejo, y desde luego terminarán aprendiendo muchas cosas uno del otro. Incluso, ¿quién sabe?, podrían ayudarse mutuamente para resolver algunos traumas psicológicos de sus respectivos pasados.
Pero lo de la prostituta sí fue verdad.
En cierto modo esperaba más de Sn. Vincent (traducción del título original al mismo tiempo precisa e incómoda). Esa premisa de "viejito enojón que se encariña con un niño" es tan trillada que parecería imposible tomarla en serio para una película realizada en este siglo (a menos que fuera para el canal de televisión Hallmark o ABC Family - iba a escribir "Disney", pero creo que ni siquiera ellos serían tan ñoños)(Vaya, el spellcheck reconoció la palabra "ñoños", así que no me siento tan culpable por usarla). ¿En qué estaba? Ah, sí. La pareja dispareja de niño y viejito suena cursi y anticuada, y mientras veía Sn. Vincent esperaba algún evento o revelación sorpresiva que la haría única o especial en alguna manera... pero nunca llegó ese momento. Y afortundadamente no lo necesita. Sn. Vincent funciona muy bien dentro de su modesta ambición, gracias al genial elenco reunido por el director Theodore Melfi (haciendo su debut en largometrajes).
Bill Murray podría interpretar hasta dormido el papel de viejito amargado, pero eso no significa que su actuación sea simple o desinteresada. Por el contrario, su característico cinismo se ve enriquecido por arteras dosis de compasión y benevolencia disfrazadas bajo su mal humor y cuestionables decisiones. Cierto, el personaje es un cliché, pero Murray le da vida e identidad sin parecer que está copiando algún rol previo. Melissa McCarthy tiene poco que hacer como la abrumada madre recién divorciada, pero lo hace muy bien, representando de manera realista el difícil balance entre vida doméstica y su exigente trabajo como enfermera. El niño Jaeden Lieberher interpreta a Oliver como típico niño precoz, más maduro que muchos de los adultos que lo rodean, pero sin perder la inocencia infantil ni volverse antipático. Por su parte, Naomi Watts tiene talento de sobra para enfrentar los vaivenes de su papel como prostituta europea, el cual varía entre drama y elemental "comic relief"; mi única queja es que su acento se siente forzado, como si estuviera en Saturday Night Live. Sin embargo, mi actuación favorita fue la de Chris O'Dowd como maestro en la escuela multi-cultural a la que asiste Oliver; sería un papel corto y olvidable si no fuera por el humor y calidez que el actor imprime en su interpretación. Y, en un nivel más personal, me recordó los profesores maristas que tuve en mi niñez y adolescencia.
Entonces, Sn. Vincent no guarda muchas sorpresas ni busca innovar; simplemente supo aprovechar su elenco y su bien conocida fórmula, evocando emociones honestas por medio de una narrativa madura y mesurada. Todo esto justifica una recomendación como antídoto contra las películas prefabricadas y empalagosas que se estrenan normalmente durante las fiestas de fin de año. Bill Murray es un perfecto "grinch", y Sn. Vincent fue el vehículo ideal para combinar misantropía con genuina emoción, culminando en un final conmovedor no se siente cursi, sino justificado y satisfactorio. Raro regalo de Navidad que no me dieron ganas de devolver.
Calificación: 9
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Saturday, December 20, 2014
Cuernos (Horns)
Síntomas: Ignatius Perrish (Daniel Radcliffe) es el principal sospechoso en el asesinato de su novia Merrin (Juno Temple), y aunque él asegura ser inocente, el pueblo entero está convencido de su culpabilidad. Sin embargo ese problema deberá esperar, pues un día Ignatius descubre que le están creciendo cuernos en la cabeza. Y lo peor (¿o mejor?) es que al mismo tiempo adquiere el extraño poder de conocer los secretos ajenos, lo cual desde luego podría ser de gran utilidad para encontrar al auténtico asesino de Merrin... si es que Ignatius logra sobrevivir su extraña condición.
Diagnóstico: No he leído la novela Horns de Joe Hill (hijo de Stephen King), pero conozco algunas de sus obras, y he notado que tiene un raro talento para establecer situaciones extremadamente inusuales, con una seguridad y confianza que inspiran al lector a decir: "Claro, ¿por qué no?" Esa actitud será esencial para apreciar las muchas virtudes de la película Cuernos, pues su bizarra premisa desafía la lógica convencional, e incluso contradice varios mandamientos del cine de terror... si es que podemos clasificarla como tal; en la práctica me pareció más cercana a un moderno "noir", con el desesperado anti-héroe tratando de limpiar su nombre y encontrar al asesino, mientras navega una compleja red de traición y pintorescos personajes que rara vez son lo que aparentan. El asunto de los cuernos y el poder de "extracción de secretos" parecen meras herramientas para facilitar el flujo de la historia, y no los elementos que definen categóricamente el género de la película.
Bueno, dejemos a un lado la etiqueta que correspondería a Cuernos. La premisa, como dije, es muy extraña, pero transcurre con naturalidad gracias al astuto (aunque imperfecto) libreto de Keith Bunin y a la estilizada dirección del francés Alexandre Aja, tan pulida y segura como en sus mejores cintas europeas. En particular me gustó la rica paleta visual que emplea, y los acentos de colores vivos que contrastan con el entorno gris y café del pequeño pueblo maderero donde se desarrolla la historia. El cine de terror lleva años estancado en la cinematografía desaturada que puso de moda el cine asiático, y es un placer encontrar algo tan visualmente estimulante, que al mismo tiempo encaja a la perfección con el ecléctico tono de la narrativa (me recordó un poco el estilo gráfico de The Town that Dreaded Sundown, lo cual considero un halago).
Las actuaciones son un poco variables pero cumplen su cometido. Desde luego la atracción principal es Daniel Radcliffe, y si bien le falta un poco de gravedad para "vender" las escenas más dramáticas, creo que realizó un buen trabajo, particularmente dominando el acento norteamericano. También merece mención Juno Temple en el papel de Merrin, la novia asesinada a quien vemos ganar dimensión en los "flashbacks" que describen la evolución de su relación con Ignatius; es un rol relativamente corto pero bien aprovechado por esta talentosa actriz.
Hablando de "flashbacks", mi principal queja sobre Cuernos sería su excesiva duración, que tiende a aburrir de vez en cuando con tangentes innecesarias que probablemente funcionaron bien en el libro, añadiendo contexto emocional a la historia y expandiendo sus temas de culpa, conciencia y redención (por ejemplo, la sub-trama del hermano trompetista). Pero al momento de traducirse a cine se convierten en relleno que contribuye muy poco o nada al misterio central. Y tampoco me dejó muy satisfecho el final, simultáneamente absurdo y demasiado simple, rompiendo el frágil balance que el director mantuvo durante el resto de la película.
Aún así recomendaría Cuernos tan solo por su originalidad y por la dirección de Aja. Quizás el guión necesitó un par de revisiones adicionales y un final más consistente con la historia, pero definitivamente admiré su exuberante ambición y la audacia de darle cuernos a Harry Potter... y convencernos de que es algo perfectamente normal.
Calificación: 7.5
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Friday, December 19, 2014
Visitantes
Síntomas: Daniel (Raúl Méndez) está sufriendo extrañas pesadillas acerca de una vieja mansión, y mientras trata de investigar el asunto sufre un accidente que lo deja en coma durante dos semanas. Cuando despierta, su esposa Ana (Kate del Castillo) nota algunos inquietantes cambios en la conducta de Daniel, y decide continuar la investigación por su cuenta para averiguar lo que está pasando, y evitar que la afecte a ella y a su pequeño hijo Sebastián (André Collin).
Diagnóstico: El cine mexicano de terror no ha tenido mucha suerte en años recientes, y aunque Visitantes no contribuye a resolver esa situación, al menos no fue tan mala como otras que he visto (por ejemplo Morgana, o el remake de Hasta el Viento Tiene Miedo). Cierto, su argumento es una floja colección de clichés comunes en el cine norteamericano: familia en crisis, fantasmas vengativos (o algo así), y fáciles sobresaltos precedidos por trémula música que trata inútilmente de generar suspenso. Sin embargo asoman ocasionalmente algunas buenas ideas en el libreto, junto con sólidas actuaciones (para estándares del cine mexicano) que hacen la experiencia tolerable y vagamente entretenida. Desafortunadamente los aciertos pierden fuerza por una generalizada falta de energía en la dirección, haciendo que las escenas desfilen sin mucho impacto ni flujo narrativo, limitándose a tocar las bases obligatorias del género y a lucir su repertorio de trillados efectos especiales para sazonar las manifestaciones sobrenaturales, incluyendo insectos digitales, deformaciones faciales y difusas apariciones entre las sombras para recordarnos que estamos viendo una película de terror. O, mejor dicho, "terror".
Kate del Castillo (también co-productora) expresa con vehemencia las cambiantes emociones de su personaje, y resulta creíble como madre desesperada por proteger a su familia. Raúl Méndez tiene un papel un poco monótono como el lacónico Daniel, pero transmite exitosamente la amenaza de su siniestro cambio. El resto del elenco pasa sin pena ni gloria, funcionando como aptos engranes del argumento o víctimas desechables para alimentar el anémico drama de Visitantes.
Hablando de lo cual, encontré el misterio central confuso, como si los cineastas fueran inventando reglas sobre la marcha para justificar los giros de la historia, pero sin lograr concretarla hasta el final, cuando llegan las típicas explicaciones que en realidad no explican mucho. Generalmente disfruto las películas ambiguas que nos obligan a pensar y deducir, pero hay una delgada línea entre la intriga y arbitrariedad narrativa, y Visitantes la cruza con frecuencia para detrimento de la experiencia cinematográfica.
Habiendo tantas sobresalientes películas de terror disponibles en distintos formatos de video casero, encuentro difícil recomendar Visitantes; pero en aras del patriotismo diré que hemos tenido peores estrenos internacionales de terror en cines de México, los cuales no merecían ese tipo de difusión masiva. Visitantes amerita apreciarse en la pantalla grande (aunque sea tan solo por su estridente diseño de audio), y tiene la ventaja adicional de no ser re-make o secuela... aunque eso no significa que sea muy original. Pero tampoco pidamos milagros.
Calificación: 6.5
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Wednesday, December 17, 2014
Tusk
Síntomas: Wallace Bryton (Justin Long) y su mejor amigo Teddy (Haley Joel Osment) producen un exitoso "podcast" donde entrevistan a individuos inusuales... y naturalmente se burlan de ellos. Un día Wallace viaja a Manitoba, Canadá, para entrevistar a una celebridad de YouTube, pero descubre que el sujeto falleció recientemente. Entonces, para no desperdiciar el viaje, Wallace responde el anuncio de un anciano que promete asombrosas historias de sus experiencias como soldado y marino. Sin embargo, cuando el joven llega a la remota mansión de Howard Howe (Michael Parks), queda claro que el anciano tiene algo más siniestro en mente.
Diagnóstico: Obviamente Tusk es una broma del director Kevin Smith. El problema es que no estoy seguro a costa de quién fue el chiste.
Inspirada por una conversación en el podcast del mismo Smith, Tusk intenta mezclar elementos de terror con la habitual sensibilidad humorística del director, dando como resultado una desafortunada cinta que no asusta cuando debería, y no provoca risa cuando lo intenta.
La premisa recuerda el cine de "porno-tortura" que estuvo de moda hace algunos años, y quizás si Tusk se hubiera estrenado por ahí del 2006 resultaría más relevante, incluso como sátira de aquel monótono sub-género. Pero el día de hoy parece un pastiche de ideas pobremente ejecutadas y con un incierto tono, cuyo único propósito es satisfacer un débil "chiste privado" que ni siquiera fue muy gracioso para empezar.
Pero, bueno... supongo que Kevin Smith se ha ganado el privilegio de filmar lo que quiera (dentro de los límites del cine "indie", al menos), y es verdad que desde hace muchos años viene prometiendo la realización de una película de terror "real" (Red State fue más drama/thriller que terror). Por eso quedé doblemente decepcionado... Smith finalmente puso manos a la obra y obtuvo los recursos necesarios para incursionar en el terror, ¿y esto fue lo mejor que pudo hacer?
Tratando de encontrar algo positivo podría señalar las actuaciones de Haley Joel Osment (como el colaborador y mejor amigo de Wallace) y Génesis Rodríguez (como su novia), los únicos que toman en serio la película, para bien o para mal. Su trabajo consiste en buscar al protagonista extraviado, y logran imprimir suficiente urgencia y preocupación en sus escenas... hasta que contactan a un ex-policía canadiense interpretado por Johnny Depp (usando el pseudónimo de "Guy Lapointe"), quien entrega una de las peores actuaciones de su carrera. Sus afectaciones y espeso acento forman parte de la gentil sátira que Smith hace de la cultura canadiense (con obligatorias referencias a "aboot", Degrassi y al "poutine"), pero dicha sátira resulta demasiado superficial para sentirse ingeniosa o auténtica. E incluso los diálogos, usualmente el punto fuerte de Smith, son penosamente artificiales, sin aquella frescura y honestidad que llamó la atención en cintas como Clerks y Chasing Amy. Quizás Smith fue víctima del "Síndrome Tarantino", cuyo principal síntoma es pensar "todo lo que escribo es brillante".
En cuanto a los elementos de terror, creo que Smith trató de hacer su versión personal de The Human Centipede, pero sin lograr (o sin atreverse) a alcanzar los mismos niveles de grotesquería y crudeza narrativa. En otras palabras, Smith no muestra audacia creativa ni espíritu transgresor; simplemente hizo algo absurdo con la esperanza que Tusk se convirtiera en una cinta de culto, lo cual revela la pereza e improvisación del director y productores.
O quizás el problema es que ya estoy demasiado viejo para el humor repetitivo y juvenil de Kevin Smith; me siguen gustando mucho sus comedias tempranas y esperaré con entusiasmo Clerks III; pero Tusk comparte el limbo de mediocridad ocupado por otros chascos de Smith como Cop Out y Jersey Girl... más famosas por lo que intentaron que por su efecto real.
Diría "snootchie bootchies" para terminar, pero sería una salida demasiado floja e indolente. Igual que Tusk.
Calificación: 5
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Tuesday, December 16, 2014
Another Me
Síntomas: La perfecta vida de la estudiante Fay Delussey (Sophie Turner) se ve empañada por la grave enfermedad de su padre; pero la joven se anima un poco cuando gana el papel principal en la obra teatral que organiza su escuela. Sin embargo con el paso de los días empiezan a ocurrir cosas extrañas que sugieren la existencia de una doble de Fay. ¿Será una broma de su rival para sabotear la producción teatral? ¿O alguna misteriosa entidad realmente quiere tomar posesión de su vida?
Diagnóstico: Primero llegó The Double; luego Enemy; y ahora tenemos Another Me, la tercera película que he visto este año sobre un doble o "doppelgänger" que se convierte en una amenaza para el individuo "original". De las tres es Another Me la que toma la más obvia ruta del terror, lo cual me extrañó un poco, pues la directora española Isabel Coixet acostumbra trabajar en obras más sofisticadas y "artísticas". Pero bueno... no me quejo; un poco de prestigio nunca está de más en este género tan menospreciado. Y además sirvió bastante; Another Me no es muy original ni creativa en su presentación del misterio, pero Coixet tiene buena mano para crear atmósfera y exprimir emociones de sus actores, lo cual eleva el nivel general de esta modesta pero competente producción. En particular me gustó la ambigüedad de la trama durante la primera media hora, cuando no estamos seguros si está ocurriendo algo sobrenatural, o si se trata de los nervios e imaginación de Fay, preocupada por la situación de su padre y estresada por los ensayos de la obra teatral. La directora deja pistas que hacen posible cualquier alternativa; por el lado sobrenatural tenemos sombras misteriosas donde no hay nada que las proyecte; por el lado mundano, hay una estudiante rival con largo cabello rojizo, al igual que Fay, lo cual refuerza la teoría de la broma.
Sin embargo la historia se estanca durante la segunda mitad, dedicando demasiado tiempo al romance de la protagonista con el genérico galán de su escuela, y a la tensión doméstica provocada por la declinante condición de su padre. Afortunadamente el ritmo se recupera al final añadiendo suspenso, crecientes sospechas y sorpresivas revelaciones que enriquecen el misterio del doble fantasmal.
Al principio mencioné que Isabel Coixet tomó el rumbo del terror, y es cierto que Another Me adopta trucos y conceptos de ese género, pero el resultado final se definiría mejor como thriller psicológico con buena atmósfera, sólidas actuaciones (en particular Rhys Ifans en el papel del padre enfermo, ofreciendo una rara interpretación seria, muy distinta a los lunáticos que suele encarnar), y algunas sutiles sorpresas que separan la película de otros thrillers juveniles, revelando una sensibilidad más artística y madura como corresponde a una directora con el historial de Coixet.
En resumen, Another Me no fue muy impactante ni memorable, pero aprecié su sobrio estilo e interesante premisa, lo cual amerita una modesta recomendación con la inevitable advertencia de que hay mejores cintas sobre "doppelgängers" (como la mencionada Enemy); y mejores relatos sobre neurosis adolescente fuera de control (como Ginger Snaps, una de mis favoritas). Pero ninguna con interludios shakesperianos que usan la obra de Macbeth como espejo del melodrama juvenil; ahí se nota la ambición de la directora por trascender géneros y contar historias universales basadas en la experiencia humana. O la experiencia del "doppelgänger", pues al parecer no hay mucha diferencia.
Calificación: 7
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Monday, December 15, 2014
Boyhood
Síntomas: Las experiencias del joven Mason Evans (Ellar Coltrane) y su familia conforme crece de los seis a los dieciocho años. Eso es todo.
Diagnóstico: El punto más comentado sobre Boyhood, la nueva película de Richard Linklater, es la ambiciosa estrategia de filmarla a lo largo de doce años, para reflejar el crecimiento real de los personajes, en particular del protagonista Mason Evans (Ellar Coltrane). Al principio de la cinta tiene seis años, y a lo largo de Boyhood lo vemos madurar hasta los dieciocho años, compartiendo momentos representativos en el desarrollo de su familia; pero no son necesariamente eventos grandes y aparatosos... simplemente los pequeños detalles y giros del destino que forjan su carácter y delinean su futuro. Es una experiencia sencillamente demoledora, destilando el viejo concepto de "rebanada de vida" en algo tan real, intenso y emocional que cuesta trabajo describir la experiencia. Es una de esas películas que tienen que verse para apreciar el monumental trabajo del director y su audaz elenco.
No sé qué clase de pacto con el diablo realizó Linklater para encontrar al actor Ellar Coltrane, en quien apostó el éxito de la película. Tenía que ser un buen actor desde los seis años, y mantenerse así durante el resto de su niñez y adolescencia hasta convertirse en adulto. Si algo hubiera fallado la película no funcionaría; pero de algún modo el experimento tuvo un éxito espectacular, y no solo por el "gimmick" de ver a los personajes envejecer con el tiempo, sino por el perfecto libreto de Linklater y la increíble química entre la "familia" de intérpretes que vemos desfilar a lo largo de casi tres horas.
Como sugiere el título, Boyhood está supeditada al punto de vista del niño/adolescente Mason, pero está rodeado de un extenso reparto que mantiene el mismo nivel de calidad a lo largo de la cinta (o, para decirlo de otro modo, a lo largo de los doce años de filmación). Los más conocidos son desde luego Ethan Hawke y Patricia Arquette como los padres de Mason, ocupando sus roles con engañosa facilidad y mostrando la evolución de adultos que fueron padres demasiado jóvenes, y tuvieron que aprender algunas duras lecciones a lo largo de sus vidas. Lorelei Linklater interpreta a Samantha, la hermana de Mason, y es muy posible que la película hubiera sido igualmente interesante como "Girlhood", pues su actuación es tan honesta y creíble como la de su "hermano". También vale la pena mencionar algunos actores secundarios que dejan su marca en las breves escenas que comparten, y que podrían ser injustamente opacadas por la asombrosa labor de los demás. Entre ellos: Marco Perella como el padrastro de Mason; Jenni Tooley como la segunda esposa de su padre; y la joven Zoe Graham como Sheena, novia de Mason durante la escuela preparatoria. Sus papeles son cortos pero indispensables en el mágico tapiz dramático de Boyhood, enriquecido tanto por estas fugaces participaciones como por el increíble trabajo del elenco principal.
Entonces, Boyhood es una película al mismo tiempo íntima y épica, no por la escala de su producción, sino por la ambición de su narrativa. Y, ahora que lo pienso, no solo narra la historia de una familia, sino también revela el crecimiento de Richard Linklater como director. Boyhood resuena con los ecos de sus mejores películas: el cálido romanticismo de Before Sunrise; la frustración juvenil de subUrbia; los desplantes filosóficos de Waking Life; y hasta el entusiasmo de School of Rock por la música moderna como válida disciplina artística (bueno, quizás estoy estirando un poco la analogía con esta última).
Tras ese desfile de halagos, debo confesar que a veces sentí la ausencia de un arco dramático más concreto. En muchos aspectos Boyhood es como el sitcom Sinefeld: "acerca de nada". Y si bien "nada" se convierte en "mucho" (ni siquiera la llamaría "coming of age", pues su alcance es considerablemente mayor), terminé extrañando una estructura un poco más convencional para guiar las actuaciones y darle más forma a la narrativa.
De cualquier modo Boyhood me pareció una experiencia cinematográfica única y altamente recomendable, y con mucha razón está ganando premios y nominaciones a diestra y siniestra. Me sigue gustando más School of Rock, pero Boyhood es testimonio de la madurez de Richard Linklater, y quizás será la obra que defina su carrera. A menos que ya esté filmando en secreto Adulthood, para darnos una gran sorpresa dentro de veinte años.
Calificación: 10
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Saturday, December 13, 2014
Mapa a las Estrellas (Maps to the Stars)
Síntomas: Agatha (Mia Wasikowska), una emprendedora joven con severas cicatrices físicas y emocionales, llega a la ciudad de Los Ángeles y casi por accidente se convierte en la asistente personal de Havana Segrand (Julianne Moore), una famosa actriz en el ocaso de la fama, pero deseosa de revivir su carrera con el remake de una película que filmó su madre décadas atrás. Y así Agatha empieza a conocer el mundo real detrás de Hollywood, donde todo es al mismo tiempo más y menos de lo que parece.
Diagnóstico: Se han producido muchas películas sobre las interioridades de Hollywood y la industria cinematográfica, algunas de ellas muy graciosas (State and Main, The Big Picture), otras trágicas (Sunset Blvd., Somewhere), y otras muy extrañas (Mulholland Dr., Inland Empire), donde los extremos y contradicciones de la "gente de cine" se expresaron en un estilo onírico o surrealista, pues solo en ese contexto puede asimilarse la bizarra pseudo realidad de Hollywood. La película Mapa a las Estrellas combina todos esos estilos, resultando en una experiencia perturbadora, cruda y graciosa... y probablemente demasiado cercana a la realidad.
David Cronenberg es uno de mis directores favoritos, aunque no niego que me decepcionó su alejamiento del cine de terror, donde tuvo gran éxito al inicio de su carrera. Sin embargo, su reciente filmografía "seria" conserva el característico análisis de individuos profundamente envueltos en micro-universos de drama y disfunción, donde con frecuencia no hay malos ni buenos, sino solo variables grados de manía u obsesión, ya sean los insulares mafiosos de Eastern Promises o el reprimido Carl Jung en A Dangerous Method. Combinando y expandiendo esos temas, Cronenberg visita Hollywood en Mapa a las Estrellas con su habitual agudeza, no para seducirnos con relatos de sexo y drogas (aunque ciertamente están presentes en la película), sino para explorar con impersonal precisión las neurosis e inseguridades de los individuos infectados por la fama y engañados por sus descomunales egos. En otras palabras, Cronenberg volteó la cámara y descubrió que los monstruos de carne y hueso son más interesantes que los de látex (debatible, pero entiendo su punto de vista).
El material se presta para el más sórdido drama, y quien prefiera ver así Mapa a las Estrellas sin duda saldrá satisfactoriamente escandalizado. También hay amplia oportunidad para la sátira, que Cronenberg aprovecha para añadir humor tan cínico que bordea en la agresión. Sin embargo lo que distingue el sobresaliente libreto de Bruce Wagner (casualmente escritor de Nightmare on Elm Street 3: Dream Warriors) es la compasión que muestra por los atormentados personajes. Sí, quizás son monstruos, pero no necesariamente por voluntad propia, sino por el ambiente tóxico donde deben sobrevivir, y por la constante alucinación consensual de talento imaginario e impunidad que fomenta la industria en aras del dinero, los "ratings", o el simple poder. Esas son drogas realmente poderosas, a diferencia de los efímeros químicos que solo evaden la realidad durante un momento.
Para no extenderme más diré que el elenco es universalmente fantástico, así como la cinematografía y la taciturna música de Howard Shore. Mi única objeción es la sub-trama del chofer de limusina interpretado por Robert Pattinson, que no añade mucho a la historia (aunque se convierte en un importante catalizador al final). Y no lo digo porque me desagrade el actor; de hecho creo que realizó un buen trabajo, y el problema no fue él, sino la superficialidad del personaje.
En resumen, Mapa a las Estrellas combina el morbo de un periódico tabloide con la sobria objetividad de un tratado psicológico, y creo que se convirtió en mi película favorita de David Cronenberg... al menos de su etapa "seria" (aunque es fácil comprender que su lento ritmo y desagradable atmósfera podría repeler a muchos espectadores). Y además es la primera película que filma en los Estados Unidos. Se nota que tenía un poco de rencor guardado, a la par de sincero afecto/horror por la industria que le da de comer. Perfecta psicosis y perfecto Cronenberg, con o sin monstruos de látex.
Calificación: 9 (un punto menos por la escena del perro)
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Friday, December 12, 2014
El Hobbit 3: La Batalla de los Cinco Ejércitos (The Hobbit: The Battle of the Five Armies)
Síntomas: El dragón Smaug (voz de Benedict Cumberbatch) abandonó la fortaleza de la Montaña Solitaria para atacar la Ciudad del Lago, y gracias a eso los enanos encabezados por Thorin Oakenshield (Richard Armitage) asumieron control del reino de Erebor. Sin embargo la noticia se ha extendido, y ahora elfos, humanos y orcos se preparan para luchar contra los enanos por las inmensas riquezas que protegía Smaug.
Diagnóstico: Llegamos finalmente al final de El Hobbit, y aunque La Batalla de los Cinco Ejércitos fue la que más me gustó de la trilogía, me hizo pensar que la adaptación de la novela hubiera funcionado mejor en dos películas, en vez de tres. Me hubiera gustado que introdujeran a Bard (Luke Evans) y la Ciudad del Lago desde la primera película; que el director Peter Jackson no hubiera desperdiciado tanto tiempo en las minas de los goblins; y, francamente, que la cruzada de los enanos fuera más ágil y mejor enfocada en la evolución de Thorin, pues hasta ahora, casi al final, logra ganar el peso dramático que debió tener desde el principio como eje emocional de la historia, en vez de interrumpirse y desviarse en incontables direcciones y momentos que ahora siento inútiles en el marco total de la saga.
Pero, bueno... eso aplica a la trilogía completa. Pasando específicamente a La Batalla de los Cinco Ejércitos, me pareció muy entretenida y satisfactoria, y me sorprendió descubrir que las mejores escenas no son las épicas batallas e imponentes secuencias de acción, sino los momentos íntimos de melancolía, esperanza, redención y sobre todo el conflicto interno de los personajes. Por fin se aprovechó el talento de los actores escondidos bajo el denso maquillaje de enanos, elfos y hobbits, empezando por Richard Armitage como Thorin Oakenshield, cuya obsesión por el reino de Erebor (y con las toneladas de oro y joyas que guarda) lo convierte en una trágica figura que evoca los temas recurrentes de El Señor de los Anillos, como la caída de Sméagol/Gollum, y la constante tentación que acompañará a Bilbo Baggins durante el resto de su vida. Hablando de lo cual, Martin Freeman entrega una perfecta interpretación que toma en cuenta las virtudes y ocasional malicia de Bilbo, complementando el maravilloso trabajo que realizó Ian Holm en la previa trilogía. Lee Pace añade profundidad y conciencia al arrogante Rey Thranduil de los elfos (segundo acierto de Pace este año, tras su memorable Ronan en Guardians of the Galaxy). Y aunque en la previa película no tragué del todo el romance entre Kili y Tauriel, Aidan Turner y Evangeline Lilly (respectivamente) consiguen en esta tercera parte el realismo y honestidad necesarios para conmovernos a pesar de su arbitraria inclusión en la historia (no sé si J.R.R. Tolkien hubiera aprobado esta sub-trama romántica, pero bajo la dirección de Peter Jackson terminó cumpliendo su cometido y justificando su existencia). Y desde luego Ian McKellen sigue dominando la saga como Gandalf, incluso cuando comparte la pantalla con algunos viejos conocidos para presagiar el ascenso de cierto ojo flamígero.
En cuanto a efectos, escenarios y dirección de arte, el trabajo de Richard Taylor y el estudio Weta sigue siendo sobresaliente, aunque flaquean de vez en cuando al simular el movimiento humano en situaciones imposibles o a gran escala; por mucha calidad que tengan las imágenes, no siempre logran engañar al ojo del espectador.
Entonces, La Batalla de los Cinco Ejércitos concluye eficientemente una imperfecta trilogía, resolviendo algunos de sus problemas, atando cabos sueltos, y encontrando la gravedad dramática que brilló por su ausencia en las dos películas anteriores. Veremos ahora qué sigue en la carrera de Peter Jackson; ojalá sea más afortunado que en su período post-Señor de los Anillos, pues así tendrá algunos años para cambiar de aires antes de regresar a la inevitable adaptación de The Silmarillion. El tiempo justo para leerlo de nuevo y confirmar si es un desastre o un potencial blockbuster. O quizás cinco.
Calificación: 9
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Wednesday, December 10, 2014
Jessabelle
Síntomas: Un aparatoso accidente automovilístico deja a la joven Jessabelle (Sarah Snook) temporalmente confinada a una silla de ruedas, y se ve obligada a mudarse a la decrépita casa rural de su padre mientras concluye su terapia. Desde luego no pasa mucho tiempo antes de que Jessabelle empiece a sufrir angustiosas pesadillas y a notar fenómenos extraños que podrían estar relacionados con su madre, quien falleció hace muchos años... pero no sin antes dejarle algunos enigmáticos mensajes a su hija, que ahora podrían ayudar a revelar la identidad de la presencia que acecha entre las sombras.
Diagnóstico: Temía que Jessabelle fuera una de esas mediocres imitaciones que acostumbra hacer The Asylum, esta vez inspirada en la reciente cinta de terror Annabelle. Afortunadamente no fue así; Jessabelle es una competente producción del estudio Lionsgate, cuyo argumento de "casa embrujada" empieza de manera muy convencional, para luego complicarse con inesperados giros e ingeniosas tangentes empapadas del folclore "voodoo" asociado a los pantanos de Louisiana, donde se desarrolla la película. El director Kevin Greutert reduce los sobresaltos y acentúa la atmósfera, lo cual hace la cinta un poco lenta, pero nunca aburrida gracias a la continua evolución del misterio principal y a la gradual revelación de detalles que nos llevan al sorpresivo final... sorpresivo pero menos satisfactorio de lo que esperaba, debido a cierta confusión (o ambigüedad intencional, no estoy seguro) que empaña un poco la clara narrativa empleada hasta ese momento.
Sin embargo ese curioso desenlace no demerita las sólidas actuaciones del elenco, empezando por Sarah Snook como Jessie, cuyas reacciones ante los fenómenos sobrenaturales mantienen un creíble balance de temor y curiosidad, especialmente cuando encuentra los "mensajes" de su fallecida madre. Esos mensajes, en forma de viejas cintas VHS, constituyen un truco muy acertado para impulsar la trama y al mismo tiempo elevar el nivel emocional de la historia sin necesidad de hacer chantaje sentimental ni forzar el melodrama.
La cinematografía y escenarios ofrecen la clásica dualidad del pantano: durante el día, hermosas lagunas rodeadas de pintoresca flora; y de noche, inmundos lodazales donde se ocultan terribles secretos del pasado. En lo que respecta a efectos y gore, no hay mucho que decir; como dije, el tono es de suspenso íntimo y hasta psicológico, de modo que no hay que esperar chorros de sangre ni horripilantes criaturas. De hecho, creo que Jessabelle es PG-13, y quizás no dejará satisfechos a los fanáticos "hardcore" del terror, pero personalmente aprecié su sobria dirección, cuidadosa construcción de personajes, y moderadas manifestaciones de terror, creíbles justamente por no exagerar demasiado ni intentar ofuscarnos con trucos de edición, música estridente ni similares clichés del horror contemporáneo.
En resumen, no es un clásico moderno, ni la recordaré en cuanto termine de escribir esta crítica, pero definitivamente recomendaría Jessabelle como buen material para una "pijamada" pre-adolescente... suficientemente tenebrosa para provocar ansiedad momentánea, sin causar daño psicológico a largo plazo. O al menos eso espero... no me echen la culpa cuando los niños desarrollen fobia por los videocasetes VHS. Sin embargo, quizás sea prudente inculcarles temprana aversión por las películas de The Asylum.
Calificación: 7
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Tuesday, December 9, 2014
Stretch
Síntomas: Kevin Brzyzowski (Patrick Wilson), mejor conocido como "Stretch", llegó a Los Ángeles con la intención de convertirse en actor, pero luego de varias malas decisiones terminó como conductor de limusinas, lo cual odia con pasión. Pero cuando recoge a un excéntrico billonario llamado Roger Karos (Chris Pine), su suerte podría mejorar... o también podría terminar muerto a manos de los peligrosos individuos que persiguen a su cliente.
Diagnóstico: Joe Carnahan ganó fama como director de películas de acción inteligentes, una combinación bastante rara en Hollwyood; y aunque ha tenido algunos tropiezos (The A-Team), el resto de su filmografía (Narc, Smokin' Aces, The Grey) garantiza atención para sus nuevos proyectos... incluso cuando son tan modestos como Stretch, una frívola pero entretenida cinta directa a video que pasará sin pena ni gloria entre los fans del neo-noir.
Stretch toma el concepto de la "noche alocada" (usado en el pasado por cintas como After Hours y Go) y lo ejecuta con estilo, humor, y suficiente ingenio para disculpar sus ocasionales fallas técnicas y narrativas. Sin embargo sentí una falta general de energía, así como algunos problemas de "casting" que impidieron cumplir el potencial de la premisa.
En el epónimo papel de Stretch, Patrick Wilson exhibe la mezcla de carisma y cinismo necesaria para crear un anti-héroe humano y creíble, aunque propenso a las malas decisiones. Pero no lo sentí naturalmente gracioso; su manejo del humor es un poco rígido, y rara vez nos captura en el frenesí de su trabajo y la frustración de lidiar con el desfile de pintorescos individuos que quieren matarlo, despedirlo o manipularlo. En el papel de excéntrico billonario y fugitivo de la justicia, Chris Pine resulta igualmente inconsistente, entregándose de lleno a la parte física del papel, pero sin el respaldo emocional necesario para justificar su maniática y desvergonzada actitud. Y el tercer problema es Jessica Alba como operadora radial de la compañía de limusinas, funcionando como voz de la razón en medio del caos y violencia que persiguen a Stretch durante la noche. Desde luego es atractiva, pero su actuación tiende a ser blanda y monótona, lo cual debilita la cinta en general y desinfla la supuesta tensión romántica que debería gestarse entre ellos.
Afortunadamente el elenco secundario tiene más suerte, desde los hilarantes villanos multi-étnicos, hasta los despectivos clientes que Stretch debe tolerar en su trabajo diario (incluyendo dos hilarantes cameos de Ray Liotta y David Hasselhoff). Ed Helms tiene una breve participación como fantasmal consejero del protagonista, pero sus intentos de humor solo funcionan cuando contrastan con la afable imagen característica de este actor.
Sin embargo, como dije, la cadena de situaciones trágicas, humorísticas y catastróficas que atormentan al protagonista están bien estructuradas y siguen una demencial lógica que rara vez necesita hacer trampa para llegar al inevitable final. En otras palabras, me gustó más el libreto que la película, y quizás con un elenco más dinámico o energético Stretch hubiera llegado al mismo nivel de Smokin' Aces - o al menos al nivel de su secuela directa a video, Smokin' Aces 2: Assassins' Ball.
Como sea, Stretch sirve para pasar hora y media de efímero entretenimiento con algunos buenos momentos de acción, ocasionales risas y un tono surrealista que compensa la rigidez del reparto. Quizás Joe Carnahan ya está cansado de las mismas rutinas, y su frustración se reflejó en la desganada dirección de Stretch; o quizás hubo interferencia de productores que ofuscaron la visión del cineasta. De cualquier modo seguiré atento a sus futuros proyectos, y aunque no ubicaré a Stretch entre sus "tropiezos" formales, tampoco pertenece a la misma categoría de Narc o The Grey. Por otro lado, me gustaría ver un "spin-off" con Ray Liotta y "the Hoff" como egomaniáticos actores fuera de control... sería una secuela tan "meta" que causaría una perturbación en el espacio-tiempo.
Calificación: 7
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Monday, December 8, 2014
Starry Eyes
Síntomas: Sarah Walker (Alexandra Essoe) es una de tantas aspirantes a actriz en la ciudad de Los Ángeles, trabajando como mesera y asistiendo a audiciones de donde casi siempre sale desilusionada. Pero su suerte empieza a cambiar cuando los misteriosos productores de Astreus Pictures le ofrecen un papel en una modesta película de terror llamada "The Silver Scream". ¿Estará Sarah lista para realizar los sacrificios que requieren el éxito y la fama?
Diagnóstico: Starry Eyes me pareció una excelente cinta de terror, pero su valor real radica en la potente metáfora que nos ofrece sobre el proverbial "camino a la fama" que muchos aspiran recorrer. Claro, es un concepto bastante común, y probablemente Mulholland Dr. (de David Lynch) representa la máxima expresión del tema; sin embargo Starry Eyes tiene mucho que ofrecer gracias al perverso libreto de los directores Kevin Kolsch y Dennis Widmyer, el cual maneja por igual horror, suspenso y sátira, junto con una protagonista falible pero entrañable. Sarah Walker (¿serán los directores fans de Chuck?) comete muchos errores, toma malas decisiones y jamás alcanza el noble y puro estándar de "chica final" que acostumbramos ver en el género; sin embargo la actuación de Alexandra Essoe es tan desgarradora y humana que comprendemos sin dificultad (y quizás hasta disculpamos) la cadena de eventos que la llevan hasta la brutal conclusión. Su habilidad para interpretar a Sarah debe trascender el material escrito para crear una "meta-actuación" donde a veces debe actuar bien, y a veces mal, pero sin traicionar jamás el realismo emocional del personaje, ni perder la inagotable veta de esperanza que fluye a pesar de sus constantes decepciones (algo similar a lo que logró Naomi Watts en la mencionada Mulholland Dr. - manteniendo proporciones desde luego). Para complementar esa turbulencia interna, los directores tuvieron cuidado de armar una complicada vida externa para Sarah, incluyendo un denigrante trabajo como mesera en un restaurante "familiar" que explota el atractivo de sus empleadas; y un círculo de amigos compuesto por pedantes y vacuos individuos "creativos" de Los Ángeles, siempre a punto de alcanzar el "big break" que los llevará a la fama. Las escenas aparentemente frívolas donde Sarah se relaja con estos amigos tienen un matiz tan pasivo-agresivo que podemos sentir la frustración de la joven, así como el gradual cambio de actitud que la invita a sacrificar sus principios en aras del éxito... o de la más vaga posibilidad del éxito. Y, claro, cuando ese "sacrificio" toma tintes demasiado literales, Starry Eyes entra de lleno al territorio del terror, en una transformación tan brusca e impactante como la que sufre la protagonista por causa de su trágica ambición.
Ojalá pudiera revelar más, pero es preferible descubrir las sorpresas del relato al mismo tiempo que la desorientada protagonista. Baste decir que Starry Eyes es una muy recomendable cinta de terror, tan perturbadora por su sátira como por el gore y violencia que nos aguardan al final, rematados por una ambigua moraleja para todos los que buscan la fama: ¿"El fin justifica los medios"? ¿"Ten cuidado con lo que deseas"? ¿"El poder corrompe"? Será mejor que cada espectador saque sus propias conclusiones. Por mi parte, creo que el cine en general me gusta ahora un poquito menos, después de esta metafórica visita a las interioridades de Hollywood, aquella "fábrica de sueños" más apta para crear pesadillas. Y a pesar de todo... el espectáculo debe continuar.
Calificación: 9
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Saturday, December 6, 2014
Relatos Salvajes
Síntomas: Seis historias tragicómicas con el común denominador de los instintos animales en el complicado mundo moderno. "Pasternak" muestra una extraña coincidencia entre dos pasajeros de un avión. "Las Ratas" pone a prueba la conciencia de una mesera en una difícil situación. "El Más Fuerte" advierte las consecuencias de la furia al volante. "Bombita" expone la incompatibilidad entre dignidad humana y opresión gubernamental. "La Propuesta" es un cínico relato sobre dinero y justicia. Y "Hasta que la Muerte Nos Separe" nos invita a una boda muy inusual, principalmente porque no es aburrida.
Diagnóstico: Estoy tratando de hacer memoria, pero creo que nunca había visto una película antológica que no fuera de terror o al menos de suspenso. Sin embargo me alegra decir que el formato funciona perfectamente para el género melodramático... o como quieran clasificar Relatos Salvajes, pues su mezcla de drama, violencia y humor negro rechaza fáciles etiquetas, al mismo tiempo que deja satisfecho al espectador en todos esos niveles.
El director y guionista Damián Szifrón, responsable por la excelente Tiempo de Valientes, aplica similar ingenio a esta ecléctica colección de relatos, cuya variedad temática forma un interesante tapiz cultural que, sospecho, no está limitado a Argentina, pues fue muy fácil reconocer los conflictos éticos e ideológicos de los personajes. Las actuaciones son excelentes, y doblemente realistas (al menos para mi) por no reconocer a los intérpretes, con excepción del gran Ricardo Darín, quien previamente me había impresionado en El Secreto de Sus Ojos y Nueve Reinas; sé que es un actor muy prolífico, pero desafortunadamente no llega mucho cine argentino a mi país.
Un problema común de las antologías es que la corta duración de cada segmento impide un adecuado establecimiento de personajes y situaciones, pero no fue el caso de Relatos Salvajes; a pesar de su brevedad las historias se sienten muy completas en su estructura y desarrollo, mostrando gran eficiencia narrativa y perfecto dominio del lenguaje cinematográfico, donde cada escena dice mucho con muy poco. Y sobra decir que todos los aspectos técnicos resultan sobresalientes, desde la cinematografía de Javier Juliá hasta la música incidental de Gustavo Santaolalla, salpicada con algunas muy apropiadas canciones famosas.
Me gustaría profundizar más en cada relato pero temo revelar demasiado, lo cual sería imperdonable en una película tan bien escrita como Relatos Salvajes; solo diré entonces que mi historia favorita fue "Bombita", mientras que "Hasta que la Muerte Nos Separe" me pareció ligeramente larga y menos impactante que las demás... aunque su tono de farsa y final agridulce funciona como una apropiada conclusión de la cinta entera, así que no tengo mucho de qué quejarme... excepto que una vez más sentí el doloroso contraste entre el cine argentino y el mexicano; mejor no pensar en eso.
Muchas gracias para todos los que me recomendaron esta película; fue un placer descubrir sus virtudes, y desde luego merece la repetición de esa efusiva recomendación; tal vez Relatos Salvajes no me gustó tanto como las mencionadas Tiempo de Valientes o El Secreto de Sus Ojos, pero la ubicaría en tercer lugar de esa valiosa trilogía (trilogía solo porque son tres películas argentinas que he visto en años recientes, y no porque sean realmente partes de un tríptico). Y puntos extra por los simpáticos créditos iniciales, muy simples pero llenos de significado. Hasta en eso resultó eficiente Szifrón. Debería darnos unas clases.
Calificación: 9
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Friday, December 5, 2014
Éxodo: Dioses y Reyes (Exodus: Gods and Kings)
Síntomas: El valeroso General Moisés (Christian Bale), hijo adoptivo del Faraón Seti (John Turturro) y primo del Príncipe Ramsés (Joel Edgerton), descubre un inquietante secreto sobre su propio pasado, lo cual hace que cambie de actitud hacia la inmensa tribu de esclavos judíos; e incluso podría inspirarlo a cumplir una antigua profecía sobre la liberación del pueblo hebreo.
Diagnóstico: Parece inmensamente ambicioso resucitar las películas bíblicas de antaño, pero el director Ridley Scott tiene amplia práctica en asuntos de "sandalias y espadas". Y con Éxodo: Dioses y Reyes, Scott encontró una bien balanceada receta (aunque no perfecta) para contarnos una épica historia religiosa con sensibilidad moderna, donde el aspecto místico se mantiene en la periferia, siempre presente pero abierto a interpretación. Y, claro, con un actor principal que sabe transitar la delgada línea entre profeta divino y fanático guerrillero.
Admitiré que al principio de Éxodo: Dioses y Reyes sentí horriblemente fuera de lugar a Christian Bale. ¿Bruce Wayne como Moisés? Parecía un gran error. Afortunadamente el considerable talento del actor (con ayuda de un poco de maquillaje) lo ayuda a tomar posesión del papel a lo largo de la película, y cuando llega el momento de liberar al pueblo hebreo no queda duda de que fue una buena decisión apoyarse en él. El resto del elenco hace un trabajo bastante aceptable, pero quedan irremediablemente opacados por la fuerza del protagonista; y, desafortunadamente, el libreto (co-escrito por cuatro guionistas... mala señal) no logra desarrollar adecuadamente los personajes secundarios, desperdiciando a varios sobresalientes intérpretes (como Aaron Paul, Sigourney Weaver y Ben Kingsley) es papeles pequeños e irrelevantes; o quizás Ridley Scott está esperando el Blu-Ray para ofrecernos un "director's cut", donde realmente los va a aprovechar. El único que compite parcialmente con Bale es Joel Edgerton como el Faraón Ramsés; es palpable la evolución interna que sufre a lo largo de la historia, propiciada en igual medida por la presión del poder y la arrogancia de sentirse un virtual dios humano con poder absoluto sobre su pueblo. Mención especial: el niño Isaac Andrews, en un enigmático papel que no revelaré, aunque puedo afirmar que se roba todas sus escenas. Excelente descubrimiento de Ridley Scott.
Desde luego no puede existir una épica bíblica sin visuales impresionantes, y Éxodo: Dioses y Reyes cumple plenamente ese requerimiento, pero siempre manteniendo un saludable balance entre espectacularidad y realismo. A diferencia de la mediocre Noah (de Darren Aronofsky), donde hay excesivo uso de floritura digital, Scott trata de mantener las imágenes tan mundanas como sea posible, usando el talento del estudio Double Negative como genuino complemento de la historia. Las vistas de Egipto en la cima de la prosperidad son asombrosas, pero no demasiado llamativas. Y lo mismo aplica a los elementos más "mitológicos" del relato, como las famosas plagas y el obligatorio "partir de las aguas". No hay polvo de hadas ni rayos de magia púrpura, y mucho menos “flares” innecesarios; todo se ve como ocurriría en el mundo real... o al menos tan "real" como podemos esperar en la visión hollywoodense de la Biblia.
Quizás ese celo por el realismo se convierte en el problema principal de Éxodo: Dioses y Reyes, haciendo que sus emociones se sientan distantes y apagadas. No hay gran peso dramático en el éxodo hebreo, ni en el crecimiento interno de Moisés. Incluso el conflicto con el Faraón Ramsés (su primo) carece de fuerza, y cuando Scott trata de darles un momento de catarsis, se siente forzado y fallido como clímax emocional. Sin embargo yo prefiero una película un poco "fría", en vez de una excesivamente sentimental o falsamente empalagosa, lo cual hubiera sido fatal en un relato de esta naturaleza.
Entonces, Éxodo: Dioses y Reyes me mantuvo bastante entretenido, y casi ni sentí las dos horas y media de duración, lo cual es testimonio del dinámico estilo de Ridley Scott y su selectividad para mostrar lo que importa y omitir el relleno (tal vez demasiado, en el caso del elenco secundario). No me interesa verla de nuevo, pero fue una agradable experiencia que no abusa de sus raíces religiosas y al mismo tiempo aprovecha al máximo el aparatoso melodrama de la Biblia; supongo que hasta Yahvé necesitaba un buen editor.
Calificación: 8.5
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Wednesday, December 3, 2014
Life Partners
Síntomas: A pesar de sus distintos "estilos de vida", Sasha (Leighton Meester) y Paige (Gillian Jacobs) son grandes amigas que siempre se apoyan en todo. Pero cuando Paige empieza a pasar demasiado tiempo con su novio Tim (Adam Brody), la dinámica entre ambas cambia gradualmente y se dan cuenta de que su amistad podría ser incompatible con esta nueva situación.
Diagnóstico: Podríamos decir que Life Partners es una comedia romántica con los típicos componentes del género (chico y chica se conocen, se enamoran, se pelean, se reconcilian). También podría describirse como una "chick flick" con tenues tintes feministas (al menos creo que pasa la "prueba Bechdel"). O también podría considerarse como "cinema gay", pues nos presenta los vaivenes amorosos de un grupo de lesbianas en Los Ángeles. De hecho, Life Partners es todo eso y más... y al mismo tiempo menos. El libreto de la directora Susanna Fogel (con fuerte "vibra" autobiográfica - estoy especulando, no tengo bases para afirmarlo) abarca mucho y casi logra realizar su elevada ambición, pero se queda corta en todos sus niveles. Esto no la hace mala, pero impide que sea realmente divertida, profunda o memorable... simplemente amena por noventa minutos de huecas calorías narrativas con mínimo nutrimento intelectual.
Sin embargo, Life Partners tiene un as bajo la manga. O, mejor dicho, un valioso par: el dueto de Leighton Meester y Gillian Jacobs, perfectamente balanceadas como amigas con similares gustos y personalidad, pero distintos niveles de madurez, lo cual resulta más relevante a largo plazo que su adicción a la "televisión de realidad" o su irónico gusto por los más absurdos juegos de mesa. Jacobs y Meester transmiten sin esfuerzo la cálida amistad que mantiene unidas a Sasha y Paige, pero al mismo tiempo nos transmiten las diferencias fundamentales que amenazan su relación. El problema es que nada se siente realmente profundo o dramático. Pasan cosas... hay alegrías que no inspiran gozo... pasan otras cosas... surgen conflictos libres de impacto emocional... y así transcurre la película, más como una serie de viñetas que como un genuino relato de amistad, crecimiento y reconciliación. No necesariamente en ese orden.
Por suerte, como dije, contamos con dos buenas actrices haciendo su mejor esfuerzo, y una historia llena de ideas quizás superficiales pero no por eso menos válidas. Solo hubiera deseado que Life Partners se atreviera a llegar más lejos en cualquiera de sus facetas: más graciosa como comedia, más apasionada como romance, o más subversiva como manifiesto gay. De cualquier modo aprecio la intención de la directora (haciendo un muy decente debut), y me gustan estas actrices, así que puedo recomendar Life Partners para individuos que compartan esa opinión, o para quienes esperaban una buena inspiración de "crossover slashfic" entre Gossip Girl y Community. Fuera de eso, hay mejores comedias románticas, mejores "chick flicks", y mejores relatos sobre relaciones homosexuales. Incluso el episodio de Community donde Britta (Gillian Jacobs) trata de hacerse amiga de una joven lesbiana para demostrar su tolerancia (“Early 21st. Century Romanticism”) termina diciendo más en mucho menos tiempo... y con más risas. Creo que voy a verlo de nuevo, tan solo por la parte donde Chevy Chase grita "¡Lesbianas!" como si fuera un avistamiento de Sasquatch.
Calificación: 7 (con otras actrices probablemente sería 6)
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Tuesday, December 2, 2014
The Babadook
Síntomas: La abrumada enfermera Amelia Vanick (Essie Davis) perdió a su esposo en un accidente hace siete años, y aún no ha logrado superar la tragedia. Además, su pequeño hijo Samuel (Noah Wiseman) la agobia constantemente con varios problemas de conducta y su reciente obsesión con una criatura imaginaria llamada Babadook, la cual descubrió en un libro infantil de misteriosa procedencia. La situación de Amelia es más difícil cada día, y la presión se incrementa hasta que se ve obligada a reconocer que quizás la criatura que aterra a su hijo no es tan imaginaria como ella suponía.
Diagnóstico: Parte fábula infantil, parte pesadilla suburbana, y parte thriller psicológico, The Babadook es una reflexiva y angustiante película donde el drama de la protagonista es tan terrorífico como los eventos sobrenaturales que la atormentan. Pero, ¿son realmente sobrenaturales, o tan solo una manifestación de su profunda melancolía y frágil salud mental? No estoy seguro, y a fin de cuenta no importa si la criatura llamada "Babadook" es un ente real, o las alucinaciones de una mente enferma, o una metáfora de la depresión. Lo importante es que The Babadook consigue asustarnos con sorprendente intensidad, haciendo a un lado los trucos del horror para concentrarse en la creación de personajes realistas y desbordantes de humanidad que consiguen atraparnos en su tormento y nos hacen desear que todo salga bien... aunque parece menos probable con cada nueva escena de drama familiar y conflicto interno que sufren los protagonistas.
El fantástico libreto de la directora Jennifer Kent denota una precisa comprensión del auténtico horror, no en la frívola forma de zombies o fantasmas que vemos en el cine, sino en su variedad existencial, alimentada por la desesperación de perder control de nuestra vida, y de no poder proteger a nuestros seres queridos. Quizás por eso no podría decir que "disfruté" The Babadook en el sentido convencional... sin duda está muy bien producida, y cumple con creces su propósito de inquietar al espectador, pero el efecto general es demasiado perturbador para considerarla divertida... aunque aún así la recomendaría con absoluta confianza de que dejará satisfechos a los fans del horror, y a cualquier persona que aprecie un buen drama perfectamente actuado, filmado y dirigido.
Esto nos lleva a las increíbles actuaciones de Essie Davis y el niño Noah Wiseman, tan comprometidos y naturales que resulta fácil olvidar la ficción para aceptarlos como madre e hijo con vidas muy difíciles, en constante estado de crisis incluso antes de recibir la visita de la epónima criatura. Respecto al "Babadook", prefiero revelar lo menos posible... lo cual será fácil, pues su enigmática naturaleza queda abierta a la interpretación del espectador, lo cual añade un delicioso misterio a la densa atmósfera de terror doméstico y creciente ansiedad que nos comparten los protagonistas.
Orgullosamente producida con ayuda de una campaña en Kickstarter, The Babadook es una de las mejores películas de terror que he visto este año, y también uno de los mejores dramas, gracias a su artera exploración de oscuros rincones de la psicología humana para conjugar autenticidad dramática con eficaz simbolismo, lo familiar con lo desconocido, y la cruda realidad con la incertidumbre de la imaginación. En resumen: una experiencia memorable, y el debut de otra directora con gran futuro en el cine de terror, o cualquier género que elija para sus futuros proyectos. Imagino que tiene mucho que decir, y estaré atento para escucharla.
Calificación: 10
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Monday, December 1, 2014
REC 4: Apocalipsis
Síntomas: La reportera Ángela Vidal (Manuela Velasco) y dos policías sobrevivientes del edificio donde empezó la epidemia de zombies, se encuentran a bordo de un barco donde el Dr. Ricarte (Héctor Colomé) busca desesperadamente el retro-virus que salvará a las víctimas del contagio. Sin embargo, cuando algunos miembros de la tripulación son infectados en circunstancias misteriosas, el barco se convierte en una mortal prisión de donde es imposible escapar.
Diagnóstico: La saga de REC es única en el cine de zombies, no solo por su procedencia española, sino porque ha logrado evolucionar a lo largo de cuatro películas (con mayor o menor éxito), esforzándose por incorporar nuevos elementos o locaciones para evitar que cada secuela parezca un simple refrito de su predecesora. La original REC es una de mis películas de zombies favorita, y una de las que mejor ha implementado la técnica del video casero (o "found footage"). La secuela conservó la premisa, pero incorporó un subtexto sobrenatural que no me gustó, aunque al parecer tuvo bastante aceptación. Y la tercera cambió de locación para mostrarnos un nuevo brote de zombies (esta vez en una boda), sugiriendo la propagación de una epidemia que ahora continúa en REC 4: Apocalipsis.
Sin embargo, a pesar del título, esta tercera secuela no nos muestra las consecuencias globales del contagio zombie (o posesión satánica, o lo que sea), sino que regresa a la claustrofóbica intensidad de la primera película, reuniendo a un ecléctico grupo de individuos en una locación aislada, con pocas esperanzas de sobrevivir el ataque de criaturas violentas y extremadamente peligrosas. Pero en esta ocasión el director Jaume Balagueró desechó la técnica del video casero para adoptar un estilo cinematográfico convencional, lo cual ayuda muchísimo a elevar el suspenso de la historia y agilizar la narrativa con eficiente edición y un delicioso incremento de terror conforme las cosas se van complicando para los desesperados tripulantes.
Las actuaciones son razonablemente buenas, aunque no todos los personajes están bien desarrollados, y su ocasional superficialidad reduce el impacto de sus muertes (o la esperanza de su supervivencia). Mi favorito fue Ismael Fritschi como Nic, el obligatorio "geek" a bordo del barco, cuya integridad y buenas intenciones lo convierten en un pseudo-protagonista más agradable que el rudo Guzmán, interpretado por Paco Manzanedo como "héroe por default" a pesar de sus malas decisiones y forzada motivación. Por otro lado, me dio gusto ver a Manuela Velasco retomando el papel de la reportera Ángela Vidal, aunque pasa la mayor parte de la historia en una actitud demasiado pasiva, casi como "damisela en peligro", lo cual traiciona el gran carácter que mostró en la primera cinta. Afortunadamente su característico ímpetu regresa cuando la situación se complica, y termina añadiendo un buen gancho emocional al desenlace de la película.
En cuanto a los zombies mismos, hay algunas grotescas escenas de violencia y esporádicos efectos prácticos realizados por el talentoso estudio español DDT; a decir verdad no hay mucho “gore”, pero lo que faltó de sangre se compensa con energía y suspenso, convirtiendo a REC 4: Apocalipsis en la mejor secuela de la saga (en mi humilde opinión).
Habiendo dicho eso conviene recordar que, a pesar del éxito internacional que ha gozado la serie entera, REC 4: Apocalipsis sigue siendo una obra semi-independiente de bajo presupuesto (producida por Filmax, lo cual dice mucho); y, como tal, sufre algunos pequeños problemas de ritmo, tono y claridad; Balagueró no usó el estilo "found footage", pero eso no le impide mover frenéticamente la cámara durante muchas escenas, confundiendo al espectador y perdiendo detalle de los efectos especiales. Además, el final resulta innecesariamente vago y abrupto, dejando muchas preguntas sin respuesta... pero, eso sí, con el obligatorio epílogo durante los créditos para abrir la puerta a más secuelas.
Entonces, REC 4: Apocalipsis sufrió un cambio fundamental en su técnica, y podría considerarse un “paso atrás” en lo que respecta a la progresión global de la historia que nos cuenta esta saga, pero aún así resulta una sólida experiencia de terror que unifica los temas de las tres películas anteriores. Además entretiene bastante, asusta un poco, y establece las bases de futuras secuelas que sin duda me interesa ver, siempre y cuando sepan aprovechar el potencial establecido en esta cinta. ¿Será posible que Jaume Balagueró consiga en el futuro algo similar a Dead Snow 2? Incluso si la respuesta es "no", será muy divertido contemplar el resultado, con o sin cámara en mano.
Calificación: 8
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